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【 046 】



xlvi. This isn't a date or is it?

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omnisciente

Unos días después, la noticia de que habían envenenado a Hazel Potter se esparció como pólvora, sin embargo, no llamó tanto la atención como el atentado de Katie Bell.

El alumnado creía que se había tratado de un simple accidente en el despacho del profesor Slughorn debido a que no le pasó nada grave.

Aquella mañana, antes del partido de Gryffindor contra Hufflepuff; Harry y Heaven decidieron pasar a visitar a su hermana a la enfermería. Esperando poder encontrarse a sus padres allí; pues ellos jamás se perdían algún partido de sus hijos.

—¿Qué dicen sobre mi?—preguntó Hazel mientras comía pudín de chocolate.

—No mucho —respondió Heaven dedicándole una sonrisa.

—De hecho, siguen más interesados por el partido de Quidditch contra Hufflepuff —mencionó Harry con los ojos pegados al mapa del merodeador—. Ya sabes, quieren ver el castigo que Smith recibirá por los comentarios que hizo en el megáfono mágico en el partido contra Slytherin.

—¡Me voy a perder de eso!—exclamó Hazel mientras se cruzaba de brazos.

Heaven rió, pero Harry las ignoró por completo.

La rubia se inclinó sobre él y le arrebató el pergamino en sus manos. Miró específicamente al punto donde su hermano tenía su vista puesta y se encontró con el nombre de Draco Malfoy, el joven se encontraba en los jardines del Colegio junto a Crabbe y Goyle.

—Me comienzas a asustar —murmuró Heaven devolviéndole el mapa.

—Y tú me comienzas a estresar, ya te dije, si no vas a ayudar, no te metas —refunfuñó Harry.

Hazel rodó los ojos—No vayan a pelear, arruinan las buenas vibras de aquí.

—Me meto porque me preocupo. Sueles obsesionarte con las cosas y eso no está bien...—dijo Heaven ignorando las palabras de Hazel.

—Y tú eres la indicada para hablarme al respecto, ¿no? ¿Qué no tú sufrías de ataques si las cosas no te salían como querías? Especialmente con tus calificaciones, porque la pobre Heaven también quería destacar en algo...—se burló Harry, interrumpiéndola.

Heaven no lo pensó dos veces para sacar su varita, apuntar hacía Harry y exclamar:

—¡Anteoculatia!

Harry esquivó el hechizo—¿Es en serio? ¿Quieres ponerme cuernos?

—Ah cierto, tú eres quién los pone —respondió Heaven lanzándole el hechizo por segunda vez.

Hazel ahogó una carcajada mientras que Harry la miró totalmente indignado, esquivando el hechizo.

La rubia continuó atascándolo con diversos hechizos, los cuales, Harry seguía esquivando.

—¡Detente! Ni si quiera traigo mi varita, es injusto, Jeanette —bramó Harry, quien no le quedó de otra más que ocultarse debajo de la camilla donde Hazel se encontraba riendo ante la pelea de sus hermanos.

—Es que de verdad no te funciona el cerebro. Estoy como estúpida preocupada por ti y lo qué haces es meterte en temas que no se tocan por alguna justa razón. Eres un verdadero idiota. No se que mierda ve Marietta en ti, eres un engreído, prepotente, miope...—dijo Heaven.

Su pelea fue interrumpida cuando James y Lily Potter aparecieron por la puerta de la enfermería.

James miraba la escena ante él con confusión—¿Qué sucede? ¿Qué haces allí abajo, Harry?

—Nada—murmuró Heaven cruzándose de brazos, mientras Harry se arrastraba fuera de la camilla.

Ambos adultos miraron a Hazel en búsqueda de explicaciones. La pelirroja miró a sus hermanos y se encogió de hombros.—Harry anda más idiota de lo normal...—hizo una pausa—. Pero tampoco es como que Heaven sea tan amable al respecto. Igual, Harry cruza las líneas sin pensar lo que dice y el como podría afectar a los demás.

Heaven rodó los ojos mientras tomaba su abrigo.—Deberían confiscarle el mapa.

—¿Podrías callarte?—bramó Harry luciendo irritado.

—Hey, no comiencen otra vez...—musitó Lily mirando a ambos—. Se supone que deberían estar más unidos que nunca. Ustedes no saben la preocupación que nos llevamos al saber que ustedes están peleados. No podemos venir todos los días a supervisarlos...

Heaven resopló—¡Siempre es sobre ustedes! ¿Qué hay sobre nosotros? Y no es como si ustedes no hicieran las cosas mal.

—Heaven, estamos bastante conscientes de los errores que hemos cometido —comenzó James a decir.

—Pues no lo parece porque siempre actúan como si nada estuviera pasando —bramó Heaven con frustración, comenzando a sentir sus ojos llenarse de lágrimas.

Lily intentó acercarse pero Heaven dio un paso hacía atrás, sin decir nada, salió de la enfermería.

El partido de Quidditch estaba a tan solo minutos de comenzar y la gran mayoría del alumnado ya se encontraba en el campo listos para presenciarlo.

Draco Malfoy en otras ocasiones, ya estuviera allí junto a sus amigos, esperando ver a Gryffindor perder.

Pero las cosas habían cambiado.

Ahora se encontraba en uno de los pasillos principales del castillo detrás de los jardines, discutiendo con Crabbe y Goyle.

Él rubio recibía ayuda por parte de ambos para su misión pero no parecía funcionar.

—... ¡Sólo les di una maldita orden! Por poco y...—Draco hizo una pausa al ver una cabellera rubia bastante familiar pasar cerca de él, sus ojos la siguieron por unos segundos y de ahí, regresó la mirada a los dos chicos frente a él—. Como sea, luego hablamos.

—¿No irás al partido?—preguntó Goyle.

—No, ya váyanse —murmuró mientras comenzaba a caminar hacía Heaven Potter.

Apresuró su paso pues la rubia avanzaba más rápido de lo que pensaba, un vez cerca, se colocó frente a ella de manera inesperada, ocasionando que Heaven chocara contra él.

—Hey, ¿está todo bien? —preguntó Draco.

Heaven lo miró en silencio por unos largos segundos.—¿Estás ocupado?—preguntó.

Draco frunció el ceño pero negó con la cabeza. Luego, sintió como Heaven envolvía la mano sobre su muñeca, tirando de él hacía adelante.

—¿No irás al partido?—le preguntó Draco mientras atravesaban los jardines de Hogwarts.

—No —respondió Heaven con obviedad.

—¿Estás bien?—preguntó Draco por segunda ocasión.

Heaven se detuvo en seco, girándose.—De verdad, no tienes de que preocuparte, solo estoy enojada con mi familia. Estaré mejor cuando lleguemos al lugar que te quiero mostrar.

El rostro de Draco se suavizó y asintió levemente.—¿A dónde me llevas?—preguntó el rubio mientras avanzaban lentamente.

—Ya verás —respondió Heaven—. Sólo espero que ya no le temas al Bosque Prohibido.

Draco al escuchar la mención de aquel lugar, puso cierta resistencia al seguir avanzando.—¿Por qué querrías ir a ese lugar? Esta infestado de criaturas peligrosas que podrían...

Heaven rió mientras se giraba a verlo con una ceja alzada.—No seas miedoso.

Draco se quejó pero siguió avanzando detrás de Heaven, observando los pasas de la rubia a delante de él.

Cruzaron varios pasillos del castillo para poder salir de él y dirigirse a las afueras de este, específicamente al Bosque.

Draco nunca fue un gran admirador de aquel lugar, desde el castigo que tuve en primer año, le ocasionó cierto miedo irracional. Nunca comprendió del todo que fue lo que vió aquella noche.

Bajó su mirada a su mano que estaba siendo sostenida por la de Heaven, sonrió ante aquella pequeña acción.

—Entonces, Heaven, ¿esto cuenta como nuestra primera cita?—preguntó Draco con cierto tono lleno de curiosidad y diversión.

Heaven se detuvo en seco, provocando que Draco chocara contra ella, riendo.

—Merlín, era una broma. Deberías aprender a no tomarte las cosas tan en serio —se burló el rubio, alzando las cejas.

—No me gustan tus bromas —se quejó Heaven—. De todas formas, una salida improvisada no siento que cuente como una cita, podríamos tener algo mejor.

Draco sonrió satisfecho, terminando de entrelazar su mano con la de Heaven—¿Qué crees que le falta para ser una cita?—le preguntó una vez que volvieron a avanzar.

—No lo sé, no he estado en muchas citas —respondió Heaven encogiéndose de hombros.

—Yo tampoco —concordó Draco—. Comida, falta comida para un picnic —dijo luego de unos segundos en silencio—. Eso sería lindo para una cita.

Heaven arrugó la nariz.—No tengo buenas experiencias en los picnics —comentó mientras bajaban por unos escalones de piedra.

Draco rodó los ojos.—Tal vez porque no había la comida adecuada. ¿Te gustan las galletas de limón?

Heaven rió y lo miró como si fuera de otro mundo.—¿Galletas de limón? No, gracias. No me odio tanto.

Draco la miró con indignación.—Retráctate. Las galletas de limón son mis favoritas.

—¿Cómo te pueden gustar?—preguntó Heaven con cierto disgusto.

—¿A ti cómo no te pueden gustar?—respondió Draco, con otra pregunta.

Ambos se detuvieron ante la entrada al Bosque Prohibido. Draco miró a Heaven de reojo, notando lo decidida que estaba por ingresar.

La rubia tiró de su mano, arrastrándolo hacia adelante para que le siguiera el paso.

—¿Sabes? Tenemos todo el castillo prácticamente para los dos y decidiste traerme al Bosque, Heaven, podríamos morir aquí.

—Eres tan dramático —se burló Heaven mientras avanzaban cada vez adentrándose más al Bosque.

—No, soy realista. Podría haber alguna criatura que podría atacarnos... ¿tan si quiera sabes a dónde vamos? —cuestionó el rubio.

Heaven no respondió, sin embargo, se soltó abruptamente del agarre del chico. Ante aquella acción, Draco miró en esa dirección, sintiendo su mano completamente vacía.

Cuando alzó la mirada, notó que la joven Ravenclaw había avanzado significativamente, así que apresuró su paso hasta ella.

Entre sus torpes pasos, Draco no notó la presencia de una raíz bastante grande que sobresalía del suelo, ocasionando que tropezara y terminara en el suelo.

Heaven se giró en dirección del estruendo, una vez que notó al joven en el suelo, comenzó a reír a carcajadas.

—Te parece divertido, ¿no es así? —se quejó Draco desde el suelo, sacudiendo la tierra de sus manos.

Heaven le tendió la mano, ofreciéndole ayuda mientras seguía riendo.

Draco la miró con una sonrisa maliciosa, tirando de ella con cierta fuerza para que también cayera.

Para sorpresa del rubio, Heaven comenzó a reír aún más.

—¡No es justo! —exclamó la rubia entre risas.

Draco seguía mirándola seriamente, así que Heaven fue deteniendo su risa lentamente, sin embargo, no duró mucho, pues cuando ambos se miraron, aún en el suelo, los dos estallaron a carcajadas.

Luego de lo que parecieron unos infinitos minutos, ambos se levantaron, ayudándose uno al otro, para luego sacudirse la tierra de su ropa y manos.

—¿Podemos seguir avanzando? —cuestionó Heaven mientras observaba a Draco acomodarse su saco.

—O podemos regresar al Castillo —ofreció Draco alzando una ceja.

—Esa no es alguna opción —respondió Heaven acercándose a Draco para tomar su mano y seguir guiándolo.

Ambos siguieron caminando por unos minutos hasta topar con lo que parecía ser una pared de piedra cubierta extensa cortina de hojas.

Draco observó a Heaven detenerse y la miró con confusión—¿Ya llegamos?

La rubia asintió con una sonrisa que Draco no lograba comprende.—La verdad es que si improvisé el cómo llegar, tiene mucho tiempo que no venía aquí —dijo Heaven arrugando la nariz.

—¡Heaven! —exclamó Draco dramáticamente—. Pudimos habernos perdido o equivocado de camino y morir a cargo de una criatura peligrosa del bosque —se quejó el rubio.

—Ay, Malfoy, ¿cómo por qué alguna criatura se querría acercar a un rubio estirado con malos gustos? —se burló Heaven.

—No soy estirado y no porque me gusten las galletas de limón me hace una persona con malos gustos —respondió alzando una ceja—. Tú eres el ejemplo —murmuró más para si mismo.

—Como sea —dijo Heaven acercándose a la pared—. Te va a encantar este lugar.

—Si tú dices —respondió Draco con falso desinterés, sólo para molestar a la joven.

Heaven rodó los ojos mientras reía. Tomó su varita y murmuró un hechizo de revelación, lo que ocasionó que las cortinas de hojas se separaran. Se giró y tiró de la mano de Draco, guiándolo al interior.

El lugar era un especie de valle con una pequeña cascada que creaba un arroyo.

A diferencia del resto del bosque, el lugar era más sereno e incluso la temperatura cambiaba dentro de este.

Heaven había estado en lo correcto, pues Draco quedó fascinado ante el lugar.

—A veces la magia no deja de sorprenderme —murmuró Draco.

—A mi tampoco —le dijo Heaven mientras soltaba su mano con delicadeza.

Draco la observó caminar hasta un punto en específico donde se recostó sobre el pasto, y unos segundos después le siguió.

—¿Verdad que es maravilloso? —preguntó Heaven.

—Sí, no sabía que existía este lugar.

—¡Y hay muchos más! Recuerdo qué hay una pequeña cueva llena de cristales. También es bastante bonito. —dijo Heaven.

—¿Cómo conoces tantos lugares aquí en Hogwarts? —preguntó Draco con cierto interés.

Heaven lo miró por unos segundos.—Mi papá y su grupo de amigos, o sea, mis tíos Sirius y Remus eran bastante escurridizos. De verdad, conocieron todo el castillo, de pies a cabeza. Elaboraron un mapa que muestra todo el castillo, incluso los pasillos secretos y pasadizos para ahorrar tiempo. Aparte que Sirius siempre nos contaba de lugares bonitos y como encontrarlos. Si algún día puedo despegar el mapa de Harry, te lo mostraré, es maravilloso. Lo crearon cuando tenían solo quince años.

—¿Sirius también te dijo de este lugar? —preguntó Draco, sin embargo notó como Heaven desvío la mirada al cielo.

—No realmente.

—¿Entonces como lo conoces?

Heaven lo miró entrecerrando los ojos.—Aquí fue mi primer beso —respondió encogiéndose de hombros.

Draco alzó una ceja.—Te hace falta desarrollar tus habilidades románticas. ¿Cómo vas a llevar a la persona que te gusta a donde diste tu primer beso?

—Eres un dramático. Aparte, eso fue hace años.

—¿Y? Me siento totalmente indignado —dijo Draco, cerrando los ojos con dramatismo.

Heaven comenzó a reír.

—A mi no me parece divertido —le dijo Draco.

Heaven rió aún más y se reincorporó.—¿Vas a seguir con tu drama o vas a dejarme que te muestre la mejor parte? —cuestionó mientras se ponía de pie.

Draco se sentó y la observó con confusión.—Me detengo sólo si me dices con quién fue.

—¿Con quién fue qué?

—Tu primer beso.

—No te voy a decir porque conociéndote te vas a poner aún más dramático.

—No es tan difícil, te puedo decir con quien fue el mío. —dijo Draco encogiéndose de hombros.

—Si pero no, paso —dijo Heaven.

—Solo me dejas con más curiosidad —refunfuñó Draco—. ¿Sabes? Si no me dices tú, le preguntaré a Theodore.

—No te va a decir —le respondió Heaven.

—¿Y por qué no lo haría?

—Sólo se que no lo haría.

Draco rodó los ojos.—Que pesada eres —dijo con tono burlón.

Heaven abrió la boca con indignación.—¡Eres la persona menos indicada para decirme eso!

—Pero no deja de ser verdad. —se burló Draco mientras se levantaba.

—¿Si te digo me vas a dejar en paz? —le preguntó Heaven a Draco, quien respondió con un simple asentimiento—. Fue con George Weasley.

Draco arrugó la nariz con desagrado.—Una parte de mi le cuesta creerlo, pero la otra parte me dice que tiene sentido. ¿Un Weasley? No, aún peor. ¿Una de las fotocopias? ¿Aparte no es tu cuñado, ahora?

Heaven ahogó una risa.—No, mi cuñado es Fred.

—Es lo mismo —respondió Draco rodando los ojos.

—¿Cómo va a ser lo mismo?—preguntó Heaven casi riendo.

Draco entrecerró los ojos.—Como sea.

—¿Ahora si ya terminaste o vas a seguir con tu drama? —le preguntó la rubia por segunda vez.

Draco rió por unos segundos.—¿Qué me querías mostrar?

Heaven lo tomó de la mano y lo guió hasta el arroyo, justo detrás de la pequeña cascada, quedaba un espacio considerable, donde había un par de rocas. Ambos se sentaron allí, donde pringaban un par de gotas de agua en su dirección.

—Es refrescante —murmuró Heaven, quien tenía los ojos cerrados.

—Lo es —le respondió Draco, mirándola, y pensando en lo bella que se veía—. ¿Por qué estás enojada con tu familia?

Heaven abrió los ojos y observó a Draco.—Con mi papá ya estaba enojada, con Harry también; pero hoy estábamos en la enfermería con Hazel y comenzamos a pelear Harry y yo, en ese momento llegaron nuestros papás y lo hicieron sobre ellos. Ahora que lo pienso le respondí feo a Lily —murmuró, suspirando—, ella no tiene la culpa.

Draco notó como Heaven comenzó a morderse el labio inferior.—No debí preguntar...

—No, está bien, es sólo que...—dijo Heaven en un hilo de voz—. No es un tema del que me guste hable porque aún no puedo procesar la idea.

—No tienes que decirme, Heaven —le dijo mientras la tomaba del mentón—. No te he dicho lo linda que te ves hoy.

Heaven le sonrió, inclinándose para besarlo con la delicadeza con la que siempre lo hacía, pasando una de sus manos por la cabellera rubia platinada del Draco quién no lo pensó dos veces antes de corresponderle el beso con entusiasmo.

Una vez que se separaron Draco la miró burlonamente.—¿Ves como siempre eres tú la que me besa?

Heaven rodó los ojos.—Me desagradas tanto.

Draco reía mientras le acomodaba un mechón que a Heaven que le caía sobre la frente.

—Es raro verte con el cabello completamente suelto —murmuró Draco.

—¿Tú crees?

—Pero se te ve bien —aseguró Draco con una sonrisa.

Heaven le sonrió de vuelta. Ambos se mantuvieron en un cómodo silencio que resultó bastante reconfortante para los dos.

Heaven se detuvo a observar a Draco por un momento. El rubio había cerrados los ojos, dispuesto a recibir pequeñas gotas de agua que respingaban de la cascada.

Draco parecía encontrarse bastante relajado en ese momento y Heaven se preguntó que era lo que pasaba por la mente del joven.

Así cómo también Heaven pensó en lo poco que había descubierto sobre él con el paso del tiempo y lo mucho que quería conocer cada detalle sobre él.

—Draco...—le dio un apretón a su mano.

El rubio se giró a verla.—¿Qué sucede?

—Casi siempre terminamos hablando sobre mi y casi nunca dices nada sobre ti...

Draco la miró.—A diferencia de la creencia popular, no me gusta mucho hablar sobre mi, pero dime, ¿qué quieres saber? —preguntó cortésmente.

Heaven lo miró suspicazmente.—¿Aún sigues manteniendo las mismas ideologías sobre la supremacía de la sangre pura?

Draco se le quedó viendo por unos segundos, con una ceja alzada.—Comenzaste con algo fuerte, pero no me sorprende viniendo de ti —suspiró—. La respuesta es no. Y no es por querer quedar bien contigo, realmente ya no me importa, nunca debió importarme, y por fin aprendí que hay cosas mucho más importantes en el mundo.

—Me siento algo aliviada —confesó Heaven riendo—. Ya no se que más preguntarte, es decir, quiero saber tantas cosas sobre ti pero no se por donde comenzar.

Draco se inclinó sobre Heaven.—Me parece lindo que quieras saber sobre mi —murmuró sobre los labios de la rubia, besándola suavemente para luego regresar a su posición anterior—. Mis padres tienen una propiedad en las afueras de Estrasburgo en Francia, cerca de la frontera con Alemania; de allí tengo mis mejores recuerdos de mi niñez junto a mi abuelo Abraxas. Antes de entrar a Hogwarts, pasaba meses allí junto a mi familia.

—¿Sabes hablar francés? —le preguntó Heaven con curiosidad.

—No mucho, sabía más cuando era pequeño, supongo que le perdí interés —respondió Draco encogiéndose de hombros—. El punto es que en esa casa aprendí a volar y creo que es una de mis actividades favoritas, me gusta la libertad que sientes estando allí arriba.

—¿Y por qué ya no juegas Quidditch? —preguntó la rubia con curiosidad.

—Ya no tengo los ánimos para hacerlo, si te soy honesto. Toma mucha energía y no creo ya tener la suficiente —rió ligeramente.

Heaven asintió.—¿Eras muy cercano a tu abuelo? ¿Abraxas?

Draco asintió con emoción.—Muchas personas lo encontraban atemorizante, y estoy seguro de saber el por qué. Los Malfoy no somos conocidos por ser personas que juegan limpio, y es claro que él no era la excepción. Sin embargo, conmigo siempre fue diferente. Era una persona con una moral bastante cuestionable pero siempre se preocupó por mi bienestar, a veces lo extraño mucho.

—Lamento mucho que lo hayas perdido tan pronto —le dijo Heaven dandole un apretón a su mano.

Draco le sonrió.—Tú tienes familia muggle, ¿no es así?

Heaven lo miró con cierta confusión.—Sí, pero nunca fuimos tan allegados a ellos —dijo mientras fruncía el ceño—. A mi papá nunca le gustó pasar tiempo con ellos y dejamos de frecuentarlos cuando era más pequeña, nunca entendí bien... —se quedó en silencio por unos segundos.

Draco se preocupó.—¿Todo bien?

La rubia hizo una mueca.—Creo que ya sé porque dejamos de visitarlos —se encogió de hombros—. ¿Te puedo confiar algo?

—Sabes que si —le respondió con sinceridad.

Heaven soltó un largo suspiro.—Lily no es mi mamá, es decir, ella me crió pero no es...

Draco asintió lentamente recibiendo la información, sin saber exactamente qué decir, pues era algo que él ya sabía.

—Me enteré unos días antes de Navidad hace unos meses —explicó Heaven—. Fue horrible pero...—suspiró entrecortadamente—, supongo qué hay cosas peores.

—Lo lamento mucho, supongo. Debe ser terrible para ti enterarte que quién te crió no es nada tuyo.

Heaven lo miró con los ojos iluminados, como si por fin se sintiera comprendida.—No me gusta hablar del tema, aún —dijo en voz baja—. Pero si, la familia de Lily es muggle. Sus padres se portaban amable conmigo, en cambio su hermana y su familia no tanto; pero de por si es gente bastante deplorable.

Draco rió y se inclinó dejándole un pequeño beso en la frente, esperando que la joven se sintiera reconfortada, aunque fuera un poco.

—Siempre hacían comentarios pero nunca los entendí —dijo Heaven mientras miraba sus manos—. De todas formas es bastante estúpido, yo tenía como cinco años y...

—Nosotros jamás tendremos la culpa de los errores que nuestros padres cometen, es horrible que algunas veces lo parezca.

—Supongo que si —respondió Heaven levantándose de su lugar.

—¿A dónde vas? —le preguntó Draco observándola.

Heaven simplemente le señaló la parte en la que habían estado anteriormente, recostados en el pasto. Así que Draco la siguió hasta allí.

Draco de recostó sobre el pasto, sintiendo su ropa ligeramente húmeda debido a las gotas de agua que estuvo recibiendo anteriormente.

El rubio observaba Heaven rebuscar dentro del bolsillo de su abrigo hasta sacar un par de dulces levitadores.

—¿Quieres uno? —le preguntó la joven.

Draco asintió, tomando uno de los empaques, dándose cuenta que se trataban de la marca de los gemelos Weasley y no de los que comunes que vendían en todos lados.

—Claro que tenían que ser de las fotocopias —se burló Draco abriendo el empaque—. ¿Te los dio tu novio George? —preguntó alzando una ceja.

Heaven lo miró mal.—No se para que te conté.

Draco ahogó una risa.—No es mi culpa que sea tu novio.

—No es mi novio —se quejó Heaven—. Ojalá y no te toque levitador en tu dulce.

—Mejor, eso de levitar mientras como dulce, nunca fue lo mío —respondió Draco—. Son horribles —dijo arrugando la nariz al probar una de las grageas.

—No te puedes quejar si te gustan las galletas de limón —se burló Heaven tomando otro puñado de dulces.

Draco soltó los dulces y jaló a Heaven hacía él, con una sonrisa burlona.

—¿Ves cómo te pones cuando menciono a tu novio? En seguida me atacaste por mis finos gustos...

Heaven reía nerviosamente.—Vuelves a decir que George es mi novio y te lo juro que te lo voy a cumplir.

Draco la miró con indignación pero lo único que hizo fue inclinarse para besarla, otra vez.

—Yo sería mejor novio que el pelirrojo ese —aseguró Draco con el ceño fruncido.

Heaven rió y se recostó sobre el pasto.

—¿Heaven? —murmuró Draco recostándose junto a ella, en el pasto.

—¿Qué sucede? —cuestionó Heaven mientras se tallaba los ojos.

—Sólo quería recordarte que puedes confiar en mi para lo que quieras, ¿de acuerdo? Supongo que lo que sucedió en tu familia no fue nada fácil y no mereces pasar por todo sola. Para eso estoy yo. Te tengo cariño y definitivamente no me gusta verte triste —no escuchó ninguna respuesta, sin embargo se sorprendió al sentir a Heaven mucho más cerca de él, recostada sobre su pecho.

—Gracias —murmuró la rubia.

Draco no respondió, simplemente se quedó quieto, pasando su mano sobre la cabellera de Heaven.

Heaven caminaba de regreso a la enfermería por su cuenta. Había pasado mucho más tiempo con Draco de lo anticipado.

Y aunque no lo quisiera aceptar, estaba cayendo lentamente por el rubio platinado de Slytherin.

Metió sus manos dentro de su abrigo y con su hombro empujó la puerta de la entrada. Se sorprendió bastante al encontrar a sus padres allí, y esta vez, Harry estaba en una de las camillas junto a la de Hazel, con los ojos cerrados y la cabeza envuelta en vendas.

—¿Qué le pasó? —preguntó Heaven al borde del pánico.

—Fractura en el craneo —respondió Madame Pomfrey.

Heaven observó a Lily hacer una mueca y se compadeció de la mujer. Tenía a sus dos hijos en la enfermería por diferentes razones que los había guiado al borde de la muerte.

—¿Se puede saber en dónde estuviste todo este tiempo? —preguntó James Potter.

Heaven se encogió de hombros.—Estaba dentro del colegio.

James estuvo apunto de comenzar a regañar a Heaven, pero Madame Pomfrey le advirtió no hacer demasiado ruido que pudiera alterar el descanso de Harry. La enfermera aseguró que el joven se repondría al cabo de unos días.

El matrimonio Potter tenía que retirarse así que ambos guiaron a Heaven a fuera de la enfermería, no sin antes, despedirse de Hazel, quién recién se despertaba.

Lily cerró la puerta detrás de ella, observando a Heaven irritada recargada en una de las paredes del viejo castillo.

—Tenemos que irnos, cariño. Lamento mucho lo de antes, tenías razón. Siempre hacemos todo sobre nosotros cuando ustedes tienen sus propios problemas con los que lidian día a día y...

—Está bien, no es tu culpa —interrumpió Heaven mirando sus zapatos.

—Heaven, ¿en dónde estuviste? —le preguntó James por segunda vez.

—Ya te respondí. ¿A dónde más me iría? —respondió Heaven de forma irritada.

James la miró por unos segundos pero al parecer comprendió que Heaven no quería seguir hablando.—Ten cuidado, ¿si? Cuida a tus hermanos y por favor, ya no peleen.

Heaven asintió tallándose los ojos. Recibió un abrazo de parte de ambos y los observó desaparecer por el fin del pasillo.

Estaba segura que nada sucedería como su padre deseaba.

Y su pensamiento se volvió aún más real cuando entró de nuevo a la enfermería, encontrándose con Harry dándole órdenes a Dobby para seguir a Malfoy por todo el castillo.

—De verdad, perdiste la cabeza —bufó Heaven tomando asiento al lado de la camilla de Hazel.

—Se que tengo razón y se que Malfoy está tramando algo —sentenció Harry recostándose sobre la camilla.

—Yo solo quiero que ya sea de mañana para desayunar pudín de chocolate —murmuró Hazel intentó apaciguar la tensión.

—Pareciera que estás enamorado de Malfoy —acusó Heaven bostezando.

Harry rodó los ojos y le arrojó una envoltura de rana de chocolate.

La noche sería bastante larga para los tres. Eso era seguro.

***
sin editar

nota de la autora;

Eh no mamen ahora si me costó terminar este capítulo, como no tienen idea, help

¿Que tal les pareció? La neta esta medio aburrido pero en fin.

Espero que les haya gustado.

¿Que les gustaría leer? Denme ideas porque últimamente mi cerebro anda seco.

Btw draco lowkey jealous de George... ojo chika

q tengan bonita semana

les tqm

🤍

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