Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

【 042 】



xlii. Apparition Class

omnisciente

Heaven avanzaba con pereza junto a Harry. Ambos se dirigían al aula de Pociones para tomar la clase con el profesor Slughorn.

Harry durante los últimos minutos del desayuno, le relató su última junta con Dumbledore y la misión que le encargó.

—Harry, Slughorn es tu mayor admirador—dijo Heaven con una mueca de horror—Eres casi su protegido.

—No lo sé...—hizo una pausa el azabache—Si Dumbledore no pudo sacarle la información, ¿qué te hace pensar que yo sí?

Heaven se encogió de hombros—No me agrada la idea de que te esté encargando ese tipo de cosas, pero en fin, sí confía en ti, debe ser por alguna buena razón—hizo una pausa—¿Y sobre los Horrocruxes? ¿Qué se supone que son? Nunca entendí.

—Yo tampoco.—dijo Harry—Aún sigo averiguando al respecto.

Heaven asintió, para luego dirigirle una última mirada antes de entrar al aula y separarse; pues estaban en diferentes mesas de trabajo.

Heaven caminó hasta su mesa donde ya se encontraba Marietta, Theodore y sus amigos.

Era claro que notó la ausencia de Draco, pero no pensó mucho al respecto.

Se acomodó junto a Marietta y luego se recostó contra la mesa. Se sentía cansada, no había podido conciliar el sueño de manera correcta durante los últimos días.

—Buenos días, Vee.—saludó Theodore desde el otro extremo de la mesa.

Heaven alzó la mirada y le dedicó una media sonrisa tanto a Theo como a sus amigos, con los que había formado la mesa de trabajo de manera accidental, y Heaven lo consideraba bastante entretenido. Siempre lograban terminar todo a tiempo y charlaban lo suficiente para no aburrirse.

—Buenos días—respondió en voz baja.

—¿Qué tienes?—le preguntó Marietta de manera discreta.

—Nada —respondió Heaven sonando ligeramente irritada. Se arrepintió al instante de haberle respondido de aquella forma a Marietta así que se reincorporó y la miró—No dormí bien, eso es todo.

—¿Segura?—cuestionó Marietta con cierta desconfianza.

Heaven asintió sin interés de seguir con la conversación mientras sacaba uno de sus libros de su mochila de manera delicada.

Unos minutos después, en lo que comenzaba la clase, entraron al menos cuatro alumnos más. Entre ellos Draco Malfoy.

El rubio caminó sin mucho ánimos hasta sus amigos, colocándose frente a Heaven.

Theodore desde la punta de la mesa, los observaba con curiosidad, ninguno de los dos se inmutó ante la presencia del otro. O al menos, no lo demostraron.

Draco fue el primero en alzar la mirada y observarla por unos segundos.

Heaven pudo sentir la sensación de ser observada así que levantó la mirada para sonreírle de manera rápida al rubio y luego regresar a su libro.

Dragón mala fé —dijo Blaise en tono burlón, ocasionando burlas de parte de Eloisse y Theodore, mientras que Marietta sonrió con diversión y Heaven volvió a mirarlo, sonriendo burlonamente.

Draco se giró malhumorado hacía el moreno, alzando las cejas.—¿Qué?

—Ay, que humor —respondió Blaise abriendo los ojos exageradamente—Me encanta la clase de Pociones, no voy a dejar que me la arruines—rechistó el moreno e hizo una pausa—¿Se dan cuenta de lo cómica que es nuestra dinámica? Te tenemos a ti, el dragoncito, a la cielito, a la marioneta, a Teófilo y al elote.

Todo soltaron risas a excepción de Draco que sólo rodó los ojos con una sonrisa de lado.

—Siento lástima por ustedes que tienen nombres tan mutables...

—Oh, mejor cállate Zucchini —dijo Theo riendo.

Todos volvieron a reír e incluso el volumen incrementó ante la mirada de indignación de Blaise.—Si, si, andas muy chistoso hoy, Teófilo.

El castaño se encogió de hombros—¿Yo? Siempre.

La pareja comenzó una pequeña discusión —obviamente en juego— provocando las risas de los presentes. Hasta que el profesor Slughorn entró al aula.

Slughorn comenzó hablar sobre la Ley de Golpadott, sin embargo, Heaven perdió la noción de la clase mientras seguía leyendo su libro, el cual había sido un obsequio por Navidad de parte de su tío Remus Lupin.

—... Tienen que preparar el antídoto del veneno antes de que termine la clase. ¡Suerte y no olviden usar los guantes protectores!—exclamó el profesor siendo lo último en decir.

Heaven hizo una mueca, cerró su libro y notó como todos habían comenzando a moverse por el aula.

—¿Qué hay que hacer?—preguntó Heaven al resto de la mesa y observó de reojo a Draco yéndose por los materiales necesarios.

—No lo sé, nadie pareció entender a excepción de Granger—dijo Eloisse señalando a la Gryffindor quien ya se encontraba realizando el trabajo requerido.

Heaven hizo una mueca—Nunca fui buena en Pociones, Marietta, te toca investigar qué hay que hacer—murmuró empujando el caldero hasta ella.

—No, la clase pasada me tocó a mi, te toca a ti—dijo la castaña empujando el caldero hasta ella.

—¿Qué no tu familia viene de famosos elaboradores de Pociones e incluso de allí se deriva tu apellido?—preguntó Blaise con el ceño fruncido.

—No lo sé —respondió Heaven— Algo así, creo.

Blaise se burló—¿Cómo no vas a saber sobre tu propia familia?

La rubia chasqueó la lengua—Podrías sorprenderte.—hizo una pausa y luego pareció que recordó algo—Aunque mi abuelo creó la poción alisadora de Sleekeazy—dijo con orgullo presumiendo el logro de Fleamont Potter.

—¿De verdad?—preguntó Eloisse con cierta sorpresa.

Heaven asintió con una sonrisa y sintió un ligero apretón en su mano, se trataba de Marietta quién se recargó sobre ella.

—¿Harry está enojado? No me ha hablado en todo el día.

—Está estresado por no se qué —respondió Heaven—No es personal, anda en su modo de odiar a todos.

Draco llegó nuevamente a la mesa con un caldero extra y numerosos ingredientes para luego comenzar a trabajar en silencio.

—Draco, si me ayudas, te prometo darte mi pudín todos los días.—dijo Eloisse

El rubio fingió pensar al respecto y luego de unos segundos le respondió: —No, gracias. No me gusta el pudín.

—Tendré que irle a preguntar a Harry—murmuró Heaven dirigiéndose a la mesa donde se encontraban sus hermanos.

Hazel parecía contenta mientras iba a la par de Hermione Granger mientras ambas chicas conversaban y reían. Heaven no quiso interrumpir y se coló en medio de Harry y Ron.

—¿Qué haces aquí?—preguntó el azabache.

—No se que hacer.—respondió Heaven.

—¿Qué te hace creer que nosotros sí?—dijo Ron al borde de las risas.

Los tres observaron a Hermione y Hazel trabajar con bastante armonía mientras agitaban sus varitas con entusiasmo sobre sus respectivos calderos. Sin embargo, no se lograban comprender los hechizos que utilizaban, hasta que Ernie McMillan, un alumno de Hufflepuff sentando en la mesa de al lado murmuró un ¡Specialis Revelio!

Los tres adolescentes se miraron entre sí, Heaven se regresó a su lugar casi corriendo y repetir la acción de McMillan mientras le explicaba a los demás.

Diez minutos más tarde, Heaven se había dado completamente por vencida, al igual que sus compañeros de trabajo, a excepción de Draco, quién seguía concentrado y en silencio, trabajando sobre su caldero.

—Todo es culpa de Snape —murmuró Heaven—Siempre que le hacía una pregunta me ignoraba, es por eso que nunca aprendí nada.

Theodore y Marietta rieron ante ello.

—¿Por qué los detesta tanto?—le preguntó Eloisse con una pizca de diversión—A ustedes tres.

Heaven se talló los ojos.—Mi papá y él no se llevaban nada bien durante su estancia aquí en Hogwarts. Creo que se odiaban—murmuró bostezando.

—¡Tiempo!—exclamó Slughorn comenzando a rondar las mesas y examinar de manera rápida los calderos. Aunque realmente nadie había terminado.

Miró el de Heaven e hizo una mueca de desagrado que provocó que Heaven volteara los ojos cuando el profesor se dio la vuelta e hizo que los de la mesa rieran ante la acción de la rubia.

Heaven siguió con la mirada al profesor, solo para ver qué le diría a Harry —pues el tampoco terminó el antídoto y durante los últimos minutos de la clase, se la pasó rebuscando en los estantes y cajones—.

Para sorpresa de Heaven, el profesor parecía querer llorar del orgullo cuando Harry le mostró una especie de roca de color marrón oscuro.

—¡Tu madre debe estar tan orgullosa de ti! Definitivamente heredaste todo el talento en Pociones de ella.—tomó el objeto en sus manos y lo alzó para que todos pudieran verlo—Esto es un bezoar y actúa como antídoto de todas esas pociones. ¡Bien pensando, muchacho!

Heaven rodó los ojos mientras se recargaba en la palma de su mano.—Y eso se te ocurrió a ti solito, ¿verdad, Harry? Que suerte que tengo al tener un hermano tan inteligente como tú.—musitó la rubia con ironía, lo suficientemente alto para que el azabache pudiera escucharla.

Harry simplemente le sonrió victoriosamente.

La clase terminó unos minutos después de que el resto de estudiantes tuvieron que soportar a Slughorn elogiando a Harry de cien maneras diferentes.

Draco fue el primero en guardar todo y salir del aula mucho antes de que Heaven se despidiera de Theodore y sus amigos para caminar junto a Marietta donde encontraba Hazel intentando contener las risas al ver a Ron y Hermione discutir.

—¿En dónde está Harry?—preguntó Heaven recargándose sobre la pared.

—Se quedó con Slughorn—respondió Hazel—Parecen un viejo matrimonio, ¿cuándo se darán cuenta que se gustan?—murmuró la pelirroja en voz baja sólo para que ambas Ravenclaws pudiesen oír.

Heaven y Marietta rieron mientras observaban junto a Hazel a los otros dos pelear mientras esperaban que Harry saliera del aula.

El resto de la semana transcurrió con lentitud, el clima frío característico de enero iba quedándose atrás junto a la blanca nieve, la cual comenzaba a ser reemplazada por lluvias de febrero.

El día de la primera clase de Aparición por fin había llegado y la mayoría de los estudiantes de sexto año estaban emocionados debido a ello.

Heaven se sentía más estresada que nunca, incluso si no tenía grandes cantidades de deberes. La rubia no podía conciliar el sueño de manera correcta —e incluso sana—, ella sabía que algo estaba mal pero decidía ignorarlo.

Su mente solía estar en todo menos en las clases y durante esa última semana perdió la cuenta de la cantidad de veces que cometió errores en las clases prácticas, por lo que probablemente, la hacía la única que no tenía emoción sobre el curso de Aparición.

Y para el colmo, se le había hecho tarde. Caminó con prisa hasta el Gran Comedor —donde se llevaría a cabo la clase debido a la fuerte lluvia en el exterior—.

Buscó a sus hermanos con la mirada y se acercó a ellos, sin embargo, todos estaban ubicados en filas, dejando un considerable espacio entre ellos.

Heaven observó un lugar disponible junto a Harry el cuál fue ocupado repentinamente por su amiga Marietta, ambas llegaron a la par.

—¿No me guardaron un lugar?—le preguntó Heaven a Harry y Hazel con cierta indignación.

Los Gryffindor se miraron entre sí y comenzaron a hablar a la par, ocasionando que no se entendiera ni una sola palabra.

—¡Puedes tomar el mío! Conseguiré uno atrás—dijo Marietta de forma apenada.

Heaven miró a los tres con desdén y se fue sin decir algo más. Todos los lugares estaban ocupados y le resultaba sospechoso como a los alumnos de Gryffindor los acomodaron hasta el frente junto a los de Hufflepuff; y como siempre a los Ravenclaw y Slytherin hasta el final.

Heaven avanzó entre los estudiantes y el único lugar vacío parecía ser una mala broma. En la última fila había un solo espacio disponible.

Justo donde terminaba la fusión entre la casa de las serpientes y la casa de las águilas, justo en medio de Draco Malfoy y Anthony Goldstein había un lugar.

Heaven resopló pensando en que debería estar acostumbrada a tener mala suerte. Cuando llegó hasta allí, se acomodó en silencio, mirando con curiosidad el aro a unos metros de distancia.

—Llegas tarde, Potter—le reprendió el profesor Flitwick.

—Peeves me atacó con un globo de agua y tuve que ir a secarme—murmuró Heaven de mala gana. Ese día no parecía ser el suyo en lo absoluto.

Flitwick asintió y siguió su camino. Observó como intercambió a ciertos estudiantes de su casa hasta al frente y volvió a resoplar al darse cuenta que no la cambiaría a ella.

Draco soltó unas risas burlonas en difracción a Heaven, él también había notado como el profesor la pasó por alto.

Heaven se giró y lo miró mal—No te rías, no le agrado.

—Ya deberías estar acostumbrada, entonces.—dijo Draco mientras se recargaba sobre el pilar que sobresalía del muro dentro del Gran Comedor.

Anthony Goldstein miraba al par de rubios con confusión e incluso con curiosidad al ver cómo interactuaban como si fueran dos grandes mejores amigos que se conocían de toda la vida.

Aunque el ambiente estaba lleno de murmullos de los estudiantes, había un evidente silencio incómodo entre los tres.

—¡Buenos días!—saludó el mago que Heaven supuso que sería el encargado del curso—Mi nombre es Wilkie Twycross y seré su instructor de Aparición durante las siguientes doce semanas...

Heaven respingó cuando sintió que alguien jugueteaba con su cabello; con las mejillas ligeramente sonrojadas se giró hasta Draco quién se había posicionado justo detrás de ella, enredando con delicadeza sus dedos en los rizos dorados que se formaban al final de la cabellera de Heaven.

Draco le dedicó una pequeña sonrisa y Heaven regresó a su posición inicial.

La reacción de sorpresa aumentaba en el rostro del pelinegro junto a ellos que no podía pasar por desapercibido la interacción entre Heaven y Draco.

—¿Heaven?—la llamó Anthony en voz baja mientras el instructor seguía hablando.

Heaven lo miró con el ceño fruncido—¿Qué quieres?—respondió de mala manera.

—¿Podemos hablar después de clases?—preguntó Goldstein.

—No puedo, estaré ocupada—respondió Heaven intentado concentrarse en las palabras del mago Twycross.

—¿Qué tienes que hacer?—preguntó el joven Ravenclaw.

Heaven guardo silencio por unos segundos hasta que levantó la mirada y le dijo: —Nada, sólo no quiero hablar contigo.

Draco ahogó una carcajada, y la disimuló con una tos completamente falsa.

—¿De qué te ríes?—preguntó Anthony mirando al rubio con cara de pocos amigos.

Draco alzó las cejas con diversión.—De ti, ¿qué no es obvio?

Anthony se acercó a él amenazadoramente y antes de que Heaven pudiera entrar en pánico la profesora McGonagall los reprendió desde el frente.

—¡Goldstein! ¡Potter! ¡Malfoy!—exclamó la profesora ocasionando que más de la mitad de estudiantes se girara a verlos, lo que también provocó que Draco soltara los rizos de Heaven de manera repentina y disimulada.—¡Guarden silencio!

Los tres asintieron con cierta pena.

Heaven resopló y miró mal al pelinegro.—Ya nos regañaron por tu culpa—murmuró la rubia con cierto recelo.

—¿Mi culpa?—rechistó Anthony para luego chasquear la lengua—Como sea, ¿por qué no quieres hablar conmigo?

—¿Qué no te funciona el cerebro, Goldstein? No es no. Por Salazar, déjala en paz.—dijo Draco antes de que Heaven pudiera responder.

Heaven se giró sobre su hombro y lo observó de manera desconcertante.

En cambio, Anthony miraba de uno al otro, repetidas veces, como si buscara una explicación lógica.—¿Están saliendo?—preguntó con asombro.

Heaven parecía estar a punto de estallar.—No, y si así lo fuera, no sería tu problema. ¿Podrías callarte?

—¡Claro que sería mi problema, Heaven! ¡Es Malfoy! ¿Tus hermanos saben? ¿Tus padres saben? ¡Su padre está en Azkaban!

—¡Deja de meterte en mi vida!—exclamó Heaven en voz baja.

De un momento a otro, la profesora McGonagall había llegado hasta su lugar mirando a los tres con desaprobación.

—¿Alguien me podría explicar qué está sucediendo aquí para que no estén prestando la suficiente atención a la clase?—preguntó la profesora cruzándose de brazos.

—¡Me está molestando y distrayendo! Debería de cambiarlo de lugar—dijo Heaven rápidamente mientras señalaba al joven pelinegro a su lado.

McGonagall respiró pesadamente—Goldstein, acompáñeme.

Anthony de mala gana de fue detrás de la profesora, dejando en la última fila únicamente a Heaven y Draco.

Los dos se miraron sin decir nada. Heaven por esos segundos deseó saber que era lo que Draco pensaba.

—¡Bien!—exclamó Twycross arruinando el momento—¡Recuerden las tres D!

Heaven comenzó a darse cuenta que estaba completamente perdida, miró a los demás estudiantes que lucían incomparablemente concentrados.

Draco pareció notar su confusión—Heaven, solo tienes que concentrarse con firmeza a donde quieres llegar, en esta ocasión es el interior del aro—murmuró señalando el aro de madera frente a la rubia—Después tienes que estar decidida en ocupar el espacio visualizado. Y por último tienes que girar sobre ti misma en cuanto el instructor de la orden, creo que es la desenvoltura. Las tres D.

—A mi cuenta—dijo el instructor—¡Uno!

—No entendí—dijo Heaven con cierta vergüenza.

Draco soltó una pequeña risa.—Por supuesto que no, Merlín sabrá en donde tienes la mente, Heaven Potter.

—¡Dos!

Heaven comenzó a entrar en pánico lo que ocasionó que Draco se preocupara ligeramente.—Solo recuerda las tres D.

—No lo voy a intentar...

—¡Tres!

Heaven se quedó inmóvil, rehusándose a intentarlo. En cambio Draco si lo intentó y Heaven se llevó la sorpresa que no lo había hecho tan mal.

Pues más de la mitad de estudiantes terminaron en el suelo.

Draco se sacudió el uniforme con falsa modestia, solo para molestar a Heaven.

—Te odio.—le dijo la rubia casi riendo.

—Esa era mi intención—respondió Draco sonriendo.

Los siguientes intentos no fueron mucho mejor, nadie parecía lograrlo y Heaven estuvo a punto de caerse unas cuatro veces.

No fue hasta el séptimo intento donde se escuchó un grito de dolor, al parecer una estudiante de Hufflepuff había padecido de una despartición.

Media hora más tarde, los resultados seguían siendo exactamente los mismos; el instructor Wilkie Twycross se despidió y abandonó el Gran Comedor junto a la profesora McGonagall, luego de desvanecer los aros de madera.

Los estudiantes comenzaban a salir del lugar también. 

Y en cuanto Heaven intento hacerlo, sintió una mano sobre su hombro.

—¿Qué sucede?—preguntó la rubia con suavidad.

—¿Conmigo si quieres hablar o estarás ocupada?—cuestionó Draco con diversión.

Heaven sonrió de lado.—Si quiero.

—¿Puedes venir a la Sala de Menesteres más tarde?—preguntó Draco.

Heaven hizo una mueca.—Hoy no creo, pero mañana sí. ¿No hay problema?

Draco negó con la cabeza—Estaré esperando.

Heaven sonrió y le dio un apretón a su mano.—Hasta mañana, Draco.

—Hasta mañana, Heaven—respondió el rubio para luego retirarse.

Heaven caminó con una pequeña sonrisa inconsciente hasta sus hermanos, con quienes —luego de una pequeña discusión por no haberle guardado un lugar— habló sobre lo desastrosa que fue la primera clase de Aparición.

***
sin editar

nota de la autora;

Los pequeños momentos Dreaven >>>>

Inspiración de noche la vdd, un shoutout a los chicharrones preparados que me comí mientras escribía el capítulo.

En verdad como los amo 😭🤍

Quería hacerles una pregunta, debido a que los siguientes capítulos son de relleno, ¿qué les gustaría leer? Para poder tener algunas ideas y poder usarlas en el fanfic.

En fin. ¡No se olviden de votar!

Pido perdón si tiene errores, creo que si tiene varios.

Dedicado a Julieta (que la neta no me se su user pero ella sabe quien es) pq ella me animó a seguir escribiendo y tmb a Anita (la de los stickers de changuitos) pq la tqm <3

Recuerden qué hay un grupo de WhatsApp donde doy spoilers, hablamos de mil cosas diferente y todes somos amixes, si quieren entrar, mándenme un mensaje al priv para enviarles el link

Gracias por todo <3

All the love

Francia 🤍

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro