【 030 】
【 xxx. a really long trip 】
《omnisciente》
Draco no supo por cuánto tiempo estuvieron besándose, para él habían sido horas.
Cuando se separaron pudo notar el pánico reflejado en el rostro de Heaven.
Vagamente recordaba como la rubia se puso de pie, intentando decir algo pero no lo logró. Apuradamente murmuró un "buenas noches" antes de salir del lugar.
¿Había hecho algo mal?
Draco no pudo conciliar el sueño, pues la incertidumbre y el remolino de emociones lo traían de cabeza.
Cuando se dio cuenta eran las siete de la mañana.
—Buenos días, rubio.—escuchó la voz de Blaise.
—Buenos días.—respondió apuradamente.
—Buenos días.—terció una voz que recién entraba a la habitación. Era su otro amigo, Theodore Nott.
Blaise le sonrió al castaño con bastante cariño. Se giró para mirar a Draco, pero él seguía recostado sobre la cama, sin mostrar ningún indicio de levantarse.
—¿En dónde estuviste anoche?—cuestionó Blaise mientras se amarraba sus zapatos.
—Por ahí.—le respondió Draco sin ánimos.
—¿Con quién?—esta vez había sido Theodore el que preguntó.
Draco bufó.—Déjenme dormir, mejor.
Tanto Theodore como Blaise se miraron y encogieron los hombros. Ambos sabían que algunas veces, debían dejar a Draco en paz.
—¿No vas a ir a desayunar? ¡Es el último desayuno navideño! No puedes perdértelo.—comentó Blaise con cierta emoción.
Draco estuvo a punto de declinar la oferta, sin embargo la idea de ver a Heaven allí, y poder intentar acercarse e intentar preguntarle como estaba lo animó a levantarse espontáneamente de su cama, llamando la atención de su par de amigos.
—Tienes razón. No me lo puedo perder.—concordó metiéndose al baño.
Para Heaven, la mañana no había sido tan diferente.
La joven tampoco había podido conciliar el sueño, luego de la ola de emociones de la noche anterior.
Aún podía ver a Draco Malfoy frente ella, con el cabello ligeramente despeinado y los labios algo hinchados.
Se talló el rostro con sus manos, mirando a su alrededor una vez más, deseando no dejar nada importante. Estaba bastante consciente que regresaría en un par de semanas, pero quería ir lo suficientemente lista.
Se maldijo a sí misma por haber pospuesto empacar por tanto tiempo. Así que tomó su varita y con un hechizo, su maleta estaba casi lista.
Su mente regresó a Draco y suspiró. Recordó como luego de reincorporarse, huyó del lugar. Sintió una pesadez en su estómago junto con las ganas de vomitar debido a los nervios de encontrárselo por el Colegio.
La puerta de su dormitorio se abrió abruptamente, tomándola por sorpresa.
Marietta entró a la habitación tal torbellino. Le dedicó una mirada a su amiga de pies a cabeza y chasqueó la lengua.—Te ves terrible. ¿Dormiste?
Heaven carraspeó.—Buenos días.—le respondió sarcásticamente.
—Tienes una hora para ir a desayunar.—la apresuró la morena.
—No creo ir a desayunar.—murmuró rebuscando en su closet.
¿Qué tal si Draco estaba allí? ¿Qué tal si pretendía que nada había pasado? O aún peor, ¿qué tal si intentaba hablarle?
No quería descubrir ninguna de las posibles respuestas a sus preguntas.
—Si es por Harry, deberías escucharlo, Vee. Él lo siente mucho y...—musitó Marietta interrumpiendo sus pensamientos.
—Eso no es de tu incumbencia.—le respondió. Un par de segundos después notó lo grosera que había sido.—A lo que voy, es que, son mis problemas con Harry, los cuáles, no deberían importarte.
Marietta sonrió burlonamente.—¿Por qué estás tan de malas?
Heaven la miró sobre su hombro.—¿Nunca has hecho algo que no sabes si estuvo bien o mal?
—Toda mi vida.—respondió Marietta recostándose en la cama de Heaven.—¿Qué hiciste?
—Nada.—dijo Heaven encogiéndose de hombros.
Marietta entrecerró los ojos en su dirección.—Jeanette Potter, ¿qué hiciste?
Heaven murmuró un "Accio" y luego se giró hacia su amiga.—Tienes una hora para ir a desayunar.—imitó la oración de la morena.
Marietta la miró con indignación.—Pretenderé que no acabas de correrme de tu dormitorio. Habla con Harry.—murmuró antes de salir del dormitorio.
—No lo creo.—dijo para si misma. Y comenzó a verificar que no le faltaba nada, una vez más.
La misión de saltarse el desayuno había sido un completo éxito para Heaven, pues la joven ya se encontraba en la estación de Hogsmeade, esperando a alguien conocido y poder hacerle compañía.
Se emocionó cuando distinguió la pelirroja melena de Hazel quién caminaba a la par con Ron Weasley.
—Hola.—saludó Heaven rápidamente, dando un vistazo a su alrededor.
—¿Dónde estuviste toda la mañana? ¿Desayunaste?—cuestionó Hazel mientras fruncía el ceño.
Heaven hizo una mueca.—En mi habitación y no, no desayuné pero compraré algo del carrito de dulces.—respondió sus preguntas en orden.
Los tres comenzaron a caminar en dirección del tren para adentrarse en él.
—¿Por qué no desayunaste?—le preguntó Ron con curiosidad.
Heaven parpadeó dos veces, intentando pensar en alguna excusa.—Simplemente me pongo nerviosa por regresar a casa, eso es todo.—dijo luego de unos minutos.
Los tres avanzaron un poco más hasta llegar a su habitual vagón, donde solían pasarse todo el viaje desde su primer año. Era algo bastante especial.
Sin embargo, esta vez, Heaven no tenía los ánimos de pasar las siguientes horas cerca de su hermano, Harry.
—¿No entrarás?—le preguntó Hazel señalando la puerta del vagón.
—No.—respondió a secas.
—¿Por qué?—le preguntó Hazel.
—Porque allí está Harry.
—Eso es obvio, es nuestro hermano. Merlín, que rara estás hoy.
Heaven arrugó la nariz.—¿No te contó que me llamó estúpida, verdad?
Hazel abrió la boca con sorpresa.—¡Lo voy a golpear!—exclamó girándose con agresividad, incluso, asustando a Ron.
—No es necesario.—rió Heaven.—Pero sí estoy enojada con él y no quiero verlo. Iré con Marietta.
—Marietta está adentro.—mencionó Ron.
Heaven se alzó de puntillas para comprobar que su amiga estuviera allí. Resopló mientras se acomodaba el cabello.
—Iré con Teddy, entonces.—aseguró en un pequeño murmuro.
—¿Segura? Porque si quieres, lo corro con todo y su novia.—dijo Hazel con una sonrisa.
Heaven asintió sin muchos ánimos. Ir con Theodore podía resultar la mejor o la peor idea.
Se despidió de ellos rápidamente y comenzó a caminar hacia donde los estudiantes de Slytherin solían ubicarse.
No le costó tanto trabajo encontrarlo. Se abalanzó sobre el, rodeándolo por el cuello desde atrás.
—Buenos días, solecito.—saludó Theo apenas sintió el abrazo de su mejor amiga.
—Buenos días.—le respondió Heaven posicionándose a su lado.—¿Con quiénes te sentarás?—preguntó intentando sonar lo más desinteresada posible.
Theo arrugó el entrecejo y le sonrió.—Sólo con Blaise y Eloisse. Draco decidió inesperadamente quedarse en el Colegio.
Heaven asintió procesando la información recién recibida.—Bueno, también te sentarás conmigo.
Theo sonrió.—¿Te peleaste con tus hermanos?
Heaven rodó los ojos.—Fue con Harry.
El castaño rió.—Vamos.
Caminaron por el estrecho pasillo del tren, entre decenas de alumnos y unos cuantos empujones.
Al llegar a la sección de Slytherin, Theodore comenzó a contar los compartimentos.
—Blaise y yo quedamos que en el siete.—le explicó a la rubia.
—¿Por qué en el siete?
—Es su número favorito.
Heaven rió.
—Cinco...—avanzó dos pasos más.—, seis, ¡siete! Es aquí.—informó con el equipaje en su mano.
Theo empujó la puerta, dejando a la vista a Blaise, Eloisse y para desgracia de Heaven, también a Draco.
El castaño lo miró con confusión.—¿Qué haces aquí?
Draco iba a contestar, pero su mirada seguía clavada en Heaven, quien cabe mencionar miraba hacía el pasillo sin la intención de girar la mirada.
—Lo dije que quedarse sería una mala e impulsiva idea.—musitó Eloisse bajando su copia de Corazón de Bruja.—¡Hola, Heaven! No te había visto. ¿Nos acompañarás?
Draco pudo observar como Heaven no tuvo otra opción más que girarse y encararlos. Sus ojos nunca se encontraron con los suyos, de hecho, lo ignoró completamente.
Y tal vez, le había dolido un poco.
—No...
—¿No?—la interrumpió Theodore.—¿No acabas de decirme que...?
—Recordé que tengo que entregarle algo a Olivia.—esta vez fue ella quién lo interrumpió.
Los tres Slytherins miraron a la rubia girarse sobre sus talones e irse por el mismo camino que había recorrido unos minutos atrás.
Heaven caminaba con prisa, ni si quiera sabía a donde ir. No quería sentarse cerca de Harry ni mucho menos de Draco.
No supo como reaccionar ante su inesperada presencia, sin embargo, pudo sentir la mirada de él sobre ella durante los incómodos segundos qué pasó frente a él.
Por segunda vez en menos de doce horas, había huido. Esperaba que no se convirtiera en una costumbre.
Su mente giraba pensando en lo mismo. Su "amistad" con Draco ha sido lo mejor que le había ocurrido en meses a la joven, y no podía creer que por un impulso, por haberse dejado llevar por la vulnerabilidad todo fuera a estropearse.
Al menos que Draco gustase de ella y viceversa. Pero no era así. ¿O sí?
Suspiró y agradeció a Merlín tener todas las vacaciones para aclarar sus ideas.
Su mayor preocupación en aquel momento —aparte de lo de Draco—, era que no tenía ni idea de donde sentarse.
Comenzaba a atraer miradas, pues no era común que no estuviera ya en el usual vagón con la compañía de sus hermanos.
Pensó en ir con Olivia, pero probablemente estaba en el mismo lugar que Anthony Goldstein.
Otro miembro importante de la lista de quienes no quería ver.
Se sintió salvada cuando notó a Luna Lovegood entrar a un compartimento, y estaba segura que allí mismo se encontraría Ginny Weasley y Neville Longbottom.
Caminó hasta allá, tocó la puerta un par de veces antes de abrirla.
Recibió curiosas miradas de parte de sus los jóvenes dentro.
—¿Puedo sentarme con ustedes?—preguntó con cierta timidez.
Neville y Ginny simplemente asintieron, mientras que Luna murmuró un suave "Sí".
Heaven entró con su equipaje, acomodándolo dentro del vagón y finalmente, tomando asiento junto a la ventana con Luna a su lado.
—¿Pasó algo?—le preguntó Ginny con un tono mezclado entre la curiosidad y la preocupación.
Heaven negó con la cabeza.—Lo normal, Harry siendo un idiota.
Ginny rió mientras rodaba los ojos.—Dímelo a mi.
Ambas rieron por unos segundos.
Heaven se mordió el interior de su mejilla, y se inclinó para tomar la mano de la pelirroja.
—Se que no me corresponde, pero lamento mucho lo que sucedió con Harry.—pausó unos segundos.—Yo no tenía ni idea y...
—Está bien, Vee.—Ginny le sonrió con cariño.—No es tu culpa. Aparte, tú no sabías nada. No tienes porque preocuparte. Mi cariño por ti y Hazel sigue intacto.
Heaven le dio un pequeño apretón en su mano.
—De todas formas, no estábamos muy bien que digamos.—dijo Ginny encogiéndose de hombros.—Y creo que me van más las chicas.—confesó mirando a Luna de reojo.
Heaven sonrió con complicidad.—Me alegra por ti.—se reclinó sobre su asiento.
Ginny rió e imitó la acción de la Ravenclaw.
Heaven charló por un buen rato con los otros tres presentes, hasta quedarse dormida.
Al otro lado del tren, Draco se encontraba escuchando los terribles chistes de Blaise, intentando no reír de lo malos que eran.
Seguía repasando la expresión de Heaven al verlo dentro del vagón y aún no sabía cómo sentirse con exactitud.
No fue lo esperado. ¿Pero que era lo que esperaba realmente?
Era claro que Heaven aún no tenia el suficiente interés en él. Y que lo sucedido en la noche anterior había sido producto de la vulnerabilidad del momento.
Ambos se habían dejado llevar.
Deseaba con todas sus fuerzas no haberlo arruinado.
—Tengo hambre.—dijo Eloisse a su lado, dirigiendo su mirada hacía Blaise.—Deberías ir a buscar a la señora del carrito de los dulces. Ya tardó mucho.
Theodore al escuchar "carrito de dulces" se levantó.—Concuerdo, tengo ganas de un pastel de caldero. O unas varitas de regaliz.
Blaise gruñó y se levantó de mala gana.—Sólo porque tú también quieres.—le dijo a Theo con una sonrisa.
Todos rieron, Draco incluido. Ambos chicos salieron del vagón, no sin antes preguntarle a Draco si deseaba algo, a lo que el rubio negó.
Una vez que la puerta se cerró, Eloisse se reincorporó y miró a su mejor amigo.
—Son adorables juntos.—mencionó Draco interrumpiendo lo que fuera Eloisse a decir.
—¿Qué fue esa mirada a Heaven? ¿Y por qué fuiste casi invisible para ella?
Draco suspiró y se pasó una de sus manos por el cabello con frustración.—Hice algo, así como me dijiste. Solo que me salté como diez pasos.
Eloisse abrió la boca con sorpresa.—¡Draco! ¿Te la...?
—¡No!—la interrumpió Draco, exclamando casi con indignación.—¿Quién crees que soy? Eres desagradable...—hizo una pausa.—Solo nos besamos.
Eloisse tomó la revista que leyó unas horas atrás y lo golpeó en la cabeza.—Salazar, eres un idiota.
—Ya lo sé.—refunfuñó Draco.—Pero te lo juro que sólo sucedió. Y después, se levantó, me dijo "buenas noches" y se fue.
Eloisse se carcajeó.—Por lo menos fue educada.
Draco rodó los ojos.—Arruiné todo. ¿Cierto?
—No lo creo.—lo animó Eloisse.—Tal vez, aún no le gustas como a ti te gusta ella, pero estoy completamente segura de que le llamas la atención.
Draco chasqueó la lengua.—No lo sé.
—Piensa, si no le llamaras la atención, no te hubiera correspondido.
—Por eso, no lo sé.—repitió Draco.—Es que, no me estás entendiendo. Nos pusimos muy vulnerables.—cerró los ojos con frustración.—Yo dije cosas, ella dijo cosas, y cuando me di cuenta, estaba sobre mi, y nos estábamos besando.
Eloisse alzó una ceja.—¿Y?
—No se que haya pensado ella, pero sin duda, ahora me gusta más.—confesó Draco, restándole importancia.
—Estás terrible.—se burló Eloisse.
—Cállate, todo es tu culpa. Si tú no hubieras comenzado con tus cosas de "Te gusta, Heaven", yo seguiría en mis asuntos.
Eloisse rió.—Pero es verdad, te gusta la Potter rubia.—canturreó.
—Sí, me gusta la Potter rubia.—respondió Draco suspirando.
***
sin editar
nota de la autora;
El capítulo iba a ser demasiado largo, así que decidí dividirlo en dos.
Es bastante relleno pero ajá, disfruten y aprecien los últimos momentos de paz 🧘🏻♀️
Btw notaron el Linny??? 🙈🙈🙈
Yo? Multishipper
En fin, se que no es de los mejores pero hoy me sentí bastante mal y sola. Y escribir me ayuda mucho a sentirme mejor. :/
El siguiente capítulo será más divertido, y podrán ver un poco más como es la dinámica de la familia Potter en casa. <3
Espero subir el siguiente capítulo lo más pronto posible.
All the love
Francia 💐
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