【 027 】
【 xxvii. talks to wait for 2/2 】
《omnisciente》
Isabella caminaba con calma por el jardín de la mansión donde había crecido. Con sus dedos rozando las flores que se atravesaban por su paso.
Hacía frío, pero para su sorpresa, no había nevado. Permitiendo que el camino al interior del hogar fuera más fácil de cruzar.
Se giró sobre su hombro, mirando al hombre detrás de ella, quién portaba una expresión de preocupación que hizo reír a la rubia.
—James, tranquilízate, no te voy a morder.—bromeó la mujer mirándolo con una ceja alzada.
James frunció el ceño.—Estoy bastante tranquilo...—murmuró pero parecía que intentaba convencerse a si mismo.—Y le temo más a que me golpees con tu zapato.—le contestó con una sonrisa llena de nostalgia.
Isabella rió.—¿Alguna vez lo vas a superar?
James se unió a las risas.—No lo creo.
Entraron a la mansión segundos después, sin dirigirse alguna otra palabra. Pasaron por la sala de estar y varios recuerdos atormentaron la mente de James.
Recordaba la navidad del '74, cuando sus padres habían decidido ir en un crucero muggle, dejándolo con los Avery durante algunas semanas. El había amado cada momento qué pasó al lado de -en ese entonces- su mejor amiga.
Un sentimiento de culpa lo invadió, realmente él e Isabella habían sido un gran dúo de mejores amigos. Eran el acompañante de aventuras del otro. Siempre hacían todo juntos.
—¿Prometes quererme incluso si me odias?—le había preguntando Isabella.
Ambos jóvenes de catorce años, sentados en una de las terrazas de la mansión de los Avery, mirando las estrellas.
—Para siempre.—le respondió James, rodeándole los hombros con su brazo.
Sintió como regresó a la realidad, cuando escuchó la voz de Isabella llamarlo, al parecer, por tercera vez.
Había sido un pésimo amigo.
Isabella lo guió a la misma terraza, recargándose sobre el barandal.
Ante los ojos de James, el espacio, lucía completamente diferente. ¿Y cómo no sería así? Habían pasado más de 17 años desde que estuvo allí por última vez.
James soltó unas risas incómodas, intento alivianar la tensión en el ambiente, pero, fracasó rotundamente.
El silencio era incómodo. Pero no por la razones que la mayoría creería.
No eran dos ex enamorados en algún reencuentro.
No eran dos personas que tuvieron una hija hace casi 17 años.
Simplemente eran ellos.
Dos viejos amigos, que por situaciones que podrían resultar cómicas e irónicas, habían perdido la comunicación hace casi dos décadas.
Dos personas cuya amistad se había desvanecido durante los últimos años de su adolescencia; que tenían tantos temas pendientes por hablar y discutir; que se habían jurado amor incondicionalmente; que creían conocerse.
Dos personas que rompieron la misma promesa.
Se recargó sobre el barandal, junto a ella, tomando una pequeña distancia.
—Isabella yo...
—No, yo hablaré primero.—lo interrumpió.
James asentía lentamente, aunque no comprendía mucho de lo que estaba sucediendo. Miró a Isabella girarse sobre sus talones, dando sólo una media vuelta, quedando frente a frente.
De un momento a otro, Isabella comenzó a golpearlo en el brazo izquierdo.—James - Charlus - Potter - eres - el - peor - amigo - del - mundo.—Se detuvo, tomando aire y acomodándose el cabello.
James la miraba como si quisiera reírse, pero la culpa comenzaba a presentarse más fuerte que nunca, suspiró profundamente.—Lo sé.
Isabella le dedicó una mirada llena de enojo y resentimiento.—No te pregunté, te lo afirmé.
—Lo sé.—repitió James.
—Eres el peor amigo del mundo, pésimo, terrible. Quisiera golpearte.—bufó Isabella.
James rió.—¡Es justo lo que acabas de hacer!
—No fue nada.—le respondió Isabella. Pasaron unos cuantos segundos en silencio, antes de que Isabella volviera a hablar.—Te necesité como nunca... y tú... no estabas.
—No tienes idea de cuánto lo siento.
Isabella chasqueó la lengua.—Yo no lo hice.—le dijo mirándolo a los ojos.—Y nunca me creíste.
James se mordió el interior de su mejilla. Ella tenía razón.
Recordó la estupidez por la que se habían peleado.
Era el año 1977, los cinco amigos llevaban a cabo lo que sería su última broma juntos. Cada merodeador e Isabella tenían un rol específico.
Sirius era el de las ideas de la bromas; Remus era quién explicaba cómo hacerlas, los lugares y la hora en las que se llevaría a cabo; Peter era el de las distracciones; James quién ponía todo en su lugar; e Isabella quien llevaba a la víctima al lugar donde se realizaría a cabo.
Aquella vez, el nivel de peligro en aquella broma, era más alto de lo usual; era para Barty Crouch Jr; ¿la razón? Había intentado besar a Isabella a la fuerza. Los cuatro leales amigos de Isabella están más que molestos con la horrible actitud del Slytherin. Así que ¿por qué no?
Para la poca fortuna de Isabella; en esos momentos, ya traía algunas discusiones encima con James, debido a su nueva relación con Lily Evans. Pero nada grave.
Todo se derrumbó completamente, cuando al lugar de la broma no llegó el joven pelinegro, sino, la dulce e ingenua pelirroja, Lily Evans.
Lo siguiente que se supo, fue que la Gryffindor se encontraba en la enfermería.
Isabella llegó como pudo, mientras recuperaba el aliento, divisó a James y se acercó.
—¿Qué demonios sucedió?—le preguntó Isabella con cierta preocupación; pues si bien, la pelirroja no era de su completo agrado, no le deseaba ningún mal.
—Eso debería preguntarte a ti.—le respondió secamente. James lucía furioso, fuera de sí. E Isabella jamás lo había visto de aquel modo.
—¡Hey! A mi no me vas a hablar así. Yo no tengo la culpa que tu novia esté ahí dentro.—replicó Isabella con el ceño fruncido.
James le sonrió falsamente.—¿Cómo puedo estar tan seguro? Lily no te agrada, lo comprendo. ¿Pero engañarnos a todos sobre lo de Crouch para planear un broma algo pesada y mandar a Lily?
—¿Qué?—preguntó Isabella con indignación.—¿¡Estás insinuando que yo quise hacerle daño a Evans!?
—No lo insinúo, te lo estoy diciendo.
Isabella abrió la boca con sorpresa.—¡Yo jamás haría algo así!
—No lo sé. A final de cuentas, eres otra serpiente más; lo traidor que llevas en ti, no se te quitará ni volviendo a nacer, Avery.
Isabella sintió sus ojos cristalizarse, pero no iba a llorar, y mucho menos frente a él.
—¡Púdrete, Potter!—exclamó antes de marcharse a su sala común.
James regresó a la actualidad. Miró a Isabella quién estaba bastante concentraba observando sus propias manos.
—Debí escucharte.
Isabella sintió.—Me sentía la peor persona del mundo. Y te odié tanto, que rompí la promesa.
—Querernos incluso cuando nos odiemos.—murmuró James.—Yo también la rompí. Cuando comenzaste a acercarte con Severus, Regulus y Barty; me sentí traicionado.
Isabella frunció el ceño.—¿Con qué derecho?
James se pasó las manos por el rostro.—No lo sé, solía ser muy idiota de adolescente.
—¿Solías?—bromeó Isabella y ambos rieron.
—Se que no arregla nada, pero lo lamento mucho, Isabella, de verdad. Jamás fue mi intención hacerte daño, de ninguna manera.
Isabella desvió la mirada, sabía exactamente a lo que se refería.—Te extrañé más como mi amigo que como otra cosa.—aclaró.
James carraspeó.—¿Nunca te preguntaste si...?
Isabella lo interrumpió antes que tuviera la audacia de terminar aquella pregunta.—Sí, pero jamás hubiéramos funcionado. Nos hubiéramos terminado matando.—rió sinceramente.
James se rascó la ceja.—Tienes toda la razón.
—En realidad, te superé bastante rápido.—Isabella arrugó la nariz.—Más rápido de lo que me creí capaz de hacerlo. Regulus me ayudó mucho...—su voz se había apagado un poco al mencionar el nombre de su ex amado.—Y sobre, hum, ajá, fue un desliz.
—Completamente de acuerdo.—concordó James. Se había creado otra atmósfera bastante incómoda.—Lamento mucho lo de Regulus. Debió ser terrible.
Isabella suspiró.—Lo fue.—hizo una mueca.—Ustedes no lo saben, pero Reggie dio lo mejor de sí para remediar sus errores. Y estuvo para mi cuando nadie más lo estuvo, también cuando mi padre y mi hermano fueron asesinados.—hubo un silencio, pero esta vez, ya no era incómodo. Isabella carraspeó antes de seguir hablando.—Él se ofreció a ayudarme a criar a Heaven, de verdad, íbamos a huir juntos y luego...—su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas.—Le rogué que no fuera, que podíamos hacerlo de otra manera. Cuando recibí la noticia que había muerto, sentí como si me hubiese caído un balde de agua fría.
James se acercó, apoyó su mano en su espalda.—De verdad siento tanto que hayas tenido que pasar por todo eso sola.
Isabella suspiró.—Estuve enojada con todos ustedes por mucho tiempo. Los odié porque siempre estuve en sus peores momentos y ustedes...—desvió la mirada.—De verdad, los necesité como nunca.
—No me puedo disculpar por los demás, pero por mi si. Lamento tanto haber dejado de ser tu amigo. Pero estaba enojado con todo lo que había sucedido y no tenía ni idea que tu familia la estaba pasando mal. Y bueno, —pausó.—Después, pasó lo de Heaven y...
—Está bien, no tenemos porque hablar de ello.—suspiró.—¿Estás listo para decirle?
—No.—admitió James.—Pero debe saberlo. Te lo prometo que se lo diré, Jeanette.
—No puedo creer que esa promesa si la cumpliste.—le dijo Isabella.
James rió.—Fue de último momento. Lily y yo sabíamos que Harry sería James, también. Quisimos ponerles nombres con las mismas iniciales, y, el Jeanette estuvo perfecto.
La rubia arrugó la nariz.—¿Lily dijo algo al respecto?
—No mucho. Creyó que era lo correcto, que tuviera algo de ti.—le sonrió de lado.—Jamás creímos que se lograra a parecer tanto a ti.
—Son los genes Avery.—dijo Isabella con orgullo.
James rodó los ojos.—Deseas, bien tiene su lado Potter.—ambos rieron por unos segundos.—¿Isabella?
—¿Sí?—se giró a verlo.
—Estaba pensando que, bueno, lo mejor es que intentemos ser amigos, por el bien de Heaven, y yo comprendo que no será como antes pero...
Isabella sonrió ante la nostalgia.—Te extrañé mucho, Charlus.—le dijo interrumpiéndolo, tomando la confianza de darle un abrazo.
James se sorprendió al inicio, pero a los pocos segundos, le devolvió el abrazo de forma cariñosa.
Una tos falsa interrumpió su momento amistoso.
Isabella se giró sobre sus pies y distinguió a su hermano Aaron, observándolos con confusión.
—¿Hola?—dijo Aaron.
Isabella rió.—Llegaste.
—Claramente.—se burló el rubio. Aaron se giró hacía James, quién lo miraba con bastante impresión.—¿Quién eres?
—¿Aaron?—dijo James con sorpresa. Miró a Isabella.—Me siento tan viejo.
Isabella rió ligeramente.—Aaron, él es James Potter, el padre de Heaven.
El rostro de Aaron reflejo compresión y luego, enojo.—¿Ya no lo odiamos?—preguntó lo suficientemente alto para que el azabache lo escuchara.
—No tanto.—bromeó Isabella. James la miró com falsa indignación.
Aaron se relajó inmediatamente, y rió.—Bueno, mucho gusto, James Potter.
—¿No me recuerdas? ¡Merlín! La última vez que te vi tenías unos 9 o 10 años.
Aaron chasqueó la lengua.—No te recuerdo.—arrugó la nariz.
—Bueno, yo a ti si.—estrechó -por fin- su mano.
—Me muero por conocer a mi sobrina.—comentó el menor de los Avery con emoción.
James sonrió.—Estoy seguro que los amará.
Un cuarto de hora después de despedir a James, tocaron la puerta principal, lo cual, era bastante inusual.
Pues, la visitas a la mansión Avery ya no eran frecuentes como hace dos décadas atrás.
Isabella caminó hasta el vestíbulo con el ceño fruncido. Cuando abrió la puerta se llevó la pequeña sorpresa de ver a Remus Lupin frente a ella.
—¿Remus?
—Uh, sí, hola.—saludó Remus.
—Entra.—dijo Isabella, haciéndose a un lado.
Remus se adentró al vestíbulo, sacudiendo sus manos ligeramente.
—¿Pasó algo?—preguntó Isabella con preocupación.
—Oh, no, nada de eso.—murmuró Remus.—Vine a ver si estabas bien.
Isabella frunció el ceño.—¿Por qué no estaría bien?
Remus desvió la mirada.—La semana pasada.—hizo una pausa, carraspeando.—Quedamos en ir a...
Isabella lo interrumpió.—¡Lo olvidé!—exclamó avergonzada.—Ay, Remus. Perdóname. Lo olvidé por completo.
Remus sonrió.—No pasa nada, de verdad.—colocó su mano sobre el hombro de Isabella.—Simplemente me preocupé por ti.
—Me siento tan mal.—suspiró.—Quédate a cenar, para compensártelo.
Remus frunció los labios, pensando al respecto.—¿No será alguna molestia? Es decir...
—No pasa nada.—le tomó la mano.—Estábamos por comenzar.—le dijo antes de arrastrarlo al comedor.
Ambos entraron, aún tomados de la mano.
Ocasionado que tanto Aaron como Anastasia Avery los miraran con curiosidad.
—Buenas noches.—saludó Remus.
—Hola, Remus.—le dijo Anastasia con una sincera sonrisa.—Siéntate con confianza.—señaló la silla frente a ella.
Sin embargo, antes de sentarse, ayudó a Isabella a correr la silla hacía atrás, para que así, la rubia se sentara primero.
—Gracias.—murmuró Isabella en su dirección con una pequeña sonrisa.
Remus se sentó al lado de ella.
El resto de la cena, los cuatro conversaban con armonía temas triviales y situaciones que acontecían en el mundo mágico.
Estaba claro que los Avery eran una de las familias que más peligro corrían frente al bando de Voldemort.
Pues habían sido tachados de traidores y la mismísima Bellatrix Lestrange era quién los tenía en la mira.
Es por esa razón, que intentaban mantenerse fuera del ojo público lo más que fuera posible.
Al terminar, Anastasia se retiró en seguida a descansar, dejando a los otros tres en la sala de estar, charlando.
El tema, nuevamente, había llegado a Heaven y el inminente peligro en el que también se encontraba.
—James siempre hace todo lo posible e imposible para protegerlos a los tres.—intentó reconfortar Remus.
—¿No crees que si se relaciona con nosotros directamente, correría aún más peligro?—preguntó Isabella, mientras reflexionaba interiormente si era buena idea que Heaven supiera sobre su verdadera desendencia.
Remus negó.—Créeme, al ser una Potter, ya está en suficiente peligro.
—Aparte, yo ya quiero conocerla. Me emocionó que James dijera que nos amará.—dijo Aaron.
Remus frunció el ceño.—¿James te dijo eso?
Aaron asintió.—¿No nos amará?—preguntó el rubio con cierto temor.
—¡No! Es decir, no me refería a eso. Yo también creo fielmente que Heaven los adorará.
El rostro de Aaron de suavizó inmediatamente e Isabella rió nerviosamente.
—Lo pregunté por qué me impresionó que James estuviera aquí.—admitió Remus dedicándole una mirada a Isabella que la rubia no puso identificar.
Aaron cerró los ojos, dándose cuenta que había hablado de más. El joven chasqueó la lengua y se levantó de su lugar, mientras daba un falso bostezo.—Bueno, es agradable conversas con ustedes dos, pero, ya tengo bastante sueño. Me iré a descansar. Buenas noches.—se despidió antes de desaparecer por las escaleras de la mansión.
Isabella miró a Remus.—Yo...
—Creo que también debería irme.—dijo Remus levantándose de su asiento.
Isabella se mordió el interior de su mejilla y asintió.
Ambos caminaron en silencio hasta el vestíbulo.
—Remus, te iba contar sobre lo de James...
—No es importante, y no tienes que darme explicaciones.—la interrumpió Remus, sonando algo molesto.
Isabella resopló.
—James y tú siempre tuvieron esa conexión diferente al resto, el claro reflejo de aquello, es cierta adolescente rubia que debe andar paseando por los pasillos de Hogwarts.—murmuró sonando más agresivo de lo que quiso.—Sólo te recuerdo que Lily...
—No es lo que tú piensas.—lo interrumpió algo molesta por lo que Remus insinuaba.—Lo que sea que tuve con James terminó hace mucho tiempo.
—Sí, bueno, no es mi culpa...
Isabella frunció los labios.—¿No te das cuenta, verdad?—le preguntó.
—¿De qué?—preguntó Remus.
—De que a quién quiero es a ti.—confesó Isabella impulsivamente.
Remus abrió la boca con sorpresa. Sirius tenía razón, fue lo primero que pensó.
Tomó el rostro de Isabella.—Y yo te quiero a ti.
Isabella sonrió con satisfacción.—Bueno, me alegra que estemos de acuerdo en esto.—murmuró abrazándolo por el cuello.
—¿Estás consciente que esto...—pausó para señalarse a sí mismo y luego a ella.—... es más complicado de lo que se aparenta?
—¿Estás consciente que ya hemos perdido demasiado tiempo y si sigues hablando perderemos aún más?—le respondió Isabella.
Remus rió, y sin más, la besó.
Oh, el Remus Lupin de dieciséis años estaría completamente orgulloso del Remus Lupin actual.
***
sin editar
nota de la autora:
Perdón por tardar tanto en subir este cap pero es que tenía tremendo mental breakdown y me morí varios días
Ngl, no amé el momento de Remus e Isabella y ni lo tenía planeado pero sucedió, así que equis somos chavos.
Espero que con esto les quede en claro que James e Isabella ya nomás no jalan 😩
O sea yo tmb los shippeo pero me incomoda que le deseen la muerte a Lily nomás xq quieren que Isabella y James queden juntos.
Gracias por las casi 85K leídas, chillo.
All the love
Francia 💕
capítulo dedicado a: Flopor Nath Aribb MiTomYork LaCorrompida shaki Marianita
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