【 024 】
【 xxiv. brotherhood and friendship 】
《omnisciente》
Heaven sintió una ligera punzada en la cabeza, un sabor amargo en su boca y un repetitivo chillido en sus oídos.
Abrió los ojos, reincorporándose de golpe, lo que fue una mala idea pues, sintió un mareo. Su boca estaba seca y sentía un gran dolor en su espalda.
Se sobresaltó un poco cuando notó a Draco recargado contra un armario con un libro entre sus piernas.
Draco alzó su mirada y le sonrió con burla. Heaven instantáneamente supo que eso no significaba nada bueno. Soltó un resoplido y levantó bostezando.
—Buenos días.—le dijo Draco en tono burlón.
—No tienen nada de buenos.—respondió Heaven tocándose la cabeza.
—¿Te duele?—preguntó con cierta preocupación en su voz.
Heaven arrugó la nariz.—No mucho.—le murmuró.—No recuerdo haber venido para acá.—le dijo avergonzada.
—Estabas perdida por los pasillos. No podía llevarte a tu dormitorio, así que te traje aquí para que durmieras un poco.
—Todo es culpa de Hazel, hoy tengo demasiadas cosas que terminar.—resopló.
Draco soltó unas risitas.—¿No recuerdas lo que conversamos, cierto?—preguntó con curiosidad.
Heaven lo miró con vergüenza.—Dime que no dije nada raro. Merlín, es culpa de esa cosa muggle que trajo...
—Solo confesaste tu amor secreto hacía mi, ya sabes lo normal.—bromeó Draco riendo.
Heaven se sintió aliviada al notar que Draco jugaba con ella.—No es gracioso. Suelo hablar de más en ese estado.
—Pude notarlo.
—¿Qué tanto dije?
—Creo que es mejor no lo sepas.
—¡Draco!—refunfuñó Heaven.
—¡Heaven!—la imitó al borde de una carcajada.
—Como sea, tengo que irme a clase.—entrecerró los ojos.
—Sólo dormiste como tres horas. ¿Estás segura?
Heaven asintió.—Supongo que no entraré a la primera clase, iré a mi dormitorio primero.—le dijo bostezando.
—No tienes que explicarme nada, Potter.—le murmuró Draco de vuelta.
Heaven sintió sus mejillas arder ligeramente. Draco tenia razón. La rubia últimamente no comprendía su comportamiento cuando él estaba cerca.
—Draco, ya somos amigos, puedes llamarme por mi nombre—le dijo la con una sonrisa.
—No, tu te denominaste mi amiga, yo sigo sin querer ser tu amigo.—musitó Draco sonriendo burlonamente. Pero era verdad, no quería ser su amigo.
Heaven le sonrió de la misma manera.—Bueno, eso es una lástima porque soy la mejor amiga que podrías encontrar.
Draco bufó.—A veces no eres tan inteligente, ¿lo sabías?—dijo con diversión.
—No soy tan inteligente como la gente asume.
—Evidentemente.—se burló Draco una vez más.
—Malfoy eres un grosero.—dijo Heaven mirándolo mal.
—¿Malfoy?
Heaven se encogió de hombros.—Si te rehusaras a utilizar mi nombre, haré lo mismo.—puntuó mirándolo a los ojos.
Draco volvió a sonreír, pero esta vez fue mas ligeramente.—Heaven, ve a tus clases, o lo que sea, se te hará tarde y tendrás otra detención.
Heaven bufó.—De todas formas, mañana tengo detención.
—Heaven, tienes que...
—Ya lo sé—murmuró interrumpiéndolo. Antes de salir por la puerta se giró una vez más.—Draco, gracias.
El rubio simplemente asintió.
Heaven volvió a girar y salió por la majestuosa puerta de la sala de menesteres.
Heaven no había entrado a la clase de DCAO, pues había preferido tomar una ducha y dormir antes de tener que continuar con su día.
Sin embargo, bajó al almuerzo al Gran Comedor, ubicando a Harry acariciando el cabello a Hazel quien se encontraba recostada contra la mesa. Caminó hasta ellos, sentándose frente Harry.
—Hola.—los saludó sin perder el tiempo y comenzar a servirse un poco de todo en su plato.
—¿Cómo dormiste?—le preguntó Harry.
Heaven hizo una mueca.—Bien, supongo. ¿Y ella?—preguntó haciendo un movimiento con la cabeza para señalar a su insufrible hermana junto a Harry.
Hazel emitió un gruñido.—Fue un gran error.
—¿Tu crees?—inquirió Harry rodando los ojos.
Heaven rió mientras tomaba un trozo de pollo con su tenedor, y antes que pudiera disfrutarlo, el profesor Slughorn la había interrumpido.
—Señorita Isabella, que bueno verla por aquí, le quería comentar...
—Es Heaven.—corrigió la rubia con una mueca.
—¡Cierto! Una disculpa, señorita Heaven, es que, ¡le juro por Merlín que son muy parecidas! Y es bastante curioso, ¿sabe por qué?
Heaven negó con la cabeza.
—¿No conocen a Isabella Avery?—Heaven y Harry se encogieron de hombros.—Bueno, en su momento, fue muy amiga de su padre. Solían corretear por todo Hogwarts juntos. Acompañados de Sirius y Remus. Oh, si. Buenos tiempos.—le sonrió. Heaven frunció el ceño.—Como sea, le traigo su ensayo. Está perfecto. Felicitaciones. ¡Recuerden que a los tres los esperare en mi fiesta por Navidad! Los veo en clase.
Una vez que se alejó, Heaven lo vio acercarse a un par de alumnos más para entregarles unos pergaminos. Rodó los ojos.—No lo soporto.
Harry soltó una risita aguda.—Que raro.—dijo sarcásticamente.
—Raro es que me siga confundiendo con esa tal Isabella.—bufó.
—Aún más raro que papá nunca la ha mencionado.—dijo Harry.
Heaven chasqueó la lengua.—Supongo. Ahora que lo pienso no tengo ningún recuerdo donde haya sido mencionada.
—Yo vi una foto de ella en el estante de Slughorn. Si se parecen, bastante diría yo.
Heaven rodó los ojos.—Tu miopía no me deja confiar plenamente en ti.—dijo burlonamente.
—Te detesto.
La rubia se encogió de hombros.—Tal vez, Slughorn se confunde. Es decir, papá nos ha hablado hasta del sucio traidor de Pettigrew. ¿Por qué no lo haría de alguien que fue su amiga?
Hazel se reincorporó abruptamente.—Yo si recuerdo que una vez la mencionaron, bueno, mamá lo hizo. Pero no se si será la misma.—se encogió de hombros.
—¿Estás segura?—cuestionó Harry.
—No lo sé, Jamie. Son las 8 de la mañana, mi cerebro aún no funciona.—murmuró Hazel con irritación.
—Ni ha funcionado en dieciséis años.—se burló Harry provocando que la pelirroja le golpeara con un pergamino en la frente.
Heaven reía pero su mente no estaba tranquila. La pregunta sobre quién era Isabella Avery invadía todos sus pensamientos.
Sacudió la cabeza, recargándose sobre sus brazos le preguntó a Hazel;
—¿Qué recuerdas?
Hazel hizo una mueca.—No se porqué tengo un recuerdo específico de una vez que mamá nos llevo solo a mi y a Harry al parque cerca de la casa de nuestros abuelos Evans. Recuerdo ver a mamá llorando, en una de las bancas mientras Harry y yo jugábamos. Pero no estoy segura. Tal vez fue un sueño. ¿Por qué mamá nos llevaría solo a nosotros dos y a ti no? Es absurdo.
Heaven había quedado aún más confundida.—¿Tu lo recuerdas?—le preguntó a Harry.
El azabache negó.—Pero no suena tan descabellado como Hazel...
—¿Por qué mamá nos llevaría a nuestro parque favorito sin Heaven?—respondió la pelirroja agresivamente.
Heaven soltó unas risas al observar como sus hermanos se hacían caras de desagrado.—La verdad, yo tampoco lo recuerdo.—Hazel bufó.—Pero eso no significa que no haya pasado.
El rostro de Hazel se iluminó ligeramente.—Gracias.
—Sigo creyendo que es algo absurdo. Lo mejor será preguntarle a papá.
—No creo que diga mucho al respecto.—murmuró Heaven.—Por algo no lo ha mencionado anteriormente.
—Estoy de acuerdo con la cielito.
Heaven sonrío genuinamente ante el apodo, había pasado mucho tiempo desde la última vez que fue llamada de esa manera.
—Cómo sea, pronto los veremos, y no perdemos nada en intentarlo.—musitó Harry mordiendo un trozo de tostada.
Ambas jóvenes asintieron.
—¿Ya sabes con quién irás a la Gala de Slughorn?—preguntó Hazel.
Heaven arrugó la nariz.—Ni si quiero tengo ganas de asistir, pero ya veré. A lo mejor le diga a Teddy que me acompañe.—pausó unos segundos.—¿Tú irás con Marietta, cierto?
Harry soltó un quejido.—No, iré con Luna.
—¿Con Luna?—cuestionó Heaven con el ceño fruncido.—¿Qué intenciones tienes con Luna, animal?—bufó arrojándole una uva al rostro.
—¡Ninguna! En mi defensa, el otro día me la topé en el pasillo, nos quedamos hablando unos minutos, le conté sobre la gala, creyó que la había invitado. ¡Y es Luna! No podía decirle que no. Aparte, es una de mis mejores amigas, jamás tendría ninguna otra intención. Ya lo hablé con Marietta y no tiene problema.
—Más te vale.—le respondió Heaven entrecerrando los ojos.—¿Tu con quién vas?
—Ron, bueno, siempre y cuando la garrapata se le quite de encima.—gruñó Hazel.—Sino, le diré a Neville, me agrada.—suspiró.—Ojalá y Fred estuviese aquí.
Heaven le regalo una cálida sonrisa.—Ya falta menos para que puedas verlo.
—Lo sé.—contestó Hazel dando un pequeño grito lleno de emoción.—Quiero suponer que volveremos a pasar navidad con los Weasley.
Harry se atragantó con su jugo de calabaza.
—¿Asustado, Harold?—se burló Heaven al ver la expresión de horror en el rostro de su hermano.
Hazel se unió a las risas de su hermana.
—No es divertido. Será bastante incómodo, espero que los los abuelos Effie y Fleamont estén en casa para esa fecha.—dijo Harry mientras le quitaba la cáscara a una uva.
—Ay, tiene mucho que no los vemos.—chilló Hazel, recostándose sobre sus brazos una vez más.
—Tampoco hemos visto a la abuela Margaret desde que el abuelo falleció.—murmuró Heaven.
—Cierto...—susurró Hazel.—Nunca comprendí porque casi no convivimos con la familia de mamá, es decir, son algo insoportables pero...
—A veces siento que nos ocultan muchas cosas.—dijo Harry interrumpiendo a la pelirroja.
Heaven arrugó la nariz.—O es como si faltaran piezas a un rompecabezas. Aparte, de que nunca nos dicen nada.—bufó.
Hazel se miro las uñas.—Deberíamos hacer una lista de todas las preguntas que tenemos y enfrentarlos.
—Es una buena idea.—concordó Harry.
Heaven resopló.—Como si fuese a funcionar.
—A veces eres muy pesimista y me caes mal.—Hazel rodó los ojos.
—No es ser pesimista. Es ser honesta.—le respondió la rubia imitando la acción de su hermana.—Cómo sea, tengo que irme. Tengo que entregar algunos deberes antes de clase. Nos vemos luego.
Terminó de decir levantándose de la mesa, se despidió con un pequeño gesto y se encaminó hacia el aula de encantamientos.
Las clases habían llegado a su término por el día, Heaven salía del salón de Historia de la Magia.
Había sacado una buena nota en su ensayo, el cual realizó con la ayuda de los libros que Draco le había prestado una semana atrás.
Notó el cabello ondulado y castaño de su amigo Theodore Nott, corrió a tropiezos hasta él, una vez a su lado, entrelazó su brazo con él del joven Slytherin.
—¡Hola!—exclamó Heaven mientras recargaba su cabeza en el hombro de su amigo de manera afectuosa.
—Hola, Vee.—el castaño se inclinó levemente para darle un pequeño beso en a frente.—¿Tienes cosas por hacer?
—Hoy, no.—le respondió la rubia con una sonrisa.
—¿Vienes conmigo a las mazmorras? Hace mucho que no hablamos y tengo demasiado que contarte.
—Vamos.—accedió Heaven sin soltarse.
Ambos caminaron por unos minutos, riendo de ciertas cosas que ambos decían. Una vez, frente a la puerta de la sala común de Slytherin, ambos se detuvieron.
Theodore miró a Heaven con una sonrisa que la Ravenclaw podría asegurar que era más como una mueca.
—Olvidé la contraseña.—dijo apenado.
Heaven lanzó una carcajada.—¿Y entonces como entraremos?
Theodore miró a su alrededor.—Todo es culpa de Eloisse, cambia la contraseña cada tres días. ¡Mira ahí viene Blaise!—suspiró en alivio mientras señalaba al moreno.
—¿Qué sucede?—preguntó Blaise al ver a los dos parados frente a la puerta.—¿Por que no entran?
—Se le olvidó la contraseña.—respondió Heaven soltando unas risitas.
Blaise miró con burla al castaño antes de soltar una gran y contagiosa carcajada. El moreno se inclinó murmurando la palabra "Serpens" y la puerta se abrió.
Los tres atravesaron la entrada, Heaven se abrazó a si misma, el frío comenzó a hacerse presente.
—Uh, aquí siempre hace frío. Olvidé decírtelo.—le dijo Theo.
—No hay problema.—sonrió apuradamente.
Blaise se giró hacia el dúo de amigos.—Iré a dormir. Draco salió en la madrugada de la habitación e hizo mucho ruido y ocasionó que me despertara. Tengo demasiado sueño. Nos vemos luego, Theo.—le sonrió al castaño.—Potter.—se despidió con un asentimiento.
—Podemos ir a mi habitación, Rosier nunca está, así que podemos estar allí sin problema.
Heaven asintió con una sonrisa.
Mientras caminaban, Heaven observaba alrededor de la sala común de Slytherin. No era su primera vez allí, pues ya había estado presente un par de veces anteriormente.
Durante sus cortas estancias, había notado que era más oscura, más fría e incluso algo tétrica. Sin embargo, no le desagradaba. Incluso, llegaba a pensar que era mejor que la de Gryffindor.
Su mirada recorrió cada rincón de la sala común, y en uno de ellos, distinguió una cabellera platinada.
Draco lucía exasperado mientras que una joven pelinegra frente a él parecía estarle hablando sin parar. Heaven quiso reír ante la expresión reflejada en el rostro del rubio.
Se sorprendió cuando la expresión de Draco cambió repentinamente, su rostro lucia mucho más relajado, y su típica sonrisa socarrona se hizo presente en sus labios.
Se dio cuenta que la estaba mirando a ella, alzándole las cejas con diversión. Probablemente por su conversación durante la madrugada que no podía recordar en lo absoluto.
Heaven en verdad le había implorado a todas las deidades mágicas y no mágicas que conocía deseando no haber dicho algo que la dejara en evidencia o algo sumamente vergonzoso.
Pasando aquella situación por alto, lo saludó con una pequeña sonrisa que fue correspondida de la misma manera.
—¡Heaven, apresúrate!—le exclamó Theodore
La rubia cayó en cuenta que se había quedado detrás, se sintió avergonzada, aunque no veía a Draco, sabía que el rubio estaría burlándose de ella.
Caminaron en dirección de los dormitorios, al entrar al de Theo, Heaven arrojó sus cosas a algún punto de la habitación, se retiró sus zapatos y se arrojó a la cama.
—Quiero dormir por mil años.—murmuró.
Theo rió suavemente, copió las acciones de su amiga y se acostó en la cama.—Hazte a un lado.
Heaven se movió, dejándole más espacio al castaño.
—¿Por dónde empezamos?—preguntó Heaven bufando.
—¿Ya nos hablamos con Marietta?
La rubia arrugó la nariz.—Por ahí no.
Theo rió más fuerte.—¿Eso es un no?
—Creo que es algo obvio.—bufó una vez más. Se cambió de posición, quedando boca abajo para mirar a Theo. Se recargó sobre sus codos y se talló los ojos.—Es que, es algo complicado... No me gusta que me mientan y ella lo sabía. Y aún así lo hizo, lo pero es que lo justificó diciendo que era para no hacerme sentir mal.—rodó los ojos.—Luego, Ginny es mi amiga, es decir, los Weasley son como nuestra familia y me parece tan egoísta que me lo haya dicho así sin más. Ni si quiera he podido mirar a Ginny a la cara. Me da vergüenza saber que soy hermana y mejor amiga de quienes le hicieron daño.
Theo asintiendo, procesando la información.—Estás en todo tu derecho de estar enojada, pero nada te quita hablar con ella. Porque como has dicho, eres la hermana de Harry, no él; y eres la mejor amiga de Marietta, no ella; no le debes nada a Ginny.
—Tienes un buen punto.—le sonrió.
—Siempre.—le guiñó el ojo con diversión.—¿Y sobre Anthony?
—Que se vaya a la mierda. Tan solo lo veo y me enojo.—Theo rió y Heaven le siguió.—Te lo juro, por su culpa tengo detención mañana y no tengo mi varita.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Ya le dijiste a papá Potter? Si tu padre se entera...
Heaven soltó un quejido.—Porque soy la principal sospechosa del accidente que tuvo en su escoba. Si superan que en realidad fue...—se interrumpió a sí misma.
Theo la miró con una ceja arqueada.—¿Sabes quién fue?
—Sí, pero no puedo decirte. Lo prometí.
—Mierda, Vee. Quiero saber.
—En verdad, no puedo.
En realidad, si podía. Pero sería demasiado tedioso explicarle el nivel de la rara amistad que mantenía con Draco Malfoy. Así que prefería evitarlo a toda costa.
—Como sea, luego, le devolví su asqueroso pero cómodo suéter de quidditch y ¡se disculpó!
—Que descarado.
—¡Ya lo sé!—gruñó.—Yo de verdad le tenia demasiado cariño, y siento que aún le tengo un poco, pero jamás como él quería.
—Ya llegará alguien mucho mejor para ti, Vee. Ese inútil no te merecía en lo más mínimo.
Heaven se mordió su labio inferior.—A veces me siento culpable, porque creo que tuve que haberle dicho que no quería nada desde antes pero...
—De todas formas, no fue tu culpa si se enamoró de ti, no tenías la obligación de corresponderle. Así que no te sientas culpable. Encima el fue quien se comportó como un verdadero idiota. Si tanto te hubiese querido como el decía, jamás habría dicho todo lo que te dijo. Ni mucho menos hacerte sentir mal.
—Teddy, por esto te amo. No te merezco. A veces soy una pésima amiga.
Theo rió y le tomó la mano.—No lo eres, yo comprendo que andes ocupada y con todo lo que te ha pasado, entiendo tu ausencia.
Heaven le sonrió.—¿Y qué hay sobre ti?
—¿Sobre mi?—repitió la pregunta.—Pues no mucho.—pausó unos segundos.—Extraño a mi padre, solamente eso, creo. Es decir, siempre fue bueno conmigo y sigo sorprendido con el hecho de que es mortífago y está en Azkaban. Pero Blaise me ha ayudado mucho a sobrellevarlo.
—Lamento no estar tan presente para ti por ello...
—No tienes de que disculparte, yo también soy algo cerrado al respecto y en parte me alegra que tanto tú, como el resto de mis amigos lo respeten. El único que se entromete es Blaise, pero supongo que es porqué le tocó presenciar toda mi tragedia.—rió amargamente.
Heaven se inclinó para acariciarle el cabello. Theo sonrió levemente.
A la rubia se le estrujó el corazón cuando vio algunas lágrimas deslizarse sobre las mejillas de su amigo. Se arrastró hasta él y lo abrazó como pudo.
—No quiero seguir hablando sobre ello, te prometo que algún día te contaré todo.
—No te preocupes, esperaré. Te quiero mucho ¿si? No quiero que te sientas presionado.
Theo le volvió a sonreír.—Cambiando de tema, iré a la gala de Slughorn con Blaise.
—¿De verdad? Estaba a punto de pedirte que que me acompañaras.—Heaven rió.
—Oh, será para la próxima.
La rubia asintió.—¿Van como amigos o...
—Es una cita.—admitió el castaño.
Heaven se reincorporó.—¿En serio? ¡Theodore!—chilló abalanzándose sobre él.—¡Qué emoción!
—¡Ya lo sé! Yo creía que me estaba invitando como amigo, porque bueno, algo que no te he contado es que desde hace unas semanas hemos estado saliendo pero seguimos siendo amigos... es rara la situación pero si, es una cita.
—Estoy muy feliz por ti, como no tienes una idea. Espero que logren ser muy felices.
Theo se mordía el interior de su mejilla.—Yo también lo espero.
Heaven lo volvió a abrazar, y así continuaron charlando durante horas, hasta que llegó la hora de la cena, donde se sentaron juntos para seguir conversando y una vez finalizada; cada uno se dirigió a sus respectivas habitaciones para descansar y prepararse para el día siguiente. Especialmente Heaven, pues tenía una detención pendiente.
***
sin editar
nota de la autora;
Han pasado 84 años...
PERO EN FIN JAJAJAKSJSJA
GRACIAS POR LAS 60K LEÍDAS ESTOY SHOCK.
btw, sobre el recuerdo de Hazel, habrá un flashback, que estará presente en el siguiente capítulo.
Para quienes están en el grupo de whatsapp saben de lo que hablo. Si quieren unirse al grupo, mándenme un mensaje y les paso el link!
Por cierto les quiero enseñar algO JALSKSKA
James Potter: Yo no tengo favorito.
También James Potter:
JAJAKAJSJAJAKSKSK, Eso lo hice durante el tiempo que estuve desaparecido pero anyWAYS, espero que hayan disfrutado el capítulo.
Les amo!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro