Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

【 019 】

xix. such a mess


omnisciente

¡Anthony! Me voy a caer.—se quejaba Heaven mientras caminaban por los pasillos del inmenso colegio.

—No lo harás, confía en mi.—le dijo el pelinegro, mientras le cubría los ojos con sus manos.

Ambos pararon de caminar en determinado momento, y finalmente Anthony apartó sus manos del rostro de Heaven.

Los nervios se apoderaron de Heaven cuando se dio cuenta que estaban frente a la Sala de Menesteres.

—Sé que dije que quería hacerlo en el Lago Negro, pero pasó el tiempo y ahora la nieve es un gran impedimento, así que recordé que aquí solían ser las reuniones del ejército de Dumbledore —le dijo Anthony con una gran sonrisa.

La rubia sonrió, pero al momento de entrar a la sala, con la culpa invadiéndola al instante.

El lugar era diferente a cómo solía lucir cuando pasaba el tiempo con Draco. E incluso, era diferente a cuando el Ejército de Dumbledore tenía sus reuniones.

La sala se notaba más cálida y alumbrada que lo habitual. Anthony se había lucido en todo el sentido de la palabra, con el pícnic que había organizado.

La manta era de un tono azul pastel, aparentaba ser una tela fina. Había sin fin de pequeñas canastas llenas de diversos frutos rojos. Un pastel en formal de caldero que lucía más llamativo de lo habitual. Un pequeño juego de té, y pequeños emparedados.

Anthony la invitó a sentarse y Heaven acepto sin rechistar.

—¿Te gusta?—preguntó el pelinegro. Heaven asintió.—Me alegro mucho.

Heaven tomó un par de fresas y se recostó.

—¿Cómo ha estado su semana? ¿Escuchaste lo de Katie Bell?

—Me tocó ver lo de Katie Bell.—murmuró Heaven comiendo una fresa.

—¿Si? Pobre chica, fue trasladada a San Mungo.

Heaven asintió.—Espero que regrese pronto. Me agrada bastante, es decir, la conozco porque a veces acompañaba al estúpido de Harry y a Hazel a sus prácticas de Quidditch, y si, Katie es agradable.

—¿Estás enojada con tu hermano, otra vez?—preguntó Anthony en un tono que Heaven no puso identificar si le agradaba o no.

—Es un idiota, pero no quiero hablar de él. Lo detesto tanto en estos momentos.

El pelinegro rió.—¿Entonces, ya te hablas con Marietta o aún no?

Heaven soltó un pequeño gruñido.—Tampoco me la menciones. Lo peor es que le dijo a Teddy que soy una exagerada y que yo era la que tenía que disculparse.

—Aún no entiendo que fue lo que hizo.

—Yo no entiendo el por qué lo hizo. La extraño pero sigo enojada.

—Yo creo que deberías hablar con ella, Heaven, evitarla no es la solución.—le mencionó quitándole dos mechones del rostro.

—Lo sé, pero es más fácil así.

Anthony rió, inclinándose para besarla pero Heaven fue más rápida y se reincorporó, quedando sentada frente a él.

El chico frunció el ceño.—¿Pasa algo?

—Anthony, yo tengo algo que decirte... ¿sabes que te aprecio bastante, verdad?

El pelinegro asintió lentamente con los labios fruncidos.—Eso me gusta pensar.

—Si, bueno, es verdad. Te lo puedo asegurar. Pero...yo, es decir, no puedo darte lo que quieres.

—¿Y qué se supone que quiero?

—Una relación formal.—se apresuró a responder.

—¿No quieres estar conmigo?—preguntó Anthony con la voz apagada.

—No es eso —le tomó las manos—. En estos momentos mi cabeza esta llena de mil pendientes y realmente no creo estar preparada para salir con alguien tan seriamente.

—¿Qué pendientes?

—Más bien son preocupaciones. La vida de Harry está en peligro, y de Hazel, la de mis padres, incluso la mía. En sí, toda la población mágica está en peligro por ya sabes qué razón.

—¿Y eso qué tiene que ver?—preguntó Anthony seriamente.

—En verdad, no puedo —lo miró con pena.

—Heaven, sé honesta. ¿No puedes o no quieres?—preguntó el ojiazul mirándola directamente a los ojos.

—No quiero —admitió Heaven—. Pero ya te dije por qué. Anthony —hizo una pausa—. Podemos seguir siendo amigos.

El rostro de Anthony decayó. Se pasó una mano por su cabello y se levantó bruscamente.

—¿Por qué tardaste tanto en decirme? Merlín, me siento tan estúpido.

—Tony, yo lo intenté varias veces pero...

—¡No hay pero! Y no me llames Tony, a partir de ahora soy Goldstein para ti.—dijo enojado.

—Anthony, por favor... yo te quiero mucho, pero no de esa forma.

—Dejaste que te organizará este estúpido pícnic que llevo casi meses rogándote que hiciéramos.

—¡Y te lo agradezco mucho! Anthony, no te quiero perder...

—Dejaste que me enamorara de ti, cuando jamás quisiste algo más conmigo —acusó con indignación.

Heaven cerró los ojos.—Es verdad, no fue mi intención.—murmuró.

Anthony caminó hacia ella, tomándola del rostro.—¿No sientes nada por mi? ¿Ni por todo lo que hemos pasado juntos?

—No de la forma en que tú quieres.—le respondió.

La soltó y se dio la vuelta. Negando con la cabeza comenzó a reír.

—Es irónico porque siempre andas lloriqueando porque nadie te prefiere a ti. Que siempre es "Harry, Harry" o "Hazel, Hazel" y la única persona que siempre lo ha dado todo por ti, la rechazaste como si fuera basura.

—Ya te dije que podemos ser amigos.—repitió Heaven con la voz temblorosa.

—¿Por qué lo haces? ¿Qué no ves que nadie más se fijaría en ti? Si, simplemente eres la otra Potter. Solo otra patética y aburrida chica en Hogwarts, que no tiene nada de especial más que ser la hermana del elegido.—pausó unos segundos.—¿Por qué crees que todos prefieren a Hazel y Harry? Tú no tienes nada especial.

Heaven sintió una punzada en el pecho. Sus ojos se cristalizaron pero no se iba a permitir llorar.—Sé que lo estás diciendo porque estás enojado, lo cuál es muy estúpido.

—Tal vez, pero eso no quita el hecho de que sea verdad.—escupió.—Y tú lo sabes muy en el fondo.—murmuró burlándose.—No te quiero ni ver, Potter.—dijo finalmente, tomando su túnica, listo para salir de la Sala de Menesteres.

Heaven trago saliva pesadamente, limpió las dos lagrimas que salieron de sus ojos y salió del lugar de igual manera.

Estaba decidida a llegar a su dormitorio y tomar una ducha para relajarse. Pero su plan se vio interrumpido cuando Marietta le bloqueó su camino.

—Heaven.—murmuró la morena.—El profesor Flitwick me encargo decirte que vayas a la oficina del profesor Dumbledore.

La rubia frunció el ceño.—Gracias.—susurró. Se dio la vuelta para comenzar a bajar las escaleras pero Marietta la tomó del hombro.

—¿Estás bien?—le preguntó con preocupación.—Luces rara

Heaven asintió ligeramente.—Estoy bien

—No es cierto, te conozco. ¿Qué pasó, Heaven? ¿Fue Harry? ¿Hazel?

La rubia negó.—No es nada, probablemente, estoy exagerando las cosas. ¿Por qué eso es lo que hago, no?

Marietta hizo una mueca.—Perdón, estaba enojada, dije muchas estupideces. Sé que sigues enojada y creo que comienzo a entender el por qué. Pero, ¿podemos hablar después?

Heaven hizo una mueca—. Tal vez.

Marietta dudó pero se acercó a abrazarla.—Gracias.—se separó de ella.—No sé que te pasó, pero recuerda que siempre voy a estar para ti, Vee. Te quiero mucho y eres alguien muy especial para mi. ¡Ahora ve!

Heaven sonrió con tristeza, dándose la vuelta para dirigirse a la oficina del Director.

Caminó sin ganas, al bajar al piso que correspondía, notó como Hazel y Harry doblaban por el pasillo mientras conversaban.

—¡Heaven! ¿Qué te trae por aquí?—preguntó Hazel.

—El profesor Flitwick mandó a Marietta a decirme que viniera para acá.—murmuró encogiéndose de hombros.

—¿Ya te hablas con Marietta?—preguntó Harry con interés.

—No—musitó Heaven.

—¿Te pasa algo?—preguntó la pelirroja con el ceño fruncido.

Heaven rodó los ojos.—No.

Hazel y Harry se miraron, sin embargo, decidieron no decir nada más. Estaban acostumbrados a que Heaven fuera algo orgullosa respecto a aceptar que no estaba bien. Sabían que en determinado momento, cuando ella estuviera lista, les contaría todo.

Los tres comenzaron a caminar a la par y al doblar el último pasillo distinguieron la figura de James Potter mientras conversaba alegremente con la profesora McGonagall.

James al notar a sus tres hijos, les dedicó una enorme sonrisa. Se disculpó con su ex profesora y se acercó a ellos.

Hazel corrió hacía él, ofreciéndole un amoroso abrazo, de allí le siguió Harry y por último, Heaven.

La rubia al estar contra el pecho de su padre, no pudo contenerse más y soltó un sollozo.

James se alarmó, y miró a sus dos otros hijos frente a él. Pero tanto Hazel como Harry se encogieron de hombros. Pues no tenían ni idea de que había sucedido.

Heaven se sentía avergonzada por estar llorando aferrada a su padre, pero el dolor de las crueles palabras que le habían dicho Anthony, era aún más fuerte.

La rubia le había confiado sus sentimientos e inseguridades y jamás pensó que las utilizaría en su contra. No cuando, Anthony solía decirle lo mucho que la quería y que jamás le haría ningún tipo de daño.

Había sido un mentira más, y eso, no era nada comparado a lo que se aproximaba.

James se quedó quieto un buen tiempo, esperando a que Heaven fuera la que terminara el abrazo mientras le acariciaba su rubia cabellera.

Le dolía ver a su hija así, y no quiso ni imaginarse como se pondría cuando se supiera todo.

Suspiró y le besó el cabello.—¿Quieres hablar, Heaven?

Heaven no respondió, sino, se aferró más hacía él. Hazel bufó y se acercó a ellos, uniéndose al abrazo. Harry le siguió unos segundos después.

La rubia comenzó a separarse, tallándose los ojos.—¿Qué haces aquí?—le preguntó finalmente, con la voz entrecortada.

—Un pajarito me escribió porque aparentemente ustedes dos han tenido algunos problemas.

Heaven y Harry miraron fulminantemente a la pelirroja que fingía estar demasiado interesada en sus uñas.

—Cariño, si necesitas hablar de algo, házmelo saber, ¿si?—le dijo James a Heaven. La rubia asintió.

—¿Y mamá por qué no vino?—preguntó Hazel

—¿Quién dijo eso?—apareció Lily detrás de ellos.—Me topé con el profesor Slughorn, y me quedé charlando unos minutos con él. Me comentó que has faltado varías veces a su clase, Heaven.

—¡Oye! Es cierto. ¿Dónde estabas hoy?—preguntó Harry, luego de besar la mejilla de su madre.

—¡Hoy era el picnic con Anthony! ¿Cierto?—respondió Hazel antes que Heaven pensara en hacerlo. La pelirroja también se había acercado a saludar a su madre.

—¿Anthony?—preguntó James frunciendo el ceño.

Heaven se sintió ligeramente enferma y sus ojos le picaron una vez más.—Sí, era hoy.—murmuró y repitió las acciones de sus hermanos, se acercó también a saludar a Lily.—De haber sabido como iba a terminar todo, mejor si hubiera asistido a la clase.—dijo haciendo una mueca.

Lily le acarició el cabello.—¿Todo en orden, Heaven?

La Ravenclaw asintió no muy convencida.—Es que en verdad me desagrada demasiado Slughorn.—cambió de tema repentinamente.

Hazel lanzó una carcajada.—Ayer la llamó Isabella.

James sintió que el alma se le salió del cuerpo. Y le dio una mirada a Lily, quien veía fijamente a la rubia.

Heaven bufó.—Los nombres ni si quiera se parecen.

—Yo no me di cuenta de eso.—dijo Harry frunciendo el ceño.

—Tú nunca te das cuenta de nada. Estabas muy ocupado mirando a Marietta.—se burló Hazel.

Harry abrió los ojos como platos mientras Heaven hacía una mueca.

—¿Marietta?—preguntó Lily.—¿Tu amiga?—preguntó mirando a Heaven.

—Yo no la llamaría mi amiga en estos momentos.

—¿Nos van a explicar que está pasando entre los tres? Están demasiado diferentes.—musitó Lily cruzándose de brazos mirándolos.

—Tu hijo es un ser despreciable.—musitó Heaven recargándose en la pared.

—¡Heaven!—reprendió James.

—¡Me llamó traidora! Solo por ser amiga de Teddy. Me dijo cosas horribles.

—Harry...—musitó James pero fue interrumpido por su hijo.

—Eres una exagerada. ¡Tú estabas defendiendo a Malfoy!

—¡Yo no lo estaba defendiendo! Te dije que era estúpido acusar a alguien sin pruebas.

—¡Heaven! ¡Es Malfoy! ¡Su padre sí es un asqueroso mortífago! ¡No puedo creer que sigas defendiendo al hijo del que casi asesina a nuestro padre!

—Él no tiene la culpa que Lucius sea su padre. ¿Tan si quiera escuchas las estupideces que estás diciendo? Para ser el elegido, eres bastante idiota.

—¿Te estás escuchando a ti misma? Por Merlín, Heaven.

—¡Suficiente!—bramó James.—Heaven, yo creo que es normal que Harry tenga sus sospechas sobre él. Es decir, al final del día, sigue siendo un Malfoy.

—¡Pero eso es completamente injusto! Es como si la gente pensara que por ser una Potter, tengo que ser de Gryffindor.murmuró.

—Heaven, sabes que no es lo mismo, cariño. En estos tiempos, nadie es confiable.—aclaró James.—Harry, aún así, no tuviste que llamarla traidora. Heaven es tu hermana pero tiene todo el derecho de hacer amistad con quien ella desee.

—No todos queremos estar todo el tiempo cerca de ti y tus amigos.—bufó Heaven.

El azabache miró con recelo a su hermana rubia.—Es es porque te dan celos de mi por tu complejo de inferioridad que tienes.

—¡Harry!—reprendió Lily.

Heaven recordó las palabras de Anthony y se enojó aún más.—Uy, sí. Que ganas de ser tú, para serle infiel a mi novia y luego actuar como si fuera la persona más inocente del mundo.—soltó antes de poder pensar.

Tanto James y Lily miraron a Harry con evidente sorpresa.

—¿Harry?—dijo Lily con decepción al ver a su hijo.—¿Es cierto?

—¡Mejor pregúntale a Heaven que tanto hacía con Anthony Goldstein en el aula abandonada todos los viernes en el último trimestre del curso pasado!

James miró a su hija con los ojos abiertos.

Heaven abrió la boca con indignación, se agachó quitándose uno de sus zapatos, lanzándoselo directamente en el rostro a Harry.

Hazel lanzó una carcajada, mientras James disfrazó su risa tosiendo.

Harry la miró con recelo y dijo:

—Ya que estamos, Hazel, cuéntales como te escabullías a la habitación de Fred Weasley casi todas las noches.

La pelirroja dejó de reír instantáneamente, y se puso roja.—Chismoso.—siseó Hazel.

—¡Suficiente!—musitó Lily seriamente.—¿Qué les sucede?

Los tres comenzaron a atacarse entre si, al mismo tiempo. Lily y James se miraron suspirando.

—Uno a la vez.—dijo James severamente.—Heaven, tu primero.

Harry rodó los ojos.

—Harry aparte de ciego, es un idiota, egoísta, tarado, descarado y cobarde. Es todo lo que tengo que decir.—bufó molesta.

—¡No! No me refería que lo siguieras insultando. Deben hablar como la gente decente, anda.

—Por lo menos es honesta.—dijo Lily riendo y trenzándole el cabello.

Heaven gruñó.—No se merece mi perdón.

—¿Recuerdan cuánto tenían 7 años y se pelearon por una rana de chocolate? Tuve que utilizar un hechizo para que estuvieran unidos por más de 9 horas hasta que se disculparan. Si siguen así, no me parece tan mala idea.

Heaven bufó.—Perdón, Harry. Ya sé que a veces puedes llegar a ser un idiota. No quise decirte todos esos insultos pues es lo que nos diferencia. Pero tus palabras sí me hicieron sentir muy mal.

—Tú perdóname a mi, Heaven. No debí decirlas en primer lugar. Y si, la verdad, llego a ser muy idiota. Pero para eso te tengo, para que me pongas un alto. De hecho, por eso terminé con Ginny. Todo lo que me dijiste, tenías razón. Perdón, de verdad. No me gusta estar peleado contigo.

La rubia le sonrió y se acercó a darle un cariñoso abrazo. Harry tomó el zapato de Heaven y se lo entregó mientras la rubia reía.

Cuando se separaron, Harry miró a Hazel.—Perdón por haber dicho lo de Fred. Se me salió.

Hazel rodó los ojos.—Ya me quemaste, ya para que.—bramó y se cruzó de brazos.

James se giró y miró tanto a Harry como a Heaven.—Sobre eso.—musitó soltando un suspiro.—Cuando conocen secretos sobre alguien más, aunque estén enojados, o dejan de llevarse, los secretos se siguen guardando, siempre y cuando no afecten a terceros. No se dañen de esa manera entre ustedes. Que la confianza que se tienen entre los tres quede intacta. Nunca saben que puede ocurrir con las demás personas. ¿De acuerdo?

—De acuerdo.—respondieron al unísono.

—Muy bien. Luego hablaremos sobre esas escabullidas con sus respectivas parejas. Creo que aún no les he dado la charla. Y es completamente necesaria porque...

—Ya no lo es. Eso debió ser el año pasado.—murmuró Hazel.—Antes de que los tres comenzáramos a...

Heaven y Harry miraban a Hazel con cara de poco amigos, provocando que la pelirroja se callara.

—¿Comenzarán a que?—preguntó James frunciendo el ceño.

Lily soltó unas risitas.—Creo que es bastante obvio. Tienen dieciséis, creo que es normal.

—¡Y claro que lo es! No se porque a Harry y Heaven les cuesta admitirlo frente a ustedes.

Los dos mencionados rodaron los ojos.

James abrió la boca y la volvió a cerrar. Carraspeó y dijo:

—Ese tema será para otra ocasión.—volvió a suspirar.—La verdad, no me interesa. Bueno, si. Espero que se estén cuidando porque...

—Creo que eso ya lo saben, James. No se sienten cómodos hablando al respecto, no los podemos forzar. Ellos solos vendrán si tienen alguna duda.

Heaven pretendía no estar escuchando sobre lo que estaban conversando sus padres.

—Como sea, ya que están bien. ¿Qué les parece si vamos a cenar a Hogsmeade? Ya le pedimos si autorización a Dumbledore y no tiene problema.

—¡Sí!—chilló Hazel.

—Suena genial.—dijo Heaven sonriendo.

—Asombroso, porque tengo hambre.—dijo Harry.

—Excelente, vayamos.—anunció Lily.

Los cinco salieron conversando mucho más tranquilamente y riendo.

La nieve ocasionaba que varias veces, Heaven en especial, perdiera el equilibrio, recibiendo burlas de sus hermanos.

—Heaven, ¿cómo demonios tuviste un picnic con Merlín sabra quién con la nieve?—preguntó James alzando una ceja.

—Fue en la Sala de Menesteres.—aclaró sin querer tocar el tema del todo.

—No fue con cualquiera, fue con Anthony. ¿Verdad, Heaven?

Ella simplemente asintió sin decir nada más.

—¿Y cómo estuvo?—preguntó Lily.

—No quiero hablar de eso.—murmuró con la voz quebrada.

Los demás se vieron entre sí y le dieron su espacio. Sabiendo que si seguían preguntando, Heaven no se iba a sentir cómoda.

James comenzó a entender el porqué había llorado en sus brazos. Pensando en que luego hablaría con ella.

Llegaron a un pequeño restaurante más decente y cálido que Las Tres Escobas, con la sorpresa que no estaban tan vacío como pensaron que estaría. Se sentaron en una mesa para seis, quedando una silla vacía.

Gran parte de la cena, se la pasaron charlando y riendo, pero en determinado momento, la tensión comenzaba a subir cuando Lily mencionó a Molly Weasley.

James carraspeó y unió sus manos.—Harry, puede que esto sea bastante incómodo para ti, pero, eh, lo que dijo Heaven. ¿Es cierto?

Lily miró a su hijo con pequeños sentimientos encontrados.—Harry, puedes confiar en nosotros.

Hazel y Heaven, (quiénes se encontraban sentadas frente a frente) se miraron con incomodidad.

—Ginny y yo no éramos novios, así que no pude haber sido infiel porque no éramos nada —dijo Harry—. Pero aún así, se puede decir que si le hice daño. Estábamos viendo que podríamos llegar a ser recién, y lo arruiné todo porque en realidad todo este tiempo me ha gustado otra persona.

Lily sintió sus ojos cristalizarse, con evidente decepción.—¿Por qué?

—No lo sé. Yo fui un imbécil, no hay más. Nunca dejó de importarme Marietta, porque estuvimos juntos un tiempo a escondidas. Pero se los juro que no quería lastimar a Ginny. En verdad creí que me iba a gustar de la misma manera en la que yo le gusto...

>> De todas formas, hablé con ella, Ginny, y las cosas no iban tan bien como parecía. Y decidimos ser amigos, si le conté lo que sucedió con Marietta y obvio se molestó pero creí que iba amanecer muerto. Ron no lo sabe y Ginny no quiere que lo sepa porque sabe cuánto significa nuestra amistad el uno del otro pero me siento muy culpable. Perdón, jamás quise decepcionarlos de esta manera.

Lily y James tomaron una de las manos de su hijo.

—Está bien, en cierto punto, todos cometemos errores y de ellos se aprenden. Aún eres muy joven para preocuparte por ese tipo de cosas. Podrías hablarlo con Ron, de manera cuidadosa, por supuesto. Me agrada que aceptes tu error y que hayas tenido la valentía que muchos no tienen para decírselo a sus parejas.—le dijo Lily dandole un apretón en la mano.—Aunque si estoy algo molesta.

—Es comprensible.—dijo Harry.—Ustedes me educaron mejor que esto.

—Siempre tengan confianza en nosotros, ¿si? Sin importar la situación. Somos sus padres y siempre estaremos para ustedes.

—Gracias.—murmuraron los tres a la par.

—Los amo.—les dijo Heaven. Lily le acarició el rostro con cariño.

—Nosotros a ustedes también, como no tienen idea.

—¡Papá! Deberíamos de aprovechar e ir a Honeydukes.—dijo Hazel con emoción.

—¿Quieres ir?

Hazel asintió.

—¿Vienen?—preguntó James mirando a Harry, Heaven y Lily.

El azabache asintió y se levantó de la mesa.

—Yo no. Gracias.—dijo Heaven.

—Aquí los esperamos. Aún no me termino mi chocolate caliente.—dijo Lily con una sonrisa.

Heaven jugaba con el trozo de pastel frente ella, apuradamente y había tocado su comida.

—Heaven, cariño. ¿Te sucede algo?—preguntó Lily.

La rubia alzó la mirada.—No, ¿por qué?

—Te conozco y sé que no estás bien. ¿Pasó algo con este muchacho? ¿Anthony?

Heaven dejó caer el tenedor y la miró. Mordiéndose el interior de su mejilla, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

Lily se cambio de silla, sentándose junto a ella, la abrazó con cariño.

—¿Quieres hablar sobre eso?

Heaven asintió, se separó y se limpió las lágrimas.—Llevaba semanas intentando hablar con él.—pausó y Lily asintió.—Para decirle que no quería estar con él. Te lo juro que si lo quiero y mucho, como no tienes idea, pero no de la manera que él quiere que lo haga.

—¿Y qué pasó?—preguntó con preocupación.

—Se lo dije hoy en el dichoso pícnic y se enojó.—sollozó.—Siempre le tuve mucha confianza, pues le conté todas mis inseguridades y miedos. Y-y me los echó en cara, me dijo cosas horribles, y no quiere saber más de mi.

Heaven se recostó contra Lily, llorando y aferrándose a ella.

—Me mintió, me dijo que jamás me haría sentir mal.—dijo la rubia llorando.—Confié en él y en su palabra.

Lily le acariciaba el cabello con delicadeza. La culpa la invadió y una lágrima solitaria bajo por su mejilla.

—Las personas mienten, Heaven. Lamento la manera en que lo descubres.

—Odio las mentiras.—murmuró contra el pecho de su madre.

El corazón de Lily se detuvo por unos segundos, otra lágrima se deslizó por su mejilla.—Lo sé.

—Yo si lo quiero. No fue mi intención ilusionarlo.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, Lily recordó cuando Isabella Avery le rompió el corazón a Remus Lupin. La ex Slytherin, había ocupado esa misma frase.

—Ya lo sé. Tú jamás le jamás le harías daño a nadie. Eres demasiado buena para este mundo, Vee.

Heaven rompió el abrazo y regresó a su lugar. Sus ojos estaban rojos, a la par que su rostro, debido al llanto.

—¿Puedo preguntarte algo?—musitó Lily. Heaven asintió.—¿Por qué lo rechazaste? Es decir, tenía entendido que era como tu novio.

Heaven hizo una mueca.—No lo sé, algo en mi me decía que el cariño que siento por él no es igual. Porque antes si lo quería de esa manera.

—¿Conociste a alguien más?

La rubia dudó por unos segundos y la imagen de Draco Malfoy apareció en su cabeza, con su traje negro y su sonrisa burlona.

Se alarmó cuando se dió cuenta que había pensado en aquel Slytherin. Y negó repetidas veces con la cabeza.

—No.—dijo con el ceño fruncido.—No creo.

Lily sonrió.—Está bien. A veces así sucede. Cuando sientes que algo no va a funcionar es mejor dejarlo en claro desde el inicio. Debería de estar agradecido.

¿Debería de hablar con él?

—Aún no. Quieras o no, Heaven, le rompiste el corazón. Dale su tiempo. Tal vez, te sorprenda y él se disculpe por las cosas que te dijo. Y dependerá de ti, si lo perdonas o no.

—Y podríamos ser amigos.—dijo Heaven.

Lily asintió.—Así es. Aunque, como tú madre, no estoy segura si quiero que ese muchacho que te ha hecho llorar esté en tu vida.

—Sé que lo dijo porque estaba enojado, como Harry. Pero si me sentí mal.

—¿Ves? Eres demasiado buena para este mundo.—dijo Lily con una sonrisa triste, tomándole el rostro.—Te amo mucho, Heaven.—la rubia volvió a abrazarla—Perdóname si alguna vez pensaste lo contrario.—susurró para si misma.

James sonreía tiernamente ante la escena frente a él. Los tres restantes integrantes de la familia Potter por fin habían llegado, listos para retirarse del restaurante.

Caminaron de vuelta al castillo, y luego de una larga charla. El matrimonio Potter estaba listo para regresar a su hogar.

—Los extrañaré demasiado.—murmuró Lily abrazando a los tres.

—Falta poco para las vacaciones de Navidad.—dijo Harry.

—Si serás idiota, falta aún como un mes.—le replicó Heaven y Hazel le dio un golpe en la cabeza al azabache.

James suspiró riendo.—Nunca cambian.

Heaven se acercó a despedirse de sus padres una vez más.—Gracias.—dijo hacia Lily.

—Para eso estamos, Vee.

Ya no contaste porque estabas llorando, Heaven.—le dijo James pinchándole la nariz.

—Le conté a mamá.

James la miró con indignación.—Córtalas, Heaven—le dijo dramáticamente.

Heaven y Lily rieron ante el drama de su padre.

—Que ella te platique, no tengo ningún problema, don Dramas.—rió Heaven.

—Lo haré.—le prometió Lily.

—Bueno, si tienes ganas de volver a llorar, mándame una lechuza y estaré aquí de inmediato.—le dijo James volviéndola a abrazar.—No me gusta verte llorar.

—Los amo—dijo Heaven por última vez, separándose.

—Nosotros a ti.—dijo Lily.—Los amamos a los tres, y por amor a Merlín, pórtense bien. ¡No peleen! Al menos no tanto.

Los tres rieron y comenzaron a caminar hacia el interior del castillo.

James y Lily los observaban, especialmente a la rubia, quién había vuelto a girarse y despedirse agitando la mano. La puerta se cerró y los dejaron de ver.

Lily soltó un suspiró.—Tengo mucho miedo, James.—admitió.

—¿De qué?—preguntó extrañado.

—Que Heaven nos odie. Ella confía demasiado en nosotros y le hemos mentido toda su vida.

James quién prefería no aceptar la realidad y dijo:

—Es bastante comprensiva.

—Pero esto es demasiado.—suspiró.

—Todo estará bien, te lo prometo.

Lily se recargó en el hombro de su esposo, llorando.

Sabía perfectamente, que todo sería un gran desastre.

***
23/02/21–subido

nota de la autora:

Drama. Drama. Drama.

Btw, aprovechen estos últimos momentos familiares así cute pq estan a punto de irse a la mierda.

A Heaven le está comenzando a llamar la atención Draco, JAKSJSJAKA

en fin, cada vez se pondrá mas bueno el asunto.

TAMBIÉN LES QUIERO ENSEÑAR ESTO

Que lo hizo -notsickk

LE QUEDÓ MUY GENIAL VDD???

Lloro brillitos. MUCHAS GRACIAS, OTRA VEZ.

En fin, también gracias a todes otra vez.

Su apoyo me impacta más cada día.

Gracias por las 30K leídas. LES AMO.

All the love

Francia 💞

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro