【 002 】
【 ii. family reunion】
《omnisciente》
—¡Los Potter! —exclamó Molly Weasley—. ¡Han llegado los Potter! —anunció con emoción.
—Molly —la saludó Lily—. Muchas gracias por recibirnos —la abrazó.
—No es nada —replicó Molly—. Siempre es un gusto recibirlos —sonrió ampliamente—. ¡Pasen! ¡Pasen! —los invitó.
La familia Potter entró saludando a cada uno de los integrantes de la familia Weasley, y a Hermione Granger pues también se encontraba allí.
Durante el desayuno se habló de la nueva tienda que los gemelos que habían abierto, y Heaven escuchó las quejas sobre la nueva novia de Bill Weasley: Fleur Delacour.
—¡Es peor que Umbridge! —dramatizó la pelirroja—. Lo peor es que se casarán —chilló.
Heaven hizo una mueca ante el comentario, a ella no le desagradaba para nada la francesa.
Luego del desayuno, los adolescentes se encontraban en la pequeña sala de estar. Hablaban sobre cómo Hermione había caído en una broma de Fred y George ocasionándole un ojo morado.
—¿Alguien sabe cuando llegarán los resultados de los TIMOS? —preguntó Hermione Granger cambiando de tema.
—No puede faltar mucho —le respondió Ron mientras comía un panecillo.
—Aguarden —dijo Harry llamando la atención de todos—. ¡Llegan hoy! —anunció, ocasionando que Ron se atragantara.
—Iré a ver —dijo Hazel, asomándose por la ventana de la madriguera, y logró ver cinco puntos negros que cada vez aumentaban de tamaño.
—¡Son lechuzas!—anunció Ron con la voz quebrada.
—¡Ay no! Que nervios —chilló Hazel—. Una disculpa de antemano —avisó mientras miraba a sus padres.
Lily y James negaron con la cabeza riendo, mientras que Molly estaba igual de preocupada que Ron.
Heaven se acercó a abrir la ventana. Una tras otra, las lechuzas se posaron contra la mesa.
La rubia se esperó a que todas entraran, para acercarse a tomar la carta que le correspondía.
TÍTULO INDISPENSABLE DE MAGIA ORDINARIA
APROBADOS:
Extraordinario (E)
Supera las expectativas (S)
Aceptable (A)
SUSPENSOS:
Insatisfactorio (I)
Desastroso (D)
Troll (T)
RESULTADOS DE HEAVEN JEANETTE POTTER
Astronomía: E
Cuidado de Criaturas Mágicas: E
Encantamientos: E
Defensa Contra las Artes Oscuras: E
Aritmancia: E
Herbología: E
Historia de la Magia: A
Pociones: A
Transformaciones: S
Runas Antiguas: E
Adivinación: A
Molly, James y Lily miraban atentamente a sus hijos respectivamente. Mientras Ginny estaba demasiado ocupada mirando sus uñas.
—¿Y bien?—preguntó James.
—Suspendí Adivinación —dijo Harry neutral—. Ya lo sabía. Es las demás me fue bastante bien —le tendió su pergamino.
—A mi también me fue bien. Tuve siete E's y una S, y tres A's —dijo Heaven haciendo una mueca—. Me dormí un día en Historia de la Magia y Binns me dijo que me afectaría en mi TIMO, y el profesor Snape dijo que no me tomaría en cuenta la parte práctica de mi evaluación por llegar dos minutos tarde a la prueba —rodó los ojos—. No debería sorprenderme.
—Por lo menos la pasaste —se quejó Hazel—. Suspendí Historia de la Magia, Adivinación y Astronomía —hizo un puchero—. ¡Les juro que si estudié pero me distraigo muy fácil!
—¿Suspendiste tres asignaturas? —dijo Lily en tono de regaño.
—De seguro Ron suspendió más —contestó Hazel en tono burlón, codeando a su mejor amigo.
—¡Estás equivocada! Sólo suspendí dos: Historia de la Magia y Adivinación —dijo el pelirrojo con superioridad. Hazel quedó con la boca abierta.
—¡Siete TIMOS!—exclamó con emoción la señora Weasley.
Las miradas se dirigieron a Hermione quien estaba parada sin decir nada.
—Tuve una S en Pociones —murmuró con decepción—. ¡Detesto tanto que el profesor Snape favorezca a los Slytherin y al resto nos baje por puntos hasta por respirar!
—Oh, Hermione. No deberías prestarle atención a ese detalle, es una estupidez que Severus sea así con ustedes, sólo demuestra su inmadurez —dijo Lily con un tono enojado.
—Aún no puedo creer que fuiste su amiga —le dijo Hazel a su madre.
Lily rodó los ojos—. La verdad es que yo tampoco —tomó la carta de Heaven—. Estoy muy orgullosa de ti, cielito. ¿Usaste las anotaciones que te envié?
Heaven asintió, recibiendo un abrazo de ella, al que James Potter también se unió.
—Yo también estoy orgulloso de ti —le dijo James. A lo que Hazel y Harry rodaron los ojos.
—¿Saben? Podrían ser menos obvios con ese favoritismo —dijo Hazel con diversión, alzando las cejas.
James negó riendo, y abrazó a sus otros dos hijos—. No seas celosa, también estamos orgullosos de ustedes, y los amamos por igual —les recordó antes de comenzar a hacerles cosquillas.
—¡Papá! —exclamó Hazel—. ¡Ya no tenemos cinco años!
—Pues a veces parece que sí —le respondió James, y por unos largos segundos enfocó la vista en sus tres hijos—. Por favor, ya no crezcan —les dijo antes de volver a atacarlos con un gran abrazo.
Los días pasaron volando, y Heaven la había estado pasando de maravilla, pues a diario junto a Harry y Hazel encontraban alguna forma de entretenerse en la casa de su padrino.
Aunque no todo era bueno, debido a las todas las desapariciones, accidentes y muertes que eran anunciados en El Profeta.
Sin embargo, nada de eso detenía a la familia Potter para celebrar el cumpleaños número dieciséis de Harry, Heaven y Hazel.
Heaven se alegró cuando vio a Remus entrar por la puerta, ya que durante el último mes se había mantenido bastante ausente, y alejado de su familia.
—¡Tío Remus! —Heaven lo rodeó con sus brazos—. ¡No te veía desde que estuve en San Mungo!
Remus le regaló una sonrisa bastante paternal—. Lo siento, cielito. Estuve bastante ocupado con las misiones de la orden —le dijo—. Lamento haberme perdido tu cumpleaños.
—Está bien —Heaven se encogió de hombros—. Me alegra que estes aquí ahora.
Remus le revolvió el cabello con cariño, y luego se dirigió a dónde se encontraban el resto de presentes.
Heaven observó cómo Remus saludó a cada uno con la misma familiaridad de siempre, a excepción con su mamá. Cuando llegó a ella, simplemente le regaló un asentimiento en forma de saludo, y luego se plantó hasta el otro extremo de la habitación, sentándose cerca a Tonks, con quién no dudó en comenzar una charla.
Pero Heaven no le dio la suficiente importancia. Tal vez ya había saludado a Lily al entrar al hogar de Sirius, sin que ella hubiera visto.
Después de una amena cena, dónde tuvieron oportunidad de ponerse al corriente con las vidas de cada uno, surgió el inevitable y repetitivo tema de siempre.
A Heaven le asustaba oír sobre la inminente guerra que cada día se acercaba más. En especial porque su familia era uno de los motivos para que aconteciera.
—Han ocurrido otros dos ataques de dementores —anunció Remus. Atrayendo la atención de todos—. Lamentablemente, han encontrado el cuerpo de Karkarov.
—Deberíamos de dejar de hablar de esto frente a los niños —dijo Molly con disgusto.
—Ya no somos unos niños —le replicó Ron.
—Florean, el dueño de la heladería del Callejón Diagon también está desaparecido —comentó James, ignorando lo que Molly había dicho—. Al parecer Ollivander también —dijo con tristeza.
A Heaven le dolió el corazón de pensar que ya nada sería como antes.
—¿Hablaremos de la profecía? —preguntó Harry de forma abrupta, ocasionando que todos voltearan a verlo.
Lily lo miró horrorizada mientras que James se atragantó un poco, y Sirius tosió para ocultar sus risas nerviosas. Nadie quería hablarles del tema. Y Heaven tampoco estaba segura de querer escuchar al respecto.
—Creo que es hora que Harry sepa todo —animó Sirius sin recibir apoyo, y ocasionado un largo silencio.
—¿Cuándo irán al Callejón Diagon? —preguntó Tonks intentado cambiar de tema—. Para acompañarlos.
—Iremos el sábado —respondió Lily, y poco a poco la cena se restauró, aunque con un aura completamente diferente—. Estaremos bien —pero más que asegurar, preguntó.
El día sábado había llegado. Los Potter se levantaron más temprano de lo usual. Los cinco estaban bastante nerviosos, pues sabían que eran los que en más riesgo se encontraban.
Después del desayuno, los adultos se pusieron de acuerdo de ir en automóvil al callejón Diagon. Al llegar, Lily tomó a tus hijos como si fueran niños pequeños.
Todos miraban con tristeza. El callejón Diagon ni parecía que lo fuera. Estaba completamente abandonado y se sentía una vibra bastante pesada.
—Es mejor si nos separamos —propuso Hazel—. Ahorraremos vueltas, y estaremos en el cuartel en menos tiempo.
—Yo iré con ellos —dijo Tonks.
—Está bien —aceptó Lily—. Tengan mucho cuidado, por favor —miró a sus hijos con preocupación.
Los seis —Heaven, Harry, Hazel, Hermione, Ron y Tonks— caminaron en dirección de la tienda de Madame Malkin para comprarse sus nuevas túnicas.
—Los esperaré aquí afuera —les dijo Tonks.
Los cinco adolescentes entraron a la tienda, la cuál parecía estar vacía, sin embargo cuando entraron oyeron una voz conocida.
—No soy ningún niño, puedo hacer las compras por mi cuenta, madre.
—Mira querido, tú madre tiene razón. En estos tiempos, no es conveniente que andes por ahí...
—¡Fíjese donde clava el alfiler!—exclamó una voz.
Heaven se quedó atrás, y sólo distinguió una cabellera rubia platinada a lo lejos. En seguida supo de quién se trataba, e intentó acercarse para evitar que sus hermanos se metiesen en problemas —lo cuál era muy poco probable—.
—Madre, si te preguntas por qué huele tan mal, es por una una sangre sucia ha entrado a la tienda —dijo Draco Malfoy con su típico tono engreído.
Instantáneamente Ron, Harry y Hazel sacaron sus varitas.
—Nada de eso aquí. Bajen sus varitas —habló Madame Malkin.
—No pasa nada —susurró Hermione.
—Me gustaría ver que intenten hacer magia fuera de la escuela —los provocó Draco—. ¿Quién te ha dejado el ojo morado Granger? Me encantaría enviarle flores —se burló.
Heaven se preocupó cuando Harry y Hazel en un movimiento rápido apuntaron a Malfoy con la varita.
—Deténganse —pidió Heaven, mientras pasaba por delante de Ron y Hermione—. No vale la pena, y se meterán innecesariamente en problemas.—intentó hacerlos razonar—. Recuerden que no debemos llamar mucho la atención.
Draco no la había visto hasta que ella se puso frente a sus hermanos. La observó con disimulo, dándose cuenta de lo diferente que era a los otros dos.
—¡Ya es suficiente! —exclamó Madame Malkin interrumpiendo los pensamientos del rubio—. Señora, por favor, haga algo —suplicó mirando a la señora Malfoy.
Narcissa se acercó a ellos colocándose frente a Harry y Hazel.
—Guarden sus varitas, como le hagan daño a mi hijo, yo me aseguraré que sea lo último que hagan en sus vidas—amenazó seriamente. Hazel, para sorpresa de los demás, obedeció.
—¿En serio?—masculló Harry, empujó a Heaven para poder acercarse amenazante a Narcissa mientra jugaba con su varita y mirándola fijamente.—¿Acaso buscará a algunos de sus amigos mortifagos, para que lo hagan?.—preguntó con arrogancia.
—Baja tu varita —le ordenó por segunda vez. Sin embargo, Harry no obedeció, siguió apuntando a la madre de Draco mientras ella sonreía falsamente.
—Veo que ser el favorito de Dumbledore te ha dado falsa seguridad, Harry Potter. Pero Dumbledore no siempre podrá protegerte.—dijo Narcissa Malfoy con tono burlesco.
Harry echó una mirada burlona alrededor de la tienda, ignorando a Heaven quién le suplicaba que parara. Al igual que Madame Malkin.
—¡Él no está aquí ahora! ¿Por qué no lo intenta? Quizá consiga una celda doble en Azkaban y le pueda hacer compañía a su marido.—se burló el azabache.
Draco hizo un movimiento brusco hacía Harry, pero se detuvo en el instante que Heaven se interpuso entre ambos.
—¡No te atrevas a hablarle así a mi madre, Potter!—gruñó el rubio.
—No te preocupes, Draco —dijo Narcissa, con calma mientras tomaba el hombro de Draco—. Potter terminará como su padre, y tal vez con menos suerte, mucho antes de que yo me reúna con Lucius —musitó seriamente.
Harry levantó la varita más alto empujándo nuevamente a Heaven. La rubia perdió el equilibrio por unos segundos. Sin embargo, Draco la tomó antes de que cayera. La soltó de inmediato cuando notó que estaba bien.
—Por andar con tus jueguitos, tu hermana se iba a caer, imbécil —dijo Draco con fastidio.
—Perdóname, Heaven —se disculpó Harry. La rubia simplemente asintió, y el azabache volvió a mirar a Malfoy.
—Madre, ya no quiero esta túnica —masculló el rubio mientras se quitaba la prenda.
—Será mejor que vayamos a Twilfitt & Tatting —tomó al rubio con su brazo.
Ambos abandonaron la tienda con altanería. Draco chocando su hombro con el de Harry, provocando que tambaleara un poco, y por fin pudieron comprar con tranquilidad aunque Madame Malkin estuvo bastante alterada mientras le vendía túnicas a los chicos.
Al cabo de unos minutos, salieron de la tienda.
—¿Todo bien? —les preguntó Tonks animadamente.
—Algo así —murmuró Hazel—. ¿No viste pasar a los Malfoy? —le preguntó alzando las cejas.
Tonks asintió—. Estoy segura de que Narcissa Malfoy me reconoció. Sabe muy bien que soy su sobrina —arrugó la nariz—. Aunque su hijo me ignoró por completo. Creo que no tiene ni idea de que existo, y si lo hace, apuesto que no sabe como luzco —comentó—. ¿Pueden creer que somos familia? Porque yo no —dijo la joven con los ojos abiertos de par en par.
Todos negaron riendo, y emprendiendo su caminata hasta llegar con el resto.
—¿Están todos bien? —preguntaron Lily y Molly con preocupación. Todos asintieron.
—Grandioso, antes de irnos, vayamos a la tienda de Fred y George —propuso la señora Weasley.
Cuando se acercaron, notaron cómo era el único local que parecía estar lleno de colores y alegria. Heaven estaba maravillada con la tienda de los gemelos, incluso podría decir que estaba orgullosa de lo que habían conseguido.
Heaven sintió como Ginny enroscó la mano en su muñeca, obligándola a adentrarse aún más en la tienda.
—¿Filtros de amor?—preguntó Ginny riendo.
—Los mejores —contestaron Fred y George al mismo tiempo.
—Aunque tenemos entendido que no los necesitas —dijo George dándole una mirada cómplice a Fred.
—Cállense —musitó la chica rodando los ojos.
—La tienda es increíble —aseguró Heaven—. No puedo creer que finalmente lo consiguieron.
George le sonrió—. Yo tampoco puedo creerlo, y vaya que es increíble. Gracias por tu apoyo, rubiecita.
Heaven arrugó la nariz ante el apodo—. ¿En dónde se metieron los demás? —preguntó, y los tres pelirrojos se encogieron de hombros.
Después de estar una media hora tonteando en la tienda de Sortilegios Weasley, la familia Potter, Weasley y Nymphadora Tonks se reunieron para irse de nuevo al cuartel.
—¿En dónde estaban? —preguntó Heaven mirando a sus hermanos, una vez estando en el automóvil.
—Creo que vimos a Malfoy en algo sospechoso —murmuró Hazel. Harry asintió efusivamente.
—Creemos que es uno de ellos —aclaró Harry.
***
27/09/20—subido
06/03/21–editado
02/08/23 —capítulo editado
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