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christmas special

SPOILER ALERT
Aviso que hay algunos muchos spoilers sobre el final, si aún no lo leen no lean esto a menos que amen los spoilers ❗❗❗



Una mañana de noche buena blanca, muy blanca, amaneció en la casa de los Diggory. Aproximadamente a las ocho de la mañana se escuchaban ruidos desde la cocina, movían cajas de un lado a otro y se escuchaban claramente como caían las cosas al suelo. Cedric se levantó de la cama, ya bastante confundido por la ausencia de su esposa embarazada de nueve meses.

—¿Hazel?— pregunta a la nada, mientras baja los escalones con mucho cuidado. Lleva el cabello hecho un desastre y muchas ojeras por los múltiples antojos de su mujer los últimos meses —¿Hazel, estás ahí?

—¡Estoy aquí!— exclama la mencionada.

Cedric se dirige hasta la sala, sin embargo, tiene que parpadear mucho para acostumbrarse a la fuerte luz de focos navideños que hay en cada decoración.

—¿Que estás haciendo?— se preocupa en cuanto mira a la chica tratar de tomar una de las cajas que debe pesar el doble que él. Corre de inmediato y toma la caja.

—Es que amo la navidad— dice ella con emoción, tiene sus mejillas sonrojadas y una gran barriga que los separa —Ced, sé que dijimos que no festejaremos navidad por el bebé y... por todo lo que pasó, navidad está lleno de recuerdos para mí pero— forma una línea en sus labios —No quiero que nuestro hijo crezca sin conocer el sentimiento que transmite la navidad y año nuevo.

Cedric la miro directo a los ojos azules, definitivamente no podía enojarse con ella.

—¿Por qué el cambio de decisión?— pregunto con interés.

—Es que soñé con el baile de navidad del quinto año, cuando te volviste campeón del trofeo de los tres magos y recordé lo bien que se sintió esa navidad contigo— sonrió —Quiero que nuestro hijo sepa lo que es, que tenga miles de regalos y que sienta el amor que te dio tu familia en navidad, dime qué no recibías dos regalos en esa navidad.

Pensó —Bueno, eran cinco si cuentas a todas mis tías.

Hazel rió —¿Lo ves? Además ¡Amo navidad! No podría prohibirle eso al bebé— se tomó de la barriga, estaba enorme, un buen tamaño para alguien que tiene nueve meses, según los libros que había consultado.

Miro como Cedric cambiaba de expresión confusa a una totalmente orgulloso, lo que le hizo sonreír y sentirse igual de si misma.

—De acuerdo, pero déjame cargar las cosas pesadas— señalo la caja en sus manos —No queremos que el bebé nazca mientras ponemos el árbol de navidad.

Hazel tomo una gran bocanada de aire —¡Iré por él!

Cedric rió un poco para sus adentros, mientras Hazel caminaba con una sonrisa en sus labios hasta la bodega fuera de casa, no está muy lejos, ni tampoco corre algún peligro con todo el mundo mágico arreglado después de todo.

Hazel camino hasta la bodega y arrastró con ella el árbol verde, un poco pesado y totalmente pelón hasta el patio trasero de la casa donde vivían, entonces lo coloco en una esquina de la sala y Cedric se encargo del resto, mientras ella colocaba las botas en la chimenea. En frente de todos los gigantes sofás había una chimenea apagada, decorada con fotografías que ambos chicos guardaban con el paso del tiempo. Había una de Cedric en su graduación y sus padres, un recorte de periódico donde se anunciaba a él como miembro del torneo de los tres magos y otra en la que estaba más pequeño, casi un bebé.

Del lado de Hazel, había una de sus padres juntos, otra con Neville el día que se graduó como maestro de Herbologia en el colegio de Hogwarts, a lado se encontraban dos fotografías más; Hazel y Neville en la boda del chico y una de Emma que casualmente encontraron mientras limpiaban la casa en la que vivía antes de volver a Londres. Fue extraño y doloroso para ambos hermanos encontrar eso ahí y más todos los regalos que ellos le enviaron por el día de la mamá, los cuales recibió y conservo hasta que se mudó y dejo la mitad de sus cosas ahí.

—¿Esto se ve bien así?— inquiere Cedric, bajando con cuidado los escalones.

Hazel tardo unos segundos en volverse hacia su esposo, pues se había quedado observando un buen rato la fotografía de su tía Emma.

—¿Hazel?

—¿Sí? Eh, digo— se aclaró la garganta, mirando las luces que brillaban ante sus ojos de color rojo y verde navideño —Son muy hermosas, gracias, Cielito, ¿Sabes que estaría mejor? Hacer una cena navideña hoy

El chico asintió —Creo que deberíamos avisarle al resto que haremos la cena y comprar regalos de última hora— se inclino para tomar algunos pergaminos —Tu avisa al resto de la cena y yo iré a comprar todos los regalos.

Dejo con cálido beso en la frente de Hazel, mientras ella sonreía asintiendo, ahora mismo su humor había cambiado radicalmente.

—Con cuidado— le pidió, antes de verlo salir con la capa de viaje.

Mientras Cedric se dedicaba a hacer las compras, Hazel ya había llamado e informado a todo el mundo a base de cartas sobre la cena de esa noche, sin embargo, su hermano Neville fue el primero en presentarse a la casa Diggory en preocupación por su hermana.

—Creí que no harían nada— menciona el, algo empapado por la lluvia que se empezó a presentar aquel día.

Hazel abraza a su hermano como puede —Bueno, es que cambie de idea.

Asiente —Me alegro que lo hicieras, hermana, ¿En qué ayudo?

—Estoy bien— sonrie —Aunque puedes ayudarme a poner el árbol, como antes, ¿Te acuerdas?

—Solo me acuerdo lo mucho que te preocupaba la posición de las esferas— bromea, aunque no es del todo una broma.

Si bien Hazel siempre ha sido bastante perfeccionista con un par de cosas, pero en navidad es diferente, se preocupa porque todo quede tal como su ansiedad llama, si una esfera está chueca, no puede distraerse con otra cosa que no sea verla bien, así que en esa ocasión no es la excepción.

—Creo que no usaremos muchas esferas— menciona, cuando está sobre una mini escalera debido a la gran altura del árbol verde con escarcha falsa por encima.

—¿Segura que estás bien allá arriba? No quiero que te lastimes o aún peor, des a luz y yo me desmaye— le menciona Neville.

Hazel ríe —Estaré bien, ahora mismo el pequeño está en su tercer sueño.

Frunce el ceño —¿Cómo lo sabes?

—Porque solo se mueve para cambiar de posición y seguir durmiendo, no lo entenderías, cosas de mamá— se encogió de hombros, incluso para ella decirlo así sonaba extraño, jamás se imagino que llegaría a ello.

—Por supuesto, pero, ¿Segura que estás bien?

Ella asiente, bajando con cuidado los escalones —Te pones peor que Cedric, tu tranquilo y yo nerviosa.

En ese momento, la puerta se abre de golpe, dejando ver a Milan con dos botellas y Harry entrando detrás de ella.

—¡Llegamos!— grita, deteniéndose al no ver a nadie más —¿Que paso con los otros? Dime qué no somos los primeros en llegar, ¡Harry! Te dije que si nos deteniamos por esos cupcakes no pasaba nada.

—Lo lamento, no me gusta llegar tarde a ningún lado— se defendió.

Hazel camino hasta ellos y abrazo a la rubia de inmediato.

—Vaya, veo que el pequeño Cedric crece cada vez más— le menciona, apretándola un poco —¿Cómo estás? ¿Cómo está mi pequeño ahijado?

Hazel se toma el estómago con cariño —Dormido hasta ahora, creo que se alegra de ver a sus padrinos, hola, Harry— la chica abraza con delicadeza al mencionado.

—¿Y Cedric?— inquiere el castaño.

—Fue por algunas cosas, volverá pronto.

—Espero que no sea por whisky de fuego porque traje dos botellas— menciona Milan —Aunque nunca hay suficientes.

—Y yo estoy totalmente de acuerdo— acepta Neville, recibe una mirada asesina de Hazel, lo cual le hace cambiar la expresión —De que Cedric vuelva pronto, por supuesto.

Milan ríe, llevándose a Neville con ella hasta la cocina, la cena de navidad apenas empezaba y era justo como Hazel se lo imaginaba.


Hazel ama la navidad en realidad, el efecto de las luces del árbol de navidad junto a la estrella en la cima, el olor cálido de chocolate o el sentimiento de sentirse agradecida por tener una familia más en navidad y año nuevo. Durante la mitad de su vida había pasado navidad con Neville y su abuela, lo cual se basaba en una simple cena por la noche, abrir los regalos e irse a la cama, lo cual dejaba a la chica con ganas de celebrar aún más, es un día para celebrar, no solamente basándose en lo religioso, si no que es la única oportunidad para que las familias dejen de lado los problemas y se abracen, para que digan cuánto se aman y el único día para conocer mejor a las personas.

—¿Te sientes bien?— pregunta Milan, el resto de las personas están en la cocina esperando a la cena, mientras Hazel se dedico a mirar el árbol que parpadeaba el colores rojo, púrpura y blanco.

Hazel asintió —Sí, veía como parpadeaba el árbol— mintió.

—Es muy bonito e interesante, pero tú  no te ves muy bien, no me mal entiendas— acertó la rubia —¿Es mi ahijado o ahijada? Dime qué no te está pateando.

Rió —No, está todo bien, gracias— se mantiene de brazos cruzados —¿Que hay de ti? ¿Todo en orden?

Han pasado algunos meses sin verse, Hazel se había tomado un descanso de su trabajo como Aurora en el Ministerio de Magia debido a que el embarazo ha avanzado mucho, mientras Cedric trabajaba día y noche, Milan ha estado ocupada al igual, yendo y viniendo, cuidando de su hermano Teddy y de Harry.

Milan se encogió de hombros —Meh, todo igual, Teddy crece muy rápido y Harry se asusta siempre cuando hace una travesura, creo que eso lo saco de nosotros.

Hazel le da una sonrisa —Me alegro escuchar eso, todo fue tan extraño antes.

La rubia sacudió la cabeza, tratando de sacarse esos recuerdos de la cabeza, por lo que optó en cambiar de tema.

—Me gusta este árbol, ¿Que le hicieron? El del año pasado tenía algo... raro.

—Yo lo decore— Hazel se encogió de hombros —El pasado Cedric lo decoro.

Milan alza ambas cejas —Eso tiene sentido.

—Algo que la magia no pueda reparar, ¿Ves eso?— señala Hazel con el dedo a los santa Claus que flotan por las paredes y rodean todas las esquinas de la casa, justo en ese momento pasaba delante de ambas —Es un viejo truco que la abuela me enseñó, es muy práctico.

Milan miro con atención —¿Flotan? ¿Cómo haces para que floten toda la noche? Los míos solo duran unas horas.

—Repite el hechizo tres veces y se multiplica.

La chica hace una nota mental, observando con atención los renos que corrían para arrastrar el trineo con el gordo santa vestido de rojo y blanco.

—Au— susurra Hazel.

—Sí, creí que chocaría contra la chimenea también— se burla Milan, sin despegar la mirada.

—Milan— llamo Hazel.

—¿Crees que le puedas cambiar el color de la ropa? No lo sé, quedarías genial si en lugar de rojo, llevará algún color oscuro como... ¡Ay, por todo Merlin! ¿Eso es...?

Hazel respiro una y otra vez, tratando de recordar las prácticas de respiración.

—Sí... es la fuente— acierta Hazel —Se me rompió, ve a buscar ayuda.

—No te puedo dejar aquí— le dice con preocupación, tomándola por ambos brazos.

—Estare bien— soltó a duras penas —¡Ve, ve!

Milan tuvo que obedecer, mientras Hazel se sentaba sobre el sofá más cercano y se tomaba la enorme barriga, escucho como Milan gritaba a todo el que quisiera escucharla que ¡El bebé ya viene, el de Hazel, digo, ayuda, está en la sala, necesita un doctor, mi ahijado va a nacer en navidad!

Y todos los presentes salieron disparados de la cocina, Cedric fue el primero en llegar por su chica, tomando sus mejillas para asegurarse de que estaba bien ella, antes que la situación o más bien dicho «el bebé».

—¿Cómo te sientes?— le pregunta, mirando su reloj de bolsillo —¿Hace cuanto fue la primera contracción?

Hazel infló sus mejillas —Hace como dos segundos.

—¿Has sentido otra contracción?

La chica negó —No.

—Hay que ir al hospital ahora— dice Cedric al resto —Estamos a tiempo.

—Yo iré por el auto— anuncia Neville, corriendo hacia afuera con las llaves de su auto.

—De acuerdo, gracias.

—Tu padre y yo les llevaremos sábanas y lo que necesiten— dijo la señora Diggory.

—Sí, yo me quedo a comer— informa Milan —Digo, a cuidar la casa.

—Cuidaremos aquí— apoya Harry.

—Espera, pero es mi ahijado, tengo que ir— le dice Milan —Es nuestro ahijado, debemos estar ahí, vamos, Hazel.

Milan ayudo a Cedric a tomar a la chica de un brazo cada uno, mientras Hannah Abbott también presente, propuso quedarse en casa para cuidar junto a su suegra, mientras Neville llevaba a la chica.

Harry les abrió paso a Hazel, Cedric y a Milan hasta el auto de Neville, mientras la chica contaba el tiempo entre sus contracciones, cada vez eran más y más frecuentes.

Cuando llegaron a San Mungo se hizo todo un show, Milan y Harry anunciaban al resto que necesitaban ayuda con una embarazada y por ende, las miradas se les echaron encima.

—¡Ayuda, ayuda!— Milan alzó ambos brazos, meneandose de un lado a otro.

Después, Hazel fue llevada hasta una sala completamente blanca y sola, donde enfermeras la atendieron de un lado a otro, la chica lo único que podía hacer era sudar y mirar al techo.

—Quiero a mi esposo aquí— pidió la chica, el maquillaje lo tenía corrido debido al sudor y el sentimiento de tristeza la inundó al sentirse tan sola.

Ella siempre había imaginado que en el parto de su primer hijo estaría acompañada por Cedric, no sola como en ese instante.

—¿Pueden llamarlo, por favor?— pidió una vez más —A mi hermano, Neville Longbottom o a Milan Lupin, por favor, es imporante para mí.

La enfermera la miro con lástima, asintiendo con la cabeza.

—Solo se le permite un acompañante— le dijo.

—A mi esposo, entonces, por favor.

La enfermera asintió y salió de la sala cuando a Hazel le dio una contracción más. Se sostuvo con una mano el vientre y con la otra al tubo de la camilla, cerro los ojos y espero a que pasará, respirando lento y profundo, tal como había practicado.

La puerta fue abierta luego de unos minutos y Cedric hizo acto de presencia, tenía un traje azul de enfermero y medio rostro cubierto, sin embargo, cuando se la apartó un poco, Hazel sonrió con alivio.

—¿Cómo te sientes? ¿Está todo en orden?— pregunto, mientras aceleraba sus pasos hacia ella —¿Ya te dieron alguna noticia?

Hazel sostuvo su mano con fuerza, uniendo su frente con la suya un segundo antes de asentir.

—Me dijeron que esperara unos momentos más, es doloroso pero ya me dieron algo para eso— respondió la chica.

Cedric asintió —Me quedaré aquí contigo, cada segundo.

—Gracias, ¿Cómo están todos afuera?

—Bueno, Milan salió, dijo que olvidó algo en casa y Harry se ha quedado con Neville afuera, están igual de preocupados, pero les dije que todo iría bien.

—Gracias— susurra Hazel, sin despegar su agarre del chico.

Unos momentos más tarde, cuando todo está listo, lo único que Hazel pudo pensar fue en dos cosas: dolor, mucho dolor y paz, cuando todo paso, cuando sostuvo a su bebé por primera vez entre sus brazos se sintió lo más tranquila que jamás haya estado.

Milan, Harry, Neville y todos los demás a los que se les había anunciado el nacimiento del pequeño nuevo Frank Diggory se adentraron a la sala donde Hazel terminaba de descansar esos últimos días.

—¡Es un niño!— grito Milan, entrando con globos y regalos que dejo sobre la mesa junto al sofá, donde Cedric se quedaría esa noche para cuidar de su hijo.

Neville corrió hasta su hermana para envolverla en un abrazo.

—¿Cómo te sientes?— le pregunto.

Hazel asintió —Estoy mucho mejor.

Y solo así se dio la oportunidad de mirar a su nuevo sobrino. Todos estaban totalmente encantados con el menor de los Diggory, tenía un cabello castaño como el de su padre y unos ojos azules como los de su madre, estaba rechoncho, tenía unas mejillas de ardilla como las de la familia Longbottom.

—¿Cómo le han puesto?— inquiere la señora Diggory.

—Frank— Hazel tomo la mano de su hermano —Como nuestro padre.

Cedric, quién sostenía al bebé, fue exhibiendo a la criatura persona por persona, no se podía despegar ni un segundo de él.

—Es tan lindo— halago Milan —Y queda con el regalo que le compramos Harry y yo.

Aquello pareció una señal para Harry, ya que saco una pequeña caja y se la entrego a Hazel.

—Queriamos que el primer regalo que obtuviera fuera de nosotros— le contó Harry.

—Y como tenemos muchas ideas...— añadió Milan con cierta ironía.

Hazel abrió el paquete y miro un collar de oro con un pin de lobo, era pequeño, como una cría de lobo.

—Es perfecto— Hazel sonrió, abrazando a ambos chicos.

Cedric se acercó para admirar el collar, sonriendo de lado a lado.

—Gracias, chicos, creo que hicimos bien en elegirlos— menciono.

—¿Crees?— cuestionó Milan —Seremos los mejores padrinos del mundo, ¿Verdad, Harry?— se recargo sobre el hombro del chico —Es más, creo que ya lo somos.

Harry asintió —Desde antes de que naciera, por supuesto.

Los presentes rieron y así fue por un buen rato, hasta que llegó media noche y todos se desearon feliz navidad, abrieron regalos, etc. Finalmente, luego de pasar un buen momento en familia, solo quedaron Cedric, Hazel y su nuevo bebé.

Al cerrar la puerta con el último invitado, Cedric bailaba con el bebé en brazos, susurrandole una canción de cuna que hizo reír a la chica.

—¿Que es eso que haces?— le pregunto desde la camilla.

—Lo estoy arrullando, aunque creo que se va a marear si sigo— bromeo, caminando hasta la cuna y dejando al bebé ahí.

—Es muy hermoso, ¿No lo crees?— pregunto Hazel, mientras lo admiraba desde su lugar.

Cedric se sentó junto a ella en la camilla, rodeando con los brazos a su esposa y dejando un cálido beso sobre su cabello.

—Se parece a ti— le dijo Cedric —Solo que en bebé.

Hazel rió, no había podido dejar de hacerlo desde que llegaron todos.

Cedric suspiró profundamente —Seremos buenos padres.

La chica asintió —Sí, está es la mejor navidad que he tenido en toda mi vida.

—También la mía— acertó —Ahora descansa, no te preocupes por el bebé por la ahora, solo recupera tus fuerzas— le beso la mejilla —Buenas noches, mamá.

Hazel sonrió, cerrando los ojos un segundos —Buenas noches.

Durante la siguiente semana lo único en lo que Hazel podía pensar era en volver a casa, así que ahí estaba ella, yendo en silla de ruedas hasta casa en una tarde fría luego de una larga recuperación. Se había perdido de celebrar el año nuevo y navidad, lo cual la tenía algo desanimada ya que no planeaba pasarlo en el hospital, sin embargo, lo que trajo con ello le alegro un poco más el corazón.

El bebé se había adaptado a ella de una manera muy loca, le sostenía el dedo siempre y era la única que podía calmarlo con susurros.

—Les tengo una sorpresa a ambos— menciona Cedric, antes de entrar a la casa.

Hazel entrecerró los ojos —Dime que no es otra de tus explosivas ideas.

Él niega —Bueno, no fue mi idea exactamente, así que.

Entre la duda, Cedric abre la puerta y lo único que Hazel ve es el confeti, un letrero con las palabras "bienvenido a tu nueva familia, lobito dos" escrito en pintura de esquina a esquina. Milan salto con el confeti y todos sus amigos estaban ahí: Neville, Harry, incluso Hermione, George Weasley y Ron.

—¿De qué me perdí?— grito la chica debido al ruido.

—Es su fiesta de bienvenida y celebraremos navidad, año nuevo y su bienvenida también— menciona George —Hola, Hazel.

La chica le dio medio abrazo —Que sorpresa, no tenían que...

—Cedric dijo que dirías eso y si, si tenemos— contradijo Milan —Yo cuidare de mi ahijado y tú diviértete hoy con nosotros.

Hazel miro a Cedric y él asintió —Hice pastel— le dijo el chico.

Ella rió, entregando su bebé a Milan, dejando su preocupación que le invadió de pronto de lado y celebrando junto a sus amigos como había querido desde un inicio. Los arreglos de navidad no desaparecieron hasta días después de aquella celebración y Hazel jamás olvidó nada de ello, incluso mientras veía las fotografías que tomaron de ese día.

—Milan estaba tan ebria en esa foto— señala Hazel, riendo luego de un rato al ver a su amiga con una botella en su cabeza y haciendo una mueca rara.

Cedric se sentó junto a ella con el bebé en brazos —Sí, creo que sigue dormida en el sofá.

—No, la saque hace unas horas— bromeo la chica —Harry se la llevó a casa, tendrá una resaca horrible.

Ambos rieron, entre la pequeña felicidad después de la guerra, todo —o al menos la mitad de ello— había salido como ellos quisieron. Perfecto, cálido y feliz.


























Izzie notes: hola otra vez 😌
Espero les haya gustado este pequeño especial, quise hacerlo porque extraño mucho a esta pareja y al fic, por supuesto, recuerden votar y comentar, me gustaría saber su opinión y si son lectores nuevos pues bienvenidos sean, pasen una linda navidad y año nuevo 🫶🏻🤍🎉

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