chapter three. the triwizard cup
𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍
꒰ ۫₊˚ɞ capítulo 3 .˚ׅ🦋 ຊ ҂
❝ the triwizard cup ❞
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TERMINE DE QUITAR LA VENDA que se encontraba por sobre mi mano, sintiendo más ligero mi brazo y mano.
—¿Cómo se siente?— Neville inquirió intentado terminar de limpiar la sangre sobre su nariz.
Deje de hacer lo mío y me pare para ayudarle con su nariz, este se negó tratando de alejarme así que manotee hasta cansarme.
—Déjame hacer mi labor de hermana mayor— pedí cruzandome de brazos.
El negó —Ya lo hiciste una vez y terminaste aqui en la enfermería.
—Porque te protejo, sabes que soy sobre-protectora contigo.
—No quería que te pelearas, Hazel, la abuela va a matarte cuando se entere.
Encogí mis hombros —No me importa, lo que si me importa eres tu, Nev, fuera de la abuela solo nos tenemos tu y yo y lo sabes... nuestros padres...-
Desvío la mirada —No quiero hablar de eso, Hazel.
A Neville jamás le gustaba hablar de nuestros pares conmigo, creo que, en parte era porque yo me echaba a llorar y él tenia que verme y eso era lo que menos le agradaba en este mundo.
—Tendrás que hacerlo algún día— recordé —Al menos conmigo.
Cerró los ojos dejando salir un par de lágrimas así que, me senté sobre el camastro y baje la mirada.
—Eras muy pequeño— recordé —Y muy regordete.
—Y tú eras castaña y me dabas miedo.
Rei ligeramente al limpiar mi rostro —Nev, lo que hice hoy... lo hice por ti y... porque no quiero que sufras más, te hice una promesa cuando nos quedamos solos y la mantendré en pie.
—También quiero protegerte— admitió y asentí.
—Y lo haces, pero, si puedo dar mi vida o mi dolor por el tuyo lo haré y no podrás evitarlo porque aunque me encierres en la torre más alta aún así lo hare— sentencie.
—Desearía que fuera al revés.
Negué —Pero no lo es así que acéptalo ya o te obligare a hacerlo.
Se levantó soltando un suspiro, me entregó el algodón y comencé a limpiar su nariz sangrante.
—Eres una buena hermana— soltó y sonreí.
—Lo se.
FINALMENTE Y GRACIAS a Merlín, Dumbledore no me expulsaria pero si estaría castigada estos días ayudando a a Filch a limpiar los trofeos o salones, lo cual no sabía si era peor o mejor que ser expulsada en mi primera semana.
—¿Y bien? ¿Cómo fue todo?— Cho se coloco junto a mi.
—¿Te van a expulsar? ¿Quieres que te ayude con tus cosas?— Eugene atacó desde el otro lado.
Negué a ambos —No van a expulsarme pero me han castigado y mi abuela ya se entero y me dijo que también estaba castigada así que...-
—Espera, ¿Te han castigado?— el chico frunció su ceño.
Asentí levemente —No puede ser.
Mire a la pelinegra con preocupación —¿Qué?
—Si estas castigada no podrás asistir a las pruebas del campeonato— informó Eugene y me detuve.
—¿Qué?
Ambos asintieron —Pero te traeremos dulces que vendan los gemelos, todo lo que pidas.
Negué —No puedo faltar.
—¿Por qué?— Cho se preguntó.
Si les decía el por qué el pasillo explotaría en gritos.
—Porque... yo no... no p...-
Ambos miraron detrás de mi, haciéndome girar hasta mirar al castaño.
—Hola, Cedric— salude con una sonrisa.
Merlin, verlo por segunda vez nunca era suficiente para que mis nervios no se pusieran como locos.
Era esa extraña sensación de cuando alguien te intimida pero te sientes... raro cuando esta cerca.
—Ya sabemos el por qué— escuché el murmuro de Eugene hacia Cho.
Les mire mal a ambos, mientras el castaño tomaba del brazo a Cho y se la llevaba de regreso.
—Escuche lo que paso— admitió —Y, no pueden expulsarte por una pelea si no hubo daños mayores.
Asentí —Gracias por preocuparte pero no van a expulsarne— sonreí —Dumbledore fue muy tranquilo y muy amable conmigo.
—Oh— frunció su ceño —Y yo que tenia preparado un discurso.
Reí —No voy a ir a Azkaban, tranquilo.
Sonrió levemente —Uh, ¿Quieres que te acompañe al Gran Comedor?
Asentí rápidamente —Claro, me... gustaría.
Ambos comenzamos a caminar por el pasillo, llevándonos algunas miradas de nuestros compañeros, mire a Cedric pero a él parecía no importarle que lo mirasen tanto y menos de la forma en la que todos lo hacían.
—Me agradas— admiti sonriendo.
Él me observo y sonrió de lado —También me agradas.
Abrió la puerta del comedor y me dejó pasar a mi primero, mire a mi alrededor cuando la mayoría se callaron.
En especial los Slytherin, quienes me lanzaban miradas de odio y otros de orgullo, entre ellos incluido Draco Malfoy, no lo entendía, a lo que Neville y Cho decían era muy desagradable y más cuando se trataba sobre los Slytherin, casa de la cual se siente muy orgulloso de pertenecer.
—Lo se, algunos están felices de que le callaras la boca a Cristal— mencionó Cedric.
No tenía no la menor idea del nombre de la chica hasta ahora, —No me imagino como se debe de sentir.
Me miró —No te preocupes, ella quedó peor.
Negué adelantándome hasta las sillas donde la mayoría de los Ravenclaw se encontraban sentados.
—Suerte— le dije mirándolo al darme vuelta y caminar de reversa.
—Gracias.
—Siéntense, por favor— el profesor Dumbledore pidió y todos obedecimos.
Me senté junto a Cho y Eugene, acomodando mi falda en el proceso
—Llegó el momento que todos esperábamos, los campeones serán elegidos.
Fue cuestión de un pequeño hechizo por parte de Dumbledore para que la luz se bajara lentamente.
Todos se mantenían en silencio, todo el mundo estaba tan concentrado en los movimientos del profesor, debía admitir que incluso yo lo estaba.
Los de la escuela Durmstrang también lo estaban y lo sabía porque se encontraban a nuestros alrededores.
Él saco el pedazo de pergamino, leyéndolo con mucho cuidado.
—¡Él campeón de Durmstrang es Viktor Krum!— anunció y todos aplaudieron.
Ellos festejaron muy alegres mientras el mencionado avanzaba entre todos ellos.
—Tenían razón, Krum si tiene un trasero grande— Eugene mencionó.
Reí cubriendo mi rostro mientras Cho reía al igual, solo que ella se cubría conmigo.
El cáliz se coloco rosa esta vez, sacando el siguiente pergamino de color azul.
—¡La campeona de Beauxbatons es Fleur Delacour!
La mencionada salió con una sonrisa para saludar al profesor Dumbledore y entonces, el momento más esperado había llegado.
Dumbledore saco el siguiente pergamino y mis nervios se pusieron de punta.
—¡El campeón de Hogwarts es Cedric Diggory!
Eugene grito con euforia mientras aplaudía en mi oído, forme una mueca mientras me reía por su emoción.
Se veía que Cedric y él eran muy buenos amigos.
—Casi me dejas sorda— le empuje.
Él río cuando Cedric se acercaba hasta aquí, se puso de pie y le felicito con un abrazo y una sonrisa.
Él le agradeció miles de veces, les sonreí sorprendiéndome cuando Cedric se acercó hasta mi y me envolvió en un beso en la mejilla y un abrazo.
Al separarnos, Cho le felicito al igual con una sonrisa y ella me miró tan asombrada por su reaccion como yo.
—¿Qué fue eso?— susurro y encogí mis hombros.
—Alguien ya tiene un flechazo— mencionó eugene.
Negué —Solo... nos conocemos.
Ella rodó los ojos —Ya, por eso a ti te saludo de beso y abrazo y a nosotros los pobres solo nos abrazo.
Entrecerre los ojos cuando Dumbledore comenzó a hablar de nuevo.
—¡Excelente! Ya tenemos a nuestros tres campeones, pero, al final, solo uno pasará a la historia, sólo uno levantara este cáliz de campeones... esta vasija de la victoria ¡La Copa de los tres magos!
Todos gritaron eufóricos, la emoción no se podía medir en estos momentos, lo cual sólo me hizo aplaudir aún más alto.
Pero, no todo era brillo y felicidad, al menos no lo fue cuando el cáliz se encendió otra vez, dando a entender que había otro jugador más.
—¿Qué Merlín es eso?— mascullo Eugene, igual de confundido que yo.
Esta era de un color rosa, igual que Beauxbatons, un gran pergamino salió y aterrizó en las manos del director.
Este leyo: —Harry potter.
Tanto Cho como Eugene me miraron a mi, no entendía por qué.
—¿Le has ayudado a Harry también?— Eugene se apresuró a preguntar.
Negué —¡No!
—¿A que se refiere?— Cho preguntó también.
—¡Harry Potter!— exclamó Dumbledore, asustandonos a todos.
Busque a Harry con la mirada, hasta encontrarlo con Hermione, Ron, Neville y Milan, quien lo empujaba para que avanzara junto a Hermione.
Todos miramos expectantes a Harry, nadie se entendía que hacia su nombre ahí.
—¡Ni siquiera tiene diecisiete años!— exclamó Eugene en un susurro para nada discreto.
Harry camino del pasillo hasta la otra sala donde tenían a todos los jugadores, el pobre se miraba igual de confundido que todos y se entendía, si fuese él ya me hubiera quedado pelona.
EUGENE CAMINO DE UN lado a otro por la sala común.
—Apuesto a que uso tus apuntes— ideó mientras seguía caminando.
Negué sin dejar de comer más grageas —Mis apuntes estuvieron todo el día aquí, nadie más puede entrar a la sala común sin resolver el acertijo.
Cho asintio de acuerdo —Solo... deja de tratar de culpar a Harry por algo que quizá no hizo.
Suspiro dejando caer su cabeza sobre la mesa de madera —Debería juntarme más con harry.
Golpee sus cabeza con la pluma —Deberías terminar tus deberes.
Soltó un quejido y fingió quedarse dormido, estando en silencio, el único ruido que existía eran las hojas rasposas de los libros viejos que otros Ravenclaw's leían.
—Deberia comer un pastel de frambuesas— opino Cho de la misma manera.
—¡No antojes!— exclamó Eugene mientras cubría sus oídos.
Ofrecí de la caja —¿Grageas?
Él asintió levantándose, mastico la grageo y luego formó una mueca de asco.
—¡Hazel, me diste la de moco!— exclamó escupiendo sobre el basurero pequeño.
Reí ligeramente —Lo se.
ME ENCONTRABA COMIENDO mi desayuno muy tranquilamente al ser uno de los principales estudiantes en despertar y salir a comer, tenía esa loca costumbre y el sueño muy ligero así que los ronquidos de Cho no me ayudaron a dormir para nada.
Mastique el cereal mientras Cedric se sentaba frente a mi con su cabello totalmente despeinado y una mueca de sufrimiento.
Casi se me sale la leche por la nariz cuando lo vi.
—¿Te encuentras bien?— inquirí.
Él nego —Conocí a Rita Skeeter.
Reí ligeramente —¿Conociste a Rita Sketeer es solo por eso?
Asintio —No es tan lindo como lo piensas, es muy agresiva y... no lo se, tiene algo en su vibra.
Frunci los labios —Su vibra... ¿Qué vibra te doy?— entrecerre mis ojos —¿Vibra rara? Porque definitivamente lo soy.
Negó frunciendo los labios de la misma manera que yo, solo que se veía más gracioso.
—No exactamente, es algo más como una vibra mandona y agresiva—sonrió con burla.
Le lance un pedazo de cereal mientras reía a carcajadas —Tu me das vibra a presumido.
—Tu empezaste— culpo tomando una tostada con mermelada —Lo peor de todo es que me siento incomodo y es una periodista que estará literalmente pegada a nosotros.
—Porque eres el campeón de Hogwarts y todos te aman— dije con obvedad —Si fuera tu estaría pegando mi cara en todos lados.
Rió —¿Crees que... sea tan malo cómo lo dicen todos?
Note algo de seriedad en su tono de voz, ahora ya no bromeabamos, el realmente tenía miedo sobre todo esto.
—¿Por qué dudas?— inquirí en un tono bajito.
Negó con inseguridad —Solo... no quiero decepcionar a nadie.
Le mire con preocupación, así que, hice lo único que se me ocurrió, tomé su mano sobre la mesa.
—No vas a decepcionar a nadie, estoy segura— sonreí —Y no le hagas caso a los otros, Harry y tu podrán hacer que la escuela se enorgullezca.
Suspiro mirando mi agarre unos segundos para después sonreírme y respirar con más tranquilidad y seguridad en su mirada.
—¡Cho no deja de roncar!— Eugene se acercó a nosotros mientras alejabamos nuestras manos.
Le mire —¿Qué?
—Ya, Hazel, ¿Cómo le haces para dormir con tremendo dinosaurio a lado?
Frunci mi ceño —¿Cómo es que la escuchas? Literalmente nuestra habitación está más lejos.
Sirvió jugo de calabaza —Cómo no hacerlo.
Cedric rió llevándose una mirada de su amigo —Te ves terrible.
Eugene le miro —Vine a comer no a que me admiren.
—Tranquilo— pedí al verlo de malhumor.
—Además, no deberías admirarme enfrente de tu novia— me señaló.
No pude evitarlo pero la leche fue a mi nariz, tanto que tuve que cubrirme con la servilleta.
—Entendido— murmuro Cedric con las mejillas más rojas que nada.
No lo había negado.
—¿Que le paso a tu cabello por cierto?— comenzó a comer lo primero que encontró.
Me miro —Larga historia.
Pero Eugene nos miró a ambos —¿Interrumpí algo? Porque si fue así hay un montón de espacio en esa orilla para comer.
Ambos negamos —Nada.
—Si, no interrumpiste nada— apoye sonriendo —Y tú tienes que terminar de comer antes de que vayamos a pociones si quieres terminar tu tarea.
Cho llegó muy alegre, sentándose a mi lado se sirvió un coctel de frutas y comenzó a comer mientras los tres la mirábamos.
Ella dejo de comer —¿Qué? ¿Tengo un moco o que?
—Te voy a echar de la habitación si sigues roncando por las noches— advertí.
Me miró confundida —Yo no ronco.
Eugene negó —Si que lo haces, pareces el tren de la estación.
Cedric solo pudo reír internamente, le mire con una sonrisa y apoye a mi amigo.
—Es verdad, ni mi abuela ronca así.
Eugene se atragando con el jugo, haciéndome mirarle asqueada y con una sonrisa de oreja a oreja mientras corría despavorido.
—Ire a la enfermería y buscaré a Pomfrey— informó y pude ver jugo salir de su nariz.
—¿Va a estar bien?— Cho murmuro.
Asentí —Esperemos que si, esa es mi venganza.
Choque los cinco con el castaño frente a mi.
—Oh, ya me toca la entrevista a mi— murmuró el castaño luego de mirar a la puerta.
Mire lo mismo que él, se trataba de la mismísima Rita buscando entre todo el comedor hasta encontrar a Cedric y sonreír coqueta.
Forme una mueca rápidamente y mire al castaño, quien se giró a mi con preocupación.
—Déjame ayudarte— pedí y me levante para acomodar su cabello y corbata.
Palmee su uniforme que se encontraba lleno de polvo y me asegure de que su cabello se encontrara en buen estado.
—Ya esta—sonreí.
El asintió —Gracias, Hazel.
—Suerte.
Y se marchó antes de que Rita se acercara, le mire irse y sonreí tal y como una boba.
—Wow— Cho sonrió —Tienes baba en toda tu cara.
Mi sonrisa se borro —¿Tu también?
Ella rió cuando me senté junto a ella, seguí comiendo mi cereal mientras la miraba.
—Solo somos amigos— insisti —Algo así como mejores amigos, no entiendo porque el drama, yo no te digo cosas con Eugene.
—Porque sabes que Eugene no es quien me gusta— dijo con obviedad.
—Y tu sabes que no me... que no me gusta Cedric— susurre muy bajito —Así que... solo paren.
—Cómo digas— rodó los ojos.
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