𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍
꒰ ۫₊˚ɞ capítulo 5 .˚ׅ🦋 ຊ ҂
❝ this is how feels to love ❞

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ME ENCONTRABA ALIMENTANDO a mi planta carnívora con un gotero de agua, para que así no se muriera de sed.

Este había sido un regalo de Neville, lo cual apreciaba más que nunca, llevaba con ella aproximadamente dos años y era un buen récord.

—Cedric... Cedric.... ¡No hay Cedric por aquí!— exclamó Eugene mirándo el articulo de El Profeta —¡Se han olvidado de Cedric!

Le miré frunciendo el ceño —¿Qué has dicho?

Me mostró el articulo, dándome cuenta que el articulo se trataba solo de Harry, con los nombres de Fleur y Viktor mal escritos y... bueno, Eugene tenía razón, no había nada sobre Cedric en el artículo.

—¿¡Por qué se han olvidado de él!?— exclamó con indignación.

Entonces Cho se levantó de su asiento al mirar a Harry pasar por el pasillo, mirando a todos con impaciencia y echando humo por las orejas.

Ella recogió la pluma cuando Harry se giró gritando y echando un montón de cosas.

Eugene se levantó casi de inmediato al verlo tan alterado.

—Lo siento, Cho— escuchamos a Harry decirle —He tenido dos semanas difíciles, bueno, todo el año en realidad.

—Por Merlín, le diré a Potter que se relajé— informó dejándose caer junto a mi y negué.

—Creo que decirle que se relajé no le ayudará a relajarse— admití quitando la mano cuando la planta intentó morderme —Es difícil ser el centro de atención.

—En fin, ¿Cedric, dónde estas?— gritó por todo el pasillo.

Sin importarle que nos lleváramos miradas de algunos que pasaban por el pasillo mismo, al girarme; me di cuenta que Cedric recién llegaba al escuchar su nombre.

—Aquí— levantó su mano.

Eugene le miró rápidamente —¡Tienes que ver esto, Cedric!

Antes de que se acercara me saludó, el cual correspondi con un ademán, sonreí cuando se le quedó viendo a la planta.

—¿Por qué no sale mi nombre?— se preguntó con un aire de decepción.

—¡Es lo mismo que digo!

Me crucé de piernas y me senté sobre la ventana junto a Eugene, dejándolo en medio de ambos.

—Creo que es por Harry— solté.

—¿Harry qué?— Cho preguntó al regresar —Hola, Cedric.

—¡Basta, paren todo! Ahora mismo me quejó con esa tal Rita Skeeter— Eugene se levantó.

Le tome del brazo, llamando la atención de Cedric ante mi acción —¡Basta!

—¡Nada de basta!— imitó con voz chillona.

—Yo no habló así— fruncí mi ceño.

—Si lo haces— se zafó de mi agarré —Además, ese no es el tema.

—Ve a quejarte con Rita y veras que te mandan por un tubo— dijo Cho y los tres reimos, menos él.

—¿No te sientes mal porque no sale tu nombre?— inquirí a Cedric cuando Eugene se volvió a sentar en medio.

Negó un poco —Creo que no.

—¿¡Crees?!

Tome de su brazo otra vez —¡Controlate! Solo es un periódico.

—Si, el periódico más famoso del mundo mágico, nada más— rodó los ojos —Pero me van a escuchar.

—Ya, el que debería estar enojado soy yo— dijo Ced con obviedad —Tranquilo.

—¿No estás una pizca de enojado?— cuestionó con incredulidad.

La verdad es que si yo fuera Cedric si me sentiría mal al no ver mi nombre en El Profeta, siendo que también era jugador del campeonato aparte de Harry.

Cedric volvió a negar —Tengo todo el apoyo de mis compañeros de casa, el de Slytherin, mi papá y ustedes, no necesito otra cosa.

Sonreí ligeramente, la fama no le importaba, solo lo hacía enorgullecer a sus padres y a la escuela.

—¡Au, Hazel, tu cosa me mordió!— Eugene exclamó al sacarme de mi transe.

Le miré indignada —No se llama cosa, se llama Lonnie.

—¿Por qué le pusiste Lonnie?— inquirió Cedric.

Encogí mis hombros —No lo se, quería algo con L.

Con sigilo, Eugene acercó su mano para tocar a Lonnie, la cual le lanzó una mordida nuevamente que alcanzo a evitar, haciéndolo quejarse.

—Esa cosa me va a comer— tomó su dedo.

—Lonnie— corregí —Y ten respeto, Lonnie tiene mejor vida que tu.

Rodó los ojos y soltó un bufido mientras se quitaba la túnica.

—Ire por mis galeones para ir a Hogsmeade— informó —¿Hazel, te han dado permiso?

Le miré inflando mis mejillas, —Bueno...-

—¿Si pediste permiso?

Asentí —¡Por supuesto! Si iré.

—Ya, de todas maneras te obligaría a venir— Cho dijo desde el otro extremo.

Le sonreí regresando la mirada a Lonnie, la cual chillaba por más agua.

—Me da miedo Lonnie— aclaró Eugene antes de salir huyendo.

—Y ella te tiene miedo a ti, piensa que tu eres el que se la va a comer— bromeó Cedric, haciéndome reír ligeramente.

Mientras Cho intentaba ocultarlo cuando ambos comenzaron a manotear y fingir que estaban peleando.

—Parecen de primero— Cho se levantó, enredando el brazo de Eugene con el suyo —Mejor vamos a formarnos para ir a Hogsmeade antes de que nos dejen.

Me levante asintiendo —¿Irás a Hogsmeade?

Inquiri a Cedric cuando Cho y Eugene se adelantaron a propósito.

Él asintió —Quiero distraerme un rato, estoy algo nervioso por la primer prueba.

Sostuve a Lonnie —Tranquilo, lo haras bien, Eugene dice que eres muy bueno en encantamientos.

—¿Él ha dicho eso?— frunció su ceño como si no pudiera creerlo —No tanto.

Negué —De verdad, ha dicho que eres de las mejores— exagere aún más.

Río —Debió estar con el sistema lleno de cerveza de mantequilla.

—Ya— finalice la discusión con una sonrisa —¿Te parece si empezamos las prácticas hoy? El profesor Flitwick ya me ha levantado el castigo.

Asintió —Le pediré al profesor Moody su sala para esta noche, le caigo bien.

—De acuerdo.

Seguimos por el pasillo, mientras nos deteniamos cuando un chico de primero y de Slytherin le pedía a Cedric que autografiara su libro, lo cual al principio me confundió un poco pero finalmente me quedé de pie a esperarlo, mirando a Lonnie con delicadeza.

Realmente esperaba conservarla un buen tiempo.

—¿Ahora firmas autógrafos?— inquirí incrédula y en un tono burlon.

—No es tan lindo como se ve— admitió formando una mueca —Estaría bien si lo hicieran en mi tiempo libre pero ahora lo hacen cuando estoy en clases y almorzando.

—Algun día se cansarán— encogí mis hombros.

—Merlín, que eso pase pronto— cruzó ambos dedos.

ENTREGUE MIS ÚLTIMOS GALEONES para tomar la bolsa de varitas de regaliz, guardandola en mi túnica cuando me giré a los chicos.

—¿No vas a comer?— Eugene inquirió con una variedad de babosas de gelatina en su mano.

Negué —A Cedric le gustan las varitas de regaliz, quizá eso le quite los nervios por la primera prueba.

Él me observo pero no dijo nada, solo sonrió intentando ocultarlo y se encaminó junto a nosotras fuera de Honeydukes.

Traspasamos a unos cuantos alumnos más sobre la pequeña tienda que llevaban aún los botones que mencionaban APOYA A CEDRIC DIGGORY y luego se cambiaba a un POTTER APESTA.

—Creí que habían dejado de usar los estúpidos botones— mencionó Cho.

Negué —Solo algunos, Milan ha hecho lo posible por hacerlos desaparecer por el bien de la salud mental de Harry.

—Les dije que debía traer el mío— dijo eugene.

Cho le dio una mala mirada, mientras seguía caminando a su lado.

La cual él le devolvió —Hey, que apoye a mi mejor amigo que a tu novio no significa que lo odie.

—¿Quién quiere una cerveza de mantequilla?— pregunté cambiando de tema para que no empezarán a pelear otra vez —Yo sí.

—También yo— Cho añadió.

Más tarde, mientras caminábamos, otros chicos de Ravenclaw se nos acercaron también, mientras hablaban entre sí, mire de reojo a Cedric, quien estaba frente a una tienda con sus amigos.

Le saludé con un ademán, el cual devolvió antes de que yo entrará a las Tres Escobas.

—¿Todos quieren cerveza de mantequilla?— inquirió Eugene y nos acercamos a la mesa para pedir —Bien, me da cinco cervezas de mantequilla y... ¿Ustedes que quiere? Obviamente son todas para mi.

Bufé ocultando una carcajada, mientras el resto si que se reía, camine junto a Cho hasta la primera mesa con bastantes sillas que vimos.

Más tarde, Eugene llegó con un montón de tazas llenas de cerveza de mantequilla, mientras se dejaba caer junto a mi y empujandome un poco.

Miré a mi alrededor, cruzando miradas con Milan a lo lejos, le sonreí alegremente mirándola sola en la esquina de la taberna.

—¿Vieron el diario de El Profeta?— se preguntó Jackson, un chico de Ravenclaw que parecía conocer muy bien a ambos de mis amigos.

—¡No lo alientes!— pidió Cho, formando una mueca.

—¡Yo si!— Eugene golpeó la mesa.

Rodé los ojos —Aquí va de nuevo...-

—En cuanto vea a esa mujer juro que voy a...-

—Está detrás de ti— advertí antes de beber de mi vaso.

Pero no era verdad, en lugar de ello, el profesor Moody junto a Hagrid se adentraron a la taberna.

La piel del chico se puso tan extraña que no podía describirla, ni nadie.

Tomó su vaso con brusquedad y bebió de él con expresión de preocupación, haciéndonos confundir a todos los presentes.

—¿Te da miedo?— Jackson soltó.

Eugene negó —Pff ¿asustarme? ¿A mi? Claro que no, nada me asusta.

—En primer año te asustaban los cuadros porque se movían— recordó Cho.

—¡No me asusta! Además, ni que fuera a escribir algo sobre mi.

Suspire —¿De qué creen que se trate la primera prueba?

Cambié de tema y Cho me apoyó, pasamos mas de dos horas hablando solo de eso hasta que nos informaron que era hora de regresar al colegio.

En Hogsmeade en realidad no hay mucho que hacer, así que optamos por volver rápidamente y así cambiarnos para bajar a cenar.

MIRÉ EL LIBRO ENTRE MIS MANOS mientras Cedric me observaba en espera.

—Solo debes mover la varita con confianza— informé.

El plan de Cedric era usar un encantamiento de transformación para crear una distracción a lo que sea que se vayan a enfrentar. La verdad creía que era un buen plan, en caso de, debía estar preparado con cualquier otro encantamiento.

Asintió haciendo caso, le sonreí asintiendo levemente en aprobación, mantenía esa sonrisa de lado que me contagiaba cada vez que lo miraba.

—Sabes, me alegro por ti y Eugene.

Mi sonrisa se desvaneció de inmediato, —¿A qué te refieres?

Estaba totalmente perdida.

—Ya sabes, ¿Ustedes dos... no están juntos?

Negué frunciendo mi ceño —No, solo somos amigos.

Su rostro cambió a un rojo y palidecio al mismo tiempo, aligerando su expresión al ver que estaba totalmente confundida.

—Uh, lo siento... creí que... que ustedes estaban saliendo porque ya sabes, llevan unos meses conociéndose, tu eres linda y bueno, conozco a Eugene y se que es un todas mías.

Seguí negando tanto que el cuello me dolía mientras reía —Gracias y no, él es adorable pero... no es mi tipo.

Asintió bajando la mirada e intentando ocultar esa sonrisa bajo la obscuridad.

—Lo siento— repitió.

Encogí mis hombros —Está bien, si le cuento esto se echaría a reír.

Tomó aire con sus manos temblorosas, no entender lo que me ocurría hacia quererme sacar los ojos de un tirón, encantador y nada que ver con la situación pero, estar con Cedric era casi como vivir un sueño.

El silencio inundó cada parte de esta habitación, cada muro y cada vistazo de esta, sus ojos estaban sobre mi y los mios sobre él, un suspiro salio inconscientemente de mi ser.

Recién nos conocíamos pero sentía que nos conocíamos de toda la vida, tenía que ser eso o estaba más loca que nada.

—Hazel…-

Asentí —Lo se— le interrumpí —Debería estar en mi dormitorio antes de que venga Filch o… algún prefecto que esté de guardia

Tome mis libros y me quede frente a Cedric, simplemente me sonrió y yo a él, supe lo que pasaría cuando él notó lo mismo que yo y le agradecía pues me confimaba que no estaba loca.

Y entonces paso, no lo que creí, antes de eso, coloco su mano sobre mi mejilla con delicadeza y con lentitud, haciendo de mi pequeño corazón latir a mil por hora si es que era posible.

Su respiración sobre la mía me hacía enloquecer pues, esta era la primera vez que nos encontrábamos tan cerca del otro. Me perdí un por segundo, tragando en seco cuando la puerta se azotó y ambos brincamos lejos del otro.

—¿Milan…?— susurré bajito al verla junto a Harry.

Ella cubrió la boca del mencionado antes de que articulara alguna palabra.

—¿Hazel?

Cedric tomó su posición de prefecto y frunció el ceño confuso.

—¿Qué hacen ambos fuera a estas horas?

—Me pregunto lo mis…— Harry fue interrumpido por Milan al darle un golpe en las costillas.

—Soy sonámbula— se apresuro a decir ella.

Todos pusimos la mirada en Harry, incluso Milan.

Éste titubeó —Ehh… la estaba cuidando, salió de la sala común así que…-

Entrecerro los ojos así que avancé —Yo creo que dicen la verdad— opiné —Los conozco, nunca se meterían en problemas.

Ambos me observaron, siendo Cedric el que asintió.

—Claro, lo entiendo, Potter— admitió —Pueden irse, solo… no dire que los he visto aquí si ustedes hacen lo mismo.

—¿Pero ustedes que…?— Milan le tomo del brazo para jalarlo afuera antes de que dijera otra cosa.

Salí tras ellos, mientras Cedric imitaba mi acción y cerraba la puerta del salón detrás de él.

—Creí que eran fantasmas, Peeves otra vez, quizá— admití.

—Solo eran un par de hormonales —explicó Cedric.

Me reiría pero, estaba aún nerviosa y con corazon por fuera, aunque no literalmente.

Harry y Milan nos vieron indignados, y ambos al mismo tiempo dijeron: —¡Solo somos amigos!

— Además— añadió Milan — ¿Qué se supone que hacían ustedes?

Cedric y y yo nos miramos.

─Buenas noches chicos — me apresuré a decir, tomando el brazo de Cedric y huyendo, pues ya habíamos llegado a las escaleras de Gryffindor.

Una vez lejos, pude respirar, reír tanto que tuve que detenerme a medio pasillo, tomé los brazos del chico, quien reía también.

—Eso… eso estuvo muy cerca— tosi un poco sosteniendo mi estomago —¡Casi exploto!

El río asintiendo, ambos reíamos tanto y al mismo tiempo que incluso despertamos a algunos cuadros que estaban a nuestro alrededor.

—Jamás había actuado tan serio en mi vida, estaba por salir huyendo al creer que era un profesor— admitió él.

—No invoques eso para la próxima vez— pedí riendo hasta que él se detuvo.

Arqueo una ceja —¿Próxima vez?

Asentí levemente, dándome cuenta de lo que había dicho —Si, ya sabes, cuando… te ayude a… practicar para la prueba, a eso me refería.

Hasta la risa se me quito.

Él asintió y pude notar un pequeño brillo de decepción.

Para mi salvación, el cuadro de Ravenclaw estaba frente a nosotros, me detuve y señale.

—Aquí es mi parada— rasque una de mis cejas con nerviosismo.

Asintió, quedándose pensativo por alguno segundos.

—Hazel, lo que pasó hace rato... ambos sabemos que era, ¿Verdad?

Mi expresión se aligero y mis mejillas se tornaron rojas —Por supuesto.

Pude notar ese brillo en sus ojos otra vez —¿Entonces estamos de acuerdo?

—Eso fue muy imprevisto, Cedric— admití —Si fuera todo más lento sería mejor, mis TIMOS se acercan y... no quiero decepcionar a nadie.

Asintió rápidamente —Claro, lo entiendo perfectamente y esperare a que estés lista, ¿Vale? Todo el tiempo que quieras.

Le sonreí melosamente —Gracias.

Retrocedió unos pasos —Buenas noches.

Bajo algunos escalones —Buenas noches.

Le mire irse, luego de resolver el acertijo para entrar a mi sala común, baje la mirada aún al recordarlo.

Cedric era simplemente especial para mi ahora, se sentía como una bocanada de aire en la cual podía decir y sentir lo que sea y él no me juzgaria, podría no estar lista y aún así me esperaría una eternidad.

—¿Qué son estas horas de llegar?

—¡Bendito sea Merlín!— grite tomando mi corazón rápidamente.

Mientras saltaba hacia atrás y me recargaba sobre la pared.

—Eugene, estas no son horas de asustar— respire con pesadez —Sabes lo que me paso con Peeves, ahora le tengo más miedo a todo.

Se cruzó de brazos, llevaba una clase de bata para dormir de dinosaurios, su cabello estaba perfectamente agarrado en trencitas hechas a la fuerza debido a lo corto de su fleco, sus pantuflas eran de lo que parecía ser también dinosaurios.

—Pareces mi abuela— añadí.

Negó en desaprobación —¿Con quién estabas?

—Con Cedric.

Entrecerro los ojos —¿Haciendo qué?

Encogí mis hombros —Nada, vete a dormir o las trenzas se te van a caer.

Reí pero él no, al contrario eso, me correteo hasta las escaleras de los dormitorios donde aproveché que no podía entrar para salir huyendo hasta mi habitación.

Al entrar, las otras chicas ya se encontraban durmiendo, Cho de nuevo roncaba, lo cual no era algo nuevo pero mis pensamientos alejaban ese sonido cómo si no existiera, dejándome caer sobre la cama con mi pijama que llevaba puesta desde que me escabulli.

Suspire levantándo las cobijas y acomodándose boca arriba, solo podía pensar en él, en lo falso que parecía esto y en lo especial que Cedric Diggory se estaba volviendo para mi, era raro, habían pasado algunos meses desde que entré, demasiado rápido para contarlos todos y demasiado lentos para mi y este momento.

Solo sabía que se sentía bien.

Lo voy a decir, este es mi capitulo favorito del Volumen 1, por varias razones que si las dijera haría más largo esto 😭

Espero les guste el cap tanto como a mí <3