Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

chapter eight. who to invite

𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍
꒰ ۫₊˚ɞ capítulo 8 .˚ׅ🦋 ຊ ҂
❝ who to invite ❞

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━


UNOS DÍAS ANTES DE NAVIDAD, el castillo estaba comenzado a ser decorado por miles de cosas tanto en los pasillos como en el comedor.

Era lindo, a decir verdad una de mis cosas favoritas, fuera de que los TIMOS estaban cada vez más cerca y el estrés entre todos los alumnos de quinto se podía notar a simple vista.

Así fue cómo dejé caer mi cabeza sobre la mesa, mientras que Eugene pasaba sus manos sobre su rostro.

—Matame, Hazel, matame— susurro él.

Negué volviendo la mirada al profesor cuando nos hizo callar a todos.

—Cómo se que todos saben, el baile de navidad es una tradición del torneo de los Tres Magos así que, cada uno deberá orgullecer al colegio siendo unido con los otros, y, compartir nuestra sabiduría y nuestra creatividad con todos, recuerden que socializar puede ser algo bueno cuando se trata de compañerismo y de crear amistades, así que cuento con todos ustedes y con su participación en esto...— Flitwick explicó.

—Rayos, no he conseguido pareja— Eugene miró a su alrededor mientras el profesor seguía hablando.

Le miré frunciendo mi ceño —Lo acaba de anunciar.

—Calla, señora Diggory.

Golpeé sus costillas tan fuerte que recargo su cabeza sobre mi hombro mientras sostenía de estas mismas y se quejaba con euforia.

—¿Señor Cowen, se encuentra bien?— Fitwlick inquirió al verlo así.

Él asintió —Si, profesor, solo... me golpeé, lo siento, siga con su maravilloso discurso.

Cho le miró con una sonrisa burlona, pero el rostro del profesor Flitwick no era tan graciosa como la de ella.

—¿Por qué no pasa usted y la señorita Longbottom a darnos una pequeña demostración de los pasos del baile tradicional?— pidió.

Ambos nos miramos y negamos al mismo tiempo.

—Yo no... no me se da bailar— dijo Eugene y sabia que no mentía por su expresión.

—Oh, estoy seguro que la señorita Longbottom si ya que en su antigua escuela el baile de navidad es tradición, ¿O no?

Titubee antes de contestar —Bueno...-

—Vamos— señaló frente a él.

Forzosamente me levante de mi lugar junto a mi amigo, quien se coloco frente a mi mientras los demás Ravenclaw reían.

—Una mano debe ir a la cintura de las chicas— indicó y Eugene coloco su mano sobre mi cintura —La otra junto a su mano libre.

Obedeció a cada indicación que el profesor Flitwick le daba.

—¿Te sabes los pasos?— me susurró en pánico.

Le asentí —Solo sigue los mios y estarás bien.

Exhalo con tranquilidad, mientras nos movíamos en sincronía, podía escuchar más risas de los otros, en especial las de Cho, quien no se aseguraba de guardarselo para sí misma.

—Esto es lo peor que me ha pasado— murmuró el chico frente a mi.

Note sus mejillas, es decir, su rostro en un completo color rojo.

—Dímelo a mi.

CHO Y YO CAMINÁBAMOS SOBRE el pasillo hasta llegar al patio y unirnos al grupo de chicas de Ravenclaw que se encontraban ahí.

—¡Advinen quien me ha invitado!— Lucy, una de ellas, chilló con emoción.

—No me digas que ha sido Viktor Krum— pidió Sophie, una chica de cabello castaño y tez morena.

—No, he oído que ya tiene pareja— contestó Cho —Hermione Granger.

—Pero si ella es como cuatro años menor— señaló Adelaide, una chica que a diferencia de Sophie, su cabello era muy rojo y esponjado.

—¿Y que más da?— Sophie se encogió de hombros —Que la invite al baile no significa que vayan a casarse.

—Tiene razon— añadí.

—Va, pero les diré que me ha invitado un chico de Durmstrang y es super lindo ¡Me lo ha pedido con una orquídea!

Todas chillaron de ternura mientras le daban halagos a Lucy, quien, se sonrojó de inmediato.

—¿Quién mas piensa que terminara yendo al baile sin pareja?— Adelaide titubeó levantado la mano ante su propia pregunta.

Me les uní junto a Cho, quien sonrió avergonzada, la mayoría de nosotras tenía pareja, pues el baile cada vez estaba más cerca.

—¿Pero qué dices?— exclamó Lucy mientras me miraba —¿Cedric no te ha invitado ya?

Negué con obviedad —Vamos, ni siquiera se si lo hará.

—¡Tienes que invitarlo!— exclamó Sophie.

—No me quiero ilusionar, ¿Vale?— encogí mis hombros.

Cho asintió —Claro, además si no la invita iremos como solteras, al demonio.

Adelaide asintió —Prefiero ir sola que mal acompañada.

—¿Si saben que la primera fase de la solteria es la negación?— inquirió Sophie.

—Eso es del duelo— Lucy le corrigió.

Reímos mientras asentía y miraba al resto, todas parecieron callarse cuando Harry y Ron se posicionaron frente a nosotras.

Les mire confundida mientras todas le hacían muecas, luego, a duras penas se marcharon avergonzados y la bolita volvió.

Todas rieron —¿Vieron su expresión?— Sophie rió con más fuerza.

—Vamos, no fue tan malo— defendí.

—Ya, enserio, dile a Cedric que se apuré— Cho se burlo y negué mirándole.

Todas chillaron de emoción, no les entendía.

—¡Paren!— pedí cuando el mencionado justo paso delante de nosotras junto al grupo de sus amigos.

Todas se callaron de inmediato, sintiendo mi rostro sonrojado en cuanto me miró.

Le sonreí levemente, mientras seguía su camino hasta dentro del castillo. Entonces, cuando se fue ellas me miraron.

—¿Viste la mirada que te echo?— Lucy grito.

—¡Si tu no lo invitas, lo haré yo!— Adelaide advirtió.

—¿Qué les he dicho?— pregunté —Si nadie me invita ire sola.

—Deberíamos crear un club— propuso Cho.

—Vale, me uno— Adelaide dijo.

CÓMO DIJE, todo el mundo está vuelto loco con eso del baile— mencioné a Cedric.

Miré devuelta el pergamino mientras escribía con rapidez sobre mi tarea de Pociones.

—Es que es muy importante para la escuela.

Él tambien escribía, por lo que me miraba solamente de reojo pero poniéndome toda sj atención posible.

Asentí—Si, lo sé, pero nadie habla del baile en general, solo de conseguir pareja, Cho se puso un letrero que dice busco pareja.

Él río ligeramente —¿Y... tú ya tienes pareja?

Negué levemente, deteniemdome cuando alguien tocó mi hombro.

—¡Neville!— saludé con una sonrisa.

Él sonrió mirándonos a ambos, en especial al chico junto a mi.

—Uh, Nev, él es Cedric— señale —Y Cedric él es mi hermano, Neville.

Nev saludo con un ademán —¿Podemos hablar, Hazel? Necesito... que me ayudes con algo.

Le miré preocupada y asentí de inmediato, Cedric me asintió.

—Está bien, te veo en el almuerzo— dijo él y asentí.

Entonces me levanté de la mesa y seguí a mi hermano con todo y mis cosas.

—¿Qué sucede?— me dirigí a mi hermano.

—Necesito consejos de cómo conseguir... ya sabes, pareja para el baile.

Sonreí levemente —¿Hay alguien en mente?

—Bueno no exactamente...— admitió empezando a caminar conmigo siguiéndole —Pensé que podrías darme sugerencias.

Pensé, —¿Qué tal Hermione? Ella es linda.

Negó —Se lo he preguntado y ya tiene pareja.

Asentí —¿Milan? Ella también es linda.

—Creo que también tiene pareja.

Fruncí el ceño —Ginny es solo un año menor que tú, ¿Verdad?

Asintió levemente —Pero no se si pueda hacerlo, aveces es muy agresiva.

Reí —Tranquilo, te daré todos los consejos que quieras, pero antes que nada debes pedírselo con un pequeño ramillete de flores, así le hizo papá con mamá cuando tuvieron su primera cita, aunque no digo que será una cita entre ustedes.

Así es, la abuela nos había contado múltiples historias de nuestros padres cuando tuvimos la edad suficiente para hacer preguntas de la vida.

—Te conseguiré las flores— aseguré —No pienses mucho, ¿Vale? Solo llega y se lo pides, no tiene que ser como algo más que solo amigos.

Titubeó —¿Crees que diga que si?

Fruncí mi ceño —¡Por supuesto! Y si te rechaza bueno, podríamos ir juntos.

Negó —Pero sería demasiado raro.

Le miré indignada —Que grosero.

—Tengo razón, eres mi hermana, te he visto cuando no te bañas en dos días— se cruzó de brazos.

—¡Solo en vacaciones! Además, si te bañas muchas veces es malo, no me juzgues.

Se detuvo en seco —No puede ser, allí está Ginny.

Miré hacia donde él y sonreí —Ve.

—¡Pero no tengo flores!

Formé una mueca y con un solo moviendo, hice aparecer un pequeño ramillete de flores.

—¿Cómo hiciste eso sin tu varita?— se preguntó neville.

Encogí mis hombros —He estado practicando hechizos sin mi varita, lo leí en un libro.

Me miró perplejo y luego le empuje hasta Ginny, donde espere impaciente en una esquina.

—¿Metiéndote en problemas sin invitar?— Fred se preguntó llegando.

Salté del susto mirando a los gemelos, les sisee a ambos y miré de nuevo a Neville.

—Fred, ¿Ese es Neville con nuestra pequeña hermanita?

—Así es, George, ¿Qué dices? ¿Interferimos?

Les miré a ambos con el ceño fruncido —Nadie va a hacer nada, quédense ahí.

—¿Por qué?— George se preguntó.

—Porque Neville solo intenta invitar a Ginny al baile— informé.

—¡Con más razón interfiero!

Tomé del brazo a Fred antes de que avanzará, paralizandolo en cuando lo toque y haciéndole mirarme devuelta con su rostro rojizo.

—¡Esperen! Mi plan está yendo bien— pedí ignorando ese hecho.

Espere y espere hasta que finalmente Neville volvió hacia nosotros.

—¿Y? ¿Qué te ha dicho?— pregunté.

—Dime que te dijo que no— George pidió.

Neville negó y abrí los ojos tanto como pude —¿Te dijo que si?— exclamó fred.

Neville asintió, seguía temblando de los nervios pero pronto una sonrisa se formó en su rostro.

—Ha dicho que si.

Chille de felicidad —¡Bien hecho! Te dije que era buena idea.

Me sonrió —Gracias, iré a mi sala común.

Asentí levemente, mirándole irse y girandome a los gemelos, quienes seguían detrás de mi.

—Ustedes no harán anda— señale a ambos entrecerrando los ojos.

—¡Es nuestra hermanita!— señaló fred.

—Neville tiene que pasarla bien en el baile con su amiga Ginny, co-mo-a-mi-gos.

—Per...-

—Si a alguno se le ocurre hacer algo lo voy a jalar de las orejas hasta el Lago Negro, ¿Vale?— interrumpí a George.

Ambos asintieron —Bien, bien.

Sonreí dulcemente y asentí —¡Bien! Tengo clase, así que adiosito.

Me abrí paso entre ambos, caminando rápidamente por el pasillo.

LO VEO Y NO LO creo— me pare a medio camino al ver la escena frente a mi.

Cho casi chocaba conmigo al presenciar lo mismo que yo, pues Eugene hablaba muy animado con Fleur frente al carruaje de Beauxbatons.

—¿Ella está...?

—Le está coqueteando— completé —Iugh.

—Se están coqueteando mutuamente— Cho formó una mueca.

—Va a llegar tarde a Cuidado de Criaturas— afirmé.

—O tal vez no...— ella señaló cuando el chico se dirigía a nosotras.

Él sonrió con victoria mientras nos miraba a ambas —¿Qué?

—¿Qué fue eso?— me pregunté.

Miró detrás, donde Fleur ya había desaparecido dentro del carruaje.

—Bueno, adivinen quién ya tiene pareja para el baile— peinó su cabello hacia atrás —Yo.

Volvimos a avanzar —¿Desde cuándo dejas de babear y empiezas a hablar con Fleur?

Me miró mal —Desde ahora.

—Ha ocurrido un milagro, parece que Merlín si te ha iluminado y no eliminado como se lo pediste— le empuje levemente.

Ocasionando que el empujará a Cho y ella de regreso a él, siendo un círculo sin terminar, pues nos empujábamos mutuamente.

Pronto llegamos hasta el bosque, donde Hagrid ya nos esperaba con los escregutos de cola explosiva sobre las cajas.

Estos se encontraban cada vez más grandes y cada vez más peligrosos y terroríficos, pues su caparazón brillante me daba más miedo que otra cosa.

—¡Vamos, acerquense, chicos!— pidió Hagrid.

Todos obedecimos, incluyendo a los Hufflepuffs con los que compartíamos esta clase.

—Les he conseguido un montón de comida— trajo consigo más cajas —Mi TIMOS se tratara de quien hace que viva más su escreguto así que eligan uno.

—No hay demasiados para todos, Hagrid— señalo Cho, mirando las cajas.

—Cierto, cierto, bueno... será en parejas entonces, por ahora solo averiguaran que es lo que comen ah, y cuidado con los aguijones.

Finalmente, cada uno tomó su propio escreguto, Hagrid nos había repartido en parejas para combinar ambas casas y así nadie se quedará solo.

Al terminar la clase, solo terminé con una pequeña quemadura en mi dedo, la cuál fue cubierta fácilmente con una curita de estrellas que Pomfrey me había regalado.

Caminaba directo por las escaleras hasta la sala común, donde simplemente conteste el acertijo y me adentre a la pequeña biblioteca.

Deteniendome de golpe entre los pasillos al ver a alguien cabizbaja y mientras sorbia su nariz.

Me di media vuelta —Lo siento.

El chico levantó la vista y pude ver a Eugene, lo que me hizo preocuparme de inmediato.

—¿Estas bien?

Asintió y me senté junto a él —Si, solo... recibí una carta de mis padres.

—¿Y?— me senté en la misma posición que él, abrazando mis piernas.

Negó —Los padres que no quieren hijos no deberían tener el honor de ser llamados padres.

Fruncí mi ceño levemente —Uh...

Me miró con una sonrisa —Cuando me preguntaste por que le tenía tanto miedo a Rita y no conteste fue porque ella conoce a mis padres y haría lo que fuera por destruirlos, por destruirme a mi y... parece que de todos modos se han enterado de todo.

—¿De qué se ha enterado?— me pregunté murmullando igual que él.

—Que el famoso Harry Potter ha entrado al torneo, que Cedric ha entrado al torneo "es tu mejor amigo, Eugene, no puedo creer que incluso sea mejor que tú"— imitó una voz chillona.

Dándome a entender que se trataba de su madre.

Respiró con frustración —Soy un desastre, Hazel, ellos creen que soy patético.

—No lo eres— corregí de inmediato —Eugene, te aseguro que no lo eres.

¿Qué se supone que se debía decir en estos casos?

—No... soy buena con las palabras pero puedo asegurarte de que no eres patético ni un desastre, solo... intentas hacerlos sentir orgullosos— solté.

Su expresión titubeaba junto con sus labios, parecía querer echarse a llorar pero estar conteniendolo en sí mismo.

Tomé su mano, —No eres lo que tus padres dicen que eres, eres mejor.

Él simplemente asintió, decidiendo creerme, después de eso salió hasta la sala común, donde fingió no pasar nada así que procedí hacer lo mismo.

—Debemos bajar para cenar— recordé sentándome junto a Cho.

Ella me miró —Creí que ya habías bajado.

Negué —Estaba hablando con Eugene, ¿A qué si?

Él mencionado asintió sorbiendo su nariz con rapidez —Si, trataba de convencerme de que Lonnie es buena mascota y que no me morderá.

Cho rió —Vayamos a cenar, muero de hambre.

Asentí levemente, caminando junto a ella y con Eugene siguiendonos a su otro lado.

—¡Espero haya pudin!— grito él y asentí de acuerdo.

LOS TRES NOS DETUVIMOS a medio camino al notar una clase de caja envuelta seguirnos por el pasillo.

Fruncí mi ceño tomando la caja, mirando mi nombre sobre la tarjeta.

—Dime que no es una broma de Peeves, ya se acostumbró a molestarme— murmuré. 

Eugene se cruzó de brazos, arrebatando la caja de mis manos, le miré de inmediato.

—¡Hey!

—Espera, salvo tu vida— aclaró abriendo la caja.

Cho y yo pusimos nuestra atención, mientras de la caja parecían salir mariposa por todo el pasillo, soltando brillos con ellas.

Y obviamente llevándonos miradas del resto.

—Quién sea que te lo envió esta loco por ti— mencionó Cho.

Tomé lo que estaba dentro, era una tarjeta aun más grande que la que se encontraba fuera.

Pero de inmediato me la guarde en la túnica al ver el destinatario.

—¿Qué dice?— Eugene se preguntó —Vamos, Hazel, no me dejes con la duda.

Sonreí sintiendo todo mi rostro tornarse rojo, un rojo tan intenso que solo la persona de la tarjeta sabría hacerme sentir así.

—¡Nada!— titubee —Es de... es de...-

Noté como Cho sonrió con complicidad y entonces supe que ella sabía.

—Solo déjala en paz— pidió ella —Si no nos quiere decir esta bien.

Eugene enarco una ceja —Pero yo quiero saber.

Cho cerró la caja y me la entregó, mirando mal al chico junto a ella.

—No seas un chismoso.

Lo tomó del brazo y a mi también, avanzando de nuevo hasta el Gran Comedor, donde, me quede en la puerta frente a la mesa de Hufflepuff donde vi a Cedric.

Cho siguió con esa sonrisa, mientras nos dirigíamos hasta la mesa de Ravenclaw, donde, sorprendentemente si había pudin.

MÁS TARDE, AL TERMINAR la cena, me adelante hasta el pasillo que se dirigía a la sala común de Hufflepuff,

Sonreí mirando a Cedric caminar hasta mi, con una expresión de preocupación en su rostro.

—Ya tengo mi vestido, ¿Te parece a las ocho afuera de la sala común de Ravenclaw?— solté.

Su expresión se aligero —¿Aceptas?

Asentí —Creí que había sido clara— reí ligeramente.

—Si, lo siento, la emoción no me deja procesarlo, eh... vale, te esperare— sonrió.

—¿Cómo una cita?— me pregunte.

—Cómo una cita.





Aquí es donde me pregunto sus razones para hacer ship de Cho y Eugene 🤨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro