Capítulo 7 BLASFEMIAS HIRIENTES
- No voy a ir contigo a ninguna parte - le suelto con nerviosismo. - Tengo que ayudar a Dove. El ángel se ríe y me coge del brazo. - Vas a hacer lo que yo te diga zorra asquerosa, ¿está claro? - su risa pasa a ser histérica y su mirada me provoca un pánico que jamás he experimentado. Él debería ser llamado demonio, no Nékir. -Vamos me empuja, ya ayudaras otro día ésa humana patética. ¿sabes porque los humanos son tan frágiles? - se le dilatan las pupilas- Por los sentimientos, esa es la clave para la destrucción de la humanidad y los tuyos estáis participando en ello. El amor os destruirá- no dice nada más por el camino. No puedo hacer nada contra él, tampoco puedo huir este tío va enserio. Llegamos a Castle Comble -¿Que estamos haciendo aquí?- exijo con el corazón a mil. Por aquí sonríe diabólicamente, nos metemos en la discoteca de Camille y la verdad no tengo ganas de verla. James se abre paso a codazos entre la gente y le sigo hasta un pasillo a la otra punta del local, hace un gesto para que entre y lo hago. Alguien esta gritando, sigo ese ruido acompañado por otro sonido. Los muelles de un colchón viejo. Antes de entrar ya sé lo que voy a ver. Nékir esta debajo de Camille, lo están haciendo.
¿Eso que acabo de oír es mi corazón romperse?
-¿Rashel?- exclama él deteniéndose. Pero ya me he ido, estoy en shock. No tendría que afectarme, me digo a mi misma. No le quieres ni él a ti. -Eh- me frena James. -Tu te vienes conmigo- lo miro fijamente, me suelto de su mano y echo a correr entre la gente. Necesito encontrar a alguien, Erin por ejemplo. Ahora me doy cuenta de lo sola que estoy, noto un golpe seco en la nuca y la oscuridad se me lleva como la muerte.
Abro los ojos. Lo primero que percibo es que estoy atada de manos y pies, lo segundo es que estoy desnuda. La piel de mi espalda está en contacto con una placa que parece pizarra. -¿Hola?- me sale un hilo de voz. Me horroriza ver los kilos que he perdido tras morir, Nékir me contó que los iniciados suelen perder unos 5 kilos y se estancan para siempre. Oh, dios Nékir. Solo de recordarlo metido dentro de Camille la diablesa guarra me dan arcadas. Se abre una puerta y entra un chico, unos años menor que James. Es alto y delgado, su pelo rojo llama mucho la atención. Lleva un mono blanco. -EH, ¿que vais a hacerme?- suelto con nerviosismo. -Va a dolerte un poco.- activa una palanca y la placa que hay debajo de mi vibra. En una milésima de segundo siento como si miles de agujas me atravesaran a la vez. Grito, es muy doloroso. Apaga la máquina y mi cuerpo se convulsiona. -Con unas cuantas sesiones más tu poder se habrá separado de tu cuerpo. Eres una amenaza, Rashel. No sabes que tipo de fuerza hay dentro de ti. - dice James entrando. El chico le hace una especie de reverencia y se va. -No podemos dejarte en manos de demonios. Nosotros siempre ganamos.- deja ir una risotada maligna y yo gruño. -¡¡Nékir vendrá a buscarme!!- grito furiosa. Él aplaude - ¿Nékir? Ah si, tu enlace al que se estaba cabalgando la guarilla esa... ¿Como se llamaba? Oh si. Camille, es una gran artista - sus dientes son afilados y feos. -No siento nada por él, me da igual lo que haga. -exclamo. -No te engañes a ti misma, Rashel. He visto tu cara de cachorro abandonado - sale de allí y me deja a oscuras.
Nékir:
-No ya te he dicho que no está, Erin. - dice él. - ¡No se donde ha podido ir!- revisa las habitaciones de la casa y se despeina el pelo plateado. Llaman a la puerta. -Hola- dice Erin entrando - la pregunta es ¿que hacia Rashel en Castle Comble? ¿y que hacías tu fornicando con Camille? - grita ella furiosa - ¡Eres un idiota! Alaric va a matarnos! - Nékir piensa. -No soy capaz de comunicarme con ella telepáticamente, así que solo se me ocurre que esté a manos de arcángeles. Podría hablar con ella hasta debajo del océano, el único sitio es el edén supongo. - Erin le da un cachetazo -¡Idiota! ¡Si tienes necesidades no lo hagas con cualquiera!- Erin se hace una cola alta y suspira. -Voy a llamar a Alaric que nos preste un equipo de rescate -
Rashel:
Tras la quinta sacudida no tengo ni fuerzas para moverme, a este paso voy a morir. También tengo el cuerpo entumecido de pasar la noche en esa posición, aunque ya estoy muerta así que no importa. Me estoy haciendo a la idea de que Nékir no va a venir a rescatarme, se quedara con Camille y su responsabilidad sobre mi habrá terminado. El chico pelirrojo va hacia la máquina. -Eh, tu - murmuro en un hilo de voz - acercate - el ángel obedece solo me hace falta alargar la mano para coger la suya a una velocidad brutal. Quizás he sido idiota al pensar que esto funcionaria en un ángel, pero funciona. No es exactamente como con las personas, puedo ver como se siente. Me han utilizado toda mi vida, solo soy una pieza de puzle en este sistema, solo queria tener unos padres cariñosos y tiernos como los humanos. Probablemente me destierren por tener estos pensamientos.
-¿Que me has echo? - grita Samuel aterrorizado. Pero yo sé suficiente. - Sé que no estás de acuerdo con este sistema, Samuel - él me mira con una especie de repulsión al descubrir su secreto. -Eres un monstruo - dice ruborizándose, corre hacia la máquina y planea usarla. -Puedo ayudarte- chillo desesperada - en la tierra pueden darte lo que necesites, por favor no resistiré más- pero mis súplicas no sirven. Realmente nunca podría llegar a ser un demonio. Me preparo para la descarga, me preparo para morir otra vez.
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