Bebo la quinta copa de la noche. Al parecer el alcohol no influye en la iniciación, miro mal a Nékir que lo veo reírse a carcajadas por primera vez. Me río yo también y grito por encima de la música, Nékir se levanta y me tira del brazo. -¡Vamos a bailar!- miro la pista llena de demonios y humanos meneándose. Castle comble es dónde los humanos y los demonios pueden relacionarse, -¡No quiero!- me indigno. Estoy mareada. -Vamos agua fiestas - ruega él cogiéndome de la cintura. Se me hace un nudo en el estómago si no hubiera estado borracha seguramente habría muerto. Le sigo y nuestros dedos de entrelazan, otro retortijón. Parece otra persona, es cariñoso. Bailamos más bien apretados, sus labios están a la altura de mis ojos dios, quiero besarlos. Su cara no es para nada la perfección, pero sus imperfecciones son lo que le da un toque perfecto. Lleva barba de días y su pelo rubio platino esta despeinado. -¿Pasa algo?- susurra rozando mi oreja con su boca. Me estremezco. Menos mal que estamos a oscuras, - No- susurro. Si moviera un poco mas la cabeza nuestros labios se rozarían. Alguien me empuja y caigo al suelo mareada, es una diablesa. Tiene una larga cabellera azul oscuro. - ¿Que estás haciendo, diablillo ? - le grita por encima de la música. - Camille, creía que eras mas madura. - dice Nékir tendiendo me una mano. - ¿Quien te crees que eres trayendo a esta mocosa aquí? Esto es mi propiedad. - dice Camille en un arrebato de celos. -Eh, eh Cam. Pensaba que estos quinientos años te habían servido para hacer algo mas que cabalgar te a los clientes, como por ejemplo madurar. - Exclama Erin meneando su melena plateada. Camille muestra sus colmillos ofendida. -Pensaba que no volverías a iniciar a nadie después de lo que le paso a Jay, estoy sorprendida.- ríe ella entre dientes. Nékir mira hacia otra parte frunciendo el ceño. - ¡y tu! - me grita - Vuelve a mirarme con esos ojos y te arranco la cabeza.... Eres rarita, me das mal rollo.- ni siquiera me daba cuenta de que la estaba mirando asesinamente. Maldita tetuda sin cerebro. -Largate, Cam - suelta Erin palmeando el hombro de su hermano mayor. Al pasar por mi lado me susurra - A Nékir le gustan las tetas grandes, no las planas como tu.- se ríe y me da un empujón. El alcohol me hace perder el equilibrio más rápido y choco contra un chico. La oscuridad me absorbe al entrar en contacto con él , justo como con Olivie.

-¡Rashel!- gritó Jonathan riendo. Se lanzó sobre ella y ella cayó de espaldas sobre un campo de flores. Estaba preciosa. -Te amo - dijo Rashel besando tierna mente a Jonathan.

Rashel entró de repente a su habitación, se quedó de piedra al ver con quien estaba. -¡Esto se ha acabado, te odio! - chilló ella estallando. Beth se removió entre sus sábanas incómoda. -Espera Rashel!-

Nekir:

Nékir cogió a Rashel del suelo, sabia que en breve despertaría. Con un solo contacto bastaba para ver el pasado de esa persona. El cuerpo de ella se agitó en el de él, estaba llorando. -Jonathan - sollozo aun más. -Quiero irme, vámonos de aquí- gritó forcejeando. El chico se había ido sin prestar atención. -Calmate. - dijo Nékir firme. -Jonathan - lloró como si una herida se le hubiera abierto, recordó de golpe algo doloroso. El demonio colocó los labios en la frente de ella, e visualizó lo que acababa de ver Rashel. -Entiendo, era tu novio y te fue infiel. Ahora quiere suicidarse porque tu ya no estás. ¿ Que piensas hacer ?- Rashel se secó las lágrimas con el dorso de la mano. - No pienso hacer nada - Nékir alzó una ceja. -Vamos, Shel. Eso es un comportamiento muy humano. - soltó. -¿Me suicidé? - preguntó ella seria. -Eso debes recordarlo tu sola. - notó en él un ligero apretón de mandíbula. - El humano está yendo al lavabo es tu oportunidad para la aparición - Rashel resopló dirigiéndose al servicio- susurró Nékir en su oído.

Rashel:

Jonathan se está refrescando la cara con agua y cuando levanta la cabeza pesadamente me ve. Grita y se da la vuelta aterrado. - ¿Eres realmente tu? ¿Rashel? !Estás muerta! Esto no es real, no lo es. Que me habrán metido en la copa. - Jonathan - digo seriamente. - Soy un espíritu, estoy aquí para evitar que lleves a cabo el suicidio. - el chico comienza a hiperventilar. - No soy nada sin ti, te quiero- acaba sentándose en el suelo. - Creía estar enamorándome de Beth, pero, tu eres lo mejor que me ha pasado. - presiono los labios y me trago el dolor que me trepapor la garganta. -No voy a volver, Jon - digo su apelativo cariñoso y le alboroto el pelo. - No tengo rencor hacia ti, fuiste el amor de mi vida. - digo sonriendo. Entonces entiendo que por mucho rencor que sintiera he perdido mi vida que era lo más importante que tenía. Estoy muerta. -Tienes que prometerme que nunca más engañaras a otra mujer, y tendrás unos hijos preciosos. Vive Jonny, eres un hombre apuesto no tendrás problemas para encontrar el amor. - Jonathan me abraza tan fuerte, que me hace llorar. Lo echo de menos, los recuerdos se desatan en mi como una tormenta de arena igual que el dolor. - Te lo prometo, Rashel - y desaparezco.

Nékir abre la puerta de casa y entramos. Ambos estamos en silencio y con unas copas de más encima, aunque sinceramente, a mi del disgusto se me había pasado bastante. Nos dirigimos los dos a mi habitación y me estiro en la cama mirando al techo fijamente. Tengo mucha hambre. Nékir me quita los zapatos automáticamente, después pasa a los pantalones y yo me quito la camiseta. -Vamos levanta - pero le ignoro. -Rashel, no me hagas enfadar - dice arrastrando las palabras, alargo una mano hacía mi. Con una fuerza que no sé de donde sale tiro fuertemente de su brazo y Nékir cae sobre mi. (Pienso que se deja hacer ya que es un demonio y tiene más fuerza que yo, maldito pervertido) No solo me excita tener semejante tío bueno encima sino que puedo oír su pulso. -Tengo hambre- susurro rodeando su cuello con los brazos. Me siento muy zorra. -Rashel, Rashel - lo oigo sonreír. Noto un fuerte dolor de encías que también sentí la primera vez que bebí de su sangre, pero esta vez es peor. Cuando me doy cuenta los caninos se me han desplazado hacía abajo.

R: ¿!Soyunvampiro?

N:¿Que tedijesobretuscreencias? Losiniciadossonaloquellamanloshumanosvampiros

Interrumpo la conexión telepática mordiendo su carne, dejo escapar un gemido del que más tarde me arrepentiré. Es lo más bonito que he echo nunca. Nékir me apreta la cabeza contra su cuello, se nota que aquello le gustaba. Su sangre cálida pasa por mi garganta mientras él presiona nuestras partes estratégicas. Entonces recuerdo que solo llevo puestas las bragas y el sujetador, respiro hondo y me separo del cuello de Nékir, he dejado dos marcas pequeñas. -Se te ha olvidado decir que aproveche - bromea él. - Vaya tonto. - me río enterrando mi cara en su pelo. Y así nos dormirmos.

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