Nékir:
Castle Camble, era uno de los barrios más oscuros de la ciudad. Nekir acudía allí a menudo a disfrutar del ambiente de la fiesta, el alcohol y el sexo. Era un cúmulo de demonios mezclados con yonquis y prostitutas. -Eh, diablillo - lady Camille era una de las diablesas del hostal. Destacaba notablemente por su belleza y su poder. -Ya has conocido a tu huésped, ¿es más guapa que yo? - se frota los pechos disimuladamente. -Por dios, Cam,¿ y esos celos repentinos? Sabes que no hay nadie más sexy que tu.- rozó sus labios carmín con los míos. -Lo de siempre - continuó.

Dos horas después el diablo salía de Castle Comble satisfecho, Camille cada día se lucía más, por otra parte seguía siendo la más cara. Nékir no pudo evitar pensar en la pequeña Rashel. Solo al entrar al piso ya notó que algo no iba bien. Un charco de líquido rosa inundaba el suelo y a continuación oyó el vómito de Rashel llenando el inodoro. - No haces nunca lo que se te dice, ¿no?- dijo haciendo una coleta y sujetándole la cabeza. -No puedo ni comer helado...- gimió escupiendo - La muerte es tan horrible como dicen...- otra arcada y otra. -Así aprenderás. Tu cuerpo está rechazando todo el helado, solo puedes consumir mi sangre. - la riñó. - Podrías haber muerto, estas en la iniciación. - Cuando el cuerpo de Rashel dejó de combulsionarse la llevó a su habitación.

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