14. Ángel de la muerte.
Tu tienes el poder de cambiar las cosas.
Mi visión es un torbellino de emociones y colores mezclados. Como un lienzo a manos de un artista bohemio incomprendido, dios. Yo le comprendía. El fuego abrasando mis piernas sería el rojo pintado con grandes trazos precisos, Nékir intentando desesperadamente separar la articulación de la muñeca de su mano seria un ángel de la muerte, lleno de sangre entre sus mechones blancos.
Tu tienes el poder de cambiar las cosas, Rashel.
Si nadie va a salvarte hazlo tu sola. Era la voz de mi interior, aun conservaba la cordura. Que extraño.
«Rashel » abrí los ojos y los sonidos volvieron a mi.
« Rashel levanta tu maldita cabeza y lucha. Tu eres capaz de cambiar esto »
Una energía que provenía de mi pecho se liberó en cuestión de segundos ahogándome. -¿Que... demonios? - grita Walter horrorizado. A juzgar por su expresión, se que he vuelto a hacerlo. Mis caninos se han descendido y mis pupilas se han dilatado. Lo siguiente que se es que he saltado de mi altar y de mis quemaduras salpica sangre que va curándose por segundos. Me siento poderosa, siento como la energía fluye. Soy poderosa. -¿Que diablos... Rashel ? - grita mi padre cuando le clavo las uñas en el cuello y lo elevo por encima de mi. -Voy a destruirte, viejo - mi voz es algo espectral, algo ronca. Lanzo el cuerpo de Walter contra la cruz en llamas, pronto el incendio se extiende más y aparece una figura enorme y oscura entre el humo. Satán.
--Mi sacrificio - su voz retumba por las paredes. --¿Donde está? - gruñe y puedo ver dos grandes cuernos. Señalo la fuente de gritos agónicos de Walter, se está quemando. --Entonces, Rashel. Hija de Walter. Heredera del poder oscuro, yo te lo entrego y me llevo una vida valiosa a cambio. -- Walter desaparece y el demonio gira su cabeza hacia mi. --Recuerda, éste poder también será tu maldición. Walter ya sabía eso. -- Asiento y un dolor punzante emerge de mis omóplatos haciendo que
gima de dolor. -Rashel - Nékir se arrastra hacia mi, gritando. Grito agónicamente todo dentro de mi se retuerce, y noto como algo sale de mi, caigo rendida al suelo. Dos grandes alas negras adornan mi espalda.
Cuando abro los ojos de nuevo todo ha acabado, el fuego ha desaparecido, el techo ha sido reemplazado por el cielo nocturno y los ojos dorados de Nékir. Me incorporo dolorida. -Dios, ¿Estas bien? - grito cogiendo uno de sus muñones que sangran. -Me curaré, aunque no creo que vuelva a tener manos - susurra afectado pero levanta la vista y sonríe. -Al final te has salvado tu sola - aun estoy en shock. -¡Callate inútil voy a traer de vuelta tus jodidas manos ! - estallo a llorar y mis lágrimas caen sobre sus muñones mal heridos. -Rash.. Ha valido la pena - murmura besando mi frente. - yo.. Definitivamente volvería a.... - es interrumpido por un movimiento bajo nuestros rostros. Sus manos, se estaban reconstruyendo. -Dios... Yo he echo esto.. - sollozo incontrolable mente. -Es el poder de él - dice Soso detrás de nosotros. -Por desgracia no es seguro que andes por allí suelta, diablillo - se refiere a mi. - ¿que vais a hacer? - pregunta Nékir tensando la mandíbula. -Rashel habrá de pasar unos días en la base, con nosotros. Puedes venir si quieres Nékir - dice So sonriendo - no vamos a hacerte nada, solo investigar tu herencia - asiento -Esta bien. - mis alas se reducen al instante. -Mientras estemos juntos todo ira bien - aprieto su mano con dulzura. Él sonríe.
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HUOLA! no se si os gusta el rumbo que esta tomando Heaven dejar vuestros comentarios tengo algunas ideas muajakja >\\<
~Janamellow
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