-¿Papá?- la niña de ojos grandes lloraba en una tumba. -¿Porque me odias? -
-Rashel, vamos - su madre la llamó.
Aquí yace Walter CollingWood. Thallia puso flores a otra tumba justo al lado de la de su padre. -¿Quien hay aquí, mami? - la pequeña Rashel tiro del vestido negro de la madre. -El mejor amigo de tu padre, se fueron juntos. Juntos hasta en la muerte, eso es lo que dijeron. - Aquí yace Nékir Fray.

-Oh, ya has despertado - noto algo frío en la cara y al abrir los ojos me encuentro suspendida en el aire, con un vestido negro de cola volando bajo mis pies desnudos. Estoy sujeta en una especie de cruz. Si, como Jesucristo. El hombre que me está hablando desde abajo, es él. Walter. La memoria vuelve a mi y formo una mueca. Las imágenes eran claras, destrozaron la barrera mágica del demonio y entraron en plena noche, Nékir cubierto de sangre y yo gritando. -¿Donde esta Nékir? - grito sintiendo pánico real. Él esboza una sonrisa -Eres igual que yo, que conmovedor. - se pone las manos en la cabeza. -¡Cabrón! - grito y mi voz se vuelve aguda, las ganas de llorar me aprisionan la garganta. -¿¡Donde coño esta mi demonio!? - eso le hace reír más. -Nékir está a salvo, niñata llorona - dice chasqueando los dedos y unas cortinas se abren. Estamos en un teatro y yo estoy en el escenario. -Desde que eras muy pequeñita soñaste con ser una estrella - dice mi padre mirándome y yo solo puedo ver el cuerpo machacado de Nékir. Un sollozo escapa de mis labios. -No te preocupes, hija mía. A tu novio no le pasara nada, se cura rápidamente. - sonríe y se acerca a él, que está sentado en uno de los asientos con la cabeza colgando. Inconsciente, su pelo plateado tapa su rostro, herido. -¿Que clase de amigo se folla a la hija de su mejor amigo? - apreta el cráneo de Nékir con una fuerza que va a partirlo. -¡Detente!- grito -No es su culpa, él no tenia ni idea - no se como consigo decir aquello. -Intentó alejarse de mi, pero... Le amo y no hay mas que hablar - digo tragando saliva. -Además tu no eres mi padre, no eres nadie para decirme que hacer. Me abandonaste - le escupo. -Tienes razón, pero ahora te necesito para algo más grande, cielo. Vas a ser una estrella - sonríe diabólicamente. -Tus poderes, me los debes. Hice el sacrificio por ti, para que fueras alguien en este mundo. Con tu muerte, tu poder se liberará del todo y gobernaré el inframundo. - trago saliva - ¿Que tiene que ver Nékir con todo esto? Deshazte de mi, pero dejale vivir - Walter me mira y esboza otra sonrisa. -Nékir está aquí de público, una vez acabe contigo, acabaré con él. Por traición -
El infierno había pudrido su alma por completo, no quedaban rastros de humanidad en él, eso es lo que me asusta. Entonces recordó lo que Alaric le había dicho, que ella era la clave para todo aquello. ¿podria enfrentarse a su padre?
El olor a humo me saca de mi ensoñación y veo que la cruz donde me había colgado esta ardiendo. El ritual ha empezado.
-¡Rashel!- grita Nékir horrorizado intentando liberarse de sus ataduras inútilmente. -¡Nékir!Aunque muera por segunda vez, vaya donde vaya. Te amaré en cuerpo y alma, porque tu has sido mi primer y último amor. - grito tanto como puedo. -¡Callate no vas a morir! - grita él aun mas fuerte, sangre negra mancha sus muñecas donde las heridas que le provocan las esposas están latientes. Si sigue así, se arrancará las manos.
-Estoy orgulloso de ti, hija - dice Walter emocionado. La mirada que le dedicó está llena de veneno. -¡Tu no eres mi padre! ¿¡Que clase de padre mataría a su hija?! ¿Y que clase de hombre mataría a su mejor amigo? - grito furiosa. Walter resopla - Es por tu bien, cielo. Los hijos nunca entendéis a los padres. Ya me lo agradecerás, cuando estés sentada a mi lado en un trono gobernando - el fuego casi llegaba a mis pies. -!No quiero un trono a tu lado! Sueltame! - grité histérica, pero mi mundo se viene a bajo cuando veo que Nékir ya se ha soltado de una esposa y de su muñón no para de brotar sangre.

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Holii se que es cortito pero mi serebro no daba para más! Y hace bastante que no actualizo :)
Nos vemus!!!!!!!
~Janamellow