-¿Listos?- era 28 de diciembre, día en el que volverían a corea, Heesung preguntó y todos asintieron felizmente.

¿Había algo que enorgullecía a Sunoo? si, Jay y Jungwoon se tomaban de las manos tímidamente, era adorable.

-Entonces vamos- salieron de aquella casa, en camino hacia el aeropuerto, Sunoo andaba mas relajado, parecía que ya había pensado y separado sus deseos de sus necesidades, quería a Niki, pero necesitaba que este lo amara en su totalidad y no parcialidad.

-Hyung- llamó el pelinegro.

-¿Si, Sunnie?- Heesung lo abrazó por los hombros mientras caminaban por los pasillos de aquel aeropuerto.

-Gracias- vió que su mayor quería hablar así que rápidamente siguió -gracias por todo, yo en verdad necesitaba un pequeño respiro ¿sabes? me ayudaste mucho, no pensé que... pensé que no podría salir de esta, me dió un ataque y no sabía que hacer...gracias.

-No tienes que agradecer, en verdad no tienes que hacerlo, haría cualquier cosa para verte sonreír.

Subieron al avión, esta vez Sunoo sonrió entre los 45 minutos de viaje, estaba feliz, volvería a ver a Niki, le explicaría el porqué se fue, tan solo esperaba que entendiera.

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¿Qué hizo Niki en ese tiempo? en navidad fue llevado a una fiesta por Sunghoon y Eunha, solo se quedaron una hora ya que se puso aburrida muy rápido, Eunha tenía que ir a su casa así que se quedó en su casa con Niki.

Ahora el rubio estaba en el apartamento de Sunoo, iba día por medio a quitar el polvo y trapear el suelo, el primer día que fue a hacer limpieza tendió la cama y dobló su ropa, eran pocas cosas que hacer, así que ¿Porqué no hacerlo por la persona que ama? 

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Sunoo ya había llegado a corea, se había despedido de sus amigos y estaba en camino a su departamento.

Subió las escaleras y preparando su llave se aproximó a donde vivía, vaya la sorpresa que se llevó al ver que la puerta estaba levemente abierta, de inmediato pensó lo peor, que lo habían robado.

Lentamente abrió la puerta en su totalidad quedando aún mas confundido al ver a Niki desempolvando algunas cosas con un trapito húmedo mientras tarareaba una canción.

Niki de inmediato se dio la vuelta al sentir que la puerta fue abierta, ahí vió a quien causó tantos revoloteos en su corazón y cabeza.

-S-Sunoo...- dejó aquel trapito en el estante y se paró como debía.

-Niki- dejó su maleta en un lado -¿Qué haces aquí?

-Perdón si te molestó, pero vengo aquí algo seguido para que nada se acumule de polvo y prevenir robos, sé que no debí entrar sin tu permiso, pero no podía no hacer nada por ti mientras tú hacías un esfuerzo por que esto- se señaló a el mismo y a Sunoo varias y rápidas veces -que esto funcione.

-Oh...- se enterneció -Viajé con unos amigos... y si, ahora sé que es lo que quiero y qué es lo que necesito.- cerró la puerta de su apartamento y se sentó en su cama.

-Y-yo... ah, siendo honesto los primeros días no hice nada mas que beber, pero te puedo asegurar que ahora, el yo de ahora, está mas que listo para amarte única y vigorosamente a ti- se paró en frente de Sunoo -Me puse a pensar mucho en lo que me dijiste la noche de mi graduación.

Sunoo escuchaba atentamente, su estómago parecía sentir miles y miles de mariposas.

-Yo no conozco tu lado "oscuro"- hizo comillas con sus dedos -pero quiero conocerlo, quiero ayudarte con tus problemas y que sepas que no me voy a ir a ningún lado, dijiste que no sé amarte, así que por favor- se arrodilló en su enfrente tomando las dos manos de Sunoo entre las suyas dándoles un beso antes de seguir -enséñame a amarte.

Sunoo se sentía tan conmovido, no pensó que alguien podía decir palabras tan bonitas hacia él.

-No te estoy pidiendo que seas mi novio, lo deseo, pero aún no, quiero que te sientas cómodo conmigo, quiero llevarte flores, quiero que tengamos citas, quiero comprarte cosas, recogerte de la escuela- miró sus ojos -quiero que el momento en que seamos pareja, no tengas duda alguna de que nadie en este mundo te va a querer y amar como yo lo hago.

-Pero... si no somos novios...- se sintió tímido antes de hacer la pregunta que haría -¿Puedo... seguir besándote?- desde hace mucho tiempo que no se ponía tan nervioso con simples palabras.

Niki sonrió enternecido por las rojas mejillas y tierno actuar de su lindo chico, se aproximó a su rostro y le dio un besito en su esponjosa mejilla.

-Puedes besarme cuántas veces quieras- volvió a besar sus manos.

Se habían extrañado tanto en ese tiempo, y ese mismo sentimiento fue el que les hizo dar cuenta a ambos, que sin el otro, ninguno estaría del todo completo.

-Sunoo.

-¿Si?

-Te amo.

Cami~