❄️ ⇶ segunda nota.
Aquel diciembre se sentía más frío para Taehyun, si es que ese ambiente gélido era superable.
Y es que todo había pasado de una forma tan espontánea, que ni siquiera tuvo tiempo de prepararse para asimilar lo que esa tarde escuchó.
Hacia ya varias semanas que había ocurrido, y él aún sentía el peso del dolor como si no hubieran transcurrido más de cinco minutos.
Para algunos, su situación sonaría absurda y patética. Para él, era suficientemente significativa como para tenerlo en ese estado.
Pero, ¿qué le ocurrió?
Se los explicaré con la mayor exactitud posible.
Era 3 de Diciembre, un día en que milagrosamente había comenzado a nevar, tornando así la ciudad de Seúl en un paisaje blanco.
El aire era helado, tanto que las personas tenían las narices rojas y tiritaban sin control.
Esa fecha era importante para Taehyun, pues luego de años, había logrado juntar el valor suficiente para declarar sus sentimientos.
Beomgyu y Taehyun habían cumplido hace poco los dos años y medio de amistad; eran mejores amigos desde preparatoria y cursaban en la misma Universidad. Nunca se les veía separados, y con eso se ganaron una ola de rumores sobre si en realidad eran algo más que solo buenos amigos.
Para Beomgyu nunca fue complicado negar esa ficticia relación que todos mencionaban, siempre respondía con total sinceridad y una sonrisa burlona aparecía en su rostro, al tiempo que daba un pequeño codazo a su contrario.
—¿Qué cosas dicen? ¡Si sólo somos amigos! —propinaba aquel ligero golpe. —¿Cierto, Tyun?
—Claro... buenos amigos, es todo —contestaba, tratando de encajar con el ambiente burlesco.
Para Taehyun, el escuchar y pronunciar la frase "sólo amigos" le causaba una punzada en el pecho y una sensación de impotencia por no poder objetar algo. Porque realmente, ¿qué podría decir? Beomgyu decía la verdad.
El tiempo siguió corriendo y conforme los meses pasaban, Taehyun se iba enamorando cada vez más de su amigo de cabellos castaños.
Muchas veces intentó respirar hondo, tomar valor, y decirle de una vez por todas lo que sentía. Pero hey, no es algo nada sencillo de realizar.
Dejó que más tiempo volara, y al fin, ese 3 de Diciembre se sintió seguro y listo para dar un paso.
Era una simple frase que definiría parte de su vida, pues sólo había dos respuestas posibles:
"También me gustas"
"No me gustas"
Tan fácil y tan preocupante.
Si obtenía la primera opción, sería el chico más feliz del mundo, y a partir de ahí vería todo en color rosa junto a su lindo Beomgyu.
Pero, si la respuesta era negativa, una amistad acabaría en segundos y su mundo no tendría colores durante mucho tiempo.
"Es ahora o nunca", pensó.
Ambos chicos habían salido a dar una vuelta a un parque, el cual se encontraba justo enfrente de la Universidad donde estudiaban.
Una vista perfecta si deseabas ver quien salía y quien entraba a la institución.
Era su hora libre del horario, y casi nunca permanecían en la escuela cuando tenían tiempo para descansar.
Se quedaron en una banca metálica que aún no estaba cubierta de nieve, y siguieron hablando de temas triviales como siempre lo hacían. Aunque Taehyun sentía que su corazón golpeaba fuertemente su pecho en todo momento.
—Que frío... —mencionó Beomgyu, volteando su vista hacia el chico que temblaba al lado suyo— ¿Quieres mi suéter?
—Pero, te dará frío a ti... —sus pequeños espasmos iban en aumento, tanto por el gélido aire como por sus fervientes nervios.
—No lo creo —sin decir más, se quitó el suéter negro sin diseño que portaba y se lo dio—. Seguro te queda mejor que a mi —sonrió.
—G-gracias —se lo colocó, intentando ocultar su sonrojo.
Beomgyu siempre había sido un amigo atento, y él decía que sólo compartía su ropa con quien en verdad quería.
Taehyun disfrutaba los otoños e inviernos, por el hecho de que el mayor le daba sus chamarras o sudaderas cuando el frío era insoportable. Lo hacía sentir especial, y aquel gesto lo enamoraba más sin que Beomgyu lo notara.
Taehyun se ponía cada vez más inquieto; no sabía siquiera cómo empezar su declaración.
Y estar respirando el aroma masculino del perfume que emanaba el suéter no le estaba ayudando para nada.
—Beom, yo... —su voz salió más baja de lo que pensó, motivo por el cual, el contrario no lo escuchó.
—Mira, ya salieron de clases ellos —señaló la entrada de la escuela, donde segundos atrás habían comenzado a salir personas—. Y ahí está...
—¿Quién? —aclaró su garganta.
—Heather —suspiró y recargó su mejilla izquierda sobre su mano—. Es la chica con la que comparto asiento en química.
—Ah... —quería pedirle que se callara, pues intentaba expresar algo importante; pero no podía, nunca podría interrumpir a Beomgyu.
—¿Puedo confesarte algo? —Taehyun asintió con un destello de esperanza, el cual se apagó instantáneamente ante las palabras del castaño. —Es que... me gusta.
—Te gusta... ¿ella? —sintió su corazón frenarse por un momento.
—Si, me gusta Heather —esbozó una gran sonrisa, mientras seguía mirando a dicha persona a lo lejos—. No imaginas cuánto la amo, ella es increíble.
"¿Por qué me lo dices a mi, justo ahora?", pensó el pelirrosa. Pero era algo normal; sueles confesarle cosas así a tu mejor amigo, porque simplemente le tienes la confianza suficiente. Y generalmente lo dices de forma espontánea.
Con escuchar eso, supo que sí podía existir una tercera respuesta a su declaración, aquella que decidió callar definitivamente.
"Me gusta alguien más"
—Que bien, ella es... linda —tragó duro e intentó mostrar su mejor sonrisa de apoyo.
—Lo sé —lo miró. —¿Qué hago para decírselo?, ¿Qué tal si a ella no le gusto?
—Eh... —ambos en la misma situación, y sólo a uno le dolía realmente— Sólo... acércate y díselo, seguro te corresponderá.
—¿Eso crees? —el menor asintió. —¡Gracias, Tyunie, eres el mejor! —lo abrazó por los hombros sonriendo.
¿Qué acababa de hacer?
Lo dejó ir sin mover más piezas, con una frase tumbó todo su mundo y sus esperanzas.
Sabía que nunca tendría a Beomgyu para él y... Taehyun no le quitaría la oportunidad de ser feliz, aunque fuera con otra persona.
Aunque el tiempo había pasado, seguía doliendo como el primer día. Y es que ahora tenía que ver a Beomgyu con aquella chica, tomados de la mano, caminando por el campus.
Dijo que ella lo aceptaría, y no se equivocó en lo absoluto.
Solamente le quedaba guardar sus sentimientos, contener sus lágrimas y mostrar una sonrisa cada vez que él mencionaba a su nueva novia.
Claro, le partía el alma, pero no se lo diría.
No lo arruinaría.
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Te ves tan feliz al lado de ella; siempre estás sonriendo y pronuncias su nombre entre risas nerviosas y tus ojos llenos de brillo.
No me gusta estar ahí cuando la ves pasar, cuando ella te envía un beso por el aire, y sobre todo, cuando decides dejarme e irte tras ella.
Me arrepiento de no haberte dicho mucho antes el cuánto me gustabas, y me gustas; tal vez así hubiera tenido una ligera oportunidad de estar contigo.
Fui estúpido al no darme cuenta de que te gustaban más las chicas que los chicos... ¿cómo no lo vi?
Y ahora, sólo me queda este diario para desahogar todo lo que no puedo decirte.
¿Sabes cuál es mi mayor deseo en estos momentos?
Beomgyu... desearía ser Heather.
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