22
EL FIN DE SEMANA HABÍA PASADO CON RAPIDEZ Y CON ELLO, LAS CITAS CON XIMEN FUERON ALGO QUE XIA NUNCA OLVIDARÍA, el corazón latiendo con fuerza contra su pecho por el hecho de lo caballeroso que era o porque simplemente hacía cosas que alteraban sus hormonas.
—Tierra llamando a Xia–Yin Xig habló aburrido— ¿por qué andas por las nubes?
—Lo siento, ¿decías algo?
—Si, hace media hora.
—Que exagerado.
—Bueno, te decía que... —suspiró el chico— ¿por qué estás tan en las nubes?
—Nada nada, solo salí con Ximen el fin de semana.
—¿Qué hiciste qué?—parpadeó unas cuantas veces— Xia...
—Da igual, ahora dime qué pasa.
—Bueno, tu mamá está de vuelta...
—Yin Xig, con eso no juega.
—No es un juego—él suspiró— mi mamá vio a tu mamá, ¡esto es tu culpa por mencionarla tan a ligera hace unas semanas!
Xia se dejo caer al pasto como si le hubieran disparado, sintiendo como todo se volvía amargo y pesado, demasiado pesado para poder calmarse.
—¿Y hablaron o algo o simplemente la vio?
—No lo sé, pero yo que tu, no confiaría en nada... sabes que cuando ella aparece, son las siete plagas y la primera fue tu cita con Ximen.
—Yah! —Xia se volvió a sentar y le apuntó— no seas exagerado con eso.
—No espera, todo comenzó con la tarjeta—Yin Xig comenzó a enumerar— te intoxicaste con comida, te rompieron tu vestido en la playa, perdiste en el bridge contra ellos y tuviste que hacer sabra dios qué, la aparición misteriosa de tu mamá... solo 5, faltan 2 y la tendrás en frente.
—No pasará nada más.
—¿Segura?, cuando esa mujer está presente, todo puede pasar y con Ximen también.
—¿Por qué le tienes tanto odio?
—¿Te ha mandado un mensaje o te ha llamado?
—Oye, nos vimos el sábado, el debe de estar ocupado y yo también, además, apenas uso mi celular.
—Somos mejores amigos y te he mandado hasta cartas cuando no tengo señal—Yin le apuntó— ¿y me dices que él "debe estar ocupado" y no te ha escrito nada?
—Oye, apenas salimos y me propuso ir lento...
—Oh, si, sabes como eso se llama, "casi algo", es una mentira como el le dice a todas y te va a dejar...—Yin Xig comenzó a levantar sus dedos— love bombing, gaslighting y ghosting... déjame decirte, te hicieron las tres.
—Ush, estás insoportable —Xia suspiró mirando a su mejor amigo— ¿ya comiste?, porque estás dándome una migraña.
—Xia, lo estoy diciendo porque eres mi amiga y sabemos los dos que tipo de persona que él es... no seas tonta—Yin le tomó la mano a su amiga— y quiero que sepas que cualquiera que haya sido el cuento de hadas que te vendió, no es real ni lo será.
Xia miró a su amigo y solo bebió de la lata de su té verde con limón sin responderle, porque muy en el fondo, él decía la verdad y no quería creerlo.
XIMEN ESTABA MIRANDO SU CELULAR, A PESAR DE HABERLE PEDIDO A XIA IR LENTO, SINTIÓ AQUELLA NECESIDAD DE alejarse un poco, como si se sintiera totalmente vulnerable o bueno, quizás, solo quizás sintió que eso no funcionaría ni llegaría lejos o bueno, eran sus inseguridades hablando por él.
—¿Qué haces?—Meizuo lo miró sentándose a su lado— tienes cara de que quieres desaparecer.
—Solo estuve pensando si estoy haciendo las cosas bien.
—¿A qué te refieres?
—Fui al cine a ver una película de acción, fui a hacer un oso que tiene el uniforme de Hogwarts y gafas la voz de Xia diciendo "Cruccio, Potter", ¿puedes creerlo?
—¿Y qué tiene ella?
—No le hice ninguno—Ximen se encogió de hombros— digo, habían demasiadas cosas ahí y yo...
—Ella te hizo un oso porque eres como Harry Potter y tu, ¿no le hiciste nada?, no me digas, ya estas en la fase de "no sé que hago, quiero alejarme".
—Bueno... esta fue tu idea, yo te dije que no era buena.
—No, el problema no es mi idea, eres tú el problema, ¿sabes cómo eso se llama?
—La amiga de Lei dice que es apego evitativo.
—No, el problema es que te faltan pantalones, ese es problema—Meizuo paso una mano por su cara frustrado— no eres lo suficientemente hombre para siquiera hacerle frente a tus sentimientos.
—Creo que eres el menos indicado para decirme algo, todo esto, fue tu idea.
—Fue mi idea, sí, de hecho sigo pensando que es buena —Meizuo dijo con los brazos cruzados.
—Es mala, pensé bien las cosas y no me malinterpretes, es linda pero... somos muy diferentes.
—¿Y eso qué?, ¿quieres a alguien igual a ti?—Meizuo negó— así no funcionan las cosas y ¿dijiste algo?
—¿Algo como qué?—se hizo el desentendido— no sé de que hablas.
—Oh, dijiste las palabras—Meizuo paso una mano por su cara frustrado— ¿las dijiste, no?
—¿Y eso qué?, siempre las digo.
—Xia no es como ellas, lo sabes, ¿no?
—Lo superara.
Meizuo se levantó de su asiento para irse a la puerta, sintiendo impotencia y rabia, demasiada para si quiera poder quedarse en esa misma habitación.
—¿Oh no me digas que te vas?
—Lo superarás... ¿no?
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