LA MAÑANA SIGUIENTE HABÍA LLEGADO Y EL PLAN ERA DEMASIADO SIMPLE: tomar sol y evitar a los F4.
Xia había armado su bolsito con un libro, gafas, toalla, lentes de sol y bronceador, además de su teléfono y en el caso de tener hambre, unos snacks y botellas de agua.
Salió de la casa luego de desayunar y comenzar a caminar mientras el sol abrazaba su cuerpo adornado por un traje de baño de cuerpo entero negro y unos shorts de mezclilla desgastados Levis de unas cuantas colecciones de verano pasadas. Estiró su toalla y se aplicó bronceador para acostarse luego sobre la tela y tomar sus gafas y colocársela, disfrutando del único sonido agradable: el ruido de las olas del mar.
Los minutos pasaban y el libro que Xia leía se iba acabando pero, nada dura para siempre.
—¿Crees que este dormida?—los cuchicheos de un par de voces la habían hecho quedarse como piedra.
—Lo dudo o puede que si—respondió otro.
—¿Deberíamos despertarla?
—No hay ventanas por lo que, es una buena idea—respondió con gracia.
Sintió los pasos y los susurros juguetones, solo para notar a quienes eran los responsables de perturbar su ambiente de paz y relajación: Feng Meizuo y Yan Ximen.
—1...
—2...
—Boo!—gritó Xia, asustando a ambos.
Y Zhāng no pudo evitar explotar en risas, abrazando su estómago para acostarse y dejar sus carcajadas fluir con más facilidad, mientras que los chicos trataban de contenerse hasta no poder más, riendo también.
LA NOCHE HABÍA LLEGADO Y CON ELLO, UNA FIESTA ORGANIZADA POR JING EN LA CASA DE los F4, la última que faltaba por arreglarse había sido Xia debido a que estaba bañándose.
Se había colocado un vestido que había diseñado ella misma de un color rosado barbie bastante lindo junto a unos tacones negros junto a un lacito de Chanel, y cuando terminó de arreglarse y maquillarse, decidió salir para ir a la fiesta, sin pensar que sería detenida por ún numerosos grupo de chicas.
—¿Xia-Lin?—una chica preguntó acercándose a ella con recelo— ¿te llamas así?
—¿Eh... si?
Y en menos de dos segundos, el grupo de chicas le había destrozado desde los aretes hasta el vestido, despeinándola e incluso, volteándole un cartón de leche en la cabeza.
—Creo que deberías aprender tu lugar—Una peli-rosa palmeó su hombro— Ximen nunca...
—Pobrecita... realmente me da pena
—Solo fuiste un juego menos, pero relájate—la lider del grupito le palmeo la mejilla, sin notar como Xia apretaba la mandíbula con los ojos brillantes por aguantar las lágrimas— te ayudamos a abrir los ojos
LAS MANILLAS DEL RELOJ DE MUÑECA DE XIMEN GIRABAN CON SU REGULAR RAPIDEZ, pero pareciera que el tiempo pasaba demasiado lento, tanto que llegaba a molestarle con gran molestia.
Miraba cada dos segundos la puerta ansioso, tanto así que se había molestado en salir un par de veces y verificar que si Xia venía o si realmente había decidido no venir.
—¿No han visto a Xia?—a sus espaldas escuchó la voz de Yin Xig y luego bufó.— Es raro que se esté demorando mucho, pero gracias igual
Y en menos de lo esperado, la puerta se abrió, mostrando a Zhāng con los mismos tacones que había alcanzado a salvar junto a una camisa de Yin abierta por los hombros y asegurada con un corse negro en el abdomen y una falda negra corta con tablones, algo sencillamente elegante. El cabello estaba liso y recogido de un lado junto a un maquillaje natural, ocultando realmente la humillación que mantenía escondida tras las lágrimas retenidas.
Se apresuró en llegar a la puerta antes que Yin, realmente feliz de verla aparecer.
—Xia, hasta que apareces...—dijo como si se tratara de un niño pequeño conociendo a Santa Claus por primera vez— ¿por qué demoraste tanto?
Y la chica simplemente pasó por su lado, sin siquiera voltear a verlo y dirigirse a Yin, abrazándolo como saludo y perderse entre la multitud.
XIA LIN NUNCA HABÍA SIDO VENGATIVA, A PESAR QUE SU MADRE LA HABÍA criado de la peor manera bajo parámetros terribles donde la única solución era aplastar o ser aplastado, no podía quedarse de brazos cruzados, le habían roto su orgullo y su mejor creación, así que, debía devolver la mano, no le importaba si le llegaba el karma, pero debía hacerlo.
Por lo que, Yin y Xia estaban preparando una mezcla de huevos, harina y leche, entre espeso y líquido.
—¿No crees qué es un poco raro cocinar un pastel en una fiesta?
—Dame el colorante rojo, ¿si?—pidió, ignorando la pregunta de su mejor amigo.
—Bien...—y se lo entregó un poco desconfiado.
Xia vertió todo el contenido del pequeño frasco y revolvió todo, para luego con ayuda de su amigo colocarlo de manera estratégica sobre la puerta de la cocina.
—Ahora, necesito que me hagas un favor, ve hacía el grupo de ellas y diles que Ximen las busca en la cocina—apuntó.
—¿Por qué nos estamos vengando?—decidió preguntar, alzando una ceja.
—Orgullo y vestido roto
—¿Crees qué eso es suficiente?—enarcó una ceja como aquel video famoso de la roca.
—El colorante vegetal no sale de la ropa, ni con bicarbonato ni con nada—justificó.
—Si no todas terminan con la ropa estropeada, déjame el resto a mí—sonrió con un confidente, guardando el mejor secreto del mundo— tú disfruta, te lo mereces
—Gracias, Yin
—No te preocupes, Xia
XIMEN DABA VUELTAS Y VUELTAS TRATANDO DE ENCONTRAR A LA CASTAÑA, REALMENTE CONFUNDIDO DE SU ACTITUD, quizás solo estaba ansiosa por haber llegado sola y necesitaba a su mejor amigo, o eso quiso creer.
Encontró a lo lejos a Xia conversando con un grupo de chicos sobre algo que ni siquiera se molestó en tratar de entender y le tomó la mano.
—Permiso, debo hablar con ella—comentó para comenzar a caminar.
—¡Rafael siempre será la mejor tortuga y el mejor pintor de los cuatro!—gritó Xia tratando de resistirse y ser arrastrada por Ximen hasta la cocina.
—¿Estamos bien?—preguntó apenas entraron y decidió verter un poco de té en unas pequeñas tazas.
—Mejor que nunca, a decir verdad—sus palabras sonaron toscas.
—¿Entonces... por qué estás así?, ¿paso algo?
—Odio cuando la gente decide jugar con los demás
—¿Qué?—preguntó confundido— podemos tomar té y conversar sobre...—la fémina lo interrumpió.
—Tengo cosas más importantes que hacer y odio el té, adieu—dijo antes de retirarse de la cocina, cerrando la puerta tras de sí, dejando a Ximen bastante confundido bajo las luces artificiales.
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