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Advertencia.

Obsesiones y secuestro, no romanticen estas cosas.

Izuku observó la pantalla de aquel pequeño televisor con entusiasmo mientras su diestra dormía Touya Todoroki, alias Dabi. Aquello que transmitían en la televisión, en su opinión, era relamente aburrido. De esta misma manera se encontraba Toga, quien se encontraba sentada a la izquierda del joven villano, apoyada en el espaldar del mueble.

¿Que era aquello que a Izuku tanto le entretenía de aquel televisor? La respuesta era sencilla.

El festival deportivo de Yūei.

Especialmente se sentía atraído por los de segundo año, y, si bien con eso bastaba para entretenerlo, en aquellos momentos pasaban una pelea que realmente era de su interés, donde su amigo de la infancia y cierta chica de cabellos castaños peleaban.

El estudiante a héroe no había durado mucho en la arena, después de todo terminó siendo eliminado por la chica antes de este siquiera lograra activar su Quirk.

Izuku expandió las comisuras de sus labios en aquel momento, mostrando una cínica y larga sonrisa.

La castaña de cabellos largos observó el informe que Ryukyu le había dado posteriormente, revisando este con sumo cuidado y detallando cada imagen que había en este, después de todo, ella solía hacer muy bien su trabajo.

— Kashima-chan, ¿qué tal?— dijo Nejire con habitual efusividad, haciendo sonreír a la mencionada al notar que su superior le habia llevado un café.

— Hado-senpai, gracias.— dijo, para posteriormente beber de su café mientras la mencionada se sentaba a su lado.

Por más que Nejire fuera amistosa ambas habían concordado mantener una conducta profesional durante el trabajo, cuando salían juntas de manera extracurricular ya era un asunto aparte.

— Estoy entre asustada y emocionada.— comenzó a hablar la de orbes color ámbar mientras pasaba la página de su informe.— Ayer Ryukyu me contactó, al parecer nuestra agencia es parte del operativo para atrapar a Izuku Midoriya, y yo soy una de las heroínas que se hará cargo. Después de todo dicen que mi particularidad les sería de mucha ayuda.

Hado tomó un sorbo de su propio café mientras observaba con atención a su compañera y amiga:— Creo que la agencia "Genius office" también está en ese operativo, ¿ahí no trabaja uno de tus ex compañeros? Katsuki Bakugo.— La de apellido Kashima asintió, rascando ligeramente su barbilla.

— Bakugo es un amigo de la infancia de Izuku Midoriya.— la mujer arrastró hacia Nejire una de las fotos que se encontraban regadas en la mesa, en esta se podía observar perfectamente a un lindo niño de cabellos verdes y a otro de cabellos rubios.— O lo era, no lo sé, no le gusta hablar mucho de ello.

Hado observó al niño de cabellos verdes en aquella foto, se le miraba triste y algo preocupado, no dudaba mucho que este hubiera pasado por una infancia dura. Lo cual era completamente acertado.

Izuku realmente quería ser un héroe, era lo que él más quería en el mundo, a pesar de ello, cuando su ídolo le dio la espalda, se derrumbó su mundo, sus anhelos de ser un héroe se habían esfumado. Todos le habían dado la espalda.

¿Y qué haría él? Apuñarlalos.

Llevando nada más y nada menos que el apodo de "Deku."

— Antes solía se Quirkless, según el informe, solo consiguió una particularidad luego de aliarse con la liga.— ella masajeo el puente de su nariz, levantando un poco sus lentes de lectura.— al parecer comenzó a ser villano cuando mi promoción hizo su primer año en Yūei, era uno de los ayudantes de Giran y un gran inventor.

Hado se reclinó un poco junto con su silla, observando los informes y volantes adjuntos que lastimosamente decían: "se busca vivo o muerto."— Todos creen que él fue el que ayudó a Chisaki a escapar.— comenzó a decir la castaña, comenzando a organizar todo para introducirlo de nuevo dentro de la carpeta.

Ella se levantó de su silla mientras abrazaba la carpeta de archivos, tomando el café que Nejire le había dado y llevándolo entre sus manos:— Tengo que irme a una junta, ya sabes como es, hablamos luego. Que te vaya bien con el caso de investigación a Dabi.— la castaña sonrió, haciendo que Nejire la imitara.

— Ahora que lo pienso ¿no estás saliendo con Bakugo? Será bueno que ambos estén juntos. Animate.— la muchacha asintió, despidiéndose de su superior y retirándose de la sala, en dirección a la oficina de su jefa para colocar los archivos en su lugar y salir en en dirección al lugar en donde se haría la junta para el operativo.

Katsuki era el único hombre que se atrevía a salir con ella, después de todo, la mayoría de los chicos que intentaban acercarse a ella con intensiones más allá de una amistad terminaban siendo asesinados. Todos le decían que aquello no tenía relación con ella, pero la castaña creía lo contrario, y sabía que las personas a su alrededor pensaban lo mismo.

— ¿qué es lo peor que podría pasar?— dijo ella para si misma.

Katsuki miró a su novia de reojo, la cual presionaba rápidamente el Click de su bolígrafo retráctil mientras, ansiosa, observaba a Hawks explicar la situación actual de Deku en relación a la liga de villanos. No era nada bueno.

— Al parecer Deku es el verdadero líder, en las grabaciones de pueden ver claros indicios de manipulación hacia Shigariaki.— cosa que era cierta, Izuku solía creer que hacerse el estupido y ser un alabador innato le servirían en cuestión de manipular a su amiguito de cabellos celestes.

— Cuando empujemos a Deku al rango de ataque de Speaker ella nos garantizará la victoria.— la castaña se detuvo al ser nombrada, observando al héroe con media sonrisa.

Tenia un mal presentimiento.

Su don, Narracion, le permitía hacer que objetos y/o personas hicieran lo que ella dijera en un rango de veinte metros, este se activaba cuando pasaba su dedo índice desde el inicio se mandibula hacia la comisura de sus labios, trazando una línea.

El rubio tomó la mano de su nerviosa novia mientras observaba con atención al héroe alado, esta, gracias a su dulce gesto, sonrió dulcemente y se calmó un poco, entrelazando sus dedos con los de Katsuki.

Muchos cuestionarian su nerviosismo, sin embargo, este tiene una simple razón de ser. Algo tonta y supersticiosa, pero era la razón principal por la que aquel nombre le causaba tanto miedo.

Desde su segundo año en UA, luego del festival deportivo, había notado como un sigiloso destello verde la seguía a todas partes.

La castaña suspiró, preparada para que Izuku fuera acorralado hacia su dirección, aún no había activado su particularidad, después de todo, no había señales de acercamiento por parte de sus compañero.

— Disculpe, señorita, estoy perdido. Realmente necesito ayuda para encontrar mi departamento.— una voz masculina y grave se escuchó detrás de ella, logrando que un escalofrío subiera por su espina dorsal.

Estaba asustada y confundida, se suponía que ningún civil debía encontrarse cerca en aquellos momentos, al girarse su corazón se detuvo por un milisegundo. Un hombre alto, de aproximadamente metro noventa, se encontraba frente a ella, llevaba un elefante traje color escarlata y mantenía una larga sonrisa en sus labios, sus ojos verdosos parecían brillar en la oscuridad de la noche, sin embargo, este no era un brillo lindo y esperanzador, era un brillo apasionado y algo siniestro, sus cabellos eran verdes, peinados hacia un lado. Ella abrió sus ojos, aterrada, llevando sus manos temblorosas a sus labios para activar su particularidad y terminar con él de una vez por todas, sin embargo, el peliverde se adelantó a sus acciones y tomó sus manos.

Nunca había tenido problemas con pelear con villanos, ¿qué era lo que pasaba ahora?

Katsuki llegó al lugar junto a los otros héroes, aterrorizado, los villanos con los que se encontraban luchando resultaron ser nada más que simples clones hechos por Twice. El rubio intentó alcanzar a su novia, quien era sostenida por el peliverde, llevandosela a travez de un Warp gate que Kurogiri había abierto.

— ¡________!— gritó el rubio, haciendo a Midoriya sonreír con superioridad hacia quien lo observaba con odio y rabia.

Para desgracia de muchos, Katsuki había llegado tarde.

Kashima abrió sus ojos, se había desmayado gracias a las fuertes emociones del momento, ella miró a su alrededor, asimilando la información e intentando liberar sus manos para usar su Kosei. Parecía ser que físicamente no tenía ningún daño, cosa que internamente agradeció, a pesar de ello, no tardó en asustarse al ver al serio peliverde frente a ella, mandando mensajes de texto.

El hombre levantó su mirada, haciendo que sus miradas chocarán, cuando esto sucedió él sonrió y ella hizo una mueca extraña, no sabía si expresaba miedo o disgusto:— ¡Buenos días Kashima-san! Es genial que no haya tardado tanto en despertar.— su voz mostraba algo de felicidad, pero tenía un todo bajo que la hacia escucharse sería.

Izuku se levantó de la silla, acercándose a la castaña y haciendo a esta levantar la mirada:— No sabes cuánto tiempo he estado esperándote.— el peliverde pasó la lengua por sus labios mientras observaba los labios de la mujer.

— ¿Que quieres de mi?— dijo ella, tartamudeando, con el ceño ligeramente fruncido.

Izuku levantó una de sus cejas, al escuchar aquello rápidamente tomó el rostro de la castaña con una de sus mano, obligandola a acercar este al suyo:— Se que lo has notado, ¡Soy tu mayor fan! Te he seguido por mucho tiempo, y seguiría haciendo lo mismo hasta lograr que me ames. Aunque creo que ahora no es necesario.— el hombre soltó a la muchacha, sentándose frente a ella, sonriendo tranquilo.

— Tranquila, me gustas mucho, soy incapaz de lastimarte.— Izuku besó la frente de la castaña, haciendo a esta estremecerse ante el tacto de los labios del villano contra su piel.

Para ella aquello, a pesar de las dulces palabras, no era más que el inicio de una pesadilla.

La castaña pasó atada toda la noche, parecía algo realmente cruel aquello, sin embargo Izuku realmente se aseguró de que fuese cómodo, colocandole varias frazadas para que no pasara frío, un par de almohadas y un calentador para que la mujer pudiera dormir por la noche.

Aquello le parecía realmente surrealista.

No podía creer que aquel villano estuviese enamorado de ella.

El día siguiente fue relativamente igual, lo único que ella realmente recibía de él era la comida, no podía permitirse morir de hambre, Izuku era quien se encargaba de dársela directamente a la boca, solo la desataba para poder ir al baño, a pesar de ello le inyectaba formula antiquirk para que no pusiera usar su narración para salir del lugar, obligandola a sentarse de nuevo en la silla y atarla con cadenas nuevamente.

— Supongo que estás aburrida.— dijo el villano, quien había instalado una cama en aquel cuarto para poder dormir en la misma habitación que la mujer.

Él, con cuidado, rodó un poco la silla a la que la castaña se encontraba atada, poniéndola frente al televisor:— espero que con esto baste.— lo peor, en la perspectiva de la heroína, era que relamente había funcionado y estaba realmente entretenida.

Era una situación demasiado extraña para la de apellido Kashima, en el fondo estaba relamente asustada, pero realmente le confundía el hecho de que Izuku fuera amable con ella.

Izuku había salido a resolver algunos asuntos de la liga, básicamente conversaciones seria sobre el destino de la heroína y la liberación de All for one, dejándola sola con el televisor encendido, anteriormente ya la había forzado a comer así que el villano no tenía preocupaciones con respecto a la mujer.

Ella no sabai exactamente a que hora llegaría aquel hombre, solo sabía que sería antes de la media noche, después de todo a esa hora solía llegar a dormir a su celda.

Aquel canal mostraba noticias sobre la desaparición de la mujer a manos de la liga. En aquel momento ella pensó que sus padres y Katsuki debían estar seriamente preocupados por ella.

— Supongo que ya sabes que intentan encontrarnos.— dijo el pecoso mientras jugaba con un cuchillo entre sus dedos.— no te preocupes, no dejaré que nadie nos aparte.

La castaña lo observó con seriedad, Dabi, como burla, le había puesto una mordaza hace un par de días atrás.

— no has tomado un baño en un par de días.— el hombre se acercó a ella, retirando la mordaza con una sonrisa en su rostro.— ¿necesitas ayuda?

Justo cuando ella estaba por contestar, la intimidante mirada de Izuku la calló:— Bueno, no veo objeciones, te acompañaré.— cuando Izuku soltó sus cadenas ella intentó mover sus manos rápidamente en dirección a su boca, buscando activar su Quirk, pero lo máximo que logró fue rasguñar una de sus mejillas.

Izuku tomaba sus muñecas con una sola mano mientras que con la otra sostenía su rostro:— Por favor no hables o te muevas, quiero ser bueno contigo.— susurró el villano en su oído, haciéndola estremecerse.

El pecoso la cargó hasta el baño colocando unas clásicas esposas chinas en los dedos de la más baja para evitar que esta utilizara su particularidad. Izuku pensaba que ella no debería quejarse de aquello, cualquier otra persona seguramente no se hubiera preocupado por el cuidado personal de la mujer, por otra parte, la castaña sabia que ni siquiera en una situación normal aquello estaría relamente bien.

Ella quería salir de aquella pesadilla.

Kashima se encontraba despierta en medio de la imponente oscuridad de la habitación, recordando con vergüenza el tacto de los dedos de Izuku contra su piel, era tan delicado y tan tímido que parecía que aquel hombre solo era un avergonzado hombre enamorado cuya primera vez tocando a una mujer fue aquella.

Recordaba el torso desnudo del hombre y su prominente espalda, se notaba que entrenaba mucho, ser el líder encubierto de la liga debía ser duro, pero sobre todo entrañaba gracias a que anteriomente sus habilidades en batalla eran lo único que podía usar para defenderse, él parecía esculpido por los mismisimos dioses.

Ella recordó sus lindos cabellos húmedos caer sobre sobre su rostro, siendo retirados solo cuando el echó este havia atrás, también recordaba sus besos, tanto en sus labios como en su rostro y hombros, mismos que no correspondía y solo soportaba, parecía un hombre realmente tímido.

La heroína simplemente no podía dormir, recordando como suavemente Izuku lavaba su cabello y su cuerpo, sin ninguna mala intención realmente.

Aquello la dejaba realmente intranquila.

— Abre grande.— ordenó Izuku, metiendo otra cucharada de Katsudon en la boca de su amada.

Ella comía realmente despacio, como una niña, porque la realidad era que sus ánimos y su energía se habían agotado, su salud mental era algo casi inexistente, su mirada era bastante neutral, cosa que Izuki notó gracias a que le gustaba detallar los rasgos de la muchacha y grabarlos en su memoria en los momentos en los que estuviera lejos de ella.

Él realmente disfrutaba sus ratos juntos, haciendo que los remordimientos sean inexistentes, pero Izuku creía firmemente que debía, y quería, mantenerla a su lado para que la castaña estuviese a salvo. Pensando que algún día ella se acostumbraria a aquello o incluso se enamoraría de él.

Últimamente la espalda de la castaña había comenzado a doler, Izuku había cambiado aquella silla de madera por una de metal, después de todo en uno de sus intentos de escape ella había logrado romper aquella silla, no llegando más lejos de dos pasos, Izuku había notado aquella molestia, razón por la cual quitó el amarre de las cadenas en su cintura y en cambio solo puso un par de cadenas que tomaran sus muñecas por detrás de su espalda.

Cargando a la femenina en estilo nupcial la acostó sobre la cama en la que él solía dormir, aún estando amarrada en sus pies de igual manera que en sus muñecas.

— Espero que estés cómoda y lista para dormir.— Izuku se acostó a un lado de la femenina, rodeando su cintura con su brazo y atrayendo a la de orbes cafés hacia él.— buenas noches.

— como debería sentirme.— pensó Kashima para sus adentros, recordando las noches que había pasado con Katsuki de aquella manera.

¿Como siquiera se atrevía a comparar a aquellas dos personas? En aquel momento los sentimientos de la chica de tes morena clara eran un desastre, se sentía cada vez más abrumada ¿por qué?

Porque la cercanía de Izuku le resultaba cómoda y cálida.

Su brazo la rodeaba de forma suave, su mentón estaba apoyado en su hombro, su respiración lenta y profunda cerca de su oído, en un cambio de posición ella incluyó llegó a apoyar su rostro en el pecho del mayor, podía escuchar los latidos de su corazón, siendo tan cálido y tan silencioso.

Lo confortante que era aquella realmente la aterraba.

Izuku llevaba una bandeja con el desayuno de la mujer, dejando esta en la cama para poder quitar la mordaza de la boca de la femenina, el llevaba un semblante algo cansado, pero, como siempre, sonreía, misma sonrisa que la hizo relajarse.

Sin decir ni una sola palabra él la comenzó a alimentar, sonriendo mientras le daba de comer, la castaña pensaba que aquella comida estaba realmente buena.

Luego de darle un baño a su supuesta víctima, al terminar la ayudo a peinarse con un cepillo, era tan cómodo que realmente no parecía que aquella persona fuese un villano, en aquel momento ella se relajó tanto que terminó quedándose dormida.

Kashima observó horrorizada al villano, quien le contaba sobre su vida antes de ser aquello que aparece en las pesadillas de los niños, contándole todo sobre el maltrato de Katsuki hacia su persona, todas las veces que le dijeron que se suicidara, cuando su ídolo le dio la espalda. Izuku básicamente le contaba su vida a su amada.

La castaña, por su parte, ya no usaba mordaza. Ella mordía su labio inferior con impotencia, negándose a creer que el hombre que solía amar había hecho aquellas cosas, a pesar de que en aquel momento era un niño simplemente no podía justificarlo.

— Katsuki nunca me habló sobre ti.— dijo ella, incrédula, en voz baja.

Izuku sonrió a medias.

Ella observó a Izuku, quien hablaba seriamente con Giran frente a la puerta de su habitación, Kashima nunca lo había visto tan serio como en aquel momento, tal vez cuando intentó escapar o cuando habló sobre su infancia, pero nunca fue así frente a ella.

Por alguna razón una calidez extraña se centró en su pecho, haciéndola sonreír, pensando que solo sonreía así para ella.

— Pienso que todo sería mejor si no existieran las particularidades, porque si bien han traído heroes también ha aumentado la criminalidad. Solo mirame.— siguió hablando Izuku.— Si no fuera por los Kosei no habría sido discriminando por no tener uno, no habría pasado nada de esto y seguramente nos conoceríamos en circunstancias más normales.

La peor parte de todo aquello era que la castaña había estado de acuerdo.

Izuku levantó sus cejas, sorprendió, las cadenas de la castaña de habian soltado mientras lo estaba, sin embargo, ella solo estaba recostada en su cama viendo televisión, una felicidad llenó el corazón del villano, ella por fin se había acostumbrado.

La castaña lo observó, sonriendo a medias y devolviendo su vista al televisor, aún no le hablaba, sin embargo, estaba cómoda con su presencia. El peliverde con cautela se recostó a un lado de ella, la castaña solo apoyó su cabeza en el brazo de hombre, acurrucada a su lado.

— ¿Que estas viendo?— preguntó el hombre, dudoso de si ella realmente le respondería.

La de orbes cafés levantó la mirada, observando los ojos del hombre, verdosos y brillantes:— un programa sobre medicina.— dijo ella en un susurro casi inaudible.

Izuku sonrió sinceramente, por primera vez en mucho tiempo, acariciando el cabello de la femenina y abrazandola.

La castaña se encontraba sentada en el suelo, dibujando en un pequeño cuaderno que Izuku le había regalado hace unos días, observando como este mismo hombre se levantaba en dirección al balcón. Recientemente ella había sido reinstalada a la habitación del pecoso, donde podía estar libremente.

Al ver la cajetilla de cigarros que Izuku llevaba en su mano antes de salir ella lo detuvo:— ¿por qué te vas? Puedes fumar aquí, es tú habitación.— dijo ella, sonriente.

Izuku la observó con un semblante neutro:— pero tú estás aquí.— él la observó.

Ella sonrió abiertamente:— Eres realmente amable. Katsuki suele fumar en casa, no tienes de que preocuparte, ya estoy acostumbrada. Si abres las ventanas como Katsuki no hay problema.— Izuku frunció el ceño al escuchar aquello.

— ¡________! No es que sea amable, Kacchan es una basura.— ella abrió ligeramente sus labios sorprendida, intentando negar aquello.

Katsuki era alguien preciado para ella, a pesar de su personalidad siempre estuvo apoyandola, realmente lo quería. Cuando ella estaba dispuesta a hablar sobre Katsuki, intentando que Izuku cambiara su perspectiva sobre él, fue cuando ella notó que el villano ya se encontraba en el balcón.

Habia cerrado la puerta para que el humo del cigarro no se filtrara en la habitación.

Aquello la hizo sonreír.

Izuku entró la habitación, observando la escena frente a él con horror. Kashima había activado su particularidad.

— La televisión que se encontraba frente a ________ se encendió justo en su programa favorito.— y tal y como ella misma lo había narrado aquello sucedió.

La castaña sonrió complacida al no tener que levantarse para tomar el control.

Izuku soltó un largo suspiro de alivio, pasando la mano por su rostro mientras observaba a la castaña, quien no se había percatado de su presencia. El peliverde la observó con seriedad, tapando sus labios con una de sus manos.

Ella había dejado de intentar escapar a pesar de tener todos los medios.

La castaña abrazó a Izuku de la cintura, aspirando el dulce olor que este emanaba, era simplemente una delicia. Ella acarició la espalda del más alto con delicadeza, bajando sus caricias de a poco y metiendo su mando dentro de la camisa de este, buscando a sentir el tacto de la piel del peliverde.

Era simplemente cálido y reconfortante.

Ella no pudo evitar sobresaltarse al sentir las grandes manos del hombre colarse dentro de su camisa, acariciando su abdomen con suavidad y delicadeza, pasando sus caricias a su cintura.

Al levantar la mirada ella se encontró con los ojos de Izuku, quien la observaba con un rostro neutro, sin embargo, sus ojos estaba ligeramente más oscurecidos de lo normal. Aquello hizo que la más baja se sonrojara y retirara sus manos de inmediato.

— Lo siento.— ella se giró, quedando espaldas al hombre, completamente avergonzada por sus acciones.

La castaña se estremeció al sentir como Izuku la tomaba de la cintura la acercaba más a su cuerpo, siguiendo con sus caricias, dejando unos cuantos besos en su cuello:— no tienes porque disculparte.— susurró el en su oído, haciéndola sonrojarse.

Deku subió de a poco sus caricias, comenzando a masajear uno de los pechos de la muchacha, haciéndola jadear:— prometo ser amable, si me lo permites.— dijo él, para luego morder el lóbulo de la oreja de la chica.

Ella asintió.

Izuku hizo que ella recostara por completo su espalda en la cama, colocándose sobre ella y sosteniéndose con sus brazos, besando sus labios, aquellos besos húmedos comenzaron a bajar, llegando a su cuello. En aquel momento el hombre se deshizo de su camisa y la de la mujer.

Acto seguido Izuku comenzó a dejar besos en el cuerpo de la mujer en cada extremo de su piel, cosa que la volvía loca.

Izuku la trataba como si de el diamante más valioso se tratase, dejándola por completo bajo su merced, provocandolo a recorrer cada parte de aquella heroína, la castaña por su paste solo se aferraba a abrazar la espalda del más alto mientras aquellas manos recorrían su pecho desnudo.

Ambos disfrutaron de su primera noche juntos, su primera noche de pasión. Izuku por fin podía decir que ella había sido suya por completo, por fin, después de tantos años lo había logrado.

— probablemente deba quitar todo esto para que no se asuste.— dijo el peliverde, observando la habitación repleta de fotos de la mujer.

El hombre observó con detenimiento uno de los muros, notando que había una foto que faltaba, cosa que lo enojó, sin embargo primero priorizó el eliminar aquellas fotos para que la castaña no huyera de él, al terminar, hizo que todos los miembros de la liga se reunieran en la sala principal, siendo Shigaraki el único faltante.

— ¿Donde está la foto?— dijo él con molestia.

Dabi suspiró con cansancio al notar que aquello había sido solo por la perdida de la estupida foto de la heroína que habían secuestrado, por su parte, Izuku, al notar quien había sido, no ni dos segundos en separar la cabeza del cuerpo de aquella persona.

— Si alguien, quien sea, hace algo para que vengan por ella no tardaré en torturar lo de las peores maneras posibles. Y será aún peor si intentan meterse con ella.— en aquel momento Izuku se retiró a su habitación, dispuesto a limpiar la sangre en su traje.

Al entrar a la habitación se encontró a una linda castaña, leyendo cómics en la cama de la habitación, al notar que ella estaba allí Izuku se sobresaltó, no podía permitir que ella lo viera de esa manera, sin embargo, Kashima ya había notado su presencia.

Al verlo cubierto se sangre ella no tardó en acercarse hacia el peliverde:— ¡Izuku! ¿Estas bien?— preguntó, preocupada.

— Si... no es mi sangre.— confesó Izuku con sinceridad, esperando la reacción temerosa de la castaña.

Ella por su parte suspiró con alivio, observandolo con una sonrisa:— con tal de que no sea tu sangre, es un alivio, ¿quién te enojó? Si quieres después podemos ver una pelicula para que te relajes un poco.— ella tomó una de las manos de Izuku, sin importar que esta estuviera cubierta de sangre.

— ¿Estas bien con esto? Asesiné a alguien.— ella lo observó por unos segundos, intentado pensar su respuesta.

— Si tu no estás herido, no me importa, seguramente tenias tus motivos.— dijo ella aalgo confundida.

Kashima no sabía en qué punto ella había estado de acuerdo con aquellas conductas, solo sabía que con tal de que Izuku fuera feliz ella dejaría pasar cualquier cosa, después de todo creía firmemente que aquel peliverde tenía sus razones para actuar como lo hacía.

Izuku por su parte sonrió complacido, ampliamente, lo había logrado, ella se habia enamorado de él finalmente.

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*Inserte risa malvada*

Si quieren lemon especifiquen.

Espero les haya gustado mucho este primer one Shots, estoy haciendo los pedidos en orden de comentarios, el siguiente es un podo de este vestido tipo obsesivo.

Los Shipps los dejaré para después.

Pronto, Izuki x lectora.

Gracias por leer, no olviden dejar comentarios con sus opiniones.

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