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27. Preparaciones Ceremoniales


Días pasaron y todo el reino iba de arriba hacia abajo con todo el tema de la ceremonia. Desde el reino, hasta el pueblo no dejaban de correr a todos lados preparando todo para que el día importante fuera lo más perfecto posible.

El rey yacía sentado en el gran sofá con un brazo recargado del espaldar de este y su otra mano mirando unos papeles con atención. Con un suspiro cerró sus ojos unos segundos para luego abrirlos con desagrado.

"Esto es una mierda." Exclamó para secar el sudor que caía por su mentón con sus nudillos.

"¿Lo estoy haciendo mal?" El otro rey que estaba sentado en el suelo entre las piernas del mayor con sus mejillas rojizas alzó la mirada inocente que traía para verle con preocupación ante sus palabras.

"No hablo de ti, muñeco." Le respondió Iván quitando su brazo del espaldar para acariciarle el cabello, esto hizo que el menor cerrara un ojo inconscientemente. "Es sobre unas cosas que se pidieron para la ceremonia." Añadió.

Alexis tomó entre sus manos el gran miembro de Iván para acariciarlo mientras le prestaba atención a lo que decía. "¿Algo no resultó cómo esperaba?"

"Las flores." Asintió suspirando. "Los jardineros dicen que no hay forma de encontrarlas en esta época del año."

"Pero—" Alexis frunció el ceño. "Quería que fueran esas flores en específico." Dijo antes de volver a introducir el miembro en su boca.

"Lo sé, nene, lo sé." Dejando los papeles Iván colocó ambos brazos en el espaldar cerrando sus ojos. "Habrá que ver cómo lo resolveremos, ¿no hay otra flor que quieras? Las rosas, por ejemplo..." Preguntó con calma mientras echaba la cabeza hacia atrás.

"Mhm." Asintió aunque su cabeza ya estaba subiendo y bajando desde antes.

"Rosas serán." Suspiró otra vez sintiendo la humedad de la boca ajena a la perfección junto a su lengua.

Por un rápido segundo Alexis lo sacó de su boca para tomar aire y hablar sin dejar de sujetar la hombría, podía sentir cómo palpitaba en sus manos. "Rosas blancas y moradas, también quiero muchos jacintos de diferentes colores."

"Te traeré todas las plantas que existen en todos los colores del arcoíris, pero no te detengas." Le ordenó Iván tomando su cabeza una vez más para empujarle hacia abajo sin mucha fuera, volver a sentir su boca le hizo gemir profundamente. "Así... Buen chico." Dijo bajo su aliento jadeando.

"¡Mhg!" Rápida y repentinamente el menor se alejó para tomar aire y hablar con sus ojos abiertos. "¡Mis deberes!" Exclamó.

"¡¿Qué deberes?!" Preguntó Iván con disgusto al no poder disfrutar tranquilamente de una clásica felación.

"¡Revisar el cultivo, alimentar y preparar a Tilín, lo de las clases de danza y—"

"¡Eres el rey, Alexis!" Le detuvo el mayor. "¡No necesitas hacer nada de eso y menos ahora que debes estar preparándote para la ceremonia!"

"Oh, cierto..." Murmuró el mencionado pensativo. "Aún así, me gustaría no dejar mi deberes de lado."

"Por favor, podemos— ¿Continuar?" Rogó Iván cansado. "Se me va a caer la pija si no."

"Sí, sí, lo siento."

Justo cuando estuvo a punto de volver a la intimidad la puerta fue tocada espantando a ambos.

"Su majestad, la costurera está lista para verle." Hablaron del otro lado de la puerta.

"¡En un momento!" Dijo Alexis levantándose para comenzar a quitar sus pantalones cortos bajo su vestidor, al terminar se subió a el sofá al regazo de su amante y fue cuestión de segundos.

Iván le agarró con fuerza de las caderas y lo guió en todo momento justo como le gustaba. El movimiento de caderas de Alexis fue continuo y firme, ambos lo disfrutaban y hasta gemían juntos compartiendo de besos llenos de amor y pasión. Por el lenguaje corporal de el menor se notaba la diferencia y lo mucho que había aprendido en el tema, lo que más le gustaba a Iván era que ya no debía mostrarle nada ni decirle cómo hacer las cosas, antes era un mata calentura tener que explicarle todo y que aprendiera lo hacia mil veces mejor.

"¡Su majestad, debe ser ahora!" Volvían a tocar la puerta.

Iván acercó su cuerpo al ajeno descubriéndole el torso para lamer su pecho, Alexis se dejó sin parar sus movimientos jadeando por lo bajo.

"¡En un momento!" Respondió entre jadeos para morder sus labios cuando sintió la lengua de su prometido en sus pezones. "Debemos apurarnos..." susurró el chico.

El rey se levantó para poner a Alexis contra el sofá para embestirlo fuerte, esto provocó más gemidos y más descontrolado. En los últimos días los momentos íntimos se incrementaron más debido a que las heridas de Iván se estaban curando y se encontraba mucho mejor.
Era tan continua la acción que Rafael y Sebastián podían pasar tiempo juntos sin problemas. Casi siempre les ordenaban que se retiraran y ellos podían pasar tiempo juntos mientras los reyes hacían sus cosas, obvio no era secreto que lo que hacían no era hablar.

"Lamento insistir, pero es que ya todo está en orden y—" La puerta se abrió de golpe siendo Alexis quien la abrió, sus mejillas estaban rojas, su cabello desordenado, su ropa desordenado y jadeando. "Su majestad.."

"Ya, indícame el camino, por favor." Dijo el pelinegro con una sonrisa y algo exhausto, un aura se mostraba sobre él haciendo saber que estaba de humor y feliz. Siempre estaba así pasaba cuando terminaba una de sus pequeñas sesiones con Iván, mismo que se quedó atrás para continuar viendo los detalles de la boda y ahora el tema de las flores.


[...]


Alexis estaba parado sobre un pequeño escenario esperando a que terminaran con él. Le estaban probando y midiendo para hacerle el vestuario para su matrimonio, era súper aburrido pero estaba contento y no le importaba que fuera tan aburrido y lento. Rafael le acompañaba y en sus brazos tenía a Micha durmiendo plácidamente.

Todo iba tan bien y tranquilo que Alexis comenzaba a pensar que ser vendido fue lo mejor que le pudo haber sucedido. Estaba siendo muy feliz y realmente no quisiera dejar esta vida, pero algo le preocupaba.

"Rafael."

"¿Sí, su alteza?"

"¿Habrá posibilidad de que invite a mis padres al reino?" Preguntó mirándole sin bajar sus brazos de la posición que mantenía.

"Bueno, claro que la hay." Asintió tranquilo sin dejar de acariciar a el felino.

"Trae una pluma y un papel, quiero enviarles una invitación a mi ceremonia." Dijo decidido, claro que el castaño bajó a Micha para ir a buscar papel y una pluma.


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Si hay faltas de ortografía o un error, por favor déjenme saber.
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