1002 THE MISSING LOCKWOOD
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Anoche tomé malas decisiones, como beber para quedar casi inconsciente. La cabeza me dolía demasiado y todo me lastimaba la vista, jamás había bebido en mi vida.
Veía a mi papá hacerlo, hasta a los Salvatore. Pero yo sólo estaba ahí observando, y esta vez necesitaba sólo callar las voces de mi cabeza.
— Buenos días, solecito.— se burla entrando Anna a mi habitación, abre las cortina y cubro mi rostro
— La luz.— suelto un quejido
— Vamos, hice que te prepararan el desayuno. Y te traje ropa, aún no tienes estilo— me quito las manos del rostro —. Así que puedes usar lo que sea.
— Sólo quiero café.— me apoyo en la cabecera y se sienta en la cama — Tengo una resaca mortal. Como las que mi papá tenía.— me toco la frente
— Bueno, ayer bailaste en mesas— expone y la veo perpleja —. Y Stefan te cargó para llevarte, pero peleaste con el e hiciste un lío. Terminé trayéndote con Jeremy.— me cubro el rostro avergonzada
— No puede ser.
— Si, te hiciste lucir.— bajo mis manos — Ahora tienes reputación.— meneo mi cabeza
— No quería hacer eso. Sólo...El alcohol se me fue de las manos.— expreso en mi defensa y toma mi mano
— Tienes mi apoyo en todo. Se que no es fácil adaptarse al siglo veintiuno— asiento —. Eventualmente lo harás, tienes que hacerlo.— explica
— Tú casa es hermosa— deslizo mi vista por la habitación —. Me hace recordar a la mía en 1864, tiene la elegancia y la antigüedad.— le admiro cada detalle
Era como estar en aquella época en la que era ingenua y esperaba más de las personas.
— Gracias. La tuvimos que tomar a las afueras para que los vampiros de la tumba pudieran quedarse.— explica y frunzo el ceño
— ¿Me metiste a una casa llena de vampiros? — cuestiono incrédula
— Si lo dices así...— me levanto enseguida —. Lyn.
— Estuve encerrada con ellos 145 años, no fue un picnic. Estaban en mis pesadillas.— me veo al espejo con angustia — Es como si pudieran entrar a mi mente, sentía su dolor. Al ser bruja y estar ahí, podía sentir la muerte congelar mi cuerpo— siento un nudo en el estómago —.No puedo explicarlo.
— ¿Y como te sientes? — volteo a verla
— Como que veo al amor de mi vida enamorarse otra vez del mismo rostro. ¿Es como una clase de maldición o algo? — agarro la blusa de la cama
— Los Salvatore tienen problemas, siempre lo hemos sabido.— me saco la pijama — Los dos parecen ser juguetes de Elena Gilbert.
— Gilbert, como Johnathan. Pueblo chico, infierno grande— me pongo la blusa —. Dame un resumen corto de este lugar. No quiero estar tan perdida.— me bajo el pans
— Bueno, pues prácticamente lo habitan los familiares de los fundadores. Son como realeza por aquí, se creen importantes.— asiento y me subo el pantalón — Bonnie Bennett— la veo sorprendida — Es la bruja del pueblo. Parece que todo se quedó como en 1864.— me la acerco
— Es familiar de Emily y Mike.— asiente — Necesito conocerla. Gracias a Dios la maldita traicionera de Emily esta bien muerta. Y con tristeza Mike, quien seguro me hubiera ayudado.— divago y me siento para ponerme los botines
— El está vivo.— volteó a verla con sorpresa — Sólo que ya no es un brujo, es un vampiro.— se me va el aliento
— ¿Qué? — la veo casi pálida
— No conozco su historia, pero se que es vampiro. Nos topamos alguna vez en Nueva York.— expone y bajo la mirada pensativa
— No puedo creerlo.— una pequeña sonrisa se posa en mi rostro — Bueno, me da algo de tristeza que haya perdido su magia, pero me alegra que esté con vida. También necesito verlo.— me pongo los zapatos
— Tienes que cuidarte en este lugar. De alguna forma, todos se conocen. Eres alguien nuevo aquí, debes crearte una historia. No puedes decir que eres una bruja recién despertada de tu sueño reparador.— aconseja y me levanto
— Puedo llegar a casa de Tyler y fingir que soy la hija perdida de Richard.— sugiero y sus ojos se abren como platos
— ¿Qué? — se levanta y encorvo una sonrisa
— Ayer, me topé con Tyler. Bebimos juntos, trató de pasarse conmigo dos o tres veces, y con alcohol en su sistema, me dijo que cuando tenían ocho, en un viaje familiar, le robaron a su hermana. Por eso su padre se desquita con el y su familia no fue igual, ahí puedo entrar yo.— menea su cabeza
— Es demasiado peligroso y cruel.— se queja y camino al espejo
— Es inteligente. Así me adentro en este pueblo y descubro lo que necesito. Quiero encontrar a Katherine Pierce y matarla con mis propias manos. Algo me dice que aquí puedo llegar.— expongo y me acomodo el cabello
— Evelyn, tú no eres así. Eres compasiva, gentil, honesta.— me giro a verla
— Esa chica murió en 1864, cuando siendo inocente, su mejor amiga la traicionó y la encerraron en una tumba por casi dos siglos. Tener un corazón te hace débil, es mejor arrancarlo.— expongo sin tacto y me con sorpresa
— Tu no eres así, suenas como...
— ¿Quien? — se queda en silencio y siento el nudo en la garganta — Dilo.
— Katherine.— alzo mis cejas — Ella haría lo mismo que tú. Ambas la odiábamos. Ella manipula, engaña, es cruel— inhalo hondo —. Tú no quieres ser como ella, eres mejor que eso.
— El amor no me ha traído más que dolor, no lo quiero. Yo sólo tengo un propósito, y es vengarme de Katherine, no me importa si muero en el proceso. Moriría con una sonrisa en el rostro.— voy a la mesa de noche
— ¿Y que harás? — agarro el vaso de jugo — ¿Cuál es tu gran plan? — bebo disfrutando el sabor
— Infiltrarme en la vida de los fundadores, ser de su círculo. Descubrir lo que sepa, no levantar sospechas. Conozco a Katherine, ella debe dejar pistas aquí, o seguro vuelve.— manifiesto y agarro fruta — Sea como sea, este es su alma mater.
— ¿Y con Stefan? — aplasto el plátano — ¿Que harás con el? El sabe que no eres una Lockwood. Que no eres la hija perdida del pueblo.— expone
— El no es quien me preocupa.— dejo el plátano — El no se quiere meter conmigo, no si sabe lo que le conviene. Voy a manejar mis cartas, Anna.— limpio mi mano — Y no voy a fallar.
[ ... ]
Narrador omnisciente
— Tú ex volvió y tú tienes novia, ¿es como el karma divino o algo? — ironiza Damon desde el mini bar
— No estoy para tú bromas.— le señala con repudio y el Salvatore ladea una sonrisa
— Digo, ahora Elena tiene competencia y la estabilidad que tenías...se esfuma.— el vampiro bebe y Stefan lo ve con fastidio
— Veo que te divierten mis conflictos, como siempre. No cambias— el agarra su mochila —. Necesito saber dónde está y con quien se hospeda. Ya que, parece no llegó a dormir.
— Vi que se fue con Jeremy y Anna. Para estar encerrada 145 años si que sabe jugar a la adolescente del siglo XVI, mis respetos.— se burla y bebe — A ti no quiere ver ni en pintura, me lo dejó en claro anoche, para ella eres el villano.— Stefan siente un nudo en su estómago
— Tenemos que ayudarla a adaptarse. No podemos dejarla desamparada, no conoce nada de la actualidad.— expone
— Stefan, yo me encargo de Evelyn. Tu ve a vivir tu fantasía adolescente con Elena. Al final la escogiste, ¿no? — impone y se le tensa la mandíbula al Salvatore menor
— Tú sabes lo que siento, por Lyn.— le señala con molestia — No pretendas que no me importa.
— No hago nada, sólo pongo las cartas sobre la mesa. Estas en tu burbuja de amor, y la hiciste sufrir demasiado. Sólo aléjate— Damon baja su vaso — Ambos sabemos que es lo que mejor sabes hacer.
— ¿Tú vienes a juzgarme? — se me forma una sonrisa irónica a Stefan
— Conozco a Lyn desde que tiene ocho años, y es mi amiga, y me importa. Quiero protegerla, y tú sólo la lastimas. Si en verdad la amas, te vas a alejar.— aconseja y Stefan lo ve con la mirada seria
— Voy a buscarla y hablar con ella. No me vas a detener de hacerlo. Puede que sea tu amiga, pero yo la he amado por más de 145 años, tú jamás sabrás que significa eso.— soltó sin tacto y se fue a la salida
[ ... ]
Evelyn
Estaba por salir con Anna de la casa, yo tenía un destino diferente que estar aquí encerrada, y en realidad, no me quería quedar sola en la boca del lobo. Literalmente soy la comida de todos aquí.
— La vibra es muy pesada, no me quedare aquí otra noche.— le notifico a Anna mientras vamos por el pasillo
— Mi mamá tiene todo bajo control. No te van a hacer daño.— trata de calmarme y paso saliva con algo de miedo
— No puedo evitarlo. Algo extraño se forma en mi cuerpo, como una clase de impulsos...— me pauso al ver a un hombre beber de una mujer
Ella se veía en malas condiciones, con una evidente mordedura en su cuello. La mujer era algo mayor, pero parecía que era su bolsa de sangre humana.
Era asqueroso como solo la usaban para satisfacer sus necesidades, como los vampiros y hombres nos ven como un objeto que siempre está a su disposición. Es enfermo.
— Anna, ¿tienes hambre? ¿Quieres un poco? — se ofrece la señora y veo el acto con disgusto
— No, gracias, señorita Gibbons.— aclara y me quedo estudiando la escena
No es algo que quiero ver por la mañana. El vampiro de la mesa me daba un escalofrío horrible. Tenía puesta su mirada en mi, como si quisiera reconocerme, me intimidaba.
— ¿Por que no se recuesta un poco y descansa? — le sugiere Anna
— Está bien.— afirma el vampiro chorreando sangre de su boca
— No, no lo esta.— intervengo y Anna me frena tomándome del brazo — Bebes de ella sin precaución, no es un objeto.— le señalo — Estas siendo un idiota.— alza sus cejas
— Tú eres Evelyn, ¿no? — relame sus labios — La invitada de Anna, pero ya te había antes— se levanta —. La protegida de los Salvatore.
— Un error, no soy nada de ellos.— confirmo — Y la mujer no es una marioneta. Así que déjala en paz, o te las verás conmigo.— ladea una sonrisa burlona
— Eres una simple mortal, te podría desayunar en un...— truena sus dedos — segundo.
— Ya entendió, Frederick. Ya nos vamos.— insiste Anna y tenemos contacto visual el vampiro y yo
Ella trataba de llevarme, pero mantenía mi postura rígida ante el. Era un hombre asqueroso que violenta a las mujeres y las trata de como basura.
— Es una advertencia. No me conoces, y no sabes de lo que soy capaz.— informo y alza sus cejas
— Evelyn...
El viene hacia mi y lo lanzo con magia contra la pared, suelta un quejido al caer.
— No te tengo miedo, y no soy una simple mortal. Soy una bruja, y conozco muchos trucos.— se levanta con molestia — No me subestimes.— me ve con la mirada afilada y elevo mi mentón
— ¿Todo bien? — llega la Sra. Pearl y el desliza su vista a ella
— Nada, sólo nos conocíamos.— responde Frederick con un tono seco — Bienvenida, Evelyn.
Se aleja y doy un suspiro largo, mi corazón estaba muy alterado; pero si algo he aprendido, es que jamás muestres tus vulnerabilidades, o creen que tienen el poder sobre ti.
— Evelyn, me da gusto verte.— se acerca la Sra. Pearl a darme un abrazo — Te ves brillante.— sonrío y la abrazo con nostalgia
— Usted igual.— soba mi espalda — Me alegra que por fin tenga la libertad que le quitaron.— nos separamos — No merecía lo que Katherine le hizo.
— Ni tú.— suspiro — Eras una niña que no tenía porque pagar los platos rotos.— soba mi rostro
— Ya no hay que pensar en eso, tenemos otra oportunidad.— interviene Anna y volteo a verla
— Si, tienes razón. Yo tengo cosas que hacer en el pueblo. Y agradezco su hospitalidad.— sujeto las manos de la Sra. Pearl y sonríe
— No hay de que.— nos soltamos — ¿Qué tal esto? — se gira para mostrarnos su atuendo
Llevaba un traje gris muy moderno, y elegante.
— Te ves respetable.— menciona Anna y sonrío
— Se ve encantadora.— añado cálida y me sonríe
— Es la idea, creo que no extraño los corsés.— se ríe y asiento
— Totalmente.— apoyo — También el poder usar pantalones. Son cómodos.— señalo mis piernas
— Susie Sunshine me prestó las llaves de su auto y su tarjeta bancaria.— informa Anna y arrugo mis cejas
— ¿Qué es eso? — la veo confundida y suspira con una sonrisa
— Te lo explico luego.— asiento y nos preparamos para salir
— ¿Y a donde van? — nos frena Frederick
— Tenemos negocios en el centro. Volveremos lo antes posible.— le aclara Pearl y lo fulmino con la mirada — Espero que puedas cuidar todo.
— ¿Ahora soy niñera? — refiere con molestia
— Frederick, si esto va a funcionar, tenemos que cooperar unos con otros.— impone la Sra. Pearl y doy un suspiro con fastidio
— Las espero afuera, me siento un poco asfixiada en este sitio.— le paso por un lado al vampiro y prosigo a salir
— ¿Estas bien? — me habla Anna y volteo a verla
— No soporto a ese vampiro. Creo que ni el mismo se aguanta.— agrego déspota y sonríe
— Tienes poca paciencia con cualquiera en realidad.— menciona y asiento
— Es cierto.
— Oye, mi mamá quiere ir con Damon— frunzo el ceño —. Se que hay un consejo de fundadores aún, como en 1864. Quiere saber como ellos pasan desapercibidos.— explica
— Bueno, Damon y Stefan son buenos mentirosos, seguro se las arreglan.— opino y asiente
— Igual, mi mamá quiere ir. ¿Tú irás a formular tú mentira? — relamo mis labios pensativa
— Anna, necesito un favor.— pido
— Si, dime.
— Necesito que le borres a Elena Gilbert que me conoció, no quiero que sepa mi secreto.— alza sus cejas — ¿Puedes hacer eso por mi?
— Evelyn, ¿que intentas hacer? Estás demente.— afirma y ladeo una sonrisa
— ¿Me ayudarás o no? — inhala hondo y nos vemos fijamente
— Bien, sólo esta vez.— sonrío complacida y le doy un corto abrazo
— Gracias, Anna, eres la mejor.
Después de unos minutos en aquel magnífico invento de la actualidad "los autos." Parece que funcionan igual que los carruajes, pero son más veloces e inseguros.
El tráfico es una tortura, pero no negaré que es lindo ver todo el paisaje por aquellas enormes ventanas. Es como volver a nacer, conocer todo de nuevo, aprender cosas, es una linda sensación.
Anna me dejó en el Grill y ella y su madre se fueron en busca de Damon, yo debía hacer influencias para establecerme aquí y pasar desapercibida.
— La reina del descontrol— me saluda un rubio apenas me acerco —.Te recuerdo de anoche.— tenía unos brillantes ojos azules
— No fue mi mejor momento.— ladea una sonrisa mientras limpia la mesa
— Digamos que para nadie. El pueblo hace cualquier cosa para obtener dinero hoy en día— leo el nombre en su camiseta —. Hasta humillarse en una subasta de solteros.
— Matt, ese es tu nombre.— alzo la vista y deja de limpiar — Lo leí en tu camiseta.— le señalo y lo ve
— Si, eso creo.— ríe simpático — Yo no se el tuyo, creo que "reina del desastre" sea una nombre.— asiento
— Evelyn Parker.— le ofrezco mi mano — Soy nueva, supongo lo notas.— las estrechamos
— Si, no hay muchas caras nuevas. ¿Qué te trae por aquí? — se cruza de brazos con interés
— Un secreto muy grande, y necesito tu ayuda.— pido y arruga sus cejas
— ¿Y a mi por que? Apenas nos conocemos. Yo fui quien te quitó las botellas.— explica y me cubro el rostro avergonzada
— Es complicado, digamos que el amor no es para mi.— bajo mi mano — Y tu pareces ser un buen sujeto, y creo que eres amigo de Tyler.— alza sus cejas ante el final
— ¿Conoces a Tyler?
— Si, un poco. Charlamos y bebimos, el traficó el alcohol.— expongo y asiente
— Si, suena a Ty.
— Mis padres adoptivos me confesaron la verdad, que me habían tomado por la fuerza cuando tenía ocho años.— finjo pesar y me ve con confusión — Mi madre estaba tan desesperada por tener una familia, que se le hizo fácil tomarme. Cuando ellos estaban por morir, me dijeron la verdad y quienes eran mis padres.— se forma el nudo en mi garganta
— ¿Quienes? — me ve confundido
— Que mis padres son Richard y Carol Lockwood, y que nací aquí.— me ve perplejo — Soy Melissa Lockwood, la niña perdida.— confieso y se ve que el aire se le fue de los pulmones
— No puede ser, Missy.— de pronto hay felicidad en su rostro — No puedo creerlo.— deja su trapo y viene a abrazarme
— Ni yo, ha sido tan difícil.— finjo lágrimas y me aferro a él — Necesito que me ayudes con ellos. No se que decir o hacer, estoy asustada.— nos separamos — ¿Podrías? — asiente
— Si, claro, esto pondrá muy feliz a Tyler. Siempre se sintió culpable por perder a su hermana.— expone y lo veo con culpa — Esto le cambiará la vida, a todos.— sonrío
No puedo creer que esté haciendo esto, me siento mal conmigo misma, creí que podría, pero es más difícil de lo que pensé.
Lo único que se, es que necesito meterme en el círculo de Mystic Falls, y esta es mi única entrada; ser uno de ellos. Tomar la identidad de esa Lockwood. Y luchar por todo.
— Sabía que te encontraría aquí.— mi piel se eriza al escuchar su voz — ¿Podemos hablar, Lyn? — suelto un suspiro largo
— Los dejo, debo volver al trabajo. No puedo creer que esto suceda, es irreal.— se va con mucha sorpresa
— ¿Qué crees que haces? — me cuestiona y lo veo con la mirada firme — ¿Y las lágrimas? — las limpio
— Tenía un gran día, y luego te vi.— ironizo — Lo que yo haga o no, no te incumbe.— lo rodeo y me frena tomándome del brazo
— Evelyn, sólo quiero hablar.— me suelto de su agarre
— Y yo no, ¿ves la disputa? — hago un ademán — Así que ve y se feliz con la doppelgänger y a mi déjame en paz. Tengo mis propios planes, y vida.— tenemos contacto visual
— Sólo quiero saber que estás bien, es todo lo que me importa.— me da esa mirada de cachorro
— Lo estaré, Stefan. Soy más fuerte de lo que crees.— dejo en claro y se siente la tensión
— ¿Qué es lo que harás? No tienes dinero, casa o familia aquí. Prácticamente Damon, Anna y yo es todo lo que tienes.— expone e inhalo hondo — Déjanos ayudarte, por favor.— observo sus brillantes ojos verdes
— Sobrevivir y encajar, esas son mis opciones. Si me disculpas, debo buscar a Bonnie, encontrarme con Tyler y buscar a Mike.— informo — Ten un buen día, adiós.— lo rodeo saliendo
— No me alejes, Lyn. No soy tu enemigo— me giro a verlo —jamás lo he sido.— suspiro
— Nunca dije que lo fueras.
Di la última palabra y nuestras miradas se encontraron, como un lazo inquebrantable. Como dos llamas que buscaban encenderse, pero de alguna forma, siempre terminaban extinguiéndose.
Salgo del restaurante y me quedo visualizando a donde tenía que ir, ya que no conozco el maldito pueblo, ni a casi nadie. No tenía con quien pasar el rato o por donde iniciar.
Tal vez debería preguntarle a Damon o regresar con Matt, es mi única fuente confiable.
[ ... ]
Narrador omnisciente
— Y ya que te infiltraste el consejo necesito saber todo lo que saben.— impone Pearl ante Damon — Empezando por una lista de nombres de los miembros y sus familiares.
— Y a todos a quienes les diste verbena.— agrega Anna y este lo ve con molestia
— Si, eso tiene que para de inmediato.— apoya la vampiro
— ¿Y que cosa es lo que quieren lograr? — Damon las ve con confusión
— Mystic Falls es nuestro hogar, Damon. Nos lo quitaron. Nuestra tierra, nuestro hogar. Es hora de reconstruir.— expone la vampiresa
— ¿Pero que? ¿Están locas? — expresa exaltado — Fue en 1864. Despierta, mujer, el mundo ya avanzó.— Pearl lo fulmina con la mirada — Hasta Lyn piensa diferente.
— Para recompensar tu ayuda tú puedo dar lo que deseas más.— sugiere con cautela
— No quiero nada...
— Katherine.— este cierra su boca y la ve impresionado
Anna ve a su madre con sorpresa; sabía que su mejor amiga quería a Katherine, y que si su madre podía saber dónde está, Lyn obtendría su venganza.
— ¿Y como ibas a saber donde está? Llevas siglo y medio enterrada.— la ve con incredulidad
— Katherine y yo éramos mejores amigas mucho antes de venir a Mystic Falls. Conozco el verdadero secreto que tiene envuelta a Evelyn— el vampiro arruga sus cejas — Se que a ti y Stefan les importa, y poseen cierta debilidad por ella.— Damon traga saliva tenso
— ¿De que hablas, madre? — le pregunta la vampiro con preocupación
— Sobre su verdadero linaje, sobre quién es su madre y su destino.— confiesa y los ojos de Anna se abren como platos
La mirada de Damon se endurece y su pulso se eleva, le preocupaba que Evelyn pudiera estar en peligro, principalmente, que no sabía si lo que Pearl decía era verdad, o sólo buscaba manipularlo.
— ¿Y Katherine que sabe? ¿Como se que es verdad? — bombardea — No tienes idea de lo que ha pasado los últimos 145 años.
— Se como piensa, sé sus patrones, se donde hallarla.— sugiere — ¿Crees que no se que fuiste tú quien le dijo a Katherine que Evelyn sabía lo que éramos? — se le baja la sonrisa — Ella fue tras Evelyn por tu culpa, Damon. Me pregunto: ¿que diría ella si se entera de lo que hiciste? Creo que no sería algo bonito. La perderías para siempre.— expresa con petulancia
— Bien, haré lo que quieres. Sólo mantén la boca cerrada. Es lo que pido.
[ ... ]
Evelyn
Matt me dijo que Bonnie se había ido del pueblo porque su abuela falleció, así que no podía investigar nada sobre ella. Del que si, es Tyler Lockwood. Estaba por ir a su casa, el rubio se ofreció a dejarme.
— Has sido muy amable conmigo, lo aprecio.— dispongo sincera y voltea a verme
— Si, claro. Eres nueva y tienes que adaptarte a todo esto.— doy un suspiro largo — Aparte, trato de huir de mi novia.— arrugo mis cejas
— ¿Qué? — sonrío
— Si, creyó que era buena idea hacer una cita doble.— hago una mueca — Eso no es lo peor, si no que es con mi ex.— alzo mis cejas
— Wow, eso es trágico.— opino entre risas y asiente
— Si, espero no termine así. Debo ir a esa cita.
— Te mando fuerzas.— aprieta las manos al volante con una sonrisa
El aire se me escapa de los pulmones al ver lo que tenía justo frente a mi. El parabrisas dejaba notar claramente la gran y lujosa mansión de la familia.
El lugar era aún más hermosa de lo que había imaginado, con columnas altas y ventanas amplias que reflejan la luz del sol. Digno de adinerados.
Me siento un poco fuera de lugar, ya que no conozco muy bien a Tyler ni a su familia y debía fingir que soy parte de ellos.
— Bienvenida a casa.— Matt rompe mi burbuja y abro la puerta
— No creo que lo sea.— me bajo y trago saliva aún muy impresionada
Todo me recordaba a 1864, era demasiado familiar a la vieja casa donde vivía con los Salvatore y la perra de Katherine.
Veo alrededor, admirando la belleza del jardín y la forma en que la casa se integra perfectamente con el entorno. La mansión es enorme, y puedo imaginar la cantidad de habitaciones y espacios que debe tener en su interior.
— Esa familia no fue la misma sin ti, les vas a regresar algo de paz.— volteo a ver al rubio y suspiro con culpa
Esto me hacía una terrible persona, y no tendría perdón de nadie si me descubren. Y lo merezco.
— No se si estoy lista.— expongo nerviosa y volteo a verlo — ¿Qué tal si no me quieren? — me toma de los hombros
— Créeme, si te querrán. Te pareces mucho a Tyler, los mismos ojos.— sonrío — Solo intenta, Eve.— asiento
— Gracias, Matt.— nos damos un corto abrazo
Con valor, camino a la gran puerta. Mis manos casi podían sudar y yo sentía como si estuviera quebrando todos los pecados habidos y por haber.
Toco la puerta y el pulso se me acelera. Tenía el estómago en la garganta y juro que no aguantaba las ganas de vomitar.
Se abre la puerta y el aire se me escapa de los pulmones, mi mirada se clava en la de una mujer bien vestida. Cabello marrón, ojos de un azul tan brillante. Aspecto elegante y una mirada inocente.
— Hola, ¿buscas a alguien? — me ve con su aspecto cálido y me quedo sin palabras — Linda, ¿estás bien? — trago saliva
— Soy Evelyn, y no se como decir esto.— se me rompe la voz y arruga sus cejas
— ¿Qué sucede? — inhalo hondo
— Soy su hija, volví.— su expresión cambia a estupefacción — No se como decirlo sin que suene impactante, o simplemente hablarlo.— mis ojos se cristalizan
— No puede ser, ¿Missy? — sonrío ligeramente — Richard, por Dios.— viene a abrazarme — ¡Richard!
[ ... ]
En un segundo estaba en la sala con ambos viéndome como si fuera el boleto dorado. El hombre me examinaba con la mirada, más que sorprendido estaba preocupado, algo en el mostraba desconfianza.
— ¿Donde creciste? — habla Richard rompiendo el silencio
"La perdimos en Nueva Orleans. Veíamos las antigüedades y simplemente desapareció. Como si ella jamás haya estado ahí." Tyler
— Nueva Orleans. Mi padres tenían un pequeño restaurante. Ella era una excelente cocinera y mi papá un gran músico.— expongo y me ve con sorpresa
— ¿Era? — pregunta Carol e inhalo hondo
— Ellos murieron en un accidente hace poco. Fue ahí cuando me confesaron el secreto.— confieso y me ve con tristeza
— ¿Qué haces aquí? — refiere hostil
— Mis padres murieron, no tengo nada. Sólo este secreto que he confesado. Se como se ve que venga de la nada, pero no sabía que más hacer. Estoy por cumplir 17 y estoy asustada.— finjo y noto que Carol se preocupa — Entiendo si no me quieren aquí— me levanto — . Yo sólo quería verlos. No los recuerdo, apenas y reconozco esta casa.— veo alrededor — Comprendo la desconfianza. No quiero causar molestias.— muestro simpatía
— No, claro que no. Quédate para cenar. Estoy segura que Tyler estará encantado de verte.— expone con una sonrisa en el rostro
— Carol, ¿podemos hablar? — le pide Richard — Estas en tu casa, Evelyn. Volvemos en un segundo.
Ambos se levantan y entran a un despacho. Yo trato de ver si hay algunas fotos de la niña con su familia. Quería conectar con los recuerdos, algo que me haga apegados a ellos. Me estoy metiendo en la boca del lobo.
[ ... ]
Narrador omnisciente
— ¿Como sabes que es nuestra hija? Puede ser una cazafortunas.— se queja Richard desde su despacho
— Pude sentirlo, pude...hubo una conexión.— explica con la voz rota — Es mi niña la que está allá afuera sentada.— señala a la puerta
— No lo sé, Carol. No podemos sólo aceptarla. Por mas que yo quiera y extrañe a nuestra hija, nada me garantiza que ella lo sea.— se prepara un trago
— Hazlo por mi, por favor. Dale una oportunidad.— suplica — Se parece tanto a ti. Es hermosa.— lágrimas caen por sus ojos — Richard, he llorado todas las noches por ella, la extraño. Ella luce exactamente a nuestra niña.— se le acerca — La necesito para mi cordura.— lo ve pensativo
— Carol...— nota el dolor en sus ojos — Está bien. La dejaremos quedarse.— lo abraza con alivio — Pero haré una prueba de ADN, tampoco debemos engañarnos.— se separan
— Si, lo se.— coloca sus manos en su pecho — Gracias, cielo. Gracias.
[ ... ]
Evelyn
— Entonces, ¿te quedas a cenar? — doy un sobresalto al tener una foto en las manos
— Si, claro. Me encantaría.— bajo la foto — Yo...— me pauso al ver a Tyler entrar
— Hola. ¿Lyn? — me ve con confusión — ¿Que sucede? — volteo a ver a Richard y Carol
— Hijo, necesitamos hablar.— le dice su madre con el tono serio — Esto cambiará todo.— sonrío nerviosa
Carol comienza a contarle todo sobre mi. El parecía que había visto un fantasma, se puso pálido y paranoico. Yo trataba de verme normal, pero el estaba tan enloquecido que explotó yéndose de la casa, creo que se sorprendió de más.
— Este muchacho me volverá loco.— se queja Richard llevándose el trago a la boca
— El solo está aturdido. Se encuentra con su hermana después de nueve años, no es fácil.— lo apoya — Trata de entenderlo.— le sólo bebe y lo veo con decepción
— Es mejor que me vaya.— agarro mi abrigo — Ya causé suficientes molestias.— me lo pongo
— No, Evelyn, te invitamos a cenar. Quédate.— niego y me acerco a ella
— Necesitan procesar esto. Se que no es fácil, y se que necesitan espacio. Yo vendré mañana.— nos damos un corto abrazo
— Mañana te veo para almorzar, necesitamos charlar y sabes que está es tu casa.— nos separamos y sonrío
— Si, la veo mañana.— peina mi cabello con suavidad
No mentía al sentirme bien con eso. Jamás tuve una madre, la mía murió cuando nací. No tuve ese cariño maternal por muchos años, y creí que no lo necesitaría. Pero ella me hace sentir bien.
— ¿Tienes donde quedarte? — me pregunta Richard son su tono seco
— Si, si tengo.— respondo nerviosa
— Vamos, te llevo.— agarra sus llaves y me despido de Carol
El transcurso fue tan incómodo como callado. Parecía que no me creía, y estaba en su derecho. Vengo de la nada diciendo que soy su hija perdida y que sólo debe creerme. El no me quería aquí, lo sé. Pero era algo sospechoso que el estuviera tan seguro, y no tuviera una duda razonable.
— ¿Te quedas con los Salvatore? — me cuestiona al ver la casa por el parabrisas
— Si, parece que era una casa de huéspedes antes de todo la modernidad. Tienen muchas habitaciones y no cobran.— explico y me ve con desconfianza
— Pero sólo son dos hombres, no me gusta que estes ahí.— frunzo el ceño
— Pensé que no me quería cerca.— opino hostil
— Nunca dije eso— voltea a verme —. Sólo no se que creer.— inhalo hondo
— Está bien, yo...yo lo entiendo.— doy una sonrisa cálida — Nos vemos mañana.— abro — Hasta luego señor, Lockwood.— me bajo
— Adiós, Evelyn.— sonrío y cierro la puerta
Camino a la entrada y paso, me saco el abrigo y voy por el pasillo. No podía ser posible que haya vuelto aquí después de mi drama con Stefan, pero prefería estar con ellos que con vampiros que me ponen los pelos de punta.
— ¿Hay alguien en casa? — hablo yendo por la casa
— ¿Mamá? — escucho la voz de Matt y arrugo mis cejas — ¿Es en serio? — camino hasta donde vino el sonido
— ¿Damon? — exclama la rubia sorprendida
— Oh por Dios.— suelto una risa al ver a Damon con una mujer encima contra la pared — Eso no me lo esperaba.— lo veo con una sonrisa
— Dios mío, Matt.— ella se baja de el y noto como el rubio se decepciona
Era claro que Damon era un mujeriego y que el pobre chico estaba demasiado avergonzado. Fue algo bajo meterse con la madre de alguien, pero es Damon, me espero cualquier cosa.
— Dios mío.— expresa apenado y el agacha la cabeza
Aparto la mirada sin gracia y veo Elena y Stefan venir juntos. Como la típica parejita. Ahora si que iba a vomitar, y estaba muy sobria.
— No puede ser.— me quejo llevándome la mano a la boca
Su madre toma sus cosas y sale de la casa si decir palabra, ya estaba siendo muy humillada.
— Tengo que...— la rubia lo interrumpe
— Tranquilo, ve.— se lo dice comprensiva y alzo mis cejas
No la conocía, era bonita. Tenía ese estilo adolescente que está de moda y el cabello bien peinado, pero su maquillaje algo exagerado. Aún así, era linda.
— Yo la llevaré.— añade Elena y el asiente con alivio
— Gracias, hombre.— Matt le entrega unas llaves y el se va
— Si que te divertiste, amigo.— opino sin tacto y el me sonríe bebiendo — Pero fuiste un idiota.
— ¿Quien eres? — escucho a la rubia llamarme y volteo a verla — No te conozco.
— Evelyn Parker, un gusto.— le ofrezco la mano y desliza su vista a ella
— Caroline Forbes.— las estrechamos y sonríe — Bienvenida, supongo.— nos soltamos
— Gracias.
— Y yo soy Elena Gilbert.— interviene la doppelgänger — No nos habíamos presentado.— ladeo una sonrisa
Stefan se veía confundido, el sabía que ella y yo ya nos conocíamos. Anna había hecho su trabajo.
— Un gusto.— finjo una sonrisa y me ve con esa mirada dulce que la diferenciaba de Katherine
— ¿Stefan y tú ya se conocen? — pregunta Caroline y el y yo nos vemos — Digo, estás en su casa.— sonrío
— Si, Stefan, ¿nos conocemos? — veo al Salvatore y se pone nervioso
— La ayude a mudarse. No tenía donde quedarse y mi casa antes era un hogar para huéspedes. Espero no te moleste.— ve a Elena y aparto la mirada con asco
— No, eso es amable. Es algo que tú harías.— lo dice con su tono de buena chica
— Pero es raro.— insiste la rubia y volteo a verla — ¿Una chica viniendo con dos hombres? No suena bien.— doy un suspiro largo
— Caroline.— la regaña Elena
— ¿No tiene padres? — veo fijamente a la rubia
— Murieron.— me ve apenada — Vengo aquí por respuestas. A encontrar a mi verdadera familia.— arrugan sus cejas
— ¿De que hablas? — pregunta Elena y deslizo mi mirada a Stefan
— Richard y Carol Lockwood son mis padres.— casi se les cae la mandíbula de la impresión — Soy la hija perdida. Era momento de volver.— se ven entre ellos en shock
— ¿Pero que...? — soltó Caroline anonadada
La mirada de Stefan estaba perpleja. Se veía muy confundido y traicionado. Como si estuviera decepcionado de mi por mis mentiras, como que había arruinado todo y no creía a quien tenía enfrente. Me dolía un poco.
— ¿Missy? — añade Elena con impresión y sonrío de boca cerrada
— Si, pero prefiero Evelyn.— corrijo — Se que no es algo fácil de digerir pero...— me abordan con un abrazo
Esos que dan las amigas, cosa que no me han dado en tanto tiempo. Soy desconfiada. Demasiado.
— No puedo creerlo. No puede ser.— menciona Caroline incrédula — Esto es irreal. Dios.
[ ... ]
Estaba en el patio sólo disfrutando de la soledad y el aire frío. Sólo tenía muchas cosas en la cabeza y necesitaba espacio. Ya fui una terrible persona y me iré al infierno. A veces extraño a la chica inocente que alguna vez fui.
— No se quien eres.— escucho a Stefan y bebo de la botella — No se que planeas.— suspiro
— Evelyn Lockwood, suena bien, ¿no? — sonrío y sigo viendo los árboles — Recuerdo que tu padre quería que me casara con George. Mírame ahora— volteo a verlo — Ahora seré parte de ellos.
— Dime que rayos planeas, Evelyn.— insiste y ladeo una sonrisa
— Pero eso lo hace divertido. No saber lo que planeo, misterioso.— refiero petulante y me ve con la mirada enfurecida
— No te metas con Elena, no tiene nada que ver.— alzo mis cejas — La hipnotizaste, ¿que rayos?
— Tú y Elena me importan poco.— lo señalo — Y sólo me quedaré a dormir esta noche. Si lo que planeo va bien, no estaré aquí.— le recargo la botella en el pecho — Y no tendré que verte el rostro todos los días.— nos vemos fijamente
— ¿Por que me odias? No te hice nada.— se me rompe la voz
— Ahí es donde te equivocas.— dejo caer la botella y retrocede — Arrancaste mi corazón del pecho, y me convertiste en esta vil y calculadora mujer. Deja de engañarte.— toma mi rostro entre sus manos
— Tú sabes que te amo.— niego — Pero, pensé que moriste. Y créeme que ese dolor me consumió, lo hizo por completo.— su mirada se quiebra — Incluso hoy te veo y siento como si fuera la primera vez. Jamás, he dejado de amarte.— mi corazón se acelera
— Deja de engañarte, Stefan.— bajo sus manos — Si me amaras lo suficiente, ya la hubieras dejado y estarías conmigo.— retrocedo — Sólo, seamos amigos, ¿si? Dejemos aún lado lo que sentimos por el otro, no quiero estar peleando contigo todo el tiempo, es cansado.— siento el nudo en la garganta
— No se si pueda con eso, pero supongo que debo hacerlo.— expresa con dificultad — Es lo mejor para ambos, ¿no? — asiento con tristeza
— Supongo.— menciono a secas — Quiero dormirme, así que, ya te dije lo que tenías que saber.— doy la vuelta
— ¿Y lo de los Lockwood? ¿Qué significa eso? — exhalo
— Que soy la perra mas inteligente de por aquí.— volteo a verlo — Y es momento de que ya me conozcan. Que conozcan a Evelyn Parker.
Nota;
Se que este capítulo se basa más en mi narrativa propia (sin tanta trama del cap de tvd) fue así porque el capítulo que seguía no tenía nada que ver con Evelyn, pero ya seguirá con lo habitual.
Espero les guste <3
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