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Ver a Jungkook, después de haber tomado la decisión empezar una relación, le causaba mucha "ansiedad", debido a que a pesar de haber pasado un día más con él después de eso, en aquel entonces estaban en una especie de "nube" en la que simplemente sentían el amor por el otro.

Ahora habían pasado bastantes días después de aquel fin de semana, sin verse y casi sin tener contacto, como si todo lo que había sucedido fuera un sueño. Algo que le causaba confusión, ya que incluso podría llegar a pensar que todo lo había inventado su mente con aquellos sueños raros que solía tener.

Una cosa que había podido notar en Jeon, es que debido a que la confianza había crecido durante aquellos días. También su muestra de interés sexual era mayor, era una cosa normal entre los alfas, debido a que cuando experimentaban por primera vez el estar con un omega, era normal que fantasearan con el momento de mantener algún tipo de relación sexual. Aquel deseo que sentía el pelinegro hacia él, le gustaba, sin embargo, le tenía miedo a que llegase el momento en el que compartieran ese momento tan íntimo y descubriera que es padre debido a la lactancia y su pecho notoriamente más grande, no obstante, no quería pensar en aquel tema mucho. Mejor se lo dejaría a Kim Taehyung del futuro.

Estaba frente a la puerta del piso, sintiendo escalofríos recorrer por todo su cuerpo. Llamó con la mano algo temblorosa.

Pudo observar como el mayor abrió la puerta, soñoliento.

— ¿Taehyung?

La cara del pelinegro estaba ligeramente hinchada, al igual que sus labios, que tenían un color rojizo y sus ojos estaban entrecerrados, delatando al instante que acababa de despertarse.

— Hola... No sabía que estabas dormido.

La ropa del chico se conformaba por una camiseta corta de color azul marino y un pantalón corto negro.

— No, no, no te preocupes, adelante.

Entró dejando atrás a Jungkook, con pasos nerviosos. Sin embargo, poco después de escuchar la puerta principal, cerrarse, sintió como unos brazos rodeaban su cintura y como una cabeza se apoyaba en su hombro.

— Quería verte ya... Hace mucho que no nos vemos. — Dejó besos en su cuello.

El aliento del pelinegro lo sentía sobre su cuello, provocándole escalofríos.

Suspiró, tratando de sacar sus nervios de encima.

— Yo también quería verte. — Susurró con un tono algo excitante a los oídos de Jeon, pero él no tenía la intención de hacerlo.

Jungkook seguía besando su cuello y dejando pequeñas mordidas en este, consiguiendo un jadeo. Besaba y mordía ligeramente la piel, justo donde podría ir una marca para realizar un lazo.

— Jungkook... — Pronunció entre un suspiro, semblante a un jadeo.

Cuando soltó aquel pequeño jadeo, Jungkook gruñó ligeramente.

Alfa...

Su omega se estaba volviendo loco por las feromonas que soltaba el mayor, era casi sofocante.

— Dime... mi omega.

Sabía que aquellas palabras estaban siendo dichas por el alfa de Jungkook y que este se estaba dejando llevar por este. Era algo habitual en los alfas; la excitación recién despertarse.

— No... No hagas eso. — Jadeó al sentir la pelvis de Jeon en su trasero.

— ¿Por qué? ¿No te gusta?

Estaba pasando un límite que no le desagradaba que pasara, solo que tenía miedo. Tenía miedo a que pasara algo más que eso, que se diera cuenta de su lactancia y sabía que se sentiría aún más culpable con Dong-Hyun.

Quería tener ese momento con Jungkook, pero a penas hacía unos días que eran pareja. Sentía que era muy pronto.

— Mmmh... Sí. — Jadeó.

Claro que le gustaba, quería, pero muchas cosas se lo impedían.

Debe aceptarlo, si no, mándalo a tomar viento. Se le vino esa frase de Jin a la cabeza.

Tenía que decírselo, no podía seguir mintiéndole.

Entonces sintió las manos de Jungkook dirigirse a sus caderas, para acercarlo aún más al cuerpo contrario. Sintió como Jeon ejercía fuerza en uno de los lados para girarlo hacia él y juntar ambos pechos. No tuvo tiempo para procesarlo, pero instantes después ambos labios se juntaron de manera apasionada. Colocó las manos en los hombros contrarios, para no caerse.

Las feromonas de excitación de ambos estaban por todo el pasillo. Ambas erecciones rozaban debido a la cercanía.

No mucho después, el pelinegro puso sus manos por la parte trasera de las piernas de Taehyung para levantarlo y llevárselo a la cama de su habitación.

Los nervios de Taehyung se disiparon con un abrir y cerrar de ojos, sin embargo, mientras sentía como la cosa avanzaba, recordó el tema de la lactancia al sentir algo de leche pasar por su pecho.

Mierda.

Cuando estaba excitado o pasaba su temporada de calor, se producía más leche de lo normal y se expulsaba sin ser voluntario.

— Jungkook... — Murmuró jadeante mientras se sentaba.

Sin importarle el pequeño incidente del que el contrario no se percató, agarró el borde de la camiseta azul marino y la subió, para quitársela y seguir besándose.

Jeon era un chico que no tenía un físico extremadamente trabajado, sin embargo, tenía atributos bastante marcados. Los brazos de este eran bastante grandes, debido al músculo que tenía. Al igual que su pecho y abdomen, que estaba marcado y tenía lo que debía tener como para comprobar que tiene un bien físico. Jungkook era perfecto ante sus ojos.

La cosa estaba yendo a más y la leche materna seguía cayendo por su pecho y abdomen, por debajo de la ancha camiseta. Pero por suerte, un teléfono empezó a sonar.

— Mierda. — Se quejó Jeon. — Es el mío. — Se levantó y contestó. — ¿Sí?... Sí, sí... ¿Debo ir?... Estoy ocupado, Hoseok... De acuerdo, ahora voy... Hasta ahora. — Miró en dirección al peli gris y suspiró. — Debo irme, si quieres te acompaño a casa, lo siento.

— No te preocupes, Kook. — Se levantó para darle un beso en la mejilla. — No es necesario que me acompañes.

— De verdad que quiero hacerlo.

— Cómo tú lo prefieras.

El pelinegro se puso la camiseta y se fueron casi corriendo al coche. Iban charlando en este de las cosas que habían sucedido aquellos días que no se habían visto, hasta que llegó a su casa.

════ ∘◦❁◦∘ ════

El mes número cinco de Ha-Yoon fue celebrado muy diferente a ese sexto. La última vez solo estaba junto a la pareja de siempre, como las otras 3 veces, sin embargo, ahora, se encontraban en casa de Jin y Namjoon, quienes ahora ya sabían de la existencia del niño.

Estaban todos reunidos, charlando, a la vez que aprovechaban, como siempre, para comer pastel por la celebración de aquel medio año que cumplía el cachorro.

Como siempre sucedía, el bebé siempre se sentía curioso por las velas y el fuego. Las últimas veces no hacía nada, solo lo miraba hasta que su padre las apagaba, sin embargo, aquella vez, trató de pasar su mano por las velas, algo que impidió Taehyung con velocidad.

— Ey. — Se enfadó con el bebé. — Eso está mal, Yoonie.

El infante solo lo miraba con los ojos abiertos y tristeza, ya que podía sentir el enfado de su padre omega. Poco a poco las palabras quedaban en el cerebro del niño, pero todavía era muy pequeño como para poder hablar. Aunque ya se acercaba la edad en la que podía decir su primera palabra, algo que le emocionaba especialmente a Kim. Siempre le repetía la palabra "papá", intentando que pudiera decirla. El niño de pelo castaño solo balbuceaba, intentando imitar a su padre, pero sin lograrlo.

Los dos omegas estaban junto a Taehyung, casi embobados, mirando lo bonito que se veía desde fuera la relación de padre e hijo, haciéndoles querer de inmediato quedar en cinta para poder vivir lo mismo. Lo más gracioso de la imagen, era ver a los alfas de Kim y de Park, algo "asustados" por la idea de que los omegas quisieran quedar en cinta simplemente por vivir esa experiencia de cuidar de un cachorro.

Jin, después de un rato, se atrevió a preguntar respecto a un tema del que no habían hablado durante varios días.

— ¿Has pensado en decírselo?

Negó, Jimin solo escuchaba con atención.

— Casi mantenemos relaciones... Pero me salvó el teléfono de Jungkook.

— Taehyung, debes decírselo antes de eso.

— Pero tengo miedo.

— ¿Miedo a qué?

— A que Dong-Hyun se sienta decepcionado conmigo, a que Jungkook no acepte a mi hijo.

El niño dormía en los brazos de su padre, debido a que ya era bastante tarde.

— Ya te lo dije... Si no lo acepta, lo envías a tomar viento.

— Sé que no sería capaz. Tengo tantas cosas en la cabeza, que solo necesito un tiempo para pensarlo, arreglarlo todo en mi mente. Necesito un tiempo para estar tranquilo, solo yo.

— Podrías irte de viaje. — Propuso el peli púrpura. — Algún lugar tranquilo, de playa o una ciudad desconocida.

— No podría salir del país porque no tengo pasaporte.

— No necesariamente tienes que salir del país. — El pelirrojo bebió agua. — Podrías irte a alguna ciudad de aquí en España.

— ¿A dónde?

— Cualquier ciudad, quizás una más grande que esta, una de las grandes ciudades. Granada, Madrid, Barcelona, Sevilla... — Empezó a nombrar.

— ¿Pero no crees que sería más estresante? — Preguntó.

— No lo sabemos. Quizás lo que necesitas es cambiar de aires. Cádiz, a pesar de no ser muy pequeño, es muy tranquilo.

— Debería pensármelo.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Finalmente, Taehyung estaba en la estación de trenes, a punto de salir hacia su siguiente destino; Barcelona.

Era una de las grandes ciudades que quería conocer y como fue el lugar donde encontró todo más barato (viajes y alojamiento), decidió que aquel sería su siguiente destino.

Saldría de viaje durante tres días. Eran pocos, pero los suficientes como para pensar y reflexionar de todo lo que debía. Simplemente, quería respirar un aire diferente y mentalizarse para el momento en el que tuviera que contarle a Jungkook sobre la existencia de Ha-Yoon.

Por suerte, aquellos días la dependencia del pequeño por su padre era menor a la de hacía unas semanas, debido a que poco a poco iba explorando nuevos lugares, se volvía, aunque fuera un poco más independiente, e incluso dijo su primera palabra, algo que le hizo llorar al padre omega.

...

— Papá. — Repitió Kim a su hijo.

— Ba... ba. — Lo imitó, fallando.

— Pa-pá. — Marcó ambas sílabas para que lo entendiese.

— Pa...

— Sí... Muy bien.

— Ba... — Acabó.

— Papá.

— Pa... Ba. — Volvió a decir.

— No, cariño. Pa-pá.

— Ba... Pa.

Taehyung le hizo cosquillas.

— Tú lo haces a propósito, bonito mío.

El niño estalló a carcajadas por las cosquillas que le hacía su padre.

— Inténtalo otra vez... Pa... pá.

— "Babá".

— Papá.

— Pa... ba.

Empezó a reír. Aquel no sería el día, pero poco a poco se acercaba.

— Papá. — Intentó Taehyung por última vez.

— Pa... pá.

Taehyung miró al niño sentado en su regazo, emocionado y con una sonrisa en la boca.

— Dilo otra vez mi niño, papá.

— Pa, pá. — Aquella vez dijo casi seguidamente.

Se mordió el labio, a punto de llorar.

— Papá, sí. — Sus ojos se llenaron de lágrimas. — Papá. — Empezó a llorar mientras abrazaba suavemente a su hijo.

— Papá. — Volvió a repetir el pequeño.

Empezó a llorar aún más de la felicidad.

Justo, llegaron Jimin y Yoongi, quienes lo vieron llorando y de inmediato se preocuparon. Le preguntaron por lo que sucedía y Taehyung les explicó que su hijo había dicho su primera palabra. Emocionando a alfa y omega, queriendo escuchar a Ha-Yoon decir.

— Cariño, vuelve a decirlo, papá.

— Papá. — Pronunció nuevamente la dulce voz del niño.

Jimin abrió la boca, muerto de la ternura. Y durante los siguientes días el niño repitió la palabra cientos de veces por petición de su padre, que estaba orgulloso por la primera palabra que había dicho su hijo.

...

En ese momento alzaba al cachorro, quien reía porque estaban dando vueltas. Se estaba despidiendo del cachorro por esos tres días.

Después de despedirse de Jimin y Yoongi, quienes cuidarían del pequeño en su ausencia, fue al control del tren para irse. Una vez llegó al andén, buscó en qué vagón debía subirse y una vez dentro, esperó a que saliera.

Le comentó al pelinegro que saldría de viaje y este no tuvo problema alguno, le ayudó con la maleta y se ofreció a llevarlo a la estación, pero Taehyung insistió en que no hacía falta, que sus amigos lo acompañarían. Jungkook aceptó aquello, pero aun así, un día antes de que el peli gris se fuera, organizaron un plan para despedirse

...

Pasear por la playa, agarrados de la mano, con una bebida en sus manos, era lo mejor que había. Toda la playa en silencio, la gente en los restaurantes cenando.

— ¿Por qué te vas? — Preguntó Jeon.

— Necesito despejarme un tiempo.

— ¿Por qué? ¿Te sucede algo? Puedes contármelo.

— No te preocupes, simplemente a veces no sé cómo sentirme por haberme mudado aquí tan de repente. — Mintió. — Vengo de vivir de un pueblo pequeño.

— ¿Y dónde vas?

— A Barcelona.

Escuchó una carcajada por parte del pelinegro.

— Es un poco contradictorio que te vayas a una ciudad tan grande.

Le dio un golpe con la mano.

— Quiero conocer un poco el lugar, a demás de desconectar, no solo es la saturación.

— Barcelona es muy grande, no creo que lo conozcas en tres días.

— ¿Me estás retando?

— No, simplemente te lo digo, he estado tanto en Barcelona y aún hay pequeños rincones que no conozco.

— Bueno, tampoco voy a conocer demasiado, solo quiero estar tranquilo, conocer lo que pueda y ya.

Jungkook entendió perfectamente lo que quería su novio, así que no le cuestionó más sobre el tema, debido a que vio que estaba algo reacio con el hecho de hablar de ello.

— Nunca te he preguntado de dónde vienes.

— De un pueblo de León, no hay mucho que ver por esa zona, en realidad.

— Algún día deberé conocer de dónde provienes.

— No es necesario porque no te pierdes nada.

Pasaron un buen rato charlando, hasta que decidieron ir al coche debido a que hacía viento y el omega se estaba muriendo de frío.

Estar en compañía de Jungkook era como estar en el cielo durante un rato, fuera de sus preocupaciones, riéndose, siendo lo que siempre quiso ser. Jungkook era el cielo, su cielo. La persona que lo sacó de aquel sufrimiento y lo volvió a hacer feliz. Y él se merecía saber la verdad, al igual que siempre fue sincero con él.

...

La llegada a Barcelona fue muy caótica. Aquella estación estaba llena de gente que caminaban en direcciones diferentes, algo que le estresó de inmediato. La estación de Sants era lo peor que había pisado hasta el momento.

No entendía nada debido a que los carteles estaban en catalán y él no comprendía el idioma por muy parecido que fuera al castellano.

Salió de allí sin chocar con nadie en el intento y se dirigió en busca de algún taxi que lo pudiera llevar a su hotel, ya que llevaba una maleta de mano donde llevaba todo.

Identificó los taxis de inmediato, puesto que eran totalmente diferentes a los de Cádiz. Estos eran negros y amarillos. Había muchos de ellos fuera de la estación, esperando clientes a quienes llevar.

Subió en el taxi y el señor que había en el interior fue muy amable con él. Mientras lo llevaba al hotel, le habló de las partes importantes de la ciudad mientras pasaban por estas o datos relevantes.

— Muchas gracias. — Agradeció cuando el señor le entregó la maleta que estaba en el maletero.

— No hay de qué, espero que le vaya muy bien el viaje, joven.

— Mil gracias, hasta luego.

Estaba delante de un hotel, llamado "B Hotel", el cual estaba al lado de una gran rotonda. En estas había muchos autobuses rojos, coches y la gente pasaba por la acera, paseando. El paisaje era precioso; un gran centro comercial redondo se encontraba hacia su derecha, otro hotel estaba en frente y a su izquierda había una especie de edificio en el que suponía que hacían exposiciones. E incluso allí estaban las conocidas torres venecianas, que desde ahí parecían enormes.

Entró al hotel y después de hacer el check-in subió a la habitación que era de ensueño. Se tiró a la cama y se quedó ahí un buen rato, a gustísimo.

Tendría mucho tiempo para pensar esos días, más en ese increíble hotel.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Jungkook llevaba un par de días sin ver a Taehyung y había discutido con su compañero de piso, provocando que saliera de casa.

No sabía muy bien qué hacer, quizás ir a un hotel hasta que se le pasara o rogarle que le dejara quedarse y que le perdonara. Sin embargo, es algo que el pelinegro no haría ni de coña.

La última opción que le quedaba era llamar a alguno de sus amigos para que lo dejasen quedarse en sus casas.

Marcó el número de Namjoon y este contestó poco después de que empezara a timbrar. Charlaron un poco de la vida, Jeon intentaba pedir el favor después de entrar en confianza.

"Lo siento muchísimo, pero este fin de semana estamos en casa de los padres de Jin"

— No te preocupes, no tienes la culpa.

Llamó a Yoongi, quien le dijo que sin problema le dejaba ir a su casa, solo que en ese momento estaba en la de Jimin y Kim ya que también tenían que hacer unas obras en al suya. Fue en dirección a esta y entró a la casa.

— Muchas gracias por dejarme venir.

— No hay de qué. Jimin no está ahora mismo, pero supongo que debería darte la habitación de Taehyung para que duermas, la he dejado lista para ti.

Estuvieron charlando un rato hasta que oyeron la puerta abrirse.

— Bueno, si quieres ve a tu habitación por esta noche, yo iré a ayudar a Jimin porque ha traído la compra.

Un "¡He llegado, alfa!", se escuchó a través de las paredes.

— Claro, ¿necesitáis ayuda?

— No, no te preocupes, solo ve a la habitación y ponte cómodo.

Frunció el ceño y entró en la habitación. Estaba prácticamente igual a cuando fue la última vez. Se tumbó en la cama. Las sábanas olían a su novio, algo que le encantó y olfateó la almohada, encantado con el olor.

════ ∘◦❁◦∘ ════

— ¿No has visto mi mensaje? — Preguntó el alfa rubio a su omega susurrando, que estaba con Ha-Yoon en los brazos.

— No, ¿por qué, alfa?

— Jungkook está aquí.

— ¿Qué? — Se alteró.

— Está en la habitación, si te ve con Ha-Yoon sospechará de inmediato.

— Me iré hasta que se duerma... Avísame.

— No puedes irte hasta tan tarde por la noche.

— Alfa, Taehyung no quiere que todavía no sepa nada sobre el niño. Debemos respetar su opinión.

— Vale, pero pásame la dirección, no me permitiría que te pasara algo.

— Puedo ir a la casa de Jin si te sientes más seguro.

— Mejor, sí.

Jimin se despidió de su novio y volvió a salir con el carrito de Ha-Yoon y su bolsa, encantado con la idea de pasear con el pequeño nuevamente.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Después de que Yoongi le dijera que Jimin le mandaba saludos y que se había ido con Jin al gimnasio para las clases de Yoga, cenaron juntos, algo que pidieron a domicilio.

Charlaron sin problema, hasta que les entró sueño y se fueron a sus habitaciones correspondientes.

Fue al baño, el cual estaba muy limpio, y se acercó a un escritorio que había en la habitación para dejar sus cosas. Sin embargo, encima de este había varios papeles dentro de una funda de plástico, los cuales no leyó. También había una especie de libro.

Lo abrió curioso, sintiéndose mal por hacerlo sin el permiso de su novio. En este había fotos, algo antiguas, eran de su novio cuando era bebé, algo que le enterneció por completo.

Fue pasando página por página, observando las fotos del crecimiento de su novio. Había fotos con amigos y lo que suponía que era familia. Iba pasando poco a poco las fotos, llegó a la adolescencia, en las que se podía ver al chico peli gris con su cabello natural. Con el pelo alborotado, con uniforme escolar y rodeado de chicos que eran su grupo de amigos. Pero siempre aparecía al lado de un chico casi rubio, de pelo rizado, cosa que le hizo sospechar de inmediato que probablemente fue un alfa con el que estuvo en el pasado, pero no le preocupaba en absoluto. Sin embargo, después de la graduación del instituto, se pudo ver fotos que eran únicamente con aquel alfa. Fotos en las que estaban reunidos con familiares o simplemente fotos en las que estaban solos, confirmando sus sospechas.

No mucho después, encontró fotos ya con el pelo gris, suponiendo que se acercaban a esa fecha. Sin embargo, la foto que vio al pasar la página fue algo que le sorprendió y a la vez le impresionó demasiado; se trataba de una foto, de aquel chico y él, en el que solo se veía de sus hombros para arriba y ambos enseñaban un par de anillos que llevaban en sus dedos; anillos de compromiso. Tragó duro, sin querer seguir pasando páginas, pero debía hacerlo.

Después de un par de páginas, apareció una que casi le hizo atragantarse con su propia saliva.

Se trataba de una imagen, en la que su novio, aparecía con una gran barriga; una barriga de embarazado.

— Qué...

Abrió la boca desconcertado, y sus manos empezaron a temblar, con miedo a pasar la siguiente página. Al pasar la siguiente imagen, pudo encontrar la de un bebé recién nacido, rojo, debido a que los cachorros solían nacer con un color rojo que se les iba con los días.

Y la última foto que había en el álbum, era una en la que Taehyung tenía una pequeña manta en sus brazos (lo que suponía que era ese niño). Se situaban en el salón de ese piso, de aquel en el que se encontraban.

Rápidamente, agarró el móvil y abrió el chat que tenía con su novio. La última vez que hablaron fue hacía unas horas. Tecleó con rapidez y cuando lo envió, los dos tics azules aparecieron, indicando que Kim lo había leído.

"Tenemos que hablar" Fue el mensaje que envió.

➢ Multimedia Heaven is You de Joshua Bassett

¡Buenas noches! Esto se pone interesante. Realmente no queda mucho para que acabe el Fanfic, ya que como dije, no tendría una trama muy extensa. Espero que os haya gustado, ponedme que opináis en comentarios. No olvidéis votar y pronto nos vemos con más.

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