-10-
El sexto mes de nacido de su hijo se acercaba cada vez más. Quedaban tan solo unos días para que aquel día llegara.
Estaba muy feliz después de aquel fin de semana en Lisboa. Aquella primera noche como pareja fue increíble. Después de estar un rato más en la playa volvieron a aquella casa en la que se hospedaban y se quedaron charlando hasta el amanecer.
...
Ambos estaban con una copa de vino tinto en las manos mientras hablaban de diferentes cosas e iban dejando pequeños besos, sentados en el suelo de aquella gran sala.
La luz de la luna y la de una lámpara cálida era la única luz que iluminaba en aquel salón con unas preciosas vistas.
Estaban sumergidos en una nube llena de amor, algo idos por el alcohol que corría por sus venas, pero no era suficiente como para estar borrachos, solo tenían la risa floja y no paraban de haber pequeños toques.
— Me ha gustado mucho pasar estos dos días contigo. — Dijo apoyando su cabeza en el hombro contrario.
— Gracias por aceptar... — Murmuró Jungkook después de dar un sorbo a la copa de vino.
— No tienes por qué agradecerme, yo quiero estar contigo y estoy feliz de haber comenzado esto. Oficialmente somos pareja.
— Suena raro decirlo así... Pareja. — Recalcó la nueva etiqueta.
— Todo el mundo ya nos tomaba por una... Pero suena raro cuando es real.
Se miraron y rieron tímidos.
Jungkook, para calmar ese nerviosismo, alzó su copa en frente del rostro de Taehyung, indicándole que quería brindar. Kim pegó su copa con la contraria y miró a su ahora novio.
— Por la nueva etiqueta que ya nos tenían puesta. — Brindó Jeon.
El peli gris carcajeó por lo bajo y tomó un sorbo.
Se pasaron toda la noche hablando de tonterías, experiencias de la vida o de cualquier cosa que les viniera a la mente, hasta que llegó el amanecer y 2 botellas de vino desaparecieron.
...
Cuando llegó a casa después de aquel fin de semana parecía que estaba en una nube, o eso le dijo Jimin. Ya que estaba todo el día pensando en el alfa y recordando que le había pedido ser su novio.
Ha-Yoon, a pesar de ser un cachorro, notaba la felicidad de su padre omega debido a las feromonas de felicidad que soltaba durante el día. Probablemente, era algo confuso para el niño, puesto que hasta hacía un tiempo su padre no soltaba muchas feromonas de felicidad y solían ser de tristeza al recordar a su ex prometido y padre alfa del bebé de casi 6 meses.
A pesar de toda la felicidad que lo envolvía, a veces también se asomaban pensamientos intrusivos en los que se sentía culpable.
Recordaba las palabras de sus padres y a demás a veces no podía evitar soñar con su ex prometido o pensar en él al ver la risa de su hijo.
Sabía que no lo había superado por completo y que era inevitable pensar en él, porque aquello jamás había sido una ruptura, simplemente fue una desgracia que le dio la vida a Dong-Hyun.
Pero ahora que estaba iniciando una nueva vida amorosamente, tenía que dejarlo ir, porque, como dijo Jimin aquella vez, seguro que Kim Dong-Hyun quería que fuera feliz y jamás le reprocharía algo así.
Recordaba a ese chico de pelo ondulado con mucha nostalgia y con mucho amor, era evidente que jamás dejaría de amarlo, pero era hora de dejarlo ir, ya que no podía hacerle eso a Jungkook, aunque sabía que si le contara lo que pasaba lo comprendería.
Pero igualmente tenía miedo de contarle sobre su ex alfa y el hijo que salió de aquella relación.
Veía muy complicado que aquella situación llegase, así que decidió por el momento dejarlo oculto durante un tiempo más.
Quería sentirse totalmente seguro para tener esa conversación.
Ahora se encontraba preparándose junto a Jimin porque Jin los invitó a ir al gimnasio en el que él iba a hacer clases de diferentes cosas, entre ellas; Yoga. En una conversación que tuvieron en la bolera, ambos omegas decidieron probar aquello que les recomendó el pelirrojo.
Se pusieron ropa cómoda, Do-Hee, se encontraría en casa cuidando del pequeño y Yoongi estaría esperando por la llegada de ambos omegas.
— ¡Nos vamos! — Gritó Jimin mientras iba a abrazar y darle un beso a su novio.
Taehyung estaba apoyado en un arco junto al bebé en brazos, mirando la escena de Park con los brazos abierto y estrujando a su pareja.
Despidió al alfa y a su cachorro antes de salir junto al peli púrpura. Abajo, tal y como quedaron, se encontraba Jin delante de un coche, el cual suponía que era suyo.
— ¡Ey chicos! — Se acercó el mayor. — ¿Vamos?
Se subieron al coche y Jin aceleró para ir rumbo al lugar.
— ¿Y Namjoon? — Preguntó Park.
— Él está en casa, si queréis después podemos ir y os enseño mi piso.
Aceptaron encantados y fueron al gimnasio, en el que hicieron una clase de Yoga para principiantes, a pesar de que Jin ya supiera, decidieron realizar aquella ya que los otros dos omegas no tenían conocimiento de como realizar Yoga.
Aprendieron con rapidez y disfrutaron mucho de la clase, animándose incluso a querer hacer otra.
Fueron a los vestuarios para omegas hombres, se cambiaron y ducharon con tranquilidad, aunque Taehyung siempre trataba de evitar que se le viera el pecho debido a la lactancia y que lo delataba.
Al salir se sentían totalmente en calma y compraron algo de merendar en la máquina expendedora que había a punto de salir del lugar. Antes de irse definitivamente se matricularon en el gimnasio y marcharon felices.
Namjoon se encontraba junto al coche en el que habían ido, ya que Jin le dijo que los otros dos omegas preguntaron por él, lo saludaron y fueron rumbo al hogar de la pareja.
Vivían en un pequeño edificio, en una zona alejada del centro. El apartamento estaba en el primer piso, era muy acogedor, decorado probablemente por ellos mismos. En el salón había una gran estantería de libros, con algunas macetas de pequeñas plantas.
Las paredes eran de color crema, pero los muebles tenían un código de colores, en su mayoría eran grises, muy poco pigmentados y tonos pastel de un verde caqui. Había una chimenea, que, por supuesto, no estaba encendida.
Las habitaciones no se quedaban atrás. A pesar de ser amplias, gracias a la pintura y muebles muy bien puestos se veía realmente acogedor, un lugar en el que te sentías cómodo inconscientemente.
Otras salas, como la cocina, despachos o baños, también eran preciosos, siendo decorados de una manera muy rústica, pero a la vez dándole un toque moderno.
Había un ambientador con olor a azucena como el aroma de Jin y a madera como el de Namjoon, siendo muy bien pensado y combinando a la perfección.
Aquella casa era el sueño de cualquier persona a la que le gustase aquel tipo de hogares, rústicos, pero no tanto como para ser anticuado y con un toque minimalista en aquello que era necesario.
Por lo que sabían, ambos llevaban viviendo juntos un par de años, ya que ahorraron durante varios años para invertir en aquel hogar y encontrarse así en aquel momento. La pareja estaba prometida, pero todavía no habían empezado a organizar su boda, puesto que querían que fuese en el momento indicado y con todo el presupuesto planeado para que consiguieran realizar la boda de sus sueños.
Eran una pareja muy organizada y que no hacían las cosas a lo loco, todo a su debido tiempo y aquello era algo que le gustaba mucho a Taehyung, porque durante toda su vida había convivido junto a Dong-Hyun. Quien era una persona que hacía las cosas a lo loco, sin pensarlas, simplemente lanzándose a la piscina, y parecía ser que Jeon Jungkook también era esa clase de persona, haciéndole reflexionar sobre su tipo de gustos en los hombres.
Jungkook y su prometido difunto no tenían nada en común, al menos físicamente, pero en cuanto a personalidad, ambos eran hombres aventureros y curiosos, que a pesar de no ser chicos de muchos amigos, disfrutaban viajar junto a su pareja, que en ambos casos, era él mismo.
Cuando se fue a Lisboa junto a Jeon pudo ver un lado de él que no había visto jamás. Aquel lado curioso, en el que iba delante con un mapa, queriendo investigar y visitar más lugares, en los que preguntaba a la gente por los edificios que veían o en los museos se paraba a leer detenidamente lo que ponía para saber más sobre las esculturas y cuadros que tenía delante.
Al parecer a Kim Taehyung le gustaba ese tipo de hombre y tenía que adaptarse a ellos, debido a que él no era muy curioso y prefería quedarse en su casa bebiendo chocolate caliente junto a su cachorro bien abrigado en caso de ser invierno. Y en verano simplemente le gusta pasear por la playa o jugar a las cartas tirado en la arena.
Él y sus romances tenían personalidades diferentes, pero aquello los hacía complementarse muy bien.
Estaban sentados en el sofá, charlando de diferentes cosas de su día a día. Hasta que su teléfono empezó a sonar, era Yoongi.
— ¿Hola?
"Tae... Lo siento llamarte, pero es que Ha-Yoon..."
En aquel momento supo qué sucedía. Su hijo era muy apegado a su padre omega y a veces, cuando estaba solo por bastante rato, se ponía a llorar porque quería a su padre con él.
— Ahora voy, gracias por avisarme. — Se despidieron y colgaron. — Chicos... Lo siento, pero debo irme, me necesitan en casa.
— ¿Te acompañamos? — Preguntó Jin mientras se levantaba. — ¿Es algo grave?
— No, no te preocupes, solo... — No sabía cómo explicar lo que sucedía, ya que ellos tampoco sabían de la existencia de su hijo.
— ¿Es Ha-Yoon? — Preguntó Jimin y asintió.
— Lo siento la pregunta, pero ¿quién es Ha-Yoon? — Preguntó Jin.
Miró a Park, quien asintió con la cabeza, animándole a decir la verdad. Habían tenido esa conversación hacía poco y el mayor le recomendó empezar poco a poco a mencionar el nombre del pequeño tanto a su pareja como a gente cercana como aquella pareja que se encontraba presente.
— Sé que sonará raro... — Dijo algo nervioso. — Pero Ha-Yoon es mi hijo...
Jin frunció el ceño sorprendido, al igual que Namjoon. Sus caras pedían una explicación.
— No sabía que teníais hijos... — Jin respondió.
— No, no es de Jungkook, es de mi ex prometido. — Se levantó. — Debo irme, ya os explicaré todo con más tranquilidad, si queréis podéis venir...
Estaba totalmente avergonzado y no sabía qué hacer en aquel momento, pero los chicos no dijeron nada, solo se levantaron y lo acompañaron. Subieron al vehículo y el único alfa presente condujo.
Ahora que tenían 30 minutos de camino, iba a dar explicaciones.
— Jungkook no sabe nada de mi hijo. — Explicó. — Tiene 6 meses de nacido a penas... Quiero decírselo, pero tengo miedo a que no lo acepte, los alfas no suelen aceptar cachorros que no sean suyos.
— Taehyung, no debes mentirle. — Comenzó Namjoon. — Entiendo el miedo que tienes y lo que suelen pensar los alfas. Si te soy sincero, no sabría cómo reaccionar si me sucediera a mí, pero lo mejor es que no le sigas mintiendo.
— Tengo miedo a tener que separarme de él en caso de que no acepte a mi cachorro...
Era una situación complicada de sobrellevar, pero cuanto más tiempo pasara, más grande se hacía la mentira.
— ¿Y qué es del padre del niño? — Preguntó Jin.
— Falleció en un accidente.
El pelirrojo solo pidió disculpas por haber hecho esa pregunta algo avergonzado y apenado.
Cuando llegaron, el omega de pelo gris salió casi corriendo a casa. El resto del grupo lo siguieron.
Al llegar a su piso pudo oír el llanto de su pequeño. Se apresuró a abrir el apartamento y oyó a Yoongi acercarse con el cachorro en brazos, con la omega que lo cuidaba al lado.
Lo agarró con rapidez y lo acunó, tranquilizándolo casi de inmediato.
— Papá ya está aquí. — Pronunció mientras secaba las lágrimas de su hijo.
Miró a la pareja y a Jimin, que estaban detrás de él.
— Pasad, como si estuvierais en casa. — Ofreció Park y entraron.
Taehyung caminó al salón, donde estaban saludando a Min y charlando. Vio a Jin levantarse y acercarse.
— Es lindísimo. — Miró al cachorro enternecido.
El niño tenía los ojos abiertos, curioso como solía ser.
— ¿Quieres alzarlo? — Preguntó con una sonrisa.
El pelirrojo asintió y agarró a Ha-Yoon, quien se removió al sentir un aroma desconocido. El omega lo acunó pareciendo casi experto en ello.
— Deberías hablar sobre el cachorro con Jungkook, es imposible que lo rechace con lo tierno que es. — Le hizo cosquillas en la nariz y el bebé rio mientras movía sus piernas.
Aquello era cierto y algo que no podía negar como padre. La belleza y ternura del cachorro era algo que se veía al instante. Muchas personas se acercaban a Taehyung solo para alagar al pequeño y no era algo que le importase, de hecho le enorgullecía que llamaran lindo a su hijo.
Los ojos de Ha-Yoon eran relucientes y grandes, haciéndole ver aún más tierno. Tenía la nariz con la punta redondeada y una sonrisa muy bonita, al igual que la de su padre difunto. Sus labios eran carnosos, pero del tamaño perfecto y su pelo era castaño como el color natural de su padre omega, también era sedoso y suave. Sus diminutas manos eran muy tiernas, al igual que sus cejas, pies y él en general. Incluso podría ser modelo infantil si así lo quisiera Taehyung.
— Quiero contárselo, pero no sé cuándo.
— Trata de buscar un momento de tranquilidad, será lo mejor. No vayas directamente con el cachorro, pero cuéntale sobre él y lo que sucedió con tu prometido.
— ¿Y si aun así lo rechaza?
— Pues mándalo a tomar viento. — Dijo y rieron. — Sería lo único que te quedaría, no hay otra. Pero si Jungkook realmente te quiere, debe aceptar al cachorro.
Asintió como indicativo de que estaba totalmente concentrado en lo que le dice y aconseja.
— Jamás estaría con alfa que no aceptase a Ha-Yoon, antes me quedo soltero.
— Es entendible. No he experimentado el amor de ser padre, pero estoy seguro de que es muy grande.
— ¿No tienes pensado tener niños?
— Me gustaría, pero quiero que sea años después de casarme, soy joven todavía. Hay y tengo mucho que disfrutar con mi alfa. — Guiñó un ojo, haciéndole soltar una pequeña carcajada, al contrario.
— Está bien querer disfrutar de tu sexualidad con tu alfa, créeme que cuando tengas hijos ya no podrás tenerlo muy a menudo.
Lo que decía era una suposición, ya que con Jungkook no había mantenido ningún tipo de relación sexual, pero un niño era una gran responsabilidad y sabía que el tiempo se iba muy rápido con un cachorro en tus brazos.
— Pues tú eres un padre muy joven, la gente no suele tener hijos con 24 años.
— La verdad es que no planeé tener un cachorro tan temprano, de hecho me quedé en cinta luego de pasar por primera vez el celo de mi ex prometido con él. Allí fue cuando creamos el lazo, pero poco después falleció, ni siquiera supo que estaba embarazado.
— Eso es una pena, pero seguramente él hubiera amado a su hijo como tú lo haces.
— Seguramente sí, sé cómo era y él hubiera sido un gran padre. — Suspiró. — Ahora he pasado página y estoy con Jungkook... No es que lo haya superado del todo, pero he sido capaz de reconstruir mi vida como él hubiera querido.
...
Aquel 14 de febrero, a las 10 de la mañana, un Taehyung con una barriga de embarazado de casi nueve meses estaba en casa de sus padres, en la habitación de su infancia.
Hacía tan solo unos segundos que había roto aguas y veía como sus padres llegaban corriendo al escuchar el ruido de su habitación. Recordaba a la perfección decir "he roto aguas, ya llega el bebé" a sus padres.
Ellos corrieron lo más que pudieron para preparar el coche donde llevarían al hospital a su hijo, agarraron la bolsa que preparó Taehyung para el hospital, llamaron a los padres de Dong-Hyun y abuelos de la criatura que estaba a punto de nacer.
La madre del embarazado lo ayudó a ir al ascensor para ir al parking.
— Tranquilo hijo, pronto estaremos en el hospital, respira hondo.
A penas había roto aguas, pero pequeñas contracciones llegaban, causándole un dolor ligero, pero que sabía que con el tiempo aumentaría y disfrutaba de esos últimos momentos de paz.
Cuando subieron al coche su padre aceleró lo máximo que pudo, su progenitora hacía ejercicios de respiración junto a su hijo, pero este solo tenía puestas sus manos en la barriga que dentro de poco desaparecería.
Una vez llegaron al hospital, los médicos llegaron de enseguida para atenderle y llevarlo a una sala donde lo revisarían para ver cuando entraría en labor de parto. Para los hombres omega era peligroso parir naturalmente, pero era algo que decidió hacer Taehyung por distintas razones.
El haber roto aguas no era indicativo de que directamente iría a parir, pero aquella vez sí lo fue.
Lo llevaron en una camilla a la sala de partos. Su corazón cada vez latía más rápido, las contracciones cada vez eran más seguidas y el dolor aumentaba con estas.
Respiraba hondo, mientras agarraba la mano de su madre. Debido a que su alfa no podía estar allí por razones obvias, pidió a los médicos que su madre estuviera presente durante el parto y nadie más que ella pudo presenciar el nacimiento de Ha-Yoon.
La señora Kim ya había vivido eso una vez, así que lo ayudó en todo momento junto a las enfermeras. Taehyung solo cerraba los ojos, imaginando como sería su cachorro y si en algún universo paralelo su padre alfa estuviera vivo, como sería verlo en sus brazos, una imagen muy bonita pero a la vez dolorosa, haciéndole llorar de la tristeza y por dolor de las contracciones.
Más tarde, cuando el dolor se volvió casi infernal, fue cuando dejó de ser consciente de lo que sucedía. Pero lo último que recordaba del parto, fue cuando escuchó el llanto de su pequeño y lo pusieron junto a su pecho. El omega solo lloró agarrando al niño, deseando que Dong-Hyun estuviera a su lado y pudiera alzar a su hijo, que pudiera verlo y amarlo como en ese momento lo estaba haciendo él mismo.
...
— Me alegro de que hayas logrado reconstruir tu vida. No debe ser fácil afrontar la muerte de tu prometido.
Siguieron charlando, e incluso la pareja del pelirrojo alzó al niño, este no era tan habilidoso, pero con los minutos pudo conectar aunque sea mínimamente con Ha-Yoon.
════ ∘◦❁◦∘ ════
Jungkook estaba tranquilamente en su casa, ordenando su habitación a fondo, sacando aquellas cajas en lo más profundo de su armario donde se guardaban recuerdos de muchos años atrás.
De aquellas cajas sacaba camisetas de su instituto, sudaderas, anuarios, trabajos, fotografías e incluso pequeñas cámaras con videos, consiguiendo que por unos minutos volviera a su adolescencia e infancia.
...
Jeon Jungkook fue un niño que nació en una familia con suficientes recursos para vivir sin problemas. No tenía hermanos y jamás les pidió uno a sus padres como todos los infantes solían hacer.
Siempre fue un niño solitario. Solía estar sentado en un banco junto a una libreta en la que escribía cosas varias o con un libro entre las manos, ya que leer era algo que siempre le gustó desde niño.
Cuando tenía que hacer grupos con sus compañeros se quedaba a un lado hasta que a un grupo le faltara un integrante o cuando los compañeros escogían los grupos, él era escogido de los últimos.
Jamás fue algo que le preocupara, puesto que era bastante pasota en aquel sentido. No le importaba estar solo o no tener amigos porque a veces veía a sus compañeros de clase haciendo tonterías, según él, y le daban pocas ganas de hacer lo mismo.
Jeon siempre fue un niño maduro para su edad.
No destacaba en los estudios, tampoco era malo, pero eso era debido a que él no quería ir más allá, ya que odiaba destacar entre la gente.
A medida que fue creciendo, sus padres se preocuparon porque su hijo jamás quería ir a jugar al parque como el resto de niños, no les presentaba a ningún niño y les pedía irse de inmediato cuando salía de clases. Aquello llegó al nivel de que los progenitores del pequeño Jungkook lo llevaran a un psicólogo por si tenía algo que no le permitiera socializar como el resto de los niños. A pesar de ser examinado, los psicólogos dijeron que no tenía nada, de hecho les dijeron que el niño era muy inteligente emocionalmente.
Los recuerdos del pelinegro en el psicólogo eran muy visibles en su mente. Los especialistas le hablaban como si fuese tonto y él simplemente respondía con palabras cortas. Cuando lo mandaban a dibujar siempre preguntaba para qué era debido a que no tenía ningún problema, pero los médicos no respondían nada.
Agradeció salir de esos psicólogos ya que él sabía a la perfección que no tenía nada y que solo eran imaginaciones y paranoias mentales de sus padres.
Con el tiempo, llegó a la etapa de la adolescencia, la famosa etapa de rebeldía y sus padres solo esperaban que hubiera un poco en su hijo, sin embargo, no hubo.
Lo único que cambió fue que entró a un instituto, totalmente diferente a su colegio, en el que varios chicos trataban de hablar con él y solo lo hizo por compromiso.
Muchos de aquellos adolescentes ya se habían presentado, sus aromas y hormonas crecían. Llegar a ese instituto era horrible para Jungkook, pero al menos tenía un par de amigos que le pudo presentar a sus padres.
Estos eran algo más rebeldes que el mismísimo Jeon, les gustaba meterse en líos, beber alcohol y fumar a pesar de ser menores de edad, también besarse con omegas y coquetear con estos. Llegaron a incitar al pelinegro a probarlo, pero él siempre se negó, ya que tenía las ideas muy claras. A pesar de eso, varios omegas se le acercaron tratando de atraerlo con sus dulces aromas, pero fueron totalmente asquerosos al olfato de Jungkook.
Desde que estudió en aquel instituto tuvo claro que jamás se dejaría llevar por su instinto, también le quedó muy claro que odiaba los aromas de los omegas y alfas que rondaban por el lugar.
Se volvió muy reacio ante las reacciones primitivas y su lobo, aunque tuvo suerte que no se le presentaba mucho, solo cuando estaba enfadado.
A la edad de 17 años, casi al cumplir 18, le llegó su primer celo. Aquella vez casi se deja llevar por su lobo y casi sale a por un omega para quitarse aquel celo, pero por suerte, se contuvo y no hizo nada.
Desde entonces empezó tomar supresores para evitar esas cosas o utilizar bloqueadores anti aroma, esto hasta que llegó Taehyung.
Durante esos días de calor, que más o menos eran unos 4-5 días en caso de que no lo saciara con ningún omega, se daba satisfacción a sí mismo, algo que al inicio le daba asco, pero con el tiempo le agarró el gustillo y solo lo hacía en aquellas épocas del mes.
Una vez acabó el instituto, se matriculó en la Universidad de Cádiz o llamada UCA en la facultad de Derecho.
Durante su primer año, en una de las asignaturas, conoció a Jung Hoseok, un chico muy aplicado un par de años mayor que también estudiaba derecho y que lo ayudó mucho con sus estudios. Desde entonces son muy amigos y se adentró a la vida del otro alfa, conociendo a la pareja de este, que afortunadamente para él era un beta y siempre los consideró como unos segundos padres para él, porque siempre le daban consejos y cosas del estilo.
E incluso, al terminar su carrera y un máster de abogacía, fue derivado al bufete de abogados en el que trabajaba su amigo, ya que este lo había recomendado, algo que agradecería para siempre debido a que años más tarde seguiría con ese trabajo en el que gana muy bien.
Alguna vez aceptó a salir a tomar copas con la pareja, siendo sus primeras veces, pero no salió mucho de su zona de confort.
Un año más tarde, después de acabar la carrera, se mudó junto a Hoseok.
Wang y Jung jamás habían escuchado a Jeon hablar de ninguna pareja, así que suponían que le habían roto el corazón, hasta que Jungkook un día se abrió y les aceptó que jamás había estado con nadie.
La pareja se alegró mucho al ver y enterarse de que el pequeño pelinegro había encontrado a su destinado.
...
Jungkook agarró el anuario escolar de cuando iba a secundaria y se buscó entre las páginas. Allí se encontraba, con el pelo un poco más largo que actualmente y con la mirada más fría. Al lado estaban sus dos amigos. No sabía nada de ellos desde que inició la carrera, pero estaba seguro de que alguno habría caído en el alcoholismo o las drogas. Le generaba curiosidad, pero no la suficiente como para ponerse a buscar a los dos chicos.
Al lado de ese anuario había una fotografía, en la que estaba vestido en traje, con una banda en la que indicaba que era graduado de derecho. Estaba en el centro de sus padres y la pareja que eran sus amigos. Todos tenían una sonrisa en el rostro menos él, algo habitual.
Había más imágenes impresas, entre ellas, una hecha tipo selfie, en la que él agarraba el teléfono y sonreía con las mejillas sonrojadas. Se encontraba junto a sus amigos y cada uno tenía un trago entre las manos. Al ver la fotografía recordó de inmediato aquella noche, fue la primera vez que se emborrachaba hasta vomitar y desde entonces no volvió a hacerlo.
Cuando fue junto a su novio al festival decidió no beber mucho, ya que este le afectaba con rapidez.
Se tumbó después de recoger sus cosas y se percató de que no había hablado con Taehyung desde que volvieron de Lisboa, así que decidió llamarlo. Después de unos segundos la llamada fue contestada.
— Hola Kook.
Sonrió al escuchar la voz de su novio.
— Buenos días, cariño. ¿Cómo estás?
— Muy bien... Acabo de llegar a casa.
— ¿Ah sí? ¿Qué hacías? — Preguntó curioso.
— ¿Recuerdas aquello que te conté sobre que Jin nos invitó a mí y a Jimin a hacer yoga?
— Sí, lo recuerdo.
— Pues hemos ido a nuestra primera clase.
— ¿Y qué tal?
— Muy bien, nos ha gustado mucho sinceramente, así que nos hemos matriculado.
— Me alegro mucho, cariño. — Sonrió feliz por eso. — Aunque...
— ¿Sí?
— Ahora que lo pienso... ¿No se puede ir a ver las clases? Digo, para verte.
— Jungkook...
— O mejor aún, yoga en pareja, eso debe ser... mmmh.
— Eres un pervertido. — Se quejó.
— Tú supones lo que pienso, no significa que sea así.
— Todos los alfas sois iguales... Así que sé lo que piensas... De momento dejaremos el yoga en pareja para otro momento.
— Es una pena, cariño, yo quería hacer yoga contigo.
— A pesar de ser un alfa sin experiencia te estás yendo, por un lado que me conozco...
— ¿Qué esperas? ¿Que no me fije en...? — Fue interrumpido.
— Shh, no acabes.
Jeon se limitó a reír.
— Debo irme, que está Jin en casa.
— Claro, no te preocupes, espero que podamos vernos pronto.
— ¿Mañana?
— Es una opción.
Finalmente, se despidieron entre apodos y palabras cariñosas. Al día siguiente se verían en casa del pelinegro.
Era la primera vez que se verían desde el viaje.
➢ Multimedia Let You Go de Joshua Basset.
¡Buenas noches! Espero que estéis bien. Siendo sincera, he actualizado antes de lo que pensé, pero espero que os guste este capítulo.
Este capítulo ha sido intenso debido a que he querido mostrar un poco a los personajes en su pasado. Sobre todo viendo como se sentía Tae durante el parto de Ha-Yoon y en general la vida de Jk, ya que veo muy necesario saber sobre el pasado para conocer más a fondo al personaje, ya me diréis que os han parecido estos pequeños flashbacks. También comentar el atrevimiento algo más sexual por parte de Jk... La verdad es que quiero introducir eso poco a poco, ya que la mayoría de mis fanfics empiezan por un acuerdo sexual, pero esta no. Sin más dilación, me despido y no olvidéis votar 😉
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro