-09-
El ruido de los bolos caer, las voces de los jóvenes e infantes que estaban el lugar, monedas caer, máquinas recreativas y el olor a comida chatarra era algo magnífico ante los ojos de Kim Taehyung.
Era como si volviera a su infancia o adolescencia, sentir esa emoción de cuando era niño e iba al centro de León para jugar con sus amigos era algo que le traía melancolía.
Entre esos niños con los que siempre jugaba estaba Dong-Hyun.
...
10 años atrás...
Toda la clase se había marchado un día de excursión a la bolera del centro de León junto al colegio. Todos los niños llevaban sus mochilas con un bocadillo para el desayuno y dinero que les habían dado sus padres.
Los ojos de Kim estaban fijos en aquel pequeño alfa adolescente de 14 años, de cabello ondulado, casi rubio, algo despeinado y que tapaba parte de su frente. Dong-Hyun hablaba con el resto de chicos y chicas reunidos, sonriente y como siempre a los ojos de Taehyung, maravilloso.
El adolescente castaño y que más tarde se teñiría de gris estaba apartado de aquellas personas, ya que no era muy social y era muy tímido. Llevaba dinero en su mano para comprar su partida de los bolos.
— ¿Cuántos sois, chicos? — Preguntó el joven que estaba detrás del mostrador.
— Somos 28. — Contestó el casi rubio.
— Tendréis que separados en grupos de 7 para poder jugar. Escribidme los nombres de los integrantes de cada equipo y vuestras tallas de calzado.
Kim Dong-Hyun agarró el boli y el papel para empezar a apuntar.
Los niños hablaban, eligiendo sus grupos para jugar, la gran mayoría insistían al pequeño alfa para que fuera en sus equipos, pero este solo los miraba sin responder.
— Yo quiero ir con Taehyung, el resto me da igual. — El casi rubio se acercó al joven omega mientras agarraba su muñeca.
Kim estaba sonrojado, las miradas de todos los alumnos lo estaban presionando y agobiando porque odiaba sentir la atención del resto, pero teniendo a Dong-Hyun agarrándolo de la muñeca era imposible no tenerla.
— Uhh, ¿Kim es tu novio? — Preguntó uno de los niños.
A aquella edad era habitual entrometerse en la vida del resto, buscar cualquier tipo de conexión entre dos alumnos para tener la oportunidad de juntarlos como pareja. Aquello era algo que pasó entre ellos dos.
Todos los alumnos sabían que Dong-Hyun estaba enamorado del adolescente Kim, sin embargo, el castaño que en un futuro sería peli gris y que estaba enamorado en secreto del casi rubio, no se lo creía porque pensaba que le estaban tomando el pelo como solían hacer.
— ¡No es mi novio! — Contestó el alfa que le sujetaba de la muñeca.
— Pues a mí me parece que sí lo es. — Se acercó una niña con una voz repelente. — ¡Estás agarrándole de la muñeca a Taehyung!
Los niños reían y cuchicheaban, el omega solo miraba hacia el suelo, esperando que aquel momento terminase de una buena vez.
— Taehyung. — Dong-Hyun lo llamó por lo bajo y alzó la vista. — No les hagas caso, son tontos.
Cruzaron miradas y de inmediato la apartó, totalmente rojo, al chico contrario también le sucedió lo mismo.
— Mejor ve a apuntar... No quiero causarte problemas. — Habló casi susurrando, sorprendiendo al casi rubio.
— ¿Te molesta si te pongo en mi mismo equipo?
Negó con la cabeza, provocando una sonrisa por parte del alfa, quien se alejó feliz.
Aquel día estuvo junto a un grupo reducido de los amigos de Dong-Hyun y suyos, pasándoselo bien y fue muy bien recibido. Aunque fuera amigo del casi rubio desde hacía años, le daba vergüenza pasar tiempo a su lado desde que supo que estaba enamorado de él, haciendo las cosas incluso incómodas para él mismo.
Se lo pasó en grande y a pesar de ser malo en los bolos, no pudo parar de reír junto a sus amigos, fuera de las opiniones del resto de niños que opinaban de lo que no debían.
...
En ese preciso instante estaba de vuelta en uno de esos lugares que tanto amaba. Estaba junto a su casi algo, la pareja que conocieron en el festival, los compañeros de piso de Taehyung y Jungkook y sus parejas.
La cuidadora de Ha-Yoon estaba en casa junto al pequeño que ya estaba durmiendo, pero igualmente nunca se atrevería a dejarlo solo.
— ¡Mira esa máquina de ahí! — El beta llamado Jackson llamó la atención. — ¡Vamos, vamos! — Animó a los omegas que hablaban con tranquilidad.
Lo que señalaba el castaño era una máquina de baile, en la cual había dos chicas bailando. Tae fue corriendo junto al beta, desde su adolescencia quería probar algo así.
El resto del grupo los siguieron y esperaron con paciencia al turno del omega y beta.
Cuando la máquina quedó libre, se subieron junto a un billete en las manos, pero aquel aparato solo permitía monedas.
— Cámbiame el billete. — Ambos chicos se giraron buscando a sus "parejas" con cada uno un billete en la mano.
Una pequeña carcajada por parte de Jin y Yoongi se escuchó.
Jungkook fue el único que se adelantó para agarrar el billete de Taehyung e ir a cambiarlo a una máquina. Hoseok hizo lo mismo instantes después.
El mayor llegó con varias monedas en las manos y le entregó una, la introdujo en el hueco en el que indicaba que había que poner la moneda y Jackson realizó lo mismo.
La pantalla de juego apareció, seleccionaron dos jugadores y una canción para poder bailarla. Diferentes flechas que indicaban donde poner los pies aparecieron y los dos chicos empezaron a bailar, algo patosos al no saber exactamente como iba.
Pudo visualizar que cuatro de cuatro los chicos que estaban allí se iban en dirección a comprar la partida de bolos. Los únicos que se quedaron fueron las parejas de los que bailaban, mientras se reían de lo patosos que podían llegar a ser los dos.
Los únicos que se quedaron fueron las "parejas" de los bailarines. Estos reían al ver lo torpes que los jóvenes podían llegar a ser con los pies.
Hicieron un par de partidas, pero mientras los chicos bailaban se acercó un hombre de aproximadamente 30 años.
— Buenas... ¿Jugaréis otra o puedo ponerme después? — Preguntó en tono amable.
Taehyung giró la cabeza para poder observar al chico que tenían al lado con un par de monedas en la mano. Su pelo era muy claro, rubio, los ojos de este eran azules con un toque marrón y tenía que aceptar que el chico era guapo.
— No jugaremos otra. — Contestó centrándose nuevamente en el juego. — Puedes ponerte luego si quieres.
— Muchas gracias. — Dijo el chico apoyándose en un lateral de la máquina para esperar.
Una vez terminaron la partida, se bajaron de la máquina y el chico subió, pero este los paró mientras se iban caminando.
— Disculpa. ¿Alguno quiere jugar conmigo?
Omega y beta se miraron.
— Yo estoy muy cansado, lo siento. — Pronunció Jackson.
A Kim le sabía mal que el chico se quedara jugando solo, así que se acercó y ofreció a jugar con él, agarró una moneda de su bolsillo, a punto de ponerla, pero el alfa que tenía al lado agarró su muñeca, ofreciéndole una moneda.
— Me sabe mal que pagues cuando soy yo el que te ha pedido jugar. — Sonrió amablemente. — Déjame pagarte la partida.
Asintió sin problema y jugó con el chico. De vez en cuando lo miraba, riéndose de los pasos aún más patosos que los suyos, haciendo reír al alfa que bailaba a su lado.
Jungkook solo miraba la escena de su omega riendo junto a ese alfa, estaba celoso de aquello, pero decidió no decir nada.
Cuando acabaron de bailar, cansados, se miraron.
— Un placer, soy Joon-Woo. — Extendió la mano con una sonrisa en la cara.
El pelo de este estaba pegado a su frente debido al sudor que había en esta, a pesar de haberlo hecho tan mal, se había esforzado demasiado.
— Kim Taehyung. — Agarró la mano entre risas.
Charlaron unos minutos.
Jungkook, por su parte, observaba la escena incrédulo, a sus ojos, aquel alfa trataba de coquetear con su omega.
Sin embargo, Taehyung no lo veía de aquella manera.
— ¡Tae! ¡Ya tenemos que ir a jugar! — Lo llamó su compañero de piso mientras se acercaba. — ¿Quién es él?
— Él es Joon-Woon.
— Un placer, soy Jimin, vamos a ir a jugar bolos, ¿quieres unirte?
Jeon solo deseó que el hombre que tenían delante dijera que no.
— Claro, espero no ser un problema.
El pelinegro solo refunfuñó e imitó al chico con un tono muy peculiar mientras se iba con el resto del grupo.
— "Claro, espero no ser un problema" — Siguió repitiendo con asco.
— ¿Qué ha pasado? — Preguntó el alfa del compañero de piso de Jimin.
— ¡Ese está coqueteando a Taehyung delante de mí! Y encima lo han invitado a jugar.
Hoseok rio junto a su pareja, Namjoon solo le dio una mirada a su omega, quien también reía de la situación.
Segundos después, los dos omegas junto al alfa aparecieron y fueron a la pista para jugar bolos. Durante toda la partida los omegas y Hoseok estuvieron hablando con el nuevo integrante del grupo, Yoongi, Jackson y Namjoon hablaban entre sí, de vez en cuando también se unían a la conversación del resto, no obstante, el pelinegro solo estaba sentado en uno de los sofás de mal humor y soltando un aroma bastante agrio.
— Mi alfa. — Se acercó Taehyung a Jungkook cuando vio al resto de chicos alejados del sofá. — ¿Sucede algo? — Se sentó al lado de Jeon.
El mayor lo miró con los ojos llenos de tristeza y con un pequeño puchero formado en su boca, parecía un niño pequeño.
— Ese alfa...
— ¿Qué pasa con él, cariño?
— Está coqueteando contigo...
A pesar de que Kim y Jeon no fueran nada oficialmente, en cierto modo tenían una exclusividad con el otro, casi siendo pareja a pesar de no poner una etiqueta de por medio.
— ¿Estás celoso? — Preguntó sorprendido y el silencio por parte del pelinegro se hizo presente. — ¿Lo estás? — Sonrió enternecido.
— No estoy celoso, solo me molesta.
— No me mientas. — Lo abrazó. — Mi alfa está celoso.
Taehyung era bastante cariñoso en ese sentido. Jungkook, a pesar de no mostrarlo, era bastante celoso, pero no hasta el punto de ser posesivo y tóxico, simplemente se lo callaba y empezaba a refunfuñar.
— No lo estoy.
Taehyung empezó a llenar de besos el rostro de tez blanca, a la vez soltando feromonas tranquilizadoras, un acto que tenía muy acostumbrado a hacer con su cachorro y futuro alfa.
— No debes porque estar celoso, Kook. Sabes que eres el único alfa al que quiero. — Jeon simplemente lo miró a los ojos y asintió. — Ahora ve a jugar, que es tu turno.
Al finalizar las dos partidas, se despidieron del nuevo alfa que formó parte del grupo durante aquellas horas e intercambiaron números para verse en un futuro próximo, algo que Jungkook no deseaba que pasara.
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A la mañana siguiente, Kim, quien dormía con su cachorro en la cama, recibió una llamada de sus padres, en la que anunciaban que habían llegado a Cádiz para pasar unos días en la ciudad y visitar a su hijo y nieto.
Taehyung preparó tanto a su cachorro como a él mismo para reunirse con sus padres.
Llegó a la estación con su hijo en el carrito. Allí se encontraban sus padres, sentados en una cafetería de la estación de tren mientras desayunaban charlando.
— ¡Este lugar es tan cálido! — Se levantó su madre con los brazos abiertos.
Vio como su progenitora agarró al pequeño y lo acunó en sus brazos, hablándole aunque no le entendiera.
— Cada día estás más mayor, Ha-Yoon. — Dijo la señora. — No crezcas tan rápido.
Su padre estaba delante de la barra de la cafetería, pidiendo algo para que Taehyung almorzara.
De mientras, el único hijo de los Kim preparaba el puré de Ha-Yoon en un pequeño bol que traía en la bolsa que había en el carrito, donde llevaba todo lo necesario para salir de casa con el bebé.
— ¿Cómo va tu vida por aquí? — Preguntó su progenitor mientras le entregaba un bocadillo.
— Muy bien, tengo un buen trabajo y vivo en un lugar bastante bien ubicado.
— ¿Tienes vacaciones?
— Ahora estoy de vacaciones, papá.
— Podrías venir durante este mes, los padres de Dong-Hyun preguntan por ti y su nieto. — Dijo su madre.
Taehyung suspiró, no quería volver aunque fuera un mes.
— Mamá, he hecho una nueva vida aquí, tengo nuevos amigos y no solo trabajo.
No quería comentarle nada sobre la existencia de Jungkook, ya que sus padres lo tomarían como algo muy precipitado, y probablemente se lo contarían a los padres de su ex prometido. Los padres de Kim Taehyung eran personas bastante cerradas en ese sentido, queriendo siempre que su hijo estuviera con una persona aprobada por ellos y que conocieran desde mucho tiempo atrás, como era el caso de Dong-Hyun.
El peli gris sabía a la perfección que si presentaba a un nuevo casi algo sería totalmente desaprobado por sus padres y no quería hacer pasar ese mal rato a Jungkook.
Los padres de Taehyung pondrían como excusa que ya tenía un hijo y que empezar a tener una nueva pareja podría ser malo para el desarrollo para el niño, algo que no era cierto, según la opinión del menor.
Lo único que podría llegar a ser cierto es que Jeon no aceptara a su pequeño, pero él sabía que si ese fuera el caso cortaría aquello de raíz, porque jamás pondría por encima a un alfa que a su cachorro.
— Lo entiendo, hijo, pero los padres de Dong-Hyun siguen siendo tus suegros y abuelos de tu hijo. — Agarró la mano de Taehyung, para destacar el anillo de compromiso que llevaba.
No lo solía llevar desde que llegó a Cádiz, ya que quería iniciar una nueva vida. Solo lo utilizaba cuando sus padres o ex suegros estaban delante.
— No considero que sigan siendo mis suegros. — Admitió. — Entiendo que sea su nieto, pero no quiero verme obligado a pasar un mes en un lugar que no quiero, solo me trae malos recuerdos.
— Pero a pesar de que no te casaste con su hijo, llevabas su marca y el niño también es de él y forma parte de ambas familias Kim.
— Eso no es así, mamá, legalmente, Dong-Hyun no es el padre de Ha-Yoon, está registrado solo con mi nombre y solo pertenece a nuestra familia.
— Biológicamente, el niño es de Dong-Hyun y tiene sangre de su familia, ellos tienen derecho a ver al niño, Taehyung.
— Pues que vengan ellos a visitarlos, mamá. Yo ya he ido hace muy poco y he creado una nueva vida aquí. La marca de Dong-Hyun desapareció hace mucho tiempo, desde que murió ese lazo ya no existe. Ha-Yoon ni siquiera conoció a su padre, a penas tenía tres semanas de gestación cuando falleció.
— Taehyung, debes entender que ese niño, es lo más cercano que les queda de su hijo fallecido.
— Mamá, lo entiendo, ellos pueden ver a Ha-Yoon cuando quieran, estoy en contacto con ellos siempre, les envío fotos de él y hago videollamadas, pero no puedo ir siempre que tenga tiempo libre. La última vez que fui, no era para visitarlos a ellos, era para veros a vosotros y visitar a mi ex prometido. Por mucho que sean los padres de Dong-Hyun no tengo más vínculo con ellos que su nieto.
Los padres de Taehyung y Dong-Hyun se conocían desde que ambos eran muy pequeños, así que tenían un vínculo muy fuerte, haciendo que muchas veces los padres del peli gris empatizaran más con los padres del prometido difunto y se pusieran en contra de las opiniones de su hijo.
Durante aquel año hubo muchas discusiones sobre el tema del nieto de sus ex suegros, ya que en principio querían ver al niño cada dos semanas y era algo casi imposible de manejar para Taehyung.
Ahora que él había creado una nueva vida, estaba haciendo nuevos amigos, estaba en algo con alguien y estaba saliendo de esa vida "perfecta" que se había ido a la mierda después de la muerte de Dong-hyun, quería un poco de tranquilidad, empezar a disfrutar de su vida, de sus nuevos amigos y dejar atrás aquel dolor sentimental. Sin embargo, sus padres llegaban para recordárselo.
Pasó aquellos dos días junto a sus padres, entre algunas pequeñas discusiones sobre que tenía que ir a su pueblo para visitar a sus ex suegros, algo que no haría.
Le informó de la estancia de sus padres a Jungkook, así que quedaron en verse aquel finde, una vez se hayan ido los padres de Kim.
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"Resérvate todo este finde, Kim. Prepara tus maletas" Fue lo que le dijo el pelinegro.
No estaba muy seguro de qué harían aquel finde, pero Jimin estuvo dispuesto a cuidar de Ha-Yoon debido a que no estaba muy seguro de pedirle a Do-Hee que lo cuidara tanto tiempo. Yoongi estuvo aún más encantado con la idea, así que no tuvo mucho problema con ello.
Les explicó cómo debían hacer los purés o preparar las compotas del niño, a demás de los biberones con leche en polvo (ya que la leche materna que extrajera no daría para los tres días) y ellos se quedaron con el tema a la perfección.
Preparó una pequeña maleta con dos mudas veraniegas a demás de la que llevaba puesta, extractores de leche para que no surgiera ninguna emergencia cuando estuviera junto a Jungkook y algunas cosas de primera necesidad.
— ¿Dónde vamos? — Preguntó curioso con la mirada puesta en la carretera.
— Es sorpresa, pero tardaremos un poco...
Eran las seis de la madrugada de un viernes, así que suponía que tenía un trayecto bastante largo por delante.
Pasaron por diferentes ciudades, las cuales identificaba por carteles puestos en carreteras y autopistas. Con las horas, fue cuando pudo visualizar el cartel que ponía claramente "Portugal".
— ¿Vamos a entrar a Portugal? — Preguntó emocionado, jamás había ido a otro país.
— Sí, ¿nunca has estado?
Negó con la cabeza.
— Jamás he estado en otro país.
— Me alegro de que la primera vez sea conmigo.
Después de pasar la frontera siguieron conduciendo unas tres horas más hasta entrar a la capital de aquel país, Lisboa.
No esperó en absoluto ir allí, pero estaba muy emocionado y su niño interior había salido, sacando su cansancio por completo de su cuerpo.
Las vistas, aquellas calles con casas de colores vivos lo hacía sentir aún más emocionado.
Cuando tuvo la oportunidad de bajar del coche, sonrió con aquella sonrisa cuadrada que solía tener en su rostro, haciendo sentir orgulloso al alfa por llevarlo a un sitio que le gustara a su omega.
Se sentaron en una pequeña terraza de una cafetería, el lugar estaba lleno de gente y aprovecharon para desayunar y agarrar fuerzas.
— ¿Dónde nos quedaremos? — Preguntó entusiasmado con la idea de pasar dos noches en Lisboa.
— He reservado una casa que sé que te gustará mucho.
Caminaron por las calles de la capital de Portugal agarrados de la mano, se subieron al típico y famoso transporte público, con el que Taehyung se veía muy feliz.
Cuando llegaron a la casa en la que se hospedarían, Kim solo pudo abrir la boca. Exploró todo con entusiasmo, había muchas habitaciones, un gran salón con luz solar e incluso una piscina; sin embargo, él prefería ir a la playa.
Aunque el tema de ir a la playa era un problema para él debido a que su pecho estaba más hinchado debido a la lactancia y no podía quitarse la camiseta para poder bañarse. Aunque llegó a la conclusión que se bañaría con camisa si era necesario.
Pasaron aquel día descansando en la casa, en tranquilidad, cocinando cuando tenían hambre y viendo la televisión, pero cuando se hizo más de noche salieron a dar un paseo, conocer la zona e ir en busca de un restaurante en el que sirvieran comida típica del país.
Ambos iban con camisas Hawaianas, pantalones cortos de verano y chanclas, como haría cualquier turista. Después de aquel largo día se pusieron su pijama, no sin antes el peli gris extraer leche en privado para evitar inconvenientes y sentarse en la cama.
— ¿Cómo quieres que durmamos? Hay muchas habitaciones. — Preguntó Jeon.
— ¿No es algo obvio? — Jungkook negó con la cabeza, no quería incomodar al omega proponiendo dormir juntos. — ¿No quieres dormir conmigo, alfa?
— Claro que sí...
— Entonces túmbate antes de que me enfade. — Ordenó el omega mientras se tapaba con la fina sábana.
El mayor se puso al lado del omega con rapidez y se tumbó.
Había aire acondicionado, pero a pesar de que estuvieran en pleno calor, el peli gris se tapaba con la sábana.
Ambos estaban de costado, mirándose fijamente, sin decir nada, solo apreciando el rostro contrario.
— Muchas gracias por traerme aquí, Jungkook.
— Gracias a ti por disfrutar de esto, no sabía si te gustaría, pero me alegro de que lo haya hecho.
— Todo lo que hagas me gusta.
Sonrieron antes de darse un suave y dulce beso.
— Te quiero, mi omega.
— Yo también te quiero, cariño.
Aquel apodo causó miles de emociones en el alfa, haciendo que sus mejillas se tornaran rosadas, pero aun así, no ocultó el rostro, ya que no tenía problema con que el menor lo viera en esa situación, puesto que era algo que sucedía muy a menudo.
El día siguiente fue un poco lo mismo, sin embargo, aquella noche Jungkook reservó un lugar para cenar cercano a una playa.
El restaurante era de lujo y a Taehyung le sabía mal que el alfa pagara todo, así que insistió en pagar aquella cuenta del restaurante.
A pesar de ser las nueve de la noche todavía no había atardecido, así que fueron a la playa y se bañaron en el agua. Por suerte, para Kim, Jeon no preguntó por qué no se quitaba la camisa.
Algo en lo que inconscientemente el omega se fijó, fue en el momento en el que el pelinegro sacó su camisa después de desabrocharla, dejando ver un torso bastante bien trabajado y provocando un notorio sonrojo por su parte, haciéndole pensar que se veía bastante sexy y bien sin camisa, deseando volver a verlo así.
Después de aquello, pasaron un buen rato en el agua, hasta que volvieron a la orilla, donde se encontraban sus cosas.
— ¡Helados, helados! — Escucharon a un hombre pasar por la arena con una nevera portátil llena de helados.
— ¿Quieres uno? — Preguntó el pelinegro.
La luz naranja a lo lejos ya se veía, dejando ver como el sol desaparecía.
— Vale.
Jungkook se levantó en busca de un par de helados y después se lo entregó.
La playa no estaba muy llena de gente, ya que la mayoría estarían cenando en restaurantes o sus casas.
La pareja estaba sentada en una toalla mientras comían sus helados.
— ¿Puedo decirte una cosa? — Preguntó Jungkook.
Ambos estaban empapados, el pelo de Jeon estaba húmedo, dejando algunas gotas caer por su rostro y torso. Lo mismo sucedía con Kim.
— Claro, lo que quieras.
— Sé que no nos conocemos desde hace mucho... Pero realmente disfruto pasar tiempo contigo.
Taehyung lo miró sonriendo.
— Yo también disfruto de estos momentos que pasamos juntos. — Se acercó para depositar un pequeño beso en los labios contrarios.
— Por eso mismo llevo preguntándome algo durante varios días...
El peli gris asintió, indicando que lo escuchaba.
— ¿Quieres intentar tener una relación? ¿Quieres estar conmigo?
Una sonrisa apareció de inmediato en los labios de Taehyung.
— Claro que sí, Kook. — Se acercó y lo abrazó, tratando de evitar mancharlo con su helado.
Posteriormente de ese abrazo se miraron sonrientes y el pelinegro se atrevió a plantar un beso, algo un poco más apasionado, pero lleno de amor y felicidad.
Después de varios meses conociéndose y siendo algo sin ser concretado, por fin uno de los dos se había atrevido a querer aclararlo y etiquetar aquello de alguna manera.
Ahora ambos eran pareja y estaban muy felices de serlo.
Estaban totalmente enamorados del otro y cualquier persona podía saberlo viéndolos de lejos.
Aquel era el inicio de una bonita historia de amor.
¡Hola!
Espero que hayáis disfrutado del capítulo, lo siento por no haber subido nada, pero como os dije, la semana del 20-25 me iba de viaje y ha sido imposible ponerme a escribir, además de que ahora tengo un bloqueo bastante grande por no haber escrito durante una semana.
Antes de irme quiero preguntar una cuestión que me ha surgido hoy, ¿se nota a mi hora de escribir el modismo del castellano de España? Es algo que me pregunto debido a que he visto un vídeo que me ha dejado "traumada" y ahora tengo miedo de utilizar expresiones españolas muy seguido. Yo siento que no y que soy muy neutra, ya que odio cuando algo está escrito desde un modismo, pero me lo podéis confirmar por este comentario.
No olvidéis votar y nos vemos pronto.
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