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Capítulo 10.

Los días de descanso habían sido una mezcla de alivio y frustración para Taehyung. Aunque disfrutaba de tener tiempo para relajarse y sanar, estar solo con sus pensamientos lo hacía revivir constantemente cada interacción reciente con Jungkook. El alfa lo había visitado regularmente, trayéndole cosas que podría necesitar y asegurándose de que cumpliera con las recomendaciones del médico. No se veía forzado, ni fingido, lo que confundía aún más a Taehyung.

Ese día, el cielo estaba nublado, anunciando lluvia, y Taehyung se encontraba en su habitación, intentando escoger algo de ropa cómoda para meterse a bañar mientras su mente divagaba entre diferentes escenarios con los eventos de los días pasados. Lo que odiaba al estar en la soledad de su hogar era sobrepensar todo, no lograba entretenerse con facilidad y solo se cuestionaba el propósito del porqué tenían que suceder las cosas de esa manera. 

Escogiendo una playera holgada y un pantalón de chandal, decidió meterse al baño mientras su reproductor de música tocaba una de sus melodías favoritas antes de comenzar a desvestirse. Su brazo ya no le molestaba como en los primeros días, sin embargo aún tenía problemas para hacer las cosas por su cuenta; entre los golpes accidentales y los movimientos bruscos que en ocasiones hacía por olvidar su herida, su brazo aún se encontraba en una exhaustiva recuperación. 

Taehyung suspiró mientras intentaba maniobrar con su brazo lesionado, todavía adolorido después del incidente en la escuela. Las tareas más simples, como ducharse, ahora se sentían como un desafío monumental. El vapor llenaba el baño mientras él intentaba sostener la toalla con una mano, tratando de no mojar las vendas que aún cubrían parte de su brazo. Estaba tan concentrado en no lastimarse de nuevo que no escuchó el timbre de la puerta.

Jungkook, por su parte, llegó como todos los días durante la incapacidad de Taehyung, dispuesto a ayudarlo con lo que necesitara. Se había acostumbrado a verlo mientras se recuperaba, y aunque al principio los nervios por el beso persistían, poco a poco la relación entre ellos había empezado a tomar una forma más relajada. Sin embargo, esta vez algo parecía diferente. Llamó al timbre una vez. Esperó. Nada. Una segunda vez. Aún nada. Su frente se arrugó, confundido. ¿Estaría durmiendo? Pero no era usual que Taehyung lo dejara esperando. 

Jungkook intentó de nuevo, esta vez más insistente.—¿Taehyung?—Murmuró para sí mismo, comenzando a inquietarse. 

Del interior de la casa solo llegaba el sonido apagado del agua corriendo. Fue entonces cuando escuchó algo. Un golpe, un ruido fuerte que provenía del interior. El corazón de Jungkook dio un vuelco.—¡Taehyung!—Gritó mientras golpeaba la puerta. No podía esperar más. Algo no estaba bien.

Dentro del baño, Taehyung, en su apuro por salir y atender la puerta, había resbalado al intentar salir de la ducha. Su brazo lesionado recibió el impacto, provocando un dolor agudo que le arrancó un grito ahogado. El pánico lo invadió al sentir el dolor intensificarse, y apenas pudo reaccionar a tiempo para no caer por completo. "¿Por qué ahora?" pensó, frustrado consigo mismo.

El alfa, manteniéndose afuera de la casa, escuchó el ruido de la caída y su alarma creció. Sin pensarlo, buscó la llave de emergencia que sabía que el omega le había dicho que guardaba cerca de la entrada. Con manos temblorosas, la introdujo en la cerradura y abrió la puerta apresuradamente. 

—¡Taehyung!—Gritó de nuevo mientras corría por el pasillo hacia el baño. Cuando llegó, lo encontró en el suelo, intentando levantarse con una expresión de dolor en su rostro.—¡¿Qué pasó?!—Exclamó el pelirrojo mientras se apresuraba a agacharse junto a él, preocupado al verlo en ese estado.—Estás sangrando...—Murmuró al notar la mancha en las vendas de su brazo.

—Yo... me resbalé, quise apurarme, y...—Taehyung trató de explicar entre jadeos, avergonzado por el desastre que había causado. El dolor en su brazo pulsaba con cada latido, y todo su cuerpo se tensaba mientras intentaba contener las lágrimas.

—Deberías haberme esperado. No deberías moverte tanto aún, Taehyung.—Dijo Jungkook, su voz llena de preocupación mientras lo ayudaba a ponerse de pie con cuidado. El contacto firme de las manos del alfa lo tranquilizó un poco, pero aún sentía el dolor ardiendo en su brazo.

—Lo siento... no quería hacerte esperar. Escuché tarde el timbre.—El omega murmuró, pero la incomodidad en su rostro era evidente.

Jungkook actuó por inercia y lo envolvió en una de las toallas que encontró a su alcance, percibiendo el leve temblor del omega bajo su agarre. Taehyung señaló la ropa que había dejado sobre el lavamanos, poniéndosela con una mueca de dolor mientras el alfa le daba su espacio, apenas notando aquel detalle del contrario. 

Una vez que se encontraba vestido, Jungkook lo ayudó a salir del baño y lo llevó hasta la cama, asegurándose de que se acomodara bien.—Tenemos que ir al hospital. Déjame ver cómo está tu brazo.

Taehyung, asintiendo con resignación, permitió que Jungkook revisara las vendas empapadas de sangre. El alfa frunció el ceño al ver el daño, aunque por fortuna parecía que no era tan grave como temía.

—Voy a llevarte al hospital ahora mismo—Declaró con firmeza.

El omega ni siquiera se inmutó a discutir aquella decisión, el dolor era lo suficientemente fuerte para molestarlo y deseaba poder calmarlo de alguna manera. Se dejó llevar fuera de su hogar, encaminándose al auto del pelirrojo con cuidado, observando como el alfa se apresuraba para tomar el asiento del piloto. 

El trayecto al hospital fue silencioso al principio. Jungkook manejaba concentrado, lanzando miradas preocupadas de vez en cuando hacia Taehyung, quien se mordía el labio, incómodo tanto por el dolor como por el incidente que había causado.

—Deberías ser más cuidadoso—Dijo Jungkook suavemente, rompiendo el silencio, pero había una sonrisa comprensiva en sus labios.—No puedo dejar que te lastimes cada vez que intento visitarte.

Taehyung soltó una pequeña risa, a pesar del dolor.—Tienes razón... soy un desastre.

Cuando llegaron al hospital, el médico los atendió rápidamente. Tras revisar el brazo de Taehyung, informó que necesitaría un par de puntos más, pero que por suerte no era algo demasiado grave. Sin embargo, le dieron unos días adicionales de reposo, con la recomendación de no moverse mucho ni hacer esfuerzos con el brazo.

Jungkook se encargó de llevarlo de regreso a casa, cuidando que todo estuviera en orden para que Taehyung pudiera recuperarse. Mientras lo ayudaba a acomodarse nuevamente en el sofá, dijo en tono serio pero con un brillo en los ojos:—Voy a tener que empezar a supervisar tus duchas también, si sigues así."

El omega lo miró, sonrojado, y le dio un suave empujón con el pie.—No seas tan dramático.—Respondió, pero la calidez en su mirada dejó claro que apreciaba la preocupación del alfa.

—Vamos, haré algo de cenar. No puedes moverte mucho, así que déjame ayudarte.—Dijo Jungkook mientras se levantaba, dispuesto a preparar algo sencillo para ambos.

Taehyung, sentado en el sofá con su brazo aún dolorido, lo observó moverse con naturalidad por la cocina. La escena le pareció extrañamente íntima. Los dos en su pequeño espacio, compartiendo momentos tranquilos que empezaban a sentirse peligrosamente agradables. Pero esa comodidad, esa cercanía, también abría paso a pensamientos incómodos.

Mientras Jungkook cocinaba, Taehyung no pudo evitar recordar las palabras que había escuchado en la escuela, los rumores que circulaban sobre él y la relación que supuestamente tenía con Yoonji, una alfa con la que lo habían visto más de una vez. A pesar de la conexión que él y Jungkook estaban construyendo, la sombra de la duda seguía persiguiéndolo.

Unos minutos después, Jungkook regresó con un par de platos sencillos, pero apetitosos.—Es solo sopa y un poco de arroz. Espero que te guste.—Dijo mientras le colocaba el plato delante.

—Gracias.—Murmuró el pelirrosa, intentando sonreír, aunque su mente estaba en otra parte. Tomó un sorbo de la sopa, su mirada fija en la mesa. El silencio entre ambos era cómodo, pero el omega sentía la necesidad de sacarse esas inseguridades del pecho. Si no lo hacía, terminaría atormentándolo.

El alfa parecía notar la tensión, porque después de un rato levantó la vista.—¿Estás bien?—Preguntó con suavidad, observando el rostro pensativo de Taehyung.—¿Te sigue doliendo el brazo? Creo que nos dieron un medicamento extra por si persistía el dolor. 

Taehyung negó con la cabeza.—No es eso... es solo que...—Tomó aire, debatiéndose si debía o no decirlo. Finalmente, las palabras salieron antes de que pudiera detenerse.—He escuchado cosas... sobre ti y Yoonji. 

Jungkook, sorprendido, dejó sus palillos sobre la mesa.—¿Yoonji?—Repitió, claramente confundido.—¿Qué cosas?

—Solo... la gente en la escuela. Dicen que ustedes dos tienen algo. Que se los ha visto juntos, y que, bueno... ustedes hacen una bonita pareja.—Taehyung no quería sonar acusador, pero el dolor de sus dudas y miedos se filtró en su voz.—Y no es que te esté reclamando nada, es solo que... me gustaría saber qué es lo que ocurre, no pienso que seas un mal alfa, pero si estás con ella y luego el beso que tuvimos... No suena bien para ninguna de las partes. 

El alfa se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Taehyung. Luego, se inclinó hacia adelante, con una expresión seria y preocupada.—Taehyung, no hay absolutamente nada entre Yoonji y yo. Es solo una colega de la escuela. Ni siquiera hemos salido fuera del trabajo. No sé quién inventó eso, pero no es cierto. Ella se acerca a mí por ayuda, y no soy nadie para negársela porque son actividades que ayudan a los niños en sus clases, además de que trato de llevarme bien con todos. 

El omega sintió un alivio inmediato al escuchar la explicación, pero las emociones seguían burbujeando en su interior.—Sé que no debería preocuparme... No tenemos un estatus formal o algo así, pero después de lo que ha pasado entre nosotros, no puedo evitar sentirme... confundido con todo esto. 

Jungkook lo miró directamente, sus ojos oscuros llenos de sinceridad.—Entiendo por qué te sientes así. Las cosas entre nosotros han sido... intensas desde el principio. Pero quiero que sepas que estoy aquí porque quiero estar contigo. Yoonji no tiene nada que ver en esto.

Taehyung apartó la mirada, sintiendo el calor en sus mejillas.—Lo siento, no quería sonar celoso o dramático, tampoco quiero que pienses mal de mí o de mi actitud, solo son cosas que no me dejan tranquilo y quería sacarme de la duda. 

El pelirrojo, sonriendo suavemente, se inclinó un poco más, lo suficientemente cerca como para que el aroma cálido de su alfa envolviera a Taehyung.—No me molesta que te preocupes por mí. Solo quiero que sepas que no hay nadie más en quién esté interesado.

El silencio que siguió fue cargado de tensión, pero esta vez era una tensión diferente, más cercana a la expectativa. Los ojos de Jungkook no se apartaban de los de Taehyung, y el omega podía sentir cómo su corazón comenzaba a latir con más fuerza. A pesar de las inseguridades, a pesar de los miedos, en ese momento no había nada más que el calor del alfa frente a él.

—Taehyung...—Comenzó Jungkook en voz baja, pero antes de que pudiera continuar, Taehyung lo interrumpió.

—Gracias.—Susurró, inclinándose hacia adelante, acortando la distancia entre ambos.—Gracias por aclararlo.

El alfa asintió, pero antes de que pudiera decir algo más, Taehyung sintió que sus labios se movían por instinto, acercándose a los de Jungkook, aunque esta vez con más seguridad que antes. El beso fue suave, una declaración silenciosa de todo lo que ambos estaban sintiendo pero no lograban expresar con palabras. A medida que el beso se profundizaba, ambos parecían olvidarse de sus inseguridades y miedos. Solo quedaba la sensación de que, a pesar de todo, querían estar el uno con el otro.

Cuando se separaron, apenas por unos centímetros, Taehyung susurró, su aliento aún entrecortado.—Lo siento por dudar... pero quiero intentarlo. Quiero conocerte realmente, que nos conozcamos. 

Jungkook sonrió, su pulgar rozando suavemente la mejilla del omega.—Yo también deseo eso, lo que quieras que hagamos, lo haremos.

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