Capítulo 07.
Jungkook había pasado los últimos días tratando de hacer que Taehyung se sintiera más cómodo. Desde que notó la incomodidad del omega durante la actividad en pareja, no había dejado de darle vueltas al asunto. Le había ofrecido ayuda en las tareas del aula, había sido especialmente atento y le había dejado pequeños detalles, como un té de su sabor preferido en la sala de profesores porque había aprendido que prefiere los tés sobre el café, realmente sentía que estaba aprendiendo del omega sin siquiera meditarlo. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, parecía que Taehyung seguía manteniendo cierta distancia.
"Quizás solo necesita tiempo," pensó Jungkook mientras observaba a los niños durante la hora de juegos. Pero la incertidumbre seguía rondando su mente. Quería entender qué estaba pasando, y si había algo más que pudiera hacer para que Taehyung se sintiera mejor. Tal vez, se repetía, estaba siendo demasiado insistente sin darse cuenta.
Los niños, como siempre, estaban inmersos en su propio mundo de juegos, pero una pequeña, que siempre había sido muy perceptiva, notó que Jungkook estaba pensativo.
—Maestro Jungkook, ¿Por qué le trae tés al maestro Taehyung todos los días?—Preguntó con curiosidad, sus ojos brillando con picardía.
Jungkook sonrió, pero se sintió un poco expuesto por la repentina pregunta.—Solo quiero ser amable con él. Es un buen compañero y me ha hecho sentir bienvenido desde mi ingreso a la escuela.
La niña, sin embargo, no se dejó convencer tan fácilmente.—Mi mamá dice que cuando alguien es muy amable con otra persona, es porque quiere que esa persona sea feliz. ¿Usted quiere que el maestro Taehyung sea feliz, verdad?
La pregunta era inocente, pero impactó profundamente a Jungkook. "Quiero más que eso," pensó, sorprendido por la claridad de sus propios sentimientos. Quería que Taehyung se sintiera seguro y feliz a su lado, que supiera que podía contar con él para cualquier cosa, pero no estaba seguro de si el omega entendía esas intenciones.
—¿No crees que un omega como él merece ser feliz siempre? Todos nosotros merecemos ser felices, nunca está demás endulzar el día de alguien más.
La niña pareció meditar su respuesta, enfocándose nuevamente en la actividad mientras el alfa soltaba un suspiro de manera disimulada, agradecido de no tener más cuestionamientos por parte de la pequeña.
Sin embargo, después de reflexionar, decidió que la mejor forma de despejar las dudas era dar un paso más. Tenía que ser más directo, pero también cuidadoso, para no forzar a Taehyung a nada.
Durante el almuerzo, Jungkook observaba desde lejos a Taehyung, quien conversaba con algunos colegas. La pulsera que Taehyung le había regalado seguía en su muñeca, un símbolo de un momento especial para ambos. "Quizás si le muestro que aprecio su gesto con una invitación casual, pueda empezar a abrirse más conmigo," pensó Jungkook. El alfa ya había intentado varios gestos amables, pero quizás era hora de dar un paso adelante.
Al finalizar las clases, Jungkook se dirigió al aula de Taehyung con la intención de invitarlo a salir de manera casual. Sin embargo, antes de que pudiera llegar, fue interceptado por Yoonji, una de las maestras.
—Jungkook, ¿Podrías ayudarme un momento en el salón? Quería hacer una actividad con los niños, pero varios compañeros ya se fueron y estaba por ir a buscar a alguien en la sala de descanso.—Pidió Yoonji, sin percatarse de que Jungkook tenía algo más en mente.
Aunque un poco decepcionado por la interrupción, Jungkook asintió.—Claro, dime en qué te ayudo.
Pasaron un rato en el salón de clases, organizando la actividad para los niños, y aunque Jungkook disfrutaba de su tiempo con ellos, su mente no podía evitar regresar a Taehyung. Después de terminar la actividad y asegurarse de que todos los niños estaban bien, se apresuró a buscar a Taehyung.
Sin embargo, cuando llegó al aula del omega, lo encontró vacío. Taehyung ya se había ido. Jungkook suspiró, sintiendo una mezcla de frustración y preocupación. "¿Terminó sus clases temprano?" pensó, tratando de recordar los horarios que había visto en la pizarra de la sala, pero nada parecía venir a su mente.
Esa noche, mientras intentaba concentrarse en los informes de la escuela, su mente no podía alejarse del omega. "¿Debería pedirle que salgamos?" Jungkook se preguntaba. Era una idea que le rondaba la cabeza desde hace días, pero siempre terminaba convenciéndose de que era demasiado pronto. Sin embargo, después de sus interacciones recientes, especialmente las miradas furtivas y los pequeños roces de manos, sentía que era el momento adecuado.
¿Pero cuándo sería el momento ideal para abordarlo? Pensó en pedirle consejo a su amigo Yoongi, un alfa que siempre había sido más perspicaz en estas cosas. Decidió enviarle un mensaje para ver si tenía oportunidad de hablar un rato, pero recibió rápidamente una llamada.
—Yoongi, necesito hablar contigo.—Comenzó Jungkook en cuanto su amigo contestó.—Creo que estoy interesado en alguien, pero no sé si estoy yendo demasiado rápido.
—¿Interesado en alguien?—Repitió Yoongi, intrigado.—¿Quién es? No me digas que es alguien del trabajo.
El alfa suspiró, revolviendo su cabello rojizo.—Sí, se llama Taehyung. Es un omega increíble, pero desde que le mostré más atención, parece que se ha puesto nervioso o incómodo, no estoy seguro. No quiero asustarlo.
—¿Le has hablado directamente sobre lo que sientes?—Preguntó Yoongi con su habitual tono tranquilo, sabiendo que Jungkook podía complicar las cosas innecesariamente.
—No exactamente. Solo he tratado de ser más cercano, pero no quiero que se sienta presionado.—Explicó, sintiéndose un poco perdido.
Yoongi hizo una pausa antes de responder.—Mira, Kook, si realmente te gusta, debes ser sincero, pero también paciente. Quizás invitarlo a algo simple como un café o un paseo sea una buena manera de que vea que no solo eres amable por obligación, sino porque realmente te importa. Muéstrale tu interés más allá del trabajo, que no solo lo vea como una forma de convivir entre colegas, sino una interacción real.
—Pero no encuentro el momento adecuado para hacerlo, ¿Cómo puedo proponérselo? ¿Cómo encuentro el momento perfecto para decírselo?
Escuchando una carcajada al otro lado de la línea, bufó.—Jungkook, no estás por pedirle matrimonio ni un lazo que los una. Solo piénsalo como una salida casual entre amigos. Si sientes que es el momento, entonces lo es. No puedes esperar a que todo sea perfecto porque nunca lo será. Solo hazlo sencillo, algo que no lo intimide, y recuerda ser sincero siempre.
Jungkook asintió, sabiendo que su amigo tenía razón. Esa conversación le dio el impulso que necesitaba. "Sencillo y sincero," se repitió mentalmente.
(...)
El alfa no podía apartar la mirada de Taehyung mientras el omega interactuaba con los niños en el aula. Habían pasado unos días desde que Jungkook había decidido que quería invitarlo a salir, pero el momento adecuado nunca parecía presentarse. Observando cómo Taehyung sonreía y reía con los pequeños, Jungkook no pudo evitar sentir que el omega irradiaba una calidez y una alegría contagiosas que le hacían sentir un nudo en el estómago, un sentimiento que aún no lograba comprender del todo.
"¿Es esto lo que llaman mariposas en el estómago?" pensó Jungkook, casi sonrojándose por lo cursi que sonaba. Pero no podía negarlo. Cada vez que veía a Taehyung, algo en su interior se removía, como si su lobo quisiera salir y reclamar lo que sentía que era suyo. Aunque los dos no habían interactuado mucho fuera del entorno laboral, esos breves momentos en los que sus miradas se cruzaban o cuando accidentalmente rozaban sus manos, siempre dejaban a Jungkook con ganas de más.
Los niños, con su energía infinita, estaban ocupados dibujando y mostrando sus creaciones a Taehyung, quien les prestaba toda su atención. Jungkook observaba a la distancia, su corazón latiendo con fuerza mientras contemplaba la escena. De repente, uno de los niños, un pequeño con grandes ojos curiosos, se le acercó con una sonrisa traviesa.
—¡Maestro Jungkook!—Exclamó el niño, tirando suavemente de su chaqueta.—¿Por qué siempre mira al maestro Taehyung?
La pregunta lo tomó por sorpresa, y sintió que el color subía a su rostro. Trató de reírse para disimular su nerviosismo, pero su voz salió más temblorosa de lo que esperaba.
—¿Eh? No, no... solo estaba... uh, asegurándome de que todos estuvieran bien.—Murmuró, tratando de evitar la mirada del niño, que parecía demasiado perspicaz para su corta edad.
—¿Va a casarse con él?—Continuó el pequeño, sin ningún tipo de filtro.—Mi mamá siempre dice que cuando alguien mira a otra persona como lo hace, es porque quiere casarse.
Jungkook sintió cómo su lobo interior se agitaba, una mezcla de orgullo y posesividad que no sabía cómo manejar. ¿Casarse? Eso era un pensamiento demasiado grande para él en ese momento. Apenas estaba tratando de encontrar la forma de invitar a Taehyung a salir, y ahora un niño le estaba hablando de matrimonio. "Pero... ¿por qué no puedo dejar de pensar en ello?" se preguntó a sí mismo.
—¡No, no, no!—Respondió rápidamente, agachándose para estar al nivel del niño.—Es solo que... el maestro Taehyung es muy bueno con todos ustedes, ¿Verdad? Es difícil no admirarlo, simplemente el maestro Taehyung llama la atención de todos por su encanto.
El niño pareció aceptar la respuesta, aunque no sin una mirada de sospecha, antes de correr de vuelta al grupo. Jungkook dejó escapar un suspiro de alivio, pero sus pensamientos siguieron girando en torno a lo que el niño había dicho. La palabra "casarse" resonaba en su mente, y aunque sabía que era demasiado pronto para pensar en algo tan serio, no podía evitar que su lobo se imaginara una vida junto a Taehyung.
Mientras tanto, Taehyung seguía interactuando con los niños, aparentemente ajeno a la atención que Jungkook le estaba prestando. El omega estaba tan inmerso en su tarea de ayudar a un pequeño a terminar su dibujo que no notó cómo Jungkook lo observaba desde la distancia, luchando con sus propios pensamientos y emociones.
Jungkook decidió que ya era suficiente. Necesitaba hablar con alguien, y no había mejor persona para eso que Yoongi. Esa noche, después del trabajo, llamó a su amigo nuevamente y le explicó todo lo que estaba sintiendo, también enfocándose en relatar los acontecimientos con los pequeños observadores de la escuela.
—Hyung, no sé qué hacer.—Confesó, su voz llena de frustración.—Me siento tan nervioso solo de pensar en invitarlo a salir que no me he podido atrever a hacerlo. Y ahora un niño me ha preguntado si voy a casarme con él, y no puedo dejar de pensar en ello.
Yoongi, como siempre, mantuvo la calma.—¿Y por qué no lo invitas a salir, Jungkook? No pierdes nada con intentarlo, deja los nervios a un lado. Además, si tanto te gusta, ¿Qué tiene de malo pensar en un futuro juntos? Claro, es un poco pronto para hablar de matrimonio, pero una salida casual no tiene por qué ser algo tan complicado.
Jungkook suspiró, sabiendo que su amigo tenía razón.—Tienes razón, pero es que... me preocupa que tal vez solo esté siendo amable conmigo por educación. ¿Y si me malinterpreta?
—Eso es un riesgo que tendrás que tomar, pero lo que es más importante es que seas honesto con él y contigo mismo—Respondió Yoongi.—Si sigues esperando el momento perfecto, podrías perder la oportunidad. A veces, solo tienes que dar el salto.
Jungkook agradeció a su amigo por el consejo y se preparó mentalmente para el día siguiente. Sabía que tendría que encontrar el momento adecuado para hablar con Taehyung, y esta vez, no dejaría que sus nervios lo detuvieran.
Al día siguiente, Jungkook estaba más decidido que nunca. Observó a Taehyung desde la distancia durante el almuerzo, notando cómo el omega parecía un poco distraído, pero seguía interactuando con los niños con la misma ternura de siempre. Jungkook sabía que tenía que aprovechar el momento.
Durante el receso, cuando todos los niños estaban ocupados en sus actividades, Jungkook se acercó a Taehyung, tratando de mantener la calma.—Taehyung-ssi.—Comenzó, su voz suave pero segura.—Me preguntaba si te gustaría salir algún día después del trabajo. Tal vez podríamos ir a cenar o dar un paseo.
Taehyung lo miró sorprendido, parpadeando un par de veces como si no estuviera seguro de haber escuchado bien.—¿Salir... como una cita?—Preguntó, su voz un poco más alta de lo que pretendía.
Jungkook se rascó la nuca, nervioso.—Sí, algo así. Pero no te sientas presionado. Solo pensé que sería agradable pasar tiempo juntos fuera del trabajo.
Por un momento, Taehyung pareció dudar, pero luego una pequeña sonrisa se formó en sus labios.—Me encantaría.—Respondió finalmente, sintiendo cómo su propio lobo interior se agitaba con la idea de pasar más tiempo con Jungkook. El alfa pudo percibir cómo el dulce aroma de Taehyung se intensificaba, un signo claro de que el omega estaba emocionado, pero también nervioso.
Jungkook sintió cómo una gran parte de la tensión que había acumulado se disipaba al escuchar esas palabras. "Es solo una salida casual," se recordó a sí mismo, pero su corazón no podía dejar de latir más rápido al imaginar lo que podría significar para ambos.
La conversación fue interrumpida por uno de los niños que corrió hacia ellos, mostrándoles un dibujo que había hecho. Tanto Jungkook como Taehyung se inclinaron para admirar la obra de arte, compartiendo una sonrisa que decía mucho más de lo que las palabras podían expresar.
Más tarde, cuando Taehyung se fue a casa, no podía dejar de pensar en la invitación de Jungkook. Tal vez había estado dudando de las intenciones del alfa, pero ahora se daba cuenta de que Jungkook estaba sinceramente interesado en conocerlo mejor. "Quizás debería darle una oportunidad," pensó, su corazón latiendo con un poco más de esperanza.
Por su parte, Jungkook se sentía más optimista que nunca. No solo había logrado invitar a Taehyung a salir, sino que el omega había aceptado con una sonrisa. Aunque aún había muchas dudas y temores en su mente, sabía que este era el primer paso hacia algo más grande. Y estaba dispuesto a dar cada paso, uno a la vez, siempre que significara acercarse a Taehyung.
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