(...) QUIERO RESPIRARTE COMO AL VAPOR.
QUIERO SER EL ÚNICO QUE RECUERDES.
QUIERO SENTIR TU AMOR COMO EL CLIMA.
ENCIMA DE MI.
ENCIMA DE MI (...)

✨✨✨

LUKE HEMMINGS.

Por un memento me quedo helado por la divido a la sorpresa de sus labios sobre los mios. Pero luego me vuelvo un besador activo y comienzo a seguirla en todos sus movimientos. Sus labios son justo como lo recordaba, curiosos, ansiosos e inocentes, juro que en ellos puedo sentir sabor a fresa,justo como en nuestro primer beso hace tantos años.

Mi cuerpo comienza a ser muy consciente del suyo. Incluso al punto de que la siento a horcajadas sobre mi, ella deja ir un pequeño gemido y yo tengo que controlarme lo indecible para no embestir contra ella.

Luego pasa lo que ya esperaba, lo que pasa cada vez que tiene un ataque de pánico así de grande, como el que había tenido anteriormente.

Bosteza contra mis labios y me regala una sonrisa que pretende ser de disculpas antes de que su cuerpo involuntariamente se apague y caiga dormida.

Sonrío sujetándola con fuerzas, extrañaba demasiado el sabor de sus labios, enserio lo hacía y no quiero volver a pasar tanto tiempo sin volver a probarlos. Sus labios están hechos para mi. Solo para mi.

La acomodo mejor en mis brazos y me pongo de pie, sé que demorará un tiempo en despertar y yo tengo un desastre que arreglar. Miro el suelo con lo que debe ser toda su ropa destruida y hago una mueca,supongo que fue regalo del gilipollas que no supo apreciar el diamante que poseía y la cambió por un trozo de carbón.

Odio ofender a las mujeres, pero si la tal Paola, fue capaz de decide amiga de ella y estar con su novio, no es buena persona, es solo un asco de ser humano.

Jade vale mucho para ellos, joder incluso para mi.

Tomo una sudadera de mi guarda ropas y se la pongo ella está semi inconsciente por unos momentos lo que me facilita el trabajo de vestirla, incluso hace la cosa de sonreírme.

—Justo como en los viejos tiempos.

—En los viejos tiempos eras tú quien me cambiaba en mis borracheras.

—Solo estuve en una borrachera—Beso su frente y ella se deja caer en mi cama.

«Todo me da vueltas, me he bebido a medio bar, no tengo edad para beber, pero sinceramente no le importa y lo necesitaba, no sé como dejar a Jade, sin que se quede esperando por mi.

Joder le haré daño de cualquier forma y ella no se lo merece, ella se merece un mundo, no un gilipollas al que la fama seguramente se le subirá a la cabeza.

Pero no, ella me quiere a mi, ella quiere estar a mi lado, incluso cuando últimamente he estado distante, por eso la amo tanto. En estos momentos en vez de formarme un escándalo está luchando por cambiar mi ropa para que esté cómo mientras duermo.

Mereceré mi resaca.

Ella sonríe y dice algo que no entiendo. Pero no soy capaz de soportar las palabras que salen de mi boca.

—Te amo»

La amaba de una forma, dura y pura,incluso salvaje,  ella me amaba a mi. Debí aferrarme a eso. No dejarla sufriendo luego de hacerle creer que todo lo que le dije fue falso, aunque era un niño y creía protegerla, supe siempre que no fui justo, que ella me había dado demasiado y yo había respondido con muy poco.

Pero todo eso va a a cambiar. Voy a darle mi vida si es necesario.

Marco el número de mi hermano mientras la veo dormir. —Jack

—Pero si es el Hemmings feo. —Escucho al otro lado de la línea y pongo los ojos —¿Que pasa? Ya se dieron cuenta de que cantas horrible

—Ya quisieras. —Respondo. —Necesito un favor. —Pero antes de que hable continuó. —Para Jade.

—¿Qué le pasó a mi ex cuñada favorita futura cuñada? —Río ante el mote que usa con ella. Jade y Jack siempre se han llevado bien y desde que volvió a nuestra vida, él no deja de preguntar por ella. Y me gusta, me gusta que estén consientes que volverá a estar a mi lado.

No puedo contarle lo que le pasó, mayormente porque no sé si ella querrá compartirlo así que me voy por una respuesta sencilla. —Nada, solo que toda su ropa tuvo un accidente y necesito que consigas para ella.

—¿Tallas? —Es increíble pero con solo verla sé que talla usa y se lo digo.

—Perfecto. —Dice —Disfrutala sin ropa mientras puedas. —Cuelga.

Menudo cabronazo.

Hago un par de llamadas mientras veo a Jade dormir, en mi cama, en mi habitación, en mi casa, como debió ser siempre, si en ligar de dejarla le hubiese pedido que viniese conmigo.

Sin poder evitarlo me acuesto a su lado y en menos de un minuto caigo rendido. El sueño me consume y duermo mejor que en años, por primera vez siento que estoy en el lugar correcto, haciendo lo correcto. Me siento bien, simplemente abrazándola, ese es su poder especial.

Al abrir los ojos, me encuentro con la mirada curiosa de Jade sobre mi. Sos grandes ojos azules están observándome fijamente y es cuando noto que fue lo que me despertó, está acariciando mi cabello.

—Buenas tardes. —Susurro.

—Buenas tardes. —Una sonrisita nerviosa se cuela en su apetitosos labios. —Domirmos juntos. —Parece sorprendida y no evito reír.

—Y me di cuenta que extrañaba muchísimo a mi almohada. —La estrecho contra mi, dejando nuestras frentes juntas y nuestras alientos entre mezclándose. —¿Qué hacemos esta tarde?

Me me ocurren muchas cosas divertidas.

—Tengo hambre. —Y yo,  de ti. —De pizza. —Habla como si leyera mis pensamientos. —Pero no quiero moverme de la cama.

Ni yo. Por nada del mundo. Veo mi portátil, sobre la mesita de noche y una idea aparece en mi cabeza, incluso siento la cosa del bombillo iluminadose.

—Veamos una película y pidamos comida a domicilio.

Su mirada se ilumina y estoy bastante seguro que podría iluminar el mundo entero si quisiese con esa hermosa sonrisas.

—¿Qué película?

Nunca he visto el Titanic, nunca fui capaz de ver la, porque la cita dónde lo íbamos a ver fue cancelada  debido a nuestra gira y a pesar que me moría de ganas de verla. No podía no sin ella, debo admitir que aunque quería que se olvidara de mi, en las entrevistas traba de enviarle indirectas justo como en las canciones, quería que supiera cuanto la amaba.

Ahora es un buen momento para ver juntos esa película, comenzar a atar nuestros cabos sueltos del pasado para avanzar hacia un futuro comprometedor.

—¿Qué te parece Titanic? —Pregunto buscando el clásico en el portátil.—Después de todo nunca la vi. 

—Me parece una fantástica idea. —Susurra dejando su cabeza sobre mi hombro.

Y con su dulce olor inundando mis fosas nasales me doy cuenta que estoy dónde quiero estar y que quiero permanecer aquí.

Espacio para morirse de amor por Juke