Theo

-¿Qué cosa?- me miró confundido.

-Te aceleras. Y bastante.

-Bueno... iré a comprar unas cosas para comer- dijo Liam, intentando (obviamente) escaparse de la conversación.

-Esta bien, ¿te acompaño?- me levanté y pusé mi taza en el fregadero.

-No. Digo... puedo ir solo. Vuelvo en unos minutos.

Para cuando me volteé a verlo ya había cerrado la puerta.

-Okey...- dije y me encogí de hombros y seguí ordenando la mesa.

Al terminar salí y fui a la camioneta para agarrar el bolso donde tenía mi ropa.
 
-Sucia... sucia... sucio...- estaba en la habitación revolviendo la ropa tratando de conseguir algo limpio.
-Carajo.- tiré enfadado el bolso al suelo.

-¿Qué pasa?- Liam me miraba divertido desde la puerta.

-Nada. Solo no tengo ropa limpia. ¿Por qué demoraste tanto?

-¿Me extrañaste acaso?- dijo divertido levantando una ceja

-Jamás. Pero necesito que me digas donde esta el cuarto de lavandería.- dije y me levanté de la cama, recogiendo la ropa del suelo.

-La primera a la derecha- río el menor y se fue.

-Dunbar- lo llamé asomándome en la puerta -¿Qué compraste?

-Comida.- respondió el menor mientras se dirigía a la cocina.

-Chistoso.- dije sin evitar sonreír.
Me metí a la habitación y tomé la ropa.
Seguí las indicaciones del beta y entré, puse la ropa y el jabón y encendí el aparato.
Al salir del cuarto fui a la cocina por alguna botana.
Liam estaba sentado en el living viendo la televisión, deportes al parecer.

-¿Sabes algo de los demás?- pregunté sentándome junto a él con un bol de palomitas.

-¿Mmm? Ah, si... Hable con Scott hoy, se juntarán antes de que se vayan a la universidad.

-¿Iras?- pregunté tratando de sonar desinteresado.

-Si, ¿Quieres venir? No creo que haya problema.- Liam lo miró y volvió a ver el televisor en cuanto se dió cuenta que ya lo estaba mirando.

-Sigue acelerado.- dije divertido al darme cuenta que trataba de controlar la respiración.

-¿Vienes o no?

-Okey okey, iré. Pero en cuanto mi ropa este limpia.

-La pusiste recién.

-Apenas son las 11:30 am Dunbar. Cálmate.- dije y me metí un puñado enorme de palomitas a la boca.

-Te vas atragantar.

-Con todas las cosas que he comido es casi imposible que me atasque con unas palomitas.- dije y le guiñé un ojo, haciendo que inmediatamente el menor se volviera un tomate. El tomate más rojo del mundo.
Al verlo solté una risotada.

-Cálmate Liam, si sigues así te dará un ataque- dije y con una sonrisa me levanté y dejé el bol en el fregadero.

-No es gracioso...- dijo mirándome enfadado, aun pareciendo tomate.

-Cómo digas Tomatito... Iré a ducharme.

-Tomatito...- susurró haciéndome burla.

-¿Recuerdas que puedo oírte no?- grité desde el pasillo.

-¡Que te den!

-¡Lo siento pero prefiero ser el activo!- grité y cerré la puerta del baño.

Liam

Hijo de...
Me reía pero a la vez me moría de la vergüenza.

Luego de un rato vi el reloj: 12:03 pm.
Apague el televisor y fui hacia la heladera para sacar algo para el almuerzo.
Al dejar la carne en la mesada comenzó a sonar mi celular desde la habitación, rodee la isla y me encaminé  por el pasillo.
Justo cuando estaba llegando a mi puerta la puerta del baño se abrió dejando ver a un Theo mojado con solo una toalla cubriéndolo.
No pude evitar quedarmele viendo como estúpido.

-¡Tierra llamando a Liam!- el mayor movía su mano tratando de traerlo a la realidad.

-Maldita sea... Lo siento...- comencé a balbucear.

-Se que estoy bueno pero tampoco para entrar en un trance.- dijo el mayor con su risa egocéntrica, pero divertida, y entró al cuarto de lavandería.

-Sólo pensaba...- dije pasándome la mano por la nuca.

-Pensando en lo que me querías hacer.- Theo salió del cuarto ya con sus boxers puestos, la toalla en la mano y la ropa en la otra.

-No seas idiota... solo me tildé.- No pude evitar verlo cuando el mayor pasó hacia su habitación