Liam

-Liam... ¿por qué no vas al baño a lavarte?- dijo cuidadosamente Mason, sacándome de mi trance.

-No...- dije mirando mis manos, que estaban llenas de sangre. -No me moveré de aquí hasta saber que está bien...
Deaton nos había dicho que esperaramos en la sala de espera en cuanto el atendía a Theo. No se cuanto más aguantaría allí.

-Estará inconsciente por unas horas...- dijo Deaton saliendo de la habitación.
De inmediato me levanté y me acerqué a él.

-¿Tienes idea de que sucedió?- preguntó Mason poniéndose junto a mi.

-Pasen...- se hizo a un lado y Mason, Corey y yo entramos.

El mayor se encontraba en la camilla, sin la remera y aún con algunas heridas.

-Perdió bastante sangre, le tomará más tiempo recuperarse al ser quimera... pero estará bien.
Al escuchar eso solté todo el aire que tenía en los pulmones.
-¿No tienen idea de por qué haría eso?- preguntó preocupado el doctor.

-Espera... ¿se lo hizo él mismo?- preguntó aterrado Mason.

-Por la dirección de los zarpazos si...

-Pero... ¿por qué abrirse el pecho de esa manera?- dijo Corey detrás de mi.

Yo seguía viendo las heridas del mayor...

-No lo entiendo... pudo haber muerto...- murmuré asustado.

-Estuvo muy cerca...- dijo Deaton. -¿Seguros que no saben nada? ¿Si se ha comportado raro o algo así?

-No, claro que no... ha estado bien...

-¿Pesadillas o terrores nocturnos?

-¿Cómo con Tracy?- preguntó el moreno.

-Exacto... quizás no fue intencional.

Miré al doctor y fruncí el entrecejo... volví a ver a Theo... e imágenes aparecieron en mi cabeza.

-¿Recuerdas cuando estábamos en el hospital?

-... pensé que estaba en otro lugar...

-¿Dónde?

-Un mal sueño...

-Si...

-... una y otra vez... me arrancó el corazón...

-Maldita sea...

-¿Liam?- la voz del Dr Deaton me regresó.
Pestañeé varias veces y miré a mi alrededor. -¿Estás bien? ¿Recordaste algo?

-Si...- dije mirando a Theo.

-Dime que recordaste...

-Él hace unas semanas tuvo pesadillas sobre su hermana... creí que se habían detenido... quizás no fue así...

-¿De su hermana?- preguntó confundido Corey.

-Si... de cuando estuvo bajo tierra...

-Su corazón...- susurró Deaton mirando el cuerpo del mayor.

-Así es... se lo hizo durante el tiempo que estuvo allí...

-¿Hacer qué?- preguntó Mason.

-Arrancarle el corazón...- suspiré y me acerqué lentamente a la quimera. -Todo estará bien... verás que si...- murmuré, con mis ojos cristalizándose. -Estarás bien...

Theo

Con dificultad logré abrir los ojos... me dolía todo el cuerpo... ¿Dónde estaba?
Miré hacia la derecha y me encontré con el menor dormido en un sofá.
Traté de incorporarme pero aun me dolía todo... Al parecer estaba en la clínica veterinaria...

¿Cómo diablos llegue aquí?... ¿y por qué no tengo playera?

Traté nuevamente de incorporarme, pero un gemido de dolor salió de mi boca al mover el pecho, lo que provocó que Liam saltara del sofá.

-Gracias... gracias...- repetía aliviado poniéndose junto a mi.

-¿Liam? ¿Qué sucedió? ¿Qué hago aquí?- pregunté y él me tomó de la mano.

- No te preocupes...- dijo con una mueca, y me besó la mano.

-Estuviste llorando...- dije al ver sus ojos rojos e hinchados.

-Estoy bien...- dijo frengadose los ojos. - Ahora que despertaste.- y me sonrió de lado.

-Me duele todo...- bufé y me lleve una mano al pecho. -¡Diablos!

-¿Te duele mucho?

-Un poco...- volví a tratar de incorporarme, con ayuda del beta ahora.

-¿Ahí?- dijo poniéndome unas almohadas en la espalda.

-Si...- miré mi pecho... tenía rastros de heridas... como de garras. -¿Qué me sucedió Li?- pregunté y levanté la mirada, encontrándome con la del menor... a punto de llorar.

-Tú... te encontré en la habitación... estabas inconsciente... cubierto... cubierto de sangre...- dijo con lágrimas cayendo sobre sus mejillas, yo lo miraba aterrado. -No... no sabía que te había pasado... creí que... que estabas muerto...

No soporté verlo llorar de esa manera... tan roto. Aunque me doliera lo atraje hacia mí, rodeandolo con mis brazos, mientras él lloraba desconsoladamente.

-Te... te puedo lastimar...- decía entre sollozos.

-Estoy bien... me duele más verte así y no poder abrazarte...

-¿Por... por qué no me dijiste?- preguntó luego de un rato separándose un poco de mi, aun tomando mi mano.

-¿Decirte qué?

-Aún tienes las pesadillas... ¿no es así?

-¿Cómo...?- mi voz temblaba...

-Te abriste el pecho... con tus propias manos...

-¿Qué...?- lo miré sin entender de que hablaba.

¿Cómo que me abrí el pecho?
No tenía sentido...

-Lo hiciste... casi mueres...- dijo y comenzó a llorar de nuevo.

-Pero...-

¿En serio lo había hecho?

Volví a abrazar al ojiazul, pegándolo tanto como se me era posible hacia mí...

-Ya estoy bien... por favor no estés así...- murmuré.

-No lo entiendo... ¿por qué?