Liam

-¿Qué hacía ella aquí? ¿Qué te dijo?- pregunté sentándome junto a él en el sofá.

-No es nada Li, lo de siempre. Hayden siendo Hayden.- dijo restandole importancia.
Volví a ver sus manos. Las heridas ya habían desaparecido.
-Ya sanaron ¿ves?- me dice al ver que no apartaba la mirada de ellas.

-Aún asi... ¿por qué hiciste eso?- pregunté volviendo a mirarlo, él suspiró.

-El dolor te hace humano... si no hacía eso hubiera sido la garganta de Hayden la que estaría así.

-Se que no es muy difícil hacerte enojar... pero ¿Qué te dijo para que tuvieras que llegar a ese punto?- dije y rió por lo primero.

-Nos vió besándonos... luego de que se había "ido".

-Dime que te dijo.

-Nada. Cosas que diría una ex novia loca.- dijo y sonrió... fingiendo por supuesto.

-Me dices ya o la iré a buscar yo mismo.

-Sólo tonterías... na...

-Llegas a decir nada importante y te golpeo.

-Dijo que te estaba usando.- respondió mirando sus manos.

-Sigue.- dije ya molesto. No puedo creer que haya dicho eso.

-Nada más... sólo trataba de provocarme para que me enojara...

-Theo...- insistí, él seguía sin verme.

-Que todo lo que hice "haciéndome el héroe" fue para enrollarme contigo.

-¿Que dijo qué?- me levanté en un segundo, haciendo que él me mirara. -¡Ella no puede venir y decirte eso! ¡y menos cuando ella no estuvo aquí!

-Por eso no le di importancia... ahora cálmate...- dijo poniéndose junto a mi.

-¡No me voy a calmar!- salí de inmediato de la casa, al llegar a la calle miré a ambos lados y vi como se iba alejando. -¡Hayden!- grité, justo cuando escuché como Theo cerraba la puerta de la casa.

-Liam cálmate.- dijo e intentó agarrarme del brazo.

-¡Hayden!- volví a gritar haciéndole caso omiso al mayor. La muchacha se volteó a verme confundida.

-¿Liam?¿Qué pasa?- escuché la voz de Mason detrás de mi.
Theo se puso frente a mi y me tomó de los hombros.

-Sabes que no te uso ¿verdad?- preguntó mirándome a los ojos.

-Verdad...

-¿Crees que te uso para acostarme contigo?

-¡Claro que no!- exclamé negando con la cabeza.

-Entonces no tienes que probarle nada.- dijo y miré por encima del hombro a la muchacha, que estaba más cerca y mirándome, seguramente usando su oído sobrenatural.
Volví a mirarlo...

-No... pero quiero hacer esto.- dije y lo tomé de las mejillas, atrayéndolo hacia a mí.
Al finalizar el beso nos separamos lo suficiente para que aun nuestras frentes se tocaran.
Sonrió, algo que también hice.

-¿Sabes qué?- dijo el mayor ya cuando estábamos en la casa. Acurrucados en el sofá viendo televisión, mientras comíamos palomitas.

-Dime...- me tomó de la barbilla para que lo mirara, a lo que sonreí.

-No te pude responder anoche...

-¿Responder?- pregunté confundido.
Él sólo me besó y al separarnos me dijo con una sonrisa...

-Te amo.
Sentí mi cara arder... él rió ante mi reacción y lo empujé.

-¡No te rías!

-Es que te ves muy tierno cuando pareces un tomate.

-Cállate...- parecía que mi rostro se estaba prendiendo fuego.

-Ya cálmate.- dijo riendo -De nuevo te aceleraste... y esta vez estoy con los pantalones puestos.

-Si sigues así no los tendrás por mucho.

-¿Es una amenaza?- alzó una ceja y me miró con la patentada "Sonrisa Raeken"

-Depende...- dije y se puso encima de mi.

-¿Me estás desafiando?- preguntó pegándose cada vez más a mí, hasta que pude sentir su cálido aliento sobre mi.

-Quizás...

-Bueno... pero luego no te quejes cuando no te puedas sentar mañana en el banco de la secundaria...