El azul del cielo junto al contraste de algunas nubes esponjosas fue lo que le recibió cuando abrió el balcón de la habitación en la que estaban. Paseó sus orbes por el cielo sonriendo de medio lado, vio el mar azul y centellando en partes por la luz solar, el aire era fresco, olía a coco, a mar. Una combinación de olores exquisita.

Su sonrisa se ensanchó y sus manos se movieron del barandal tomando las pálidas del alfa que rodeaban su cintura con delicadeza.

Observó la arena siendo humedecida por el agua al romper las olas, aquel sonido que núnca había conocido resonando a cada segundo de su estadía.

—Es muy hermoso, ¿no?...—el alfa susurró dejando su barbilla en el hombro del omega que solo asintió acariciando las manos en su cintura. Estaban en Hawaii en su luna de miel, hospedados en un hotel.

JungKook rió leve volteándose en los brazos del mayor, pasó sus brazos por sus hombros y unió sus narices en un beso esquimal.

—¿Me amas? —susurró dejando un pequeño beso en la nariz del alfa.

–De aquí... —contestó. JungKook ladeó la cabeza en confusión.

—¿De aquí? —el alfa rió y lo pegó más a él.

—Si, de aquí. —YoonGi le besó la frente— cuando estemos viejitos y con tataranietos tal vez, en mi último suspiro te besaré y te diré: Hasta aquí. Porque te amaré toda mi vida, Jeon JungKook... —y ahí quedaron las palabras del alfa, ya que sus labios se juntaron en un lento beso.

—Te amo, hyung... Alfa... Te amo...—dijo con ojos cristalizados. Se besaron unas veces más y se adentraron en la habitación, tenía una cama matrimonial y un gran armario blanco siendo este el color predominante en el lugar.

—¿Qué quieres hacer? Tenemos un mes aquí —dijo YoonGi sentándose en la cama.

—Por ahora solo...—JungKook se sentó en su lado y le invitó a acostarse, el alfa sonrió y se dejó hacer. JungKook se acomodó sobre él y pegó uno de sus oídos en el pecho del mayor, del lado de su corazón– Quiero escuchar tus latidos... —JungKook cerró los ojos y sonrió escuchando los lentos latidos del alfa. A pesar de que el aparato le incomodaba por estar aplastándolo no le importaba, el quería escuchar los latidos de YoonGi, de su esposo, su alfa.

—Cariño, eso te hace daño —le dijo, conocedor de la incomodidad del menor al hacer eso.

—No importa

—Oh, si, si importa —YoonGi le tomó las mejillas y le acomodó para que le mirase, sus ojos se conectaron por unos minutos, los dos perdidos en el ébano de los ojos contrarios en aquel brillo tanto partícular que tenían— ¿Sabías que cuándo vez a la persona que te gusta o amas las pupilas se dilatan?

—¿Si? —Jungkook agudizó la mirada y se acercó al rostro del mayor sin dejar de ver sus pupilas, puchereó cuando no notó nada. Se alejó lo suficiente hasta quedar sentado a su lado, YoonGi le veía con amor y ternura— ¡No me veas! —el omega tomó una de las almohadas y se la colocó en la cara, el alfa rió. JungKook esperó un rato y luego se quitó la almohada, se acercó al mayor hasta que sus narices se chocaban levemente, vio como las pupilas del mayor se dilataron con rapidez.

Soltó un chillido y se sonrojo volviendo a esconderse tras la almohada. YoonGi se acomodó quedando de lado.

JungKook sonriendo en grande y con todavía el sonrojo siendo dueño de sus mejilas se acercó de la misma manera al alfa viendo como la pupila se volvía a dilatar.

—Te amo mucho —dijo YoonGi robándole un pequeño beso al castaño.

—¿De aquí? —JungKook se acostó y se dejó abrazar por el alfa.

—De aquí, mi amor —sus cuerpos se juntaron en un abrazo, sus piernas se enredaron y sus narices rozaron con delicadeza el cuello u hombro del otro.

Sus respiraciones acompasadas junto a los sonidos tropicales de afuera los adormecieron.

—Yoonie...—JungKook se alejó un poco para ver la cara del alfa.

—¿Mnh? —el alfa metió su mano fría bajo la camisa del menor, sin segundas intenciones, solamente para acariciar su suave piel.

—Abre los ojos —el alfa hizo caso y sonrió en grande cuando el omega chilló viéndole fijamente los ojos, viendo como su pupila se dilataba al máximo— Te gusto, mucho... Y me amas...

—Mucho, mucho, mucho —dijo moviendo su cabeza de lado a lado hasta acercarse al omega para esconder su cara en su hombro— Mucho~ —le besó el hombro.

—Eres muy lindo —dijo JungKook cerrando sus ojos— Y muy listo... Y muy lindo... Y respetuoso... Y muy lindo —el alfa se separó y dejó su cabeza reposar en su palma izquierda posando el codo en el colchón— Y caballeroso... Y muy lindo... —rió viendo las orbes del omega, sin previo aviso se acercó a él dejando que sus narices se rozaran— ¿Mm?

—Tus pupilas... —el omega sonrió y se sonrojó mientras el alfa ponía una sonrisa boba, enamorado de su omega.

Bajó sus labios y besó toda la cara de JungKook con sonoros chasquidos, besó sus mejillas, labios, nariz, párpado, frente, pómulos, barbilla, toda su cara.

Amaba llenar su cara de besos.

—¡Yah! —JungKook rió avergonzado removiéndose en su lugar.

—¿Dijite yah? ¡La vas a pagar! —y las manos del alfa empezaron a recorrer su barriga haciéndole cosquillas.

—¡No! ¡No! ¡Cosquillas no! —sus carcajadas inundaron la habitación. YoonGi alzó la camisa del omega y bajó sus labios para soplar en su abdomen, haciendo un sonido gracioso y produciendo más cosquillas en JungKook, luego de un rato se detuvo, YoonGi quedándose recostado a la altura de su vientre— Eres malo...

—Tú eres malo —paseó su dedo índice por el abdomen.

—¡Yo no hice nada! —sonrió de medio lado, embobado completamente por el puchero del menor.

—Claro que sí, tus pucheros me matan de amor —se subió sobre el omega poniendo sus brazos a cado lado de su cabeza para no aplastarlo con su cuerpo— Y todavía es muy temprano para que me mates, mi "hasta aquí" debe ser cuando yo tenga cien años —el omega rió amando sus palabras. Posó sus manos en las mejillas del alfa y lo besó con timidez.

Así pasaron su primer día de estadía en aquel hotel de Hawaii, abrazándose, besándose, riendo, sonrojándose. Porque podrían estar en Dubai, en Italia, en Rusia, fuese dónde fuese ellos preferían estar en una habitación besándose y riendo mientras comían y se abrazaban.

Porque para YoonGi un paisaje con miles de colores no es nada si no tiene a su omega a un lado

Porque YoonGi no necesita ir a un museo, porque el arte está ahí besándole, abrazándole, y dedicándole sonrisas resplandecientes acompañadas de palabras de amor.

Porque para JungKook nada tenía sentido si YoonGi no estaba ahí, amándole y dedicando palabras de amor dignas de un poeta.

Porque JungKook no necesitaba nada más, él tenía a un alfa de cabello negro que le protegía y le veía de una manera única, eso era suficiente.

Porque sus dulces besos le llenaban de una manera inexplicable, porque cada una de sus palabras de amor le sacaban una sonrisa resplandeciente, porque sus abrazos reconfortantes le arreglaban los días más tristes y amargos.

No necesitaba más.

YoonGi ama a JungKook.

JungKook ama a YoonGi.

Y para ellos es más que suficiente.

Es más que suficiente estar juntos, abrazados y amándose con todos sus corazones.

En su pequeño nido de amor.

Nos vemos en los extras u.u

¡No olviden votar y comentar!

The_Dark_Diamond

*Corregido*