心臓: f o u r
Hoy se siente un poquito mejor que ayer.
No sabe si es la herida que se está transformando en una cicatriz lo que le da un poco de paz o aquel aroma de lima que deja en el aire el infusor de su habitación.
Estira levemente sus brazos largos algo pálidos por la falta de sol y sonríe apenas ante la emoción que le recorre de repente después de revisar en el espejo del baño su esternón en recuperación.
No tiene que perder tiempo sintiéndose mal y lo sabe, debe de plantar una sonrisa bonita en sus labios delgados para que la gente no note que le duele el pecho un poco. Más bien, para que los cachorros no le pregunten sobre aquello.
Porque hoy es su gran regreso al trabajo.
Okay, debe de admitir que sí está un poquito muy emocionado por volver a su trabajo, pero no puede omitir el hecho de que probablemente su médico lo regañe por sentir.
No lo culpen, se emociona con facilidad.
Sale de su habitación algo abrigado porque sabe que hará frío por la entrada de un frente frío al país. Saluda a su madre que está preparando el desayuno en la cocina, le sonríe brevemente antes de preguntarle a la omega con voz suave. "¿Quieres que te ayude en algo, mamá?"
"Ayúdame a poner la mesa Kook" el omega asiente y coloca los cubiertos y platos en la extensión de la mesa pequeña que está en el comedor. Saluda a su hermano mayor cuando sale de la que alguna vez fue su habitación en voz baja y los tres se sientan en la mesa a tomar su desayuno después de servirse la comida.
Jungkook come algo desesperado y rápido y su madre parece notarlo porque le regaña en el instante siguiente con una voz quedita.
"Jungkook-ah, come más lento, te vas a atragantar" el omega se ríe y frunce sus hombros gruesos, restándole importancia.
"Perdón, estoy muy emocionado" se justifica con un puchero que hace resaltar sus labios un poco grasosos por la comida. "Además, tengo que irme temprano si no quiero llegar tarde"
"Yo te puedo llevar a tu trabajo" le dice SunOh después de darle un trago a su café.
"¿En serio? ¿No te desvías mucho?" Jungkook mira con sus orbes grandes al alfa azabache que niega con la cabeza y le muestra una sonrisa, tratando de reconfortarlo.
"Nos iremos cuando terminemos de desayunar, tómate tu tiempo" el cabello oxigenado del omega se menea y se enreda en los dedos de su hermano cuando le acaricia la cabeza en movimientos toscos. Y aunque se queja, sólo logra que se instaure un aire juguetón en el comedor.
Con las manos cosquillantes y una sonrisa en sus labios se termina de alistar para partir a su trabajo, se despide de su madre y ambos hermanos salen del departamento. Jungkook conversa muy vivaz lo que piensa hacer una vez que arribe a su trabajo y SunOh le escucha en silencio, con serenidad como siempre. Bajan hasta el primer piso del edificio y ayuda al mayor a remover la cadena del cajón de estacionamiento y espera unos momentos a que SunOh saque el auto.
Dentro del auto se permite sacudirse un poco en ansia.
"Te noto muy alegre" Jungkook asiente afirmando las palabras de su hermano y arruga su nariz.
"Lo estoy, hace demasiado que no vengo. Es un milagro que mi jefa me haya dado una licencia tan larga" le dice con la mirada fija en el exterior. "Si te soy sincero, pensé que perdería mi trabajo por el tiempo de rehabilitación."
"Es difícil encontrar lugares así en los que te den tantos permisos y licencias, tienes suerte" Jungkook mueve sus pies y posa su mirada en el perfil de su mayor que se mantiene erguido detrás del volante.
Mantienen un silencio algo breve que es roto por la voz de SunOh "Jungkook-ah" le llama y el delgado le presta atención al segundo siguiente, "¿estás seguro que puedes volver a trabajar?" levanta sus cejas y ladea el rostro un poco confundido por la pregunta.
"Lo estoy" le afirma con voz segura y SunOh le mira apenas por el rabillo de su ojo. "Además mi trabajo no es tan pesado, un hyung se encargó de relevarme su puesto, así que estaré en los cuneros y no con los niños más grandes" inquiere tratando de quitar esa desconfianza en su hermano. Nota que lo logra un poquito porque le ve levantar sus labios apenas.
Sus orbes grandes se iluminan en estelas al ver el edificio de la guardería cerca "Okay, confio en ti, pero no dudes en llamarme a mí o a mamá si te sientes mal" Jungkook afirma con su cabeza, desabrocha el cinturón de seguridad y toma la manija de la puerta cuando su hermano aparca frente a la entrada del lugar. "Jungkookie... por favor cuídate" le dice el azabache antes de que él salga del interior del auto, el omega apenas y alcanza a responderle y a despedirse antes de entrar al edificio.
Sonríe grande al ver a todos los niños, saluda a algunos tantos que le reconocen y recuerdan, camina a los checadores, coloca su huella digital en la máquina y esta la confirma su entrada laboral.
"¿Jungkook-ah?" voltea al escuchar una voz conocida y vuelve a sonreír por enésima vez al ver a uno de sus compañeros de trabajo "¡Hyung!" ve al omega acercarse, los labios le tiemblan al sentir el tacto cálido del omega en su hombro "Es bueno verte de vuelta, me alegra mucho que estés aquí"
Conforme va avanzando a la dirección es detenido por varias personas que le saludan entusiastas.
Jungkook se siente bienvenido.
Su pasada por la dirección es relativamente rápida, entre la corta bienvenida y el papeleo que le da su jefa se siente de vuelta a su rutina.
Entrar a la sala de los cuneros le renueva el alma, porque más allá de encontrarse con sus compañeros de trabajo y con su amigo, se siente feliz de volver a trabajar.
"Jungkookie, te echamos mucho de menos por acá" le murmura una de sus compañeras que se nota animada de verle mientras arrulla a un cachorro inquieto que acaba de arribar.
"Ya extrañaba poder venir" le responde y ve a la omega amagar hablar, pero es interrumpida por el llanto del niño que sostiene entre brazos.
"Ay, perdón. No puedo calmarlo" se disculpa la omega con los brazos ocupados. "Dios, no ha dejado de llorar" se queja en voz baja y Jungkook ladea el rostro algo confundido.
"¿Es nuevo?" la castaña asiente en silencio y forma una mueca en sus labios gruesos ante el fuerte grito del cachorro
"Desde el primer día que está aquí no se ha estado tranquilo, siempre llora hagas lo que hagas" Jungkook le escucha quejarse y sus orbes oscuros se dirigen a la bola de mantas, baja con cuidado la cobija que cubre el rostro del cachorro y no puede evitar enternecerse un tanto al notar lo lindo que es
"¿Ya comió? quizá tiene hambre" la castaña jadea al caer en cuenta.
"¿Podrías pasarme su biberón? Su bolso es el de color azul" Jungkook no duda en ir por lo pedido y una vez que le tiende la botellita con leche de fórmula caliente, Minah suspira agradecida. El niño pronto busca desesperado el chupete y cuando le encuentra se afianza con firmeza del plástico. "Creo que sí tenía hambre" musita Minah después de ver al bebé comer con las mejillas sonrosadas por su reciente llanto.
"Minah-ssi, ¿podrías venir un segundo?"la subdirectora llama la atención del par de omegas y Minah asiente lentamente antes de girarse hacia Jungkook "¿Crees que puedas cuidarlo un rato? No tardo" la melena del menor se mueve al aceptar con la cabeza y la castaña le tiende con cuidado al cachorro cubierto que sigue succionando con fuerza del biberón.
Jungkook acomoda al bebé en sus brazos para que él y el cachorro no estén incómodos y con su mano pálida sostiene en alto la mamila del infante que abre sus orbes redondos y le escruta en silencio ante el movimiento "Tienes unos ojos muy hermosos ¿uhm?" el cachorro parpadea y Jungkook arruga su nariz en hábito.
Se le acalambran un poquito los brazos después de cargar por bastante tiempo al cachorro que después de terminar de comer le sonríe babosamente. Jungkook acomoda al niño en su hombro después de haber bajado un poco sus cobijas y palmea suavemente su espalda hasta que todo el aire sale en forma de leves eructos que le hacen reír enternecido.
El niño se remueve poquito en su hombro antes de volver a acomodarle en su pecho. Jungkook acomoda el gorrito verde algo desordenado en su cabeza pequeña y de paso acaricia las suaves hebras de cabello azabache que se logran fugar por entre la tela afelpada del gorro. Relame sus labios al notar cómo el niño se acurruca en su pecho, emite pequeños soniditos y golpetea suavemente su pecho denotando lo feliz que se encuentra.
"Reza porque no vuelva a llorar Hyejeong" Jungkook voltea a mirar a su amigo que termina de cambiar a una cachorra que se mira tranquila
"¿A qué te refieres?" le pregunta y espera una respuesta de Taeyong que termina de abotonar la ropa de la niña.
"Ese cachorro siempre está llorando, aunque haya comido y esté limpio llora. Es algo molesto porque siempre termina alterando a todos"
Jungkook levanta las cejas algo curioso "¿Hace cuánto llegó?" ve al otro omega fruncir levemente su ceño para hacer memoria
"Uhm... llegó la semana pasada" los labios de Jungkook forman una 'o' y voltea su mirada oscura al niño que dormita oculto en su pecho. "Si no corrige su comportamiento dudo mucho que Misuk noona tenga mucha consideración" le dice suavemente el mayor, Jungkook arruga sus labios y lleva detrás de su oreja un mechón de cabello rebelde que le cubre la visión por unos segundos.
Su corazón frágil se oprime al pensar en que el cachorro siendo asistido por la psicóloga, porque aunque su primera impresión fue verle llorar fuerte, admite que el niño es pegajoso cuando no está quejándose, y el tenerlo acurrucado contra sí le mueve sus membranas sensibles en instinto. Taeyong ve en silencio al otro omega delgado arrullar con cuidado a Hyejeong hasta que se queda dormido, casi jadea sorprendido cuando le deja reposar en los cuneros.
"¿Cómo hiciste eso?"Jungkook termina de cubrir al niño y levanta una de sus cejas ante la pregunta.
"¿Qué?" Taeyong asiente con sus orbes abiertos de más y señala con un movimiento de cabeza a los cuneros.
"¿Cómo lo dormiste? Todo el tiempo que ha estado aquí nunca le he visto dormir así" le dice con asombro en su rostro. "Todos aquí hemos intentado dormirlo y nadie ha podido, y entonces llegas tú y logras hacerlo al primer intento" le ve fruncir sus hombros delgados algo ofendido y Jungkook ríe apenas.
Sus orbes escrutan a los cinco cachorros que reposan durmientes en los cuneros con su instinto despierto, muerde su belfo para tratar de mantener a raya ese menester de tener que ir y acoger a los bebés entre brazos. Repasa en silencio las facciones de cada rostro, más en específico a aquel cachorro que duerme tranquilo con el ceño algo fruncido.
"Hyung... ¿cómo dijiste que se llama el cachorro?" cuestiona con voz murmurante una vez que se acerca a ayudar al mayor para acomodar unas cajas con material didáctico.
"Se llama Hyejeong. No recuerdo su apellido... creo que era Lee o Kim" Jungkook rasca el lóbulo de su oreja y frunce sus hombros en pena por lo que va a decir.
"Hyejeong tiene bonitos ojos" musita antes de colocar una pequeña caja plástica con juguetes dentro de un anaquel.
Ve a Taeyong asentir mientras forma un puchero en sus labios "Tiene rasgos finos" Jungkook dice y Taeyong asiente confirmando sus sospechas.
"Hay un alfa que siempre viene a recogerle, supongo que es su padre porque Hyejeong es la copia de ese chico" el menor le escucha en silencio y ambos giran sus rostros al escuchar la puerta de la entrada abrirse, dejando ver a Minah con otro cachorro en brazos.
Jungkook es la primera vez que ve tan ocupada aquella sala neonatal, porque en el tiempo que lleva trabajando ahí, nunca ha visto a los cuneros tan llenos, aquella sala nunca pasaba de los tres cachorros, el ver a la habitación albergando a seis niños le calienta en cierta medida su pecho y aunque es un trabajo algo pesado que requiere de bastante paciencia, no niega que le encanta, porque encuentra cierta tranquilidad y paz al cargar entre brazos a los bebés que le miran algo extrañados por su presencia nueva.
Las horas siguientes son bastante entretenidas y algo pesadas, entre cambios de pañales y biberones Jungkook se siente bien consigo mismo de poder afrontar su vida cotidiana.
"Sohyun es muy risueña" Jungkook arruga su nariz divertido ante la mueca de dientes pequeños que le enseña la niña, Minah a su lado se ríe y mueve en su mano un peluche que mueve sus ojos de plástico ante el movimiento, Jungkook ve a la castaña darle el peluche una vez que la pequeña tiende sus brazos regordetes en busca del conejo de peluche y ambos omegas juegan un rato más con la niña hasta que unos pequeños quejidos provenientes de una de las cunas irrumpe su pequeña burbuja.
"Yo voy" se ofrece Jungkook y con pasos algo rápidos se acerca a la pequeña cuna que alberga al cachorro que amaga llorar. Sus labios delgados se aplastan un poco al ver el rostro sonrojado y contraído del niño que gimotea desesperado. Jungkook se inclina un poco antes de tomar entre manos a Hyejeong, lo acomoda dentro de la frazada que le cubre el mameluco y comienza a mecerlo con cuidado mientras le revisa, en busca de ese algo que provoca su llanto.
"¿Tiene el pañal sucio?" le pregunta Taeyong una vez que se acerca lo suficiente, Jungkook niega con un puchero en sus labios.
"No, está limpio y hace poco comió" su mayor frunce sus labios y ayuda al menor a cobijar al cachorro con otra mantita algo gruesa.
"Creo que tiene frío" murmura Jungkook después de ver cómo el cachorro entierra su rostro en su pecho y se queda ahí quieto, acomoda otra vez sobre la cabeza del infante su gorrito, de manera que cubra sus orejitas algo sonrosadas y jala un poco la esquina de la manta para que el cachorro quede totalmente cubierto. Le escucha quejarse aún un poco por debajo de las mantas, Jungkook palmea poquito la espalda del menor algo enternecido.
Sigue meciendo a Hyejeong hasta que sus quejidos cesan, con los orbes siempre sobre él, mas su atención se desvía del niño cuando oye a su celular sonar dentro de su mochila oscura que reposa en una de las esquinas del lugar, Minah desde su lugar le acerca el móvil al menor "Jungkookie" la omega le da el celular que sigue sonando y se acomoda como buenamente puede al bebé, pero Minah le ve batallar un poco para sostener el móvil y ella acoge al cachorro entre brazos para que Jungkook tenga las manos libres para contestar, con voz murmurante le agradece y contesta la llamada mientras sale de la sala, buscando algo de privacidad.
"¿Hyung?"
"Jungkookie" se escucha detrás de la línea y él responde apenas. "Pensé que nunca contestarías"
"Lo siento... estoy trabajando y ya sabes..." uno de sus brazos se enreda sobre su torso algo nervioso.
"Perdón por irrumpir en el trabajo, pero en serio necesito tu ayuda"
"¿Qué sucede Yoongi hyung?"
"¿Puedes avisarle a tu madre que el restaurante estará cerrado unas horas? No atiende mis llamadas y Seokjin está sangrando-" escucha la voz nerviosa de su mayor cortarse y él traga ansioso cuando oye un ruido extraño "¿Hyung? ¿estás ahí?" pregunta asustado.
"¿Jungkook-ah? Soy Seokjin" la voz detrás cambia y él intuye que el mayor le ha arrebatado el celular a Yoongi. "Escucha. Me acabo de cortar con un cuchillo y no deja de sangrar la herida, creo que va a requerir de algunas puntadas. Iremos al hospital" Jungkook asiente aunque sabe que ninguno de los dos le van a ver.
"Okay, yo le diré a mi mamá. Vayan con cuidado, no se preocupen" escucha a Seokjin agradecer y Jungkook cuelga la llamada. Su diestra se posa sobre su esternón y con los orbes agrandados de más realiza lo que acaba de sentir en su corazón por el subidón de adrenalina en su sistema por el susto que se ganó al oír a su mayor hablar.
Se siente extraño.
Aprovecha el estar solo y llama a su madre en cuanto puede, coloca el celular en su oreja a espera de que la mujer conteste, suenan los pitidos de la línea varios segundos, frunce sus labios cuando no recibe respuesta y en cambio oye a la voz robótica del buzón de voz. Vuelve a intentar un par de veces más, pero se rinde al no obtener respuesta alguna.
Entra a paso lento a la sala y alza las cejas sorprendido al ver el rostro de Minah contraído en angustia mientras trata de tranquilizar al cachorro que grita desesperado bajo su tacto. El omega se remueve en su lugar al sentir las manos cosquilleando en instinto por ir y acoger entre brazos al bebé. Su pulso cardiaco se acelera un poco por no hacer caso a su lobo, en un momento de impulsividad habla en voz bajita "Yo lo cargo noona"
Jungkook es débil ante su instinto.
Hyejeong arruga su ceño mientras manotea furioso, mas calma sus erráticos movimientos cuando olfatea el aire y sus orbes avellana enfocan el rostro de Jungkook. Le sonríe entre su llanto al reconocerlo "¿Qué sucede? ¿Por qué estás llorando, pequeño?" le pregunta aunque no responde.
Con sus orbes brillando en estelas acoge al infante que se calma en el instante mismo en el que le apoya en su pecho. Jungkook sisea para calmar a Hyejeong a la par de que mueve sus brazos, en un arrullo suave "Sigo sorprendido porque a ti sí te quiere" Taeyong le dice mientras carga a otro cachorro y Minah golpea apenas el hombro del omega en forma de reproche.
"Eres un pesado" se queja la omega y Taeyong suelta una risotada fuerte "Vete preparando para que se separe de ti, faltan 20 minutos para que vengan por todos" le recuerda el mayor y Jungkook suspira cortamente antes de volver a mirar al niño que le ve con sus orbes profundos; las cumbres de sus mejillas se sonrojan notablemente cuando Hyejeong restriega su nariz por sobre su pecho, como si le confundiera con su madre.
Dios.
Los últimos minutos que pasa con el cachorro antes de recibir una llamada de su madre le resultan demasiado lindos, quiere creer que su lobo tiene que ver también en aquello, pues siente a su instinto reaccionar al niño que no quiere despegarse de su mundana presencia. Vuelve a oirle amagar romper en llanto cuando quiere apartarle de su cuerpo para poder contestar una llamada, con un dolor en su conciencia le deja con Minah gimoteando bajito y parte de la sala para poder atender la llamada entrante de su madre.
La corta conversación que tiene con su madre no es muy larga en sí, se explaya unos cortos minutos apenas. El delgado apega la bocina del celular cuando el ruido de los niños saliendo opaca un poco su plática.
"Gracias por avisarme Jungkookie"escucha a su madre agradecerle en voz quedita y Jungkook sonríe apenas.
"Iré a ayudarte en cuanto salga del trabajo" le promete a la omega y después se despiden cortamente. Suspira algo fuerte antes de guardar su móvil en el bolsillo de su pantalón y con sus orbes abiertos de más regresa el interior de la sala neonatal.
Forma un puchero al darse cuenta que sus compañeros comienzan a entregar a los cachorros a sus padres y familiares que van arribando. Una de sus manos algo pálidas va a reposar por sobre su esternón cuando ve como Minah entrega a Hyejeong a un hombre alto que le recibe con los brazos extendidos.
Se acerca poquito y se pone nervioso al ver el rostro del hombre. Es estúpidamente atractivo.
Posee un aura algo fuerte que le obliga a apretar sus piernas y a relamerse los labios; agradece que no es notado porque sabe que se ve miserable mientras espía a sus mayores hacer entrega de los cachorros.
Y sabe que está mal mirar así a ese hombre, mas no puede evitar sentirse atraído por esos rasgos finos que no son comunes de ver. Le ve los pocos instantes que puede antes de que se retire con el cachorro que ha cuidado y toca su rostro al sentirlo caliente; niega con la cabeza y acomoda su cabello en su lugar, algo aturdido.
"Jungkook-ssi ¿podrías pasarme la pañalera roja que está ahí?" le trae de vuelta la voz de Minah y él se ve en la necesidad de sacudir su cabeza miseramente antes de acotar la petición de la omega que le sonríe agradecida una vez que le da la maleta.
Baja su mirada algo avergonzado cuando su estómago vacío le reclama por el ayuno al que ha sido sometido, la palma de su mano aprieta apenas su abdomen en un mal hábito suyo para intentar apartar el hambre, relame sus labios y ahoga a su sistema digestivo con agua, sabe que no debe de pasarse de sus horas de comida, mas no puede hacer mucho en esos instantes. Suspira corto ante la sensación de sentirse lleno de agua y con los pómulos aún sonrosados ayuda a sus mayores a entregar a los cachorros restantes.
Cuando la sala queda vacía se permite suspirar y coger sus cosas en movimientos algo rápidos, quizás algo desesperado por llegar al restaurante de su madre a ayudarle. Se despide de sus mayores una vez que han acabado de ordenar y sale a checar su salida con algo de prisa.
Jungkook es un desorden hecho persona, porque cuando vuelve a oír a su estómago rugir hambriento saca de su mochila un ligero sándwich que se zambulle mientras sube al autobús que apenas y alcanza en la estación, paga con su tarjeta del transporte público y aún con el emparedado en sus labios, busca un sitio disponible en el espacio, pronto se sienta al lado de la ventana, en un asiento individual que le da un poco de espacio, lo suficiente para que pueda comer a gusto su corta comida. Frunce su ceño ante el rico sabor del pollo dentro del pan de caja y pucherea un poco en cada masticada que da, importandole poco las migas que deja sobre su ropa y boca.
Se coloca sus audífonos y se pierde en la música hasta que llega a la estación en donde debe de bajar, presiona el botón que avisa su bajada y una vez que las puertas eléctricas del autobús se abren pega un brinco algo infantil hacia el concreto de la avenida, sacude las migajas de su ropa y con los labios alzados camina por la acera. Sonríe amplio una vez que arriba al local en donde está el restaurante de su madre, se quita los audífonos y abre la puerta de cristal que tiene un pequeño cartel rojo que marca con letras grandes 'cerrado', su cuerpo tiembla poquito en reacción por la calefacción que mantiene el lugar, mira el espacio del lugar vacío y con voz algo fuerte musita: "Mamá, ya estoy aquí" relaja sus hombros al oír una respuesta provenir de la cocina.
"¿Jungkookie? Pasa hijo" camina un tanto hasta adentrarse a la cocina, sus orbes brillando un poquito más de lo usual por lo emocionado que se encuentra, saluda a su madre con un apretado abrazo una vez que le tiene cerca. Se llena los pulmones de ese aroma dulzón de su madre.
"¿Qué tal te fue en el trabajo, cielo?" le pregunta una vez que se separan y Jungkook le responde a la par de que se quita su chaqueta y se arremanga su suéter.
"Bien, fue algo pesado porque hay más niños ahora, pero fuera de eso fue agradable" frunce sus hombros anchos después de decir y su madre le extiende un mandil que ponto se coloca sobre su delgada cintura.
"Me alegra que haya salido todo bien. Estaba con el pendiente de si no te sucedería algo en el trabajo" la omega mayor se queja mientras corta algunas verduras sobre una pequeña tabla.
"Mamá, ya estoy bien. No hay de qué preocuparse" le recuerda Jungkook con voz baja y se recarga un poco contra la mesada sonrojado cuando su estómago vuelve a rugir. Yaeji sube sus cejas delgadas ante el ruido y Jungkook baja su rostro.
"¿No has comido?" Jungkook niega con las orejas rojas.
"Antes de ayudarme tienes que comer, ve a lavarte y siéntate. En un momento te sirvo" ve a la omega dejar de picar verduras para dirigirse a las ollas que están sobre la estufa. "¿Qué quieres? Hay japchae, bulgogi, tteokbokki y samgyetang"
"Tteokbokki está bien" Yaeji le da la espalda unos momentos y él se lava las manos, se queja bajo ante el agua helada y después de secarse con una toalla de papel se sienta en un banco pequeño cerca de la mesada. Olfatea curioso cuando su madre deposita su plato con tteokbokki, toma los palillos que se le son extendidos y comienza a comer algo desesperado en silencio.
"¿No habías comido?" le pregunta su madre al verle atiborrarse la boca con comida y él no queriendo realmente, niega con la cabeza.
"Sólo pude comer algo ligero" Yaeji suspira ante su respuesta.
"Debes de comer bien ¿uhm? Tienes que mantenerte sano y fuerte" Jungkook levanta la comisura de sus labios grasosos cuando siente la mano delgada de su madre acariciarle su cabello. "Además... debes de mantener el horario de tu dieta, el médico dijo que-"
"Ya sé mamá. No volverá a suceder, te lo prometo" no la deja terminar, la omega deja su mano reposar en su hombro y aprieta un poco "Okay, te creo"
Jungkook termina de comer demasiado rápido, tal vez es su hambre voraz o el menester de ayudar a su madre a reabrir el restaurante que pronto se atiborra de gente.
Le duelen los pies en cierto punto de la tarde, y no es para menos, el estar de pie y caminar de aquí para allá sirviendo y atendiendo clientes le cansa. Se queja con su madre cuando haya el espacio y ella sólo puede consolarle con una palmadita en la espalda y un: "Ya casi terminamos, ánimo, sólo falta una hora para cerrar"
Se aguanta su cansancio y termina de atender a los últimos clientes que quedan dentro del local "Que tengan una linda noche" espeta con su voz sonando amable, se acerca a la puerta de la entrada con algo de prisa para cerrarla, presiona el botón que cierra la manija y suspira aliviado, mas la voz de su madre sonando de lejos le exalta un poco.
"Jungkookie, no pongas el seguro aún. Tu hermano viene en camino" el omega levanta sus cejas que se pierden entre los mechones de su cabello tintado. "Nos hará el favor de llevarnos a ver a Seokjin-ah"
"¿Aún sigue en el hospital?" inquiere algo preocupado con voz alta mientras se dirige de nueva cuenta a la cocina en donde su madre se encuentra limpiando y recogiendo todo.
"Yoongi-ah me acaba de llamar, dice que Jin-ssi está bien. Acaban de salir del hospital" Jungkook asiente un poco más calmado con la noticia y con sus orbes redondos mira a su madre terminar de lavar los trastes "¿Sobró comida?"
"Sí, un poco ¿por qué? ¿tienes hambre?" Jungkook niega aunque su madre no le ve y frunce sus hombros.
"No, sólo pensé en que podríamos llevarles algo de comer a Yoongi y Seokjin hyung" Yaejin detiene sus movimientos y voltea a mirarle, "debieron de haber pasado toda la tarde ahí, apuesto a que están hambrientos" justifica con sus manos jugueteando con las mangas de su suéter y Yaejin le sonríe cálido, como siempre.
"Okay, sirveles lo que queda" Jungkook asiente con sus pómulos alzados.
Jungkook se siente un poco extraño mientras carga con las bolsas con comida esperando a que abra su hyung la puerta de su apartamento. Voltea su mirada de soslayo al auto de su hermano, del cual baja su madre con algo de calma.
"Jungkook-ah" su mirada vuelve hacia el frente al oír la voz gruesa de Yoongi, sonríe algo apenado y le tiende las bolsas llenas de comida "Les trajimos la cena" dice con voz quedita y Yoongi recibe las bolsas plásticas entre manos.
Pronto el mayor se aparta de la entrada y les deja pasar, Jungkook relame sus labios al ver a Seokjin sentado en uno de los dos sillones que hay en la sala principal.
"Hyung" le llama Jungkook con su voz sonando chiquita y el azabache le sonríe apenas al verle.
"Jungkook-ah, Yaeji noona, lamento haberlos preocupado" dice Seokjin con sus labios abultados y la mayor niega con su mano. "Yoongi hizo un escándalo por algo pequeño" el alfa se queja y Jungkook suelta una risotada.
"Cuida tus palabras hyung" Jungkook y su madre sueltan una risa al ver al pálido amenazar al mayor con una cuchara metálica limpia con la que pretende vaciar la comida.
"¿Y SunOh?" Yoongi pregunta por el alto desde la cocineta y Yaeji le responde mientras se sienta al lado de Seokjin para ver más de cerca el vendaje que trae puesto sobre su mano izquierda.
"Tenía unas cosas que hacer, en un rato llegará por nosotros"
Jungkook camina un poco hasta llegar al lado del peligris que calienta el bulgogi sobre el teflón del sartén, fisgonea un poco hasta que el mayor inicia una conversación "Hoy fue tu primer día de trabajo después de meses ¿no?" Jungkook asiente. "¿Y qué tal estuvo?" Jungkook frunce su ceño un poco antes de responder.
"Fue extraño..." el omega mayor gira su rostro ante su corta respuesta "¿A qué te refieres?" Jungkook ve unos segundos sus manos apenas visibles por su suéter unas tallas más grandes.
"Al principio pensé que no podría hacerlo... hacía mucho que no trabajaba, y siento que perdí práctica. Ya sabes... aunque estaba emocionado por estar ahí, me sentía torpe" hace una mísera pausa antes de seguir hablando, "pero había algo distinto en el ambiente del lugar que me inspiró un poco. Fue extraño"
"¿No fue tu lobo? Hace no mucho tuviste tu celo y además la cercanía con niños despierta el instinto" trata de justificar Yoongi con las manos ocupadas, no mirando realmente la reacción que obtiene en Jungkook por sus palabras poco cuidadas.
"Bueno, quizás sí fue en parte mi lobo, pero no hizo todo realmente" Jungkook ayuda al omega a bajar los platos que ocupará el mayor para servir mientras dice. "Había un cachorro bastante particular"
"Todos los cachorros son peculiares" le corrige Yoongi con voz murmurante.
"Ya sé, pero en particular ese niño tiene algo especial. Taeyong hyung me dijo que no tiene mucho el cachorro en la guardería y que es usual que se la pase llorando inconforme por todo, pero cuando llegué yo y lo cargué entre mis brazos no lloró ni se quejó, al contrario, se acurrucó contra mi pecho" explica con un puchero en sus labios, sus manos delgadas moviéndose en el proceso, tal vez intentando ser más específico con la formulación. "Minah noona y Taeyong hyung se sorprendieron cuando Hyejeong no lloró. Fue algo gracioso de ver porque si alguien más lo cargaba, en seguida se soltaba a gimotear" Yoongi asiente en silencio ante sus palabras.
"¿Cómo dijiste que se llama el cachorro?"
"Oh, su nombre es Hyejeong" Yoongi termina de servir su cena en los platos y con sus orbes rasgados algo ojerosos ve a Jungkook sentarse en una de las sillas altas que están en la barra de la cocina que colinda con la sala principal, siempre manteniendo sus orbes redondos brillosos. El omega mayor se recarga en el filo de la mesada y frunce su ceño un poco, pensando en algo lógico.
"Probablemente es demasiado selectivo o tiene un olfato agudo. Hay niños que tienden a ponerse reacios a aromas demasiado dulces" Jungkook parece meditar sus palabras.
"Uhm, podría ser" murmura y Yoongi le palmea la espalda suavemente, en un intento de darle aliento, porque siendo sinceros el omega delgado no es muy bueno consolando.
"Jin hyung, la cena ya está servida" Jungkook se hace chiquito en la silla para no estorbar cuando Yoongi llama al mayoy y acomoda los platos sobre la mesa "¿Quieres café o té?" le pregunta y él asiente antes de responderle "Té está bien" vocifera perdiéndose un poco en las presencias de su madre y Seokjin, que pronto se sientan gustosos en la barra mientras entablan una conversación que ciertamente no entiende del todo.
Sumido en el té de jengibre con leche que le sirve Yoongi encuentra un epítome de sensaciones, algo que va más allá de rico sabor de la bebida caliente, algo que le recuerda en cierta medida al aroma impregnado que halla en Hyejeong cada vez que le carga.
No puede controlar el impulso de suspirar.
Y es que no encuentra las palabras para describir su sentir.
Muerde su labio en un intento de recobrar el color natural de su rostro y acomoda las hebras de su cabello en su frente en un movimiento ansioso. Vuelve a sonreír demasiado alegre por algo mísero.
"Gracias por todo doctor" le agradece al alfa joven que le asiente vagamente. Jungkook mira a su madre a un lado cuando la omega le aprieta su mano en un tacto reconfortante.
"Te haré tu pase a farmacia para que puedas recoger tu medicamento" musita el hombre antes de acomodar sus lentes gruesos en el puente de su nariz. Y Jungkook frunce sus hombros en gozo.
Joder, le han disminuido las dosis de medicamentos y sus estudios salieron bien.
Y aunque sabe que aún es muy pronto para comenzar a cumplir sus sueños, no puede evitar inquirir en un aire soñador "¿Cuándo podré realizar esfuerzos y actividades físicas?"
El alfa detrás del escritorio levanta sus cejas ante la pregunta y ladea el rostro un poco antes de decir "Dentro de unos dos o tres meses más. Tu cuerpo debe de aceptar completamente todo este proceso" Jungkook pucherea algo desanimado. "No te preocupes Jungkook-ssi, tu proceso va excelente, estoy seguro que dentro de poco podrás realizar de todo"
Simplemente se ilusiona ante la idea.
Porque debe de admitir que aquello suena como la luz al final de túnel, un largo y oscuro túnel que recorrió por años.
Rasca apenas la cumbre de su mejilla al ver a su madre pedir los medicamentos por él en el área de farmacia luego de salir de su consulta. Sintiéndose demasiado ansioso de hablar.
Y sabe que su madre también está igual de alegre que él porque en cuanto puede se asegura de abrazarle emotivamente "Oh mi Jungkookie, debemos de celebrar esto" le murmura con una sonrisa y él quién es para negarse.
Se siente feliz al estar sentado entre su hermano, su madre y sus hyungs en un restaurante a las afueras de la ciudad. El ambiente animado del lugar quizá empujandolo a sentirse vivo.
Y es que joder, el bombeo de su corazón es distinto. Es más fuerte y rápido en comparación a antes, y simplemente no puede evitar sentir bonito al notar que no le duele y no se siente mal.
"Vamos a brindar por Jungkook" propone Seokjin y Yoongi golpea suavemente el hombro del mayor.
"Él no puede tomar" Seokjin abulta sus labios y Jaehyun a un lado de Jungkook se ríe.
"No importa, puedo brindar con mi agua" encoge los hombros Jungkook y Seokjin molesta a Yoongi en voz baja.
"Okay, ya" Seokjin habla para detener las risas en la mesa y levanta su vasito pequeño con soju en alto, con los demás siguiéndole detrás. "Porque Jungkook se recupere y sea eternamente feliz"
Jungkook está recuperándose lentamente.
al fin apareció koo en esta historia, yai
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