Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

心臓: t h r e e

Es bastante paradójico su comportamiento. Siendo sinceros es algo... vergonzoso.

Porque no debería de estar así, con su cachorro en brazos a punto de llorar porque es el primer día de guardería de Hyejeong. Y él no quiere dejarle porque siente que podría sucederle algo malo.

Las omegas encargadas en la puerta que reciben a los cachorros le miran un tanto desesperadas. Y es que no sabe por qué, pero no puede soltar al bebé que le mira con sus orbes redondos.

Perdonenlo, es padre primerizo y es demasiado protector.

"Señor, su cachorro estará bien. No se preocupe"

¿Cuántas veces le han repetido lo mismo?

Relame sus labios algo inseguro y con orbes brillosos le entrega al cachorro envuelto a la omega de cabello largo que le recibe con cuidado. Y aunque las mujeres le dicen que ya puede retirarse, él se queda ahí quieto.

Quizá esperando aquel característico berrido de su cachorro que le avisa cuando se siente mal o algo que le advirtiera sobre su estado, pero por más que espera nunca llega.

Bueno.

Frunce los labios y a paso inseguro regresa a su auto, enciende el radio para mitigar el silencio y emprende camino hacia su trabajo.

Cuando llega a su cubículo pequeño dentro de la empresa se deja caer en la silla giratoria que le corresponde y sus manos largas tiran un poco su cabello ondulado para tratar de apaciguar a su lobo que gime desesperado y algo enojado por haber dejado a Hyejeong en la guardería.

Lo único que le consuela un poco es el hecho de que ese día sale un poco más temprano de lo normal.

Después de tronar sus huesos y de controlarse a sí mismo comienza con la pesada larga jornada de trabajo. Pasa de archivos y presentaciones a una junta algo importante que le roba más de la mitad de su turno.

Ni siquiera consigue tiempo para pensar en algo más allá fuera del trabajo. Se da cuenta de que es demasiado despistado y descuidado consigo mismo al termino de realizar el último informe de presupuesto que debe de hacer, porque hasta ese momento realiza que no ha ingerido alimento alguno desde la mañana.

"Taehyungie" el alfa levanta su mirada oscura cuando oye la característica voz ruidosa de su amigo y sonríe levemente al verle más animado de lo usual. "¿Quieres salir a comer? No he desayunado y me estoy muriendo de hambre" le dice Hoseok mientras soba su abdomen.

El menor se queda en silencio unos segundos, considerando en si saltarse nuevamente una comida o simplemente ir y forzarse a ingerir alimento alguno. Y cuando amaga decirle a Hoseok que no, recuerda el rostro enojado de Namjoon amenzandole con una aguja de jeringa en mano.

Okay, comería sólo porque le tenía miedo a Namjoon y sus sermones de la alimentación.

"Sí, yo también me muero de hambre" aunque miente un poquito no puede negar que se siente algo mal. Taehyung es el tipo de persona que si no come se desmaya o sufre.

"Hay un restaurante aquí cerca que tiene comida muy buena" Hoseok le apresura para partir y Taehyung le sigue despacio a donde sea que le lleve. Deciden caminar en vez de ir en auto porque el lugar está bastante cerca.

Taehyung apenas y habla en todo el camino, y no es que sea grosero, es más bien que Hoseok se la pasa quejándose todo el rato de uno de sus jefes. Hasta cierto punto es gracioso ver al alfa hacer ese tipo de rabietas.

"Aquí es" le muestra su sonrisa de corazón y Taehyung escruta el lugar en silencio, es algo pequeño, pero en definitiva hogareño. Al abrir la puerta el sonido de una campanilla les recibe, acompañado de varias voces que les dan la bienvenida.

Son atendidos rápidamente por un alfa algo joven, Taehyung no se molesta en pedir algo pesado o exagerado, porque sabe que probablemente su estómago no coopere con él para digerir todo.

Después de esperar un poco, almuerzo arriba y ambos se disponen a comer. Taehyung tiene que admitir que el sabor es exquisito cuando prueba la panceta de cerdo que ha pedido.

La hora que les dan para comer es justa la necesaria para que el par de alfas pueda ir al restaurante y regresar a la empresa.

El resto de su turno es un poquito demasiado aburrido y tedioso, mas no puede objetar nada porque inevitablemente siente algo de emoción en su interior cuando se encuentra checando su salida. Tiene una horrible y fea necesidad de ir por su hijo y llenarle el rostro de suaves besos, aunque eso implique un lloriqueo y un jalón de cabello.

Las manos le tiemblan ansiosas al arribar a la guardería, sonríe levemente al ver a pequeños niños corretear juguetones entre sí y a otros tantos ser recogidos por sus padres. Entra al establecimiento y se acerca al área en donde sabe que está Hyejeong.

Una omega de aspecto mayor le recibe y le frunce los labios en el instante en que le ve, quizá logrando reconocer levemente su particular rostro, mas Taehyung parece no prestarle mucha atención porque con orbes grandes exige que le den a su hijo después de mostrar la credencial del lugar.

"Buenas tardes, vengo por Kim Hyejeong"

"¿Usted es el padre de ese niño?" el alfa asiente y le muestra a la mujer el gafete que le dieron el día en que inscribió al cachorro. La mujer suspira y asiente levemente.

"Soy Park Misuk. Soy la psicóloga" Taehyung se confunde por aquello, reverencia un poco en muestra de respeto a la mayor y tensa mis hombros en defensa. "Hyejeong ingresó el día de hoy ¿verdad?" el alfa asiente con su rostro confundido al ver a la mujer anotar algo en unas pequeñas listas que posee.

"Lamento informarle que su hijo el día de hoy arañó a uno de nuestros profesores. Entiendo que sea el primer día de su hijo aquí, pero tiene que saber que aquí existe un reglamento y un acuerdo de convivencia. Lamento decirle que si el comportamiento de Hyejeong no cambia en los próximos días, tendrá que ir al departamento de psicopedagogía"

Oh.

Y no sabe qué decir realmente ante el llamado de atención que recibe por parte de la omega que pronto se adentra en la sala y sale con su hijo llorón en brazos.

Taehyung nota los ojos del cachorro hinchados y rojos, probablemente por el llanto, aunque se ve jodidamente tierno vestido con ese conjunto de ositos, el ver esa mirada de enojado que le da le hace bufar.

"No dejó de llorar toda la mañana, tuvimos que hacer de todo para calmarlo" le dice una omega delgada con sus labios hechos un puchero.

Al alfa no le sorprende realmente.

Porque a él también le cuesta horrores poder calmar al niño que nunca se está quieto.

En voz baja el alfa pide perdón y le regala una reverencia a las mujeres que le niegan con la cabeza y los despachan.

El azabache mayor no se contiene de reprender al cachorro cuando se encarga de sentarle y asegurarle en su asiento del auto.

"En serio necesitas dejar de ser tan arisco. Si sigues así dejarás a papá sin empleo y sin amigos" Hyejeong se ríe babosamente ante el rostro serio de su padre y él sólo puede volver a suspirar. "Tú en serio eres un caso"

No puede decirle más al cachorro, tal vez porque su corazón es demasiado débil a los encantos del pequeño que se muestra relativamente calmado.

En la intimidad de su departamento afirma que no tiene a nadie con quien desahogarse. O bueno, al menos en persona, porque sabe que hablar por mensaje le quita un poco la esencia a las cosas.

Taehyung no tiene muchos amigos, sólo los necesarios para poder desempeñar una vida 'normal', sin embargo a veces desea poder encontrar a más personas con las que pueda convivir; a veces se maldice por ser un poco demasiado asocial.

Y tal vez es su pobre inseguridad de molestar a los demás lo que lo lleva a aguantarse el llamar a Jimin en los días siguientes.

Siendo sinceros, ya no aguanta el hecho de no hablar con nadie realmente.

Suspira algo inseguro en si llamar a JiMin o seguir aguantando sus ganas de hablarle dos días después del reclamo que hizo la omega de la guardería, porque sí, aún tiene presente el hecho y en realidad no lo ha soltado aún, en parte porque la omega se ha vuelto a quejar nuevamente de Hyejeong esa tarde.

Su mirada vacila en su móvil que se mantiene apagado al lado de la tarja en donde lava los trastes sucios que ha utilizado para preparar su cena. Se quita los guantes de goma rojos y sacude sus manos en un intento de quitar esa rara sensación que le deja el plástico en su piel.

Toma el aparato entre manos y abre la aplicación de mensajes, ve el contacto de Jimin unos segundos antes de apretar su ceño inseguro. Porque sabe que probablemente está en la hora que le dan para comer en su trabajo y además... no habían hablado bien desde ese día.

Escruta en silencio el contacto de JiMin unos segundos más, vacila un poco, pero después de unos míseros instantes de pensar, le manda mensaje al omega castaño.

Alfa tonto:
Hola

El azabache espera un poco en silencio a que el mayor le conteste. Y cuando no recibe su respuesta rápido se cohíbe levemente mientras camina en camino a preparar la ropa limpia de su hijo.

Mira un poco inseguro a la pantalla de su celular encenderse anunciando una notificación, no puede evitar reír levemente ante el mensaje de su amigo.

Jiminnie ruñón:
¿Estás bien?

Alfa tonto:
¿Por qué lo dices? :((

Jiminnie gruñón:
Porque nunca mandas un hola, siempre es un: Jiminnie, oye o incluso un ¡yah!

Alfa tonto:
Uh

Jiminnie gruñón:
¿Qué sucede? Te noto extraño desde el otro día y no me has hablado

Alfa tonto:
¿Puedes hacer llamada?
Sabes cuánto odio hablar por mensaje

Jiminnie gruñón
Lo sé
¿Puedes iniciar la llamada? No tengo saldo :'(

Taehyung ríe ante el mensaje y asiente para sí mismo, abre la pestaña del contacto del omega y comienza la llamada. Escucha tres pitidos antes de la voz del castaño que se oye algo cansada por sobre el ruido del hospital.

Se saludan mutuamente en un ritual que siempre se repite cada que hablan y después de unos segundos Taehyung vacía su resentimiento contra la omega que le reprendió unos  días atrás en la guardería.

"¿En serio la omega te regañó?" Taehyung vira los ojos ante el omega que se escucha en el altavoz a través del celular.

"Ujum, me dijo que si no se adapta en dos semanas ambos terminaremos en el departamento de psicopedagogía" escucha a JiMin reírse levemente y él frunce los labios mientras cambia el pañal sucio de su hijo. "No es gracioso, si sigue así no podré dejarle en ningún lado"

"Ya te dije que yo puedo cuidarlo" el alfa suspira algo cansado.

"No, te daría molestias y además..." no termina de decir porque la última vez que vio al omega en persona fue un tanto grosero y siendo sincero aún se siente algo culpable por aquello. "Yo... a veces llego a ser algo impulsivo, y no me gustaría lastimarte. Yo... olvidé pedirte perdón por lo de la última vez. Fui algo grosero y no pude controlarme. Lo lamento Jimin-ah"

Escucha un silencio a través de la línea algo incómodo, mantiene sus orbes abiertos un poco de más en expectativa de lo que dirá el castaño, siente a su cabeza cosquillear avisando quizás una posible migraña, mas no le toma importancia a ese ardor y cuando al fin oye la voz suave de su amigo deja caer sus hombros tensos.

"Aún sigo molesto por lo de ese día, pero si me traes galletas de fresa te perdonaré, alfa tonto"

Jimin es una persona muy simple.

Probablemente por eso se volvieron mejores amigos desde el último año de secundaria.

El castaño sin duda es la amistad más sincera que tiene y la más especial, claro.

"Te las llevaré después, por ahora te tendrás que resignar a escuchar mis quejas" el omega bufa graciosamente y Taehyung por un instante se marea al moverse brusco, mira a su alrededor con la voz de Jimin sonando de fondo y parpadea fuerte instintivamente buscando apartar ese malestar, se agarra del respaldo de la silla que está cerca de la cuna de su hijo y suspira entrecortado; siente que todo le da vueltas.

"¿Tae?" pregunta preocupado desde la línea el castaño ante el extraño silencio que Taehyung hace, mas no tiene respuesta al instante como él quisiera.

"Perdón... me maree un poco" alcanza a oír apenas la voz susurrante baja del alfa que sigue afianzado a la silla y Jimin no puede evitar tragar nervioso, apretando un poco entre manos la cobija que pretendía cobijarle esa tarde fría de septiembre en la oficina de enfermería del hospital en donde trabaja.

"¿Aún estás mareado?"

Taehyung se mueve algo inseguro con el piso moviéndose tratando de alcanzar a su móvil que reposa sobre la superficie de una pequeña cajonera, pero las pequeñas estelas de luz que son alcanzadas a ver por su campo de visión le impiden caminar correctamente, no puede evitar jadear al escuchar un pitido ensordecedor en su cabeza que silencia en cierta medida su alrededor.

Jimin muerde sus labios algo nervioso cuando vuelve a hablar y no recibe respuesta, se levanta de la silla en que reposa quizá porque su instinto protector se lo demanda, con la voz ahogada sonando algo extraña, alcanza a vociferar "Tae, si te sientes mal puedo ir a verte."

Otro silencio.

El omega siente el latir errático de su corazón y el subidón de adrenalina al oír un feo golpe en seco y después un leve gimoteo de Hyejeong a lo lejos.

"¡Taehyung!"

"Tienes anemia"

Ah.

Se queda boquiabierto ante la noticia que le da el doctor en turno y frunce levemente los labios "¿Es grave?" el doctor niega  con un aire simplón y le sonríe apenas.

"No, tu hemoglobina no está tan baja; bastará con algunos suplementos y vitaminas para que te estabilices" Taehyung asiente en silencio y pierde su mirada en la delgada cobija de la camilla en la que reposa.

"Te daremos el alta esta noche" asiente otra vez en silencio, sin más que decir  y muerde su labio algo ansioso.

Y en definitiva amaga llorar al ver a Jimin cruzar el umbral con el ceño fruncido y con su rostro algo sonrojado una vez que el doctor que le atendió se va, dandole una pequeña prueba de que quizá había estado llorando unos momentos antes.

"Tú, Kim Taehyung" le reprende con voz temblorosa y su dedo índice algo pequeño le señala para hacer énfasis en lo que hace. Toma la cortina que está abierta y la cierra para darse una mísera privacidad entre toda la gente de las camas conjuntas.

Taehyung se siente ahogado entre ese pequeño espacio que se forma, mas no puede prestarle mucha atención a su sentir porque ve a Jimin derramar lágrimas luciendo demasiado furioso. "Tú en serio quieres matarme de un susto"

El alfa baja la mirada y escruta en silencio el catéter que tiene en su diestra. "¿Acaso no piensas en tu hijo? Taehyung tienes anemia. Colapsaste estando solo en casa, ¿te das cuenta que si no hubiéramos estado en llamada nadie se habría dado cuenta de que te desmayaste?"

Jimin se limpia furiosamente las lágrimas que aún siguen escurriendo por su rostro y niega con la cabeza, rendido. "No puedes seguir así, eres lo único que tiene Hyejeong, piensa en él" el alfa relame sus labios en hábito y forma un mohín.

"Lo siento..." el omega se acerca al alfa y se sienta en la orilla de la camilla para verle más de cerca, toma su hombro y lo apretuja levemente para obtener su atención. Los orbes grandes del alfa enfocan rápido al omega que le mira consternado "¿Cuánto tiempo llevará todo esto?"

"¿Qué?"

"Dime... ¿cuándo podré volver a ver al Taehyung de antes? Ese que siempre sonreía bonito y que derrochaba energía"

El alfa no puede responder, porque él tampoco sabe qué ha sucedido consigo mismo. Admite que a veces se atrapa echando un poco de menos su gran ánimo, sólo un poquito, pero todas las demás actitudes y comportamientos que realizó en el pasado se cuecen aparte. Siendo sincero tampoco quiere regresar a ser el mismo de antes.

Ve al Taehyung de hace algunos meses atrás algo inmaduro e indeciso. Quizá hasta algo ignorante del mundo cruel.

Todo lo que empezó hacía unos meses atrás ahora reflejándose en una especie de metamorfosis que le está obligando a madurar en ciertos aspectos.

"¿Dónde está Hyejeong?" enfrentar la paternidad solo es algo que no termina de asimilar y siendo padre primerizo con el instinto ganándole a veces termina por descubrir una faceta en él. Una demasiado protectora y cegadora.

"Está con Namjoonnie en casa. No te preocupes, está bien" y no logra concentrarse en el sermón que le da Jimin después de aquello, tal vez es el instinto que clama por su cachorro o es el simple hecho de sentirse mal en todos los aspectos posibles.

Y se siente aún peor cuando ve al móvil de Jimin encenderse marcando una llamada, tensa los hombros al ver el número de su madre en la pantalla, se queda quieto, simplemente oyendo cómo el omega responde a través de la línea, avisandole a su madre que se encuentra bien. Relame sus labios inquieto al ver la mirada del omega vacilar.

"Uh sí, aquí está conmigo, ¿Quiere que se lo pase?" el apretón que siente en el pecho ante la voz rota de su madre que escucha cuando Jimin le da su celular no se compara con nada, es consciente de que aquello que siente es la culpa de saber que por él ella se encuentra en ese estado.

Su corazón se mantiene apretado todo el rato que su mamá le regaña con una voz afligida a través de la línea.

Es algo que sin duda le drena los sentidos y le hace caer un poquito en cuenta de lo jodidamente egoísta que a veces resulta ser, con los demás y con él. Porque sabe que su maña de dejar de comer comenzó justo después de la muerte de su omega, eso aunado a su falta de sueño y poca energía, terminaron por crear un desastre en él; realmente no quiere indagar por el momento en su trastorno alimenticio, prefiere aplazarlo para el día de su terapia con el psicólogo que le atiende. Considera que podría llegar a más estando ahí.

Jimin es un ángel, uno algo maníaco, pero uno que sin duda le consuela en silencio después de la llamada algo larga que se extiende un poco más de la cuenta. Taehyung  planta una grande sonrisa cuadrada en su rostro cuando el omega le peina sus cabellos largos y le susurra bajito después de haber revisado la vía que suministra el suero "Yo te cuido Tae"

Sólo puede atinar a agradecerle en voz baja cuando es él el que le cuida todo el tiempo que permanece ahí en el hospital internado. Quiere pensar que es suerte el hecho de que Jimin esté justo ese día en aquel piso del hospital en que está internado cubriendo turno. 

Se aburre un poco más de la cuenta en aquella incómoda camilla de hospital cuando Jimin no está con él, observa a los demás pacientes que residen en la habitación para tratar de entretenerse aunque sea un poco, se asoma para ver el pasillo y alza sus gruesas cejas al notar a un chico con cabello gris cabecear por el sueño.

«Pobre. Debe de estar muy cansado»

Piensa ante la imagen del delgado que deja su cabeza quieta cuando parece encontrar una posición miserablemente cómoda. Alza la cabeza aún más y se encuentra con varias personas en el mismo estado cansado que ese chico de cabello gris.

"Tae, ya tengo tus papeles del alta. En unos minutos podremos irnos, faltan veinte minutos para que se acabe mi turno" el alfa sacude su cabeza para apartar sus pensamientos y ve con orbes grandes a Jimin.

"Gracias" le dice quedito, no teniendo muchos ánimos de hablar en realidad.

Muerde su labio al pensar en que está solo ahí, si no fuera por el castaño probablemente seguiría tendido en el suelo inconsciente. Por un momento echa de menos a su familia, porque más allá de tener su compañía se siente amado; además el simple hecho de saber que hay alguien ahí en caso de que le suceda algo le reconforta, mas sabe que en estos momentos está privado de esos privilegios.

Está solo.

Y duda que eso cambie en un buen tiempo.

Sus largos falanges se desplazan hábiles por sobre las teclas del piano, presionando con cuidado y con la fuerza necesaria para que el sonido no suene tan tosco. Sus orbes buscan las notas de la sonata que se halla tocando y con algo de esfuerzo logra seguir replicando la pieza.

Las yemas de sus dedos caen intrépidas ante el inminente y fuerte final de la sonata. Alza sus cejas algo consternado cuando oye unos suaves aplausos irrumpir por el silencio del salón de música vacío y sonríe algo aliviado al encontrarse con sus amigos.

"Has mejorado mucho Taehyungie. Tienes mucho talento para esto" le dice alegremente Seojoon, un alfa bonachón de un curso mayor con el que comparte club de música.

Taehyung siente sonrojarse ante la voz de Eunji halagarle mientras le tiende un jugo de pera envasado "Eres el mejor, sigue así TaeTae" y no quiere darse falsas esperanzas con aquella sonrisa cálida que le da la omega azabache, mas su corazón enamorado galopa entorpecido y drogado por ella.

Chilla como el adolescente hormonal que es cuando después de salir del salón de música y arribar a las canchas en donde sabe que Jimin entrena, se deja ir.

"¡Jimin-ah!" grita emocionado y el omega pronto volca su atención en él.

Es en demasía gracioso ver a Taehyung lloriqueando emocionado por una frase bastante corta. "Me sonrió y me dio un jugo de pera" le relata con una sonrisa brillante al omega que ladea su rostro y limpia su sudor con una pequeña toalla.

"¿Jugo de pera?"

"Ujum, creo que sabe que es mi favorito"

Jimin arruga el ceño algo confundido "¿Desde cuándo amas el jugo de pera? Yo que recuerde tú odia-"

"Shhh, desde ahora me encanta"

Simplemente no puede evitar sonreír ante la bonita memoria de secundaria. Quiere pensar que ese recuerdo se le ha venido a la mente justamente porque sostiene entre manos un jugo de pera envasado, pues tenía algo de sed y llámenlo caprichoso, pero no tiene ganas de tomar agua; menea levemente la botella plástica para que la pulpa de la fruta se revuelva y da un sorbo bastante generoso.

Ahora que lo piensa, hace bastante tiempo desde la última vez que tocó el piano...

Forma una mueca en sus labios con forma de corazón y suspira apenas con el aburrimiento impregnado en la piel.

Debe de admitir que la soledad forzada no es para nada linda.

Probablemente se vea sumamente estupido o psicópata ahí sentado en el columpio del parque que está algo cerca de la guardería en donde sabe que está Hyejeong, mientras mira a la nada.

Extrañamente su jefe estuvo de buen humor esa mañana, al punto en que les dio permiso de salir temprano de trabajar, es más que obvio que Taehyung no dejó pasar esa oportunidad. Sin embargo encuentra algo aburrido el hecho de tener que esperar por la salida de su cachorro y la verdad no tiene ánimos de buscar alguna distracción que mate el tiempo de sobra que tiene. Además sabe que probablemente sea uno de los últimos días de Hyejeong en esa guardería, pues siendo sincero, la pena lo ataca cada vez que la psicóloga del lugar le mira con los labios fruncidos, como si le regañara con la mirada y Taehyung no cree soportar otra reprimenda, prefiere cuidar él a su hijo si eso va a evitar que se muestre tan reacio, aunque eso le deje desempleado.

A pesar de esa pena que está sobre sus hombros cada que se cruza con esa omega de carácter amargo, ha notado algo extraño, porque desde el inicio de la semana no ha recibido ninguna queja por parte de la omega gruñona de Hyejeong mostrándose bastante reacio como es costumbre y Taehyung no sabe qué es lo que sucede. No sabe si preguntar por aquello o simplemente dejarlo pasar y creer que Hyejeong se ha acostumbrado por fin al ambiente de la guardería y a su ausencia. Sin embargo, hay algo que ha notado en su cachorro que la semana pasada no estaba. Y es ese suave olor apenas perceptible a galletas impregnado en las ropas y cobijas de Hyejeong.

Frunce su ceño cuando su móvil comienza a sonar anunciando una llamada, ve brevemente el contacto de Jimin aparecer en la pantalla y contesta rápidamente.

"¿Jimin- ah?" Taehyung ladea la cabeza confundido al oír bullicio detrás de la voz del omega.

"¿Tae? ¿Podrías hacerme un favor?"

"Ujum, ¿qué sucede?"

"Necesito que vayas a recoger un paquete que pedí, me acaban de decir que no pueden llevarlo a mi casa y sólo hoy podrán entregarlo, pero ya sabes, no puedo ir por el trabajo y no hay nadie en casa. ¿Crees que puedas? No está muy lejos."

El alfa mira la hora en su reloj y asiente para sí mismo "Bueno. Pasame la dirección y yo iré."

Se maldice un poco una vez que está sumido en el tráfico dirigiéndose a la oficina de correos, porque viendo bien se da cuenta que por el encargo de Jimin probablemente termine pasando tarde por Hyejeong.

Ugh.

Pero no puede seguir quejándose porque recuerda que el castaño le ha prometido una cena en la casa de su madre y la comida de esa omega es su punto débil. Al sostener el volante se resigna un poco al pensar en aquello.

Su odisea de poder conseguir el paquete de Jimin termina cuando lo hacen firmar un ticket de recibimiento antes de entregarle una caja sellada algo pesada. Se pregunta qué es lo que ha pedido el omega que lo tiene tan emocionado y en cierta medida desesperado.

"Mierda, ya voy tarde" se regaña a sí mismo con el paquete entre manos y corre hacia la salida de la oficina de correos cuando se da cuenta de la hora. Definitivamente iba a llegar tarde por su cachorro a la guardería.

Y aunque hace un esfuerzo inhumano por tratar de llegar al lugar a una hora relativamente decente, no lo logra.

Ve la fachada del lugar con los labios fruncidos, quizá algo nervioso porque sabe que sin rastros de gente no puede pasar miseramente desapercibido; entra a la guardería a paso lento, viendo a los pocos niños que quedan jugar entre ellos; relame sus belfos en hábito al ver a la omega que siempre le recibe sonreirle por cortesía, después de mostrarle su gafete con sus datos lo hace pasar al lugar que ya se sabe de memoria y al querer pasar por su hijo a la sala en donde sabe que está, se queda quieto junto a la ventana del salón.

No puede evitar agrandar sus ojos ante la imagen que ve. Y es que no sabe qué sentir o hacer al ver a un chico de apariencia joven acoger la pequeña mano regordeta con demasiado cariño de su cachorro mientras le carga y le mece con cuidado, el alfa deja caer sus hombros al notar a su cachorro acurrucarse en el pecho del delgado que le da un poco la espalda.

Probablemente es la primera vez que ve a Hyejeong no mostrarse reacio al tacto de alguien que no sea conocido.

Alza sus cejas al notar una pequeña risotada del bebé y extrañamente siente a su corazón dar un vuelco en su pecho al ver al chico hablarle bajito "Eres un niño muy lindo" le ve mecerle y traga buscando quitar esa fea sensación de resequedad en su garganta cuando el chico se gira y deja de darle la espalda.

Oh.

El cabello algo despeinado con las puntas decoloradas de un rubio algo claro cubriendo apenas sus ojos grandes que aún permanecen inherentes en el bebé que se restriega contra su pecho, y con esa peculiar sonrisa de frontales algo redondos que resultan particularmente lindos y hasta algo jocosos.

Inconscientemente aspira el ambiente, quizá buscando captar algún atisbo del aroma ajeno que le confirme sus sospechas. Y lo encuentra, sabe que es un omega por el aroma dulzón bastante hogareño que expira.

Las cumbres de sus mejillas adquieren calor inevitablemente ante la suave voz que escucha a sus espaldas.

"¿Viene a recoger al cachorro?" Taehyung parpadea algo aturdido ante la omega algo mayor que le sonríe y se introduce a la sala. El omega que carga a su cachorro hasta apenas parece notar su presencia porque le ve ponerse algo nervioso.

El alfa asiente después de unos segundos y baja la mirada un poco unos momentos para evitar hacer contacto visual con el omega. Ve con sus orbes grandes a la mayor susurrarle, apenas siendo audible en su posición; achica los ojos el segundo en el que Hyejeong grita disconforme cuando es privado del calor del delgado y no se da cuenta cuándo vuelve a tensar los hombros, sólo sabe que está sumamente apenado por el comportamiento de su hijo.

Ver a Hyejeong casi aferrarse a la ropa del omega es algo que le desgarra el alma, y aunque en cierto punto trata de interferir, la cuidadora que trata desesperadamente de calmar al cachorro que ahora reposa en sus brazos le aparta diciendo que su presencia de alfa le terminará aturdiendo más.

Y no queriendo hace caso.

Su mirada oscura vuelve al omega delgado que muerde su labio inferior algo fuerte, dejando ver un pequeño lunar situado en la piel debajo de su belfo. Cree verle desesperado por ir y acoger nuevamente a Hyejeong en brazos, mas le ve tratar de retener ese impulso entrelazando sus manos frente a su abdomen.

Pasan apenas un par de segundos antes de que la mayor le entregue a su cachorro con el rostro sonrojado y contraído, como si estuviera aún molesto por desprenderse del omega de mechones rubios.

"Gracias" le murmura suavemente Taehyung a la mujer y ella le responde en un movimiento vago de mano, los orbes del alfa se pasean por el espacio hasta llegar otra vez al omega que le ve fijamente. Sus miradas chocan unos instantes que se sienten eternos, Taehyung aprieta la manta que cubre a su hijo al ver al muchacho brincar en su sitio con el rostro sonrosado suavemente algo avergonzado por su pesada mirada, Taehyung aparta sus ojos oscuros y reverencia poquito antes de salir casi corriendo de la sala con su cachorro en brazos.

No detiene su paso y no voltea hasta que llega al auto y sube, las manos que sostienen a Hyejeong contra sí tiemblan poquito, suspira entrecortado al darse cuenta que ha olvidado la pañalera de Hyejeong en el sala. Quiere llorar por ser tan despistado, pero el golpe que le otorga el infante en su pecho en forma de reproche por la incómoda posición en la que lo mantiene lo hace volver poquito.

"Perdón" le musita en voz baja al niño que chilla bajito algo acongojado, "¿te estoy aplastando?, lo siento" acomoda al infante en el reducido espacio, acomoda la ropa en su lugar correcto. "Ya, tranquilo, falta poco para llegar a casa" le dice como si entendiera, y por un momento cree que sí le entiende porque ve a los orbes avellana del cachorro iluminarse expectantes mientras levanta la cabeza.

"Cuando lleguemos a casa papá te dará-" no puede terminar de decir porque un suave golpe en el cristal de la ventana le hace levantar la mirada algo asustado. Deja caer los hombros ante el omega que levanta entre sus manos la pañalera color azul de Hyejeong, parpadea algo aturdido y sale del interior del auto para poder recibir como es debido la maleta.

"Ha olvidado la pañalera del pequeño" el omega le sonríe suave antes de tenderle la maleta algo pequeña, Taehyung la recibe con la mano que desocupa una vez que acomoda a Hyejeong en su hombro y vuelve a reverenciar en forma de agradecimiento.

"Gracias"acomoda la bolsa en su hombro libre y siente a su interior contraerse en un sentimiento extraño al notar que el omega se va después de unos instantes dejando un rastro de su aroma dulzón.

Relame sus labios inconscientemente ante el olor hogareño que expira.

Entiende un poco la afición de su hijo por el omega, porque ciertamente tiene un aroma tranquilizador, mas hay algo que no pasa desapercibido, y es esa extraña aura que posee lo que le hace seguirlo con la mirada hasta que se vuelve a perder dentro de las instalaciones del edificio.

Y se tacha de pervertido a sí mismo una vez que arriba a su departamento con su cachorro, porque mientras le cambia su pañal y ropa para darle un baño, olfatea ese olor impregnado en el mameluco que sostiene entre manos.

Es el mismo aroma del chico de sonrisa jocosa, lo sabe porque es difícil de olvidar ese particular olor, más aún porque le trae recuerdos que mantiene guardados como tesoros.

Galletas, fresas y leche con chocolate.

No sabe por qué, pero siente a su interior removerse ante el aroma dulce del omega. Tal vez es el lazo roto haciendo estragos en él nuevamente.

"Huele como a las galletas y el chocolate caliente que hacía mi abuela en invierno" le murmura bajito a su cachorro envuelto en una toalla café, platicandole aunque no entiende. "Me habría encantado que la abuela te hubiera conocido" toca la pequeña nariz de su cachorro en un intento de no sucumbir a la tristeza que siempre le ataca cada vez recuerda a la mayor.

"Pero no te preocupes" dice antes de fruncir sus hombros anchos, "la abuela y mamá nos está cuidando desde el cielo"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro