Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♥️ 03. Cuando no negué que te amaba.

Los momentos de mi vida en donde me sentí tan nervioso fueron: cuando recibí el mensaje de admisión de la universidad, cuando iba al médico por alguna vacuna -odio las jeringas y el olor de los hospitales-, y también cuando miraba alguna asquerosa cucaracha correr en algún lugar cerca de mí, me asqueaban, las odio demasiado. Pero aún así, el momento que superó cada uno de los anteriores mencionados, fue cuando por culpa de unos idiotas al hacerme una estúpida broma, la cual fue como te revelaron mis sentimientos. En ese momento pensé que te perdía para siempre.

Recuerdo ese día como uno de los peores y mejores días de mi vida. Aunque lo que sentí al inicio casi me provocan un desmayo por el cúmulo de emociones negativas que tuve, como: miedo, tristeza y pánico. Nada se comparo con lo que sentí después cuándo ya todo acabo.

Unos idiotas me habían arrebatado el cuaderno donde expresaba mis sentimientos por ti.

Quizás no fue tan malo porque me dio el empujon que necesitaba para decirte lo que sentía. Pero si admito que en ese momento cuando todo se reveló, estuve aterrado.

—¡Oh, por dios! —oí que gritaron detrás mío mientras tenía mi cuaderno abierto y hacía un dibujo tuyo sobre las hojas de dicho objeto, pero de la nada ese tesoro se me fue arrebatado por Oh Sehun—. Parece que a alguien le gusta Jimin, el chico lindo de la facultad de periodismo.

—¡Devuélvemelo, Sehun! —intente arrebatárselo pero al segundo se lo tiró a uno de nuestros compañeros.

—"Me gusta tanto verte sonreír, que no me importaría borrar mi sonrisa con tal de mantener la tuya". Joder, Jeon. —dijo impresionado al parecer—. Eres un puto poeta.

Quise golpearlo porque ya se estaba haciendo muy común en la facultad de literatura molestarme. No los culpaba, yo a veces también me reirá de sus bromas, pero ese día llegué a mi límite. Al parecer leer una sola página no les bastó. Mientras intentaba quitarles mi diario estos se lo pasaban unos a otros mientras leían en voz alta todo lo que pensaba sobre ti, mi querido chico de cabello dorado como los rayos de sol.

Que vergüenza tuve cuando al voltear hacia la entrada de mi facultada estabas tú, presenciando todo.

Me sentí morir cuando conecte mis ojos con los tuyos.

Los chicos también se dieron cuenta de tu presencia. Unos reflejaron arrepentimiento en sus ojos al saber que la habían cagado y que su pequeña broma; pasó a ser una broma trascendental como para romper mi amistad con Jimin. Pero Sehun, vaya que ese no sabía cuando quedarse con la boca cerrada.

Recuerdo verte con el ceño fruncido y ver molestia en tus ojos, me asusté demasiado en ese momento que pude jurar que en cualquier momento iba a vomitar debido a lo mal que me sentía debido a que descubrieras todo de esa forma.

—Jimin, mi querido amigo. ¿Si sabes que le gustas mucho a nuestro Jungkookie? Vaya que sí sabes después de escuchar toda esta cursilería.

—Cállate. —dijiste de forma tajante.

Le arrebataste mi cuaderno y después fuiste hasta mi lugar, tomaste mi mano y nos sacaste de ahí de inmediato. No quise preguntarte a dónde nos dirigíamos, solo veía tu silueta con dificulta porque al parecer había empezado a llorar por todo el desastre que se había desatado. Podía sentir la mirada de todos los estudiantes a mi alrededor pero eso no me preocupaba.

Tenía miedo de perderte.

Parece que para ti fue buena idea llevarnos detrás del edificio de la universidad. Tenías razón, así podría llorar en paz y pedirte perdón por querer algo más contigo porque en ese momento no sabía que también querías lo mismo.

—Todo lo que dijeron... Jungkook, —susurraste como si tuvieras miedo al preguntarme tan directamente lo que presenciaste—. ¿todo eso es cierto? —terminaste de hablas mientras tu rostro me era completamente imposible de leer o interpretar en ese momento.

Mis sentidos estaban cegados, totalmente inestables. No podía darme cuenta de tus emociones cuando te mire a los ojos.

No sabía qué significaba aquella mirada que me estabas dando. A través de mis lentes empañados por mi pesada respiración yo solo cerré fuertemente los ojos y asentí. Ya no podía desmentir algo que no podía ocultar, era un caos total y aunque lo hubiese negado en ese momento, tarde o temprano lo descubrirías de una u otra forma.

—Jimin... Y-Yo lo siento. Por favor, perdóname. —lloré aterrado de mis propios sentimientos—. No quise, no-. Yo simplemente no pude evitarlo.

Estaba llorando como un pequeño niño que le rogaba a sus padres que le perdonasen por algo que había hecho mal solo para que no se molestaran con algo que no se podía controlar.

—No sé cuando comenzó. —hipaba mientras sostenía mi pecho a la altura de mi corazón, podía sentir mi corazón agitado y el sonido de sus palpitaciones en mis oídos—. Solo pensé que si lo mantenía en secreto no arruinaría la amistad que tenemos. Jimin, es lo que menos quiero. No quiero perderte.

Me desmorone frente a ti en ese momento.

Llore de miedo y debido a eso me senté sobre el pasto verde del lugar y me recargué sobre la pared de la universidad. No quería que me vieras de esa forma: miserable, triste, sintiéndome como un estúpido por llorar de esta forma.

Pero esto me sobrellevó.

En segundos solo sentí como tus brazos me rodearon y escuché sollozos ajenos a los míos, me sentí como la mierda cuando me di cuenta que te había hecho llorar, pero la vida jamás me preparó para ese día.

Un día agridulce porque a pesar del detonante por cómo empezaron las cosas, también se convirtió en uno de los mejores días de mi vida.

Tú, pequeño descarado de bello rostro con personalidad hilarante y hermosa, solo tomaste mis mejillas y me besaste sin ningún previo aviso. Simplemente sentí tus hermosos y suaves labios sobre los míos y me besaste mientras también caían lágrimas por tus mejillas.

Te seguí el beso en cuanto tuve uso de razón, llevando mi mano por detrás de tu cabeza y la otra sobre tu mejilla húmeda, debido a tus lágrimas, para profundizar ese ansioso beso que siempre quise darte desde que me había enamorado de ti. El beso fue algo torpe por causa de los nervios que ambos estábamos experimentando, pero siempre admito frente a todo el mundo que tus besos son los mejores que he probado en mi vida.

Cuando nos separamos por falta de aire en nuestros pulmones, solo recargamos nuestras frentes en la del otro, inhalando y exhalando lentamente para recuperar el aire, hasta que tú cortaste el silencio. Tú solo sonreíste feliz y yo no pude evitar contagiarme de ello.

—No sabes lo feliz que me siento al saber esto, Kookie. —reíste al ver mi rostro consternado porque poco a poco estaba aterrizando de lo que pensé que era un sueño y me estaba dando cuenta de lo que habíamos hecho minutos atrás—. Siempre me gustaste desde que nos topamos en aquel pasillo, pero tuve miedo de decirte porque nuestra amistad estaba yendo tan bien que temía de estropearlo y poner toda nuestra relación en riesgo porque no sabía lo que sentías.

—Yo también temía perderte si te decía lo que sentía. Nunca te pregunté si eras gay por miedo a que sospecharas de mis sentimientos. Yo no sé si soy gay, pero me gustas tú, Jimin. Solo estoy seguro de lo que siento por ti.

—Pero yo soy un hombre, Jungkook. —reíste al pensar que tal vez mi comentario fue estúpido, pero no lo era.

—Es porque eres tú. No me gusta otro hombre que no seas tú, Jimin.

Eso parece haberte puesto nervioso porque noté como un color carmesí se te subía a las mejillas, pintándolas en cuestión de segundos hasta parecer un lindo tomate ante mis ojos.

Que hermoso te ves sonrojado, mi amor.

—Me gustas, Jeon Jungkook.

No te imaginas lo feliz que fui cuando escuché esa frase salir de tus labios. Mi corazón no paraba de latir cada vez que estaba contigo. Nunca podría acostumbrarme a estos sentimientos porque estaba seguro que cada día que pasaba, mi amor por ti crecía descomunalmente y tampoco quería que eso parece algún día.

Quiero amarte todos los días de mi vida.

—Me gustas, Park Jimin.

Ambos nos sonreíamos y nos veíamos con un brillo desmedido en nuestros ojos. No pude evitar besarte una vez más, de hecho, no recuerdo cuantas veces te besé ese día. Pero jamás me cansaría de tus besos.

Jamás me cansaría del sonido que emite mi corazón cuando estoy contigo.

-♥️-

Adoro esta historia. Mientras la escribía, mi gatito estuvo sentado en mi regazo, seguramente adoptando su papel de juzgado. ᓚᘏᗢ🧡

No se enojen con el Sehun, solo es alguien que puede hacer una broma sin ser consciente que puede lastimar a alguien. Por eso hay que cuidar lo que hacemos y decimos.

Espero les haya gustado el capitulo, corazones de melocotón. Les quiero y agradezco solo por tomarse el tiempo para leerme. ♥️

Les mando besitos desde mi casita. 💋

Att: Gigi.📝

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro