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Todo ocurría demasiado rápido. Yoongi respiraba agitado, pero estaba tan desesperado que sus oídos se entumecían y los sonidos no llegaban. Ni siquiera reaccionó cuando Namjoon abrió la puerta y pegó un grito, desapareciendo y volviendo aparecer con una frazada para envolver el cuerpo frío y semi-desnudo de Jimin.

Ni tampoco pudo procesar bien lo que ocurrió cuando la ambulancia llegó, quitándole a Jimin de sus cálidos y acalambrados brazos por negarse a soltarlo. Era como si su mente aun no asimilaba lo que estaba ocurriendo. Incluso quedó un poco confundido cuando uno de los paramédicos empujó suavemente su pecho cuando quiso subirse a la cabina para ir con ellos en la ambulancia. El joven muchacho le había negado la pasada, indicándole que era mejor si le seguían de cerca en otro vehículo, porque el estado de Jimin era un poco grave.

Era tan difícil explicar el sentimiento que ni siquiera era capaz de expresarse como se debería. Era un miedo crudo, era una desesperación fuerte, de esas que sientes cuando eres niño y crees que todo te parece gigante. Y era imposible para Yoongi que esto mismo esté sucediendo, no cabía en su mente cómo la vida podía ser tan cruel y jugar de esta manera. Aún así, dentro de todo lo malo, tenía la leve esperanza, la leve esperanza de cerrar sus ojos y despertar.

No podían hacerle esto dos veces. Estaba seguro que Dios, o sea quien sea que estuviera mandando, era consciente que el ser humano no era capaz de soportar tantas pérdidas juntas, era muy cruel, y la vida no era para eso. Y aunque juraba que la sensación era muy diferente, si perder a Haeyeon le había quitado parte de su corazón, entonces perder a Jimin terminaba de matarlo por completo. 

Sentía como si le estuvieran quitando el aire, y la ansiedad lograba tocar cada fibra de sus músculos que estos se tensaban una y otra vez, obligándole a empuñar las manos y volver a abrirlas mientras seguía con la mirada la ambulancia que iba muy por delante de ellos.

—Hyung tienes que calmarte, luces como en shock.

Namjoon continuaba manejando mientras le daba miradas furtivas. El alto intentaba mantener la calma, por los dos, porque parecía como si Yoongi tuviera el super poder de ponerlo muy nervioso a él también, quien constantemente se repetía que todo estaría bien. 

—Estoy calmado —respondió, asintiendo con la cabeza y observando la pila de autos que avanzaban lentamente delante de ellos cuando el semáforo les dio rojo—. ¿Puedes apurarte de una vez? necesitamos llegar al hospital.

—Estás alterado.

—No lo estoy, Namjoon, ya deja de joder ¡por Dios, sólo llévame con Jimin!

Y sí, estaba horriblemente alterado. Su pierna seguía moviéndose y se había hecho una pequeña herida en la piel cerca de la uña de su dedo pulgar de tanto que mordía la zona por culpa de sus nervios.

Namjoon se calló, dedicándose a observarle minuciosamente, y cuando avanzó por la fila hasta detenerse nuevamente en un semáforo en rojo, fue que se giró a mirarle.

—Aléjate de Jimin.

Yoongi resopló molesto y rodó los ojos. —No empieces con tus mierdas ahora-

—Jimin tendrá muchísimas recaídas, durante los primeros cinco años será casi un milagro si su cuerpo no intenta rechazar el trasplante. Si Jimin vive más de 20 años, entonces es legendario.

Yoongi esta vez dejó de asesinar al auto que avanzaba lentamente por delante de ellos y le frunció el ceño a Namjoon. —¿A qué te refieres?

—Si no estás listo para pensar que en cualquier minuto puede ponerse grave, entonces no tendrá sentido que hayas disfrutado de él... Suena cruel y es doloroso, porque si no estás listo, será como matarte en vida.

—Maldición, ya deja de decirlo así, como si estuviera muerto, ¿Qué clase de persona eres? ¿no deberías estar preocupado también? —El mayor le observó como si le hubiera nacido otra cabeza en su cuello. Yoongi creía que Namjoon no tenía corazón ni sentimientos, porque ¿cómo podía lucir tan tranquilo cuando una ambulancia les quitó a Jimin diciendo que no era recomendable que ninguno de ellos viajara dentro de la cabina porque su situación era complicada?

Namjoon sonrió de lado y con muchísima tristeza. —Venga, como tú me dijiste ayer, conmigo no encontrarás consuelo. Y sólo te estoy repitiendo las mismas palabras que me dijo Taehyung cuando me hice amigo de Jimin. Además, uno de los dos tiene que estar calmado, y claramente no eres tú.

—No me interesa Namjoon, por favor, ¿puedes simplemente manejar?

Namjoon bufó, pero de igual formas no continuó la conversación. Yoongi agradeció en silencio que no lo hiciera porque, que hablara como si Jimin fuera a morir, le ponía incluso más nervioso.

Era una sensación que le revolvía el estómago y le apretaba el pecho, ahogándolo y quemando su garganta cuando el aire no era lo suficiente para todo lo que él requería. Necesitaba llegar cuanto antes, necesitaba verle, necesitaba saber que estaba bien, necesitaba cuidarlo y no dejar que sus ojos se vayan de él, por ningún segundo.

Y todos sus deseos eran tan contradictorios a todo lo que él había planeado hacer con Jimin hasta que sus pensamientos se aclaren, que se encuentra odiándose a sí mismo.

Había decidido estar con él luego de cerrar todo el caso de Kris, porque el hecho de que Kris esté suelto, como si nada hubiera pasado, como si nada hubiera sido su culpa, como si no le hubiera arruinado la vida a toda una familia, le enfermaban y le hacían sentir como un perdedor, como el que no hizo más que esperar a que todo se volviera una injusticia.

Y Yoongi no se perdonaría si no lograba poner a Kris tras las rejas, por lo mismo, no se sentía el más competente como para darse el lujo de enamorarse, darse el lujo de disfrutar de una persona tan increíble como lo era Jimin.

Pero eso no quería decir que no podía preocuparse y volverse todo loco como ahora, porque literalmente así estaba, loco de miedo.

Sus pensamientos seguían recreando la escena de un Jimin sin fuerzas en sus brazos, de un Jimin pálido, y si esa era la última imagen que tendría del menor entonces se negaba rotundamente a aceptarlo, porque lo que él quería era una sonrisa, de esas que solo Jimin podía mostrarle.

Llegaron unos segundos después que la ambulancia. Yoongi pudo ver claramente como sacaban a Jimin con una camilla y se lo llevaban rápidamente al pabellón de urgencias.

Corrió con Namjoon, quien le seguía los pasos desde atrás mientras le escuchaba hablar con Taehyung por el celular.

Llegaron a la zona donde Jimin había ingresado hace apenas segundos atrás y se quedaron de pie ahí mismo cuando una enfermera los detuvo, indicándoles que el área estaba restringida. La señorita preguntó por el tutor, Namjoon de inmediato se puso al frente y le nombró todas las indicaciones que había que tener con Jimin y quién era su doctor. La enfermera les dijo que el médico se encontraba en planta y que sería quien atendería al menor. 

Todas las bancas se encontraban vacías, pero ninguno fue capaz de sentarse producto de los nervios. Y no pasó más de media hora cuando una persona alta, con un gorro, gafas oscuras y un tapabocas que cubría casi toda la piel de su rostro, apareció por la sala.

Acabó por colocarse frente a ellos y comenzó a descubrirse, y por la persona que venía a unos cuantos metros más de distancia, no tuvo que necesitar evaluar a Jungkook dos veces para saber que la persona quitándose todo lo que ocultaba su rostro se trataba de Taehyung.

Ambos se quedaron mirando de arriba abajo, sin embargo, ninguno fue capaz de decir algo, era como si tanto Yoongi como Taehyung entendieran que ahora mismo necesitaban una tregua. Así que con un leve resoplido de sus labios Taehyung pasó de él y se acercó a Namjoon para abrazarle.

La imagen de ellos dos dándose soporte le dio un poco de celos, porque en esa simple acción se podía ver lo mucho que se preocupaban por el otro.

Y si antes se había hecho la idea de que los dos eran muy unidos, ahora esto sólo terminaba por comprobarlo.

Dejó de verles cuando se dio cuenta que estaba sacando a relucir sus emociones y a su vez se dedicó a echarle una mirada a Jungkook, aunque este no lo notó, porque estaba más pendiente observando al par abrazado.

—Hola Jungkook...

Tan pronto como mencionó su nombre, el menor le dirigió una mirada y se inclinó.

—Señor Yoongi... —Jungkook caminó por su lado, con la intención de acercarse a Taehyung, sin embargo, Yoongi no pudo evitar tomar su muñeca, deteniéndolo.

Se sorprendió cuando el menor sin pensárselo dos veces se volteó y golpeó su muñeca, mirándole entre asustado y enojado mientras deshacía el agarre. Aunque la muestra de sus emociones duró poco, porque apenas sus ojos se encontraron, agachó la mirada y carraspeó mientras le veía respirar un poco agitado. Y nuevamente ahí estaba, ese rostro inexpresivo que tanto lo caracterizaba.

Yoongi sintió un poco de lástima, y esta no hizo más que aumentar cuando notó la zona entre rojiza y violeta del puente de la nariz de Jungkook, siendo el claro recordatorio del puñetazo que le había dado ayer.

—Lo siento —comenzó a decir Yoongi, y Jungkook no hizo más que mirarle—, siento lo de ayer, Taehyung me sacó de quicio, y sabía que herirte a ti sería como herirlo a él multiplicado por mil.

El menor negó con mucha cortesía. —Hace tiempo le mencioné que, si tenía algún problema con Taehyung, podía solucionarlo conmigo, así que está bien. Ahora, si me disculpa. —Jungkook volvió a realizar una reverencia, mostrándose completamente pacífico, no lucía molesto, ni siquiera le contradijo algo. Era como si nada lograra alterarlo, aunque Yoongi sabía que eso era mentira, porque la reacción que mostró minutos atrás, cuando tomó su muñeca, fue muy humana, muy contrario a como se mostraba cada que le veía. Hasta podría decir que fue como ver a dos personas muy distintas; una asustada y la otra seria.

Le siguió con la mirada hasta que el menor se inclinó para saludar a Namjoon, quien sonrió con muy poca fuerza y volvió a su conversación con Taehyung.

—¿Qué haces aquí, Yoongi? —Una voz irrumpió en el pasillo, todos voltearon a observar al hombre añejo que mantenía la mirada fija en Yoongi.

—Doctor Han. —Yoongi le recordaba bien, ¿Cuántas veces había discutido con él por la donación de órganos de Haeyeon? Incluso le había amenazado a él y al director de demandar el hospital.

—¿Qué ocurre doctor? —Taehyung se acercó y frunció el ceño, cambiando la vista de Yoongi al doctor—. ¿Hay algún problema?

"Mierda, no ahora." 

Estaba seguro que si Taehyung se enteraba, entonces sería como desatar una gran pelea sin fin, no es como si a Yoongi le afectara lo que pensara el castaño de él, pero ahora mismo no tenía las fuerzas suficientes para decir frases matadoras y geniales que lo dejaran como alguien inquebrantable. Ahora mismo podía ver cómo su orgullo era dejado por el suelo y estar bien con eso, porque "Jimin" era lo único en lo que podía pensar. 

—Sí que lo hay, pero con este tipo —Dijo el hombre de bata, mirándole con ojos juzgadores—, ¿acaso le hiciste algo a Jimin?

No supo por qué, pero esa pregunta le hizo perder la paciencia en un par de segundos. Avanzó hacia adelante y cambió su vista a una mucho más molesta mientras decidido mantenía la mirada del doctor.

—Yo no le he hecho nada. —Respondió entre dientes. 

Y fue Taehyung el que se acercó a ellos dos y relamió sus labios para hablar —¿Uhm? ¿alguien podría explicarme lo que está pasando.

—Tae... —Namjoon dio un paso hacia adelante, tomando la muñeca del menor y tirando suavemente de esta, sin embargo, no dijo nada porque antes de que pudiera siquiera intentar llevar el ambiente un poco más pacífico el doctor volvió hablar.

—Yo te explico, Taehyung —El señor Han ni siquiera se atrevió a mirar a Taehyung, siguió hablando con la vista posada en Yoongi y levantó un dedo de manera acusatoria—, este hombre que vez aquí le deseó la muerte a Jimin por tener el corazón de Haeyeon, su esposa.

Silencio.

Yoongi lanzó un rezo entre sus pensamientos con todas las maldiciones que conocía.

Deseaba tanto tener el super poder de quemar con la mirada... no, algo mucho mejor, deseaba tener el poder de pulverizar a la gente en menos de lo que dura un respiro.

Ni siquiera se atrevía a girar la cabeza y ver a Taehyung o a Namjoon, porque, en el fondo de su corazón, le avergonzaba y le hacían sentir horriblemente mal no poder decir que todo lo que decía el doctor era mentira.

Lo primero que se escuchó fue algo parecido a una risa salir de los labios de Taehyung.

—Espera... woa... espera, espera, espera, un minuto —ninguna de las palabras salían de manera coherente y su voz parecía tiritar, cuando se giró a verle, Taehyung no lucía para nada bien, resoplaba molesto y parecía querer reírse, pero se detenía cuando al parecer su cerebro procesaba que no había nada de gracioso en la situación—. Entonces tú... eras el esposo de... entonces por eso tú y Hoseok se conocen y... mierda... tú... tú....

Namjoon volvió acercarse al menor y tomó su muñeca. —Taehyung no hagas ningún show, por favor, eres una figura pública, no sabes si hay alguien tomando fotos a lo lejos o algo...

—Woaa, en serio, esto es... woa...

Cuando Namjoon notó que Taehyung parecía no reaccionar, supo de inmediato que nada terminaría bien si lo dejaba ahí, procesando todo con un Yoongi que, luego de verle por unos segundos, volvió a posar su mirada en el doctor, empezando prácticamente una batalla de "quien pestañea primero pierde" con el canoso hombre. Así que buscó con la mirada a Jungkook y le hizo una mueca apenada. —¿Puedes llevarlo al baño? estoy seguro que Taehyung no se siente bi-

—Estoy perfectamente bien —dijo el nombrado, cortando las palabras de su amigo. Taehyung avanzó hasta quedar muy cerca de Yoongi, quien, al sentir la fría mirada posada en él se giró a verle, fue en ese momento que el actor se dio el lujo de mirarlo de pies a cabeza, aborrecido—, Tú... me das asco... —las palabras sonaban tan frías, tan secas que incluso esa ronca voz era capaz de cortar el aire—. Anda contando tu tiempo al lado de Jimin, porque esta vez no aguantaré que estés cerca de él.

Yoongi no fue capaz de refutar nada, porque aunque le doliera parte de su orgullo mantener la boca cerrada, muy dentro, sabía que las merecía. Taehyung guardó silencio tras esas palabras, se inclinó hacia el doctor y caminó hasta doblar por el final del pasillo, desapareciendo por un momento.

Cuando ya no hubo ningún astro de él, se giró nuevamente hacia el doctor. —¿Qué ocurrió con Jimin?

El doctor se le quedó mirando, y luego de unos segundos largó una seca risa, sin ninguna gracia. —¿Te atreves a  decir su nombre después de que lo querías muerto? ¿en serio no tienes vergüenz-

—¡Por favor! —gritó Yoongi, dispuesto a rogarle si era necesario, cerró los ojos en un intento por calmarse y respiró profundo—. Dígame qué ocurrió con Jimin...

—Doctor... —Namjoon le dio una mirada apenada y negó con la cabeza.

El señor Han simplemente suspiró cansado y guardó las manos en los bolsillos de su bata. —Tuvo una descompensación, le dije a Jimin que por lo menos el primer año no se exigiera demasiado, pero hizo algo que exigió demasiada fuerza a su corazón, este no lo resistió y terminó por desmayarse por falta de oxígeno a su cerebro.

No entendía ni la mitad de lo que decía el doctor y cuando se atrevió a mirar a Namjoon, este seriamente asentía a cada una de las cosas. Eso sólo le dejó un mal pesar en la zona baja de su estomago y de a poco comenzó a desesperarse más que antes. 

—Quiero verlo, por favor...

—¿¡Qué!? ¿me estás preguntando si quieres verlo? ¿en serio te atreves?

—Mire, no es nada de lo que usted piensa, sé que la última vez que nos vimos, dije muchas cosas, pero realmente si sigo aquí me voy a volver loco, por favor... se lo pido por favor, se lo ruego yo... —Yoongi respiró agitado y guardó  silencio cuando comenzó a marearse, el doctor le miró extraño, como si su comportamiento fuera muy inusual y al no pensar en ninguna otra cosa más, hizo lo primero que se le vino a la cabeza, inclinarse, completamente. —Por favor....

El doctor Han pensaba que no se iba a dejar engañar, es decir, su periodo de servicio abarcaba muchísimos años, y aunque siempre le sonriera a sus pacientes, con el tiempo se había vuelto menos flexible y simpático.

Por lo mismo, se negaba rotundamente a la idea de autorizar a Yoongi. Aunque el pequeño —porque al fin y al cabo, para él, Min Yoongi, era apenas un mocoso—, esté con los ojos brillantes y coloque esa cara de urgido, creía que no lo merecía, no después de haber tratado a Jimin así, como si no fuera digno de merecer una nueva oportunidad para vivir. 

—Doctor... —Namjoon fue el que habló, su mirada era muy triste, y a pesar de que logró sonreír, esa sonrisa no alcanzaba a llegar a sus ojos. El alto se encogió de hombros y negó con la cabeza—, deje que vaya, creo que ambos lo necesitan...

Un largo silencio, las miradas del médico Han iban desde Namjoon a Yoongi, una y otra vez hasta que maldijo por lo bajo, sorprendiéndolos a ambos y resopló molesto. —Bien. Ve.

No esperó mas autorización, una enfermera guió su camino hasta llegar a una puerta de madera, parecidas a las de una habitación de hotel. Yoongi entró y lo primero que atraparon sus oídos fue el ruido del monitor cardíaco. Y nunca había pensado que un sonido como ese podía relajar tanto su cuerpo, porque Jimin estaba ahí, vivo y estable.

Permaneció ahí en su sitio, en la entrada de la habitación observándole en silencio, sentía tanto miedo que su corazón palpitaba a un ritmo inexplicable, Jimin mantenía sus ojos cerrados, y su pecho se movía con total normalidad, lucía sereno, tranquilo, pero de igual formas Yoongi notó los pequeños círculos en sus ojos, destacando en el tono pálido que se encontraba su piel. Deseaba tanto poder molestarle y hacer que sus mejillas muestren ese color rosado natural que lo caracterizaban, que le dolía incluso verlo.

Se acercó sigilosamente hasta la cama e inmediatamente un nudo se formó en su garganta, porque pensar que Jimin pudiera irse de su vida le aterraba.

No supo desde cuando el menor se había colado como una segunda capa de su piel, pero ahí estaba, haciendo florecer sus huesos, hirviéndole la sangre y haciéndolo sonreír como un idiota. Jimin era tan tibio y caliente que parecía derretirlo por completo, no sabía cómo lo hacía, pero el menor parecía ser experto en eso.

Y ese instinto de querer protegerle, de saber que nadie más que él le hacía bien no se iba, lo cual era sumamente contradictorio para él porque lo que Yoongi pensaba y creía era que lo mejor que podían hacer era estar un tiempo separados del otro, hasta que todo se resuelva.

Ahora estaba sintiendo tanto por él que el miedo de alejarse era más fuerte que ese miedo de saber que le hacía mal.

Casi con necesidad extendió el brazo y acarició su cabello rubio, los mechones suaves que se entrelazaban por sus dedos parecían abrazar también su piel, recibiendo su tacto porque lo reconocían. Porque Jimin era suyo. Y él era de Jimin.

—Seré malo —dijo de pronto, en un susurro para no despertarle. Le miró fijamente y bajó suavemente sus caricias hasta acunar en la palma su suave mejilla que, a pesar de estar caliente, lucía muy blanca. Tragó saliva y no pudo evitar soltar un leve temblor de sus labios al continuar—, seré gruñón, no estaré de acuerdo en muchas cosas y tendrás que aprender a tratarme, porque estoy tan conforme con mis propios defectos que por lo mismo me cuesta cambiarlos. A veces seré frió pero- —hizo una pausa, cerrando los ojos cuando su pecho se apretó, el nudo en la garganta se hizo tan grande hasta el punto de comenzar a doler todo, simplemente por todas las emociones que se estaba aguantando—, pero te juro, Jimin... te juro que seré sincero...

Jimin frunció el ceño, y Yoongi suavemente pasó su índice por este, en un intento de deshacerse de cualquier pesadilla que estuviera teniendo, en un intento de querer quitarle todo lo malo de su vida. Poco a poco el rostro del menor se calmó y él sonrió poquito al imaginarse que el menor podría reconocer sus caricias.

—Te miraré sólo a ti, y te querré solo a ti, Jimin. Sé que todo entre nosotros es inconcluso, e incluso incómodo a veces, porque no sabemos cómo actuar, y a pesar de que mis sentimientos por ti se mantienen, y de hecho crecen —soltó una ligera risa ante lo último y sintió como si sus ojos brillaran con añoranza—, pero necesito dejar cerrado el caso de Kris, vengar la muerte de Haeyeon para poder continuar y seguir tranquilo. Está bien si no esperas —negó Yoongi, ahora tomando la mano por la cual se inyectaba una intravenosa y acariciando sus pequeños dedos suavemente—, porque no es necesario que lo hagas, será mi error si otro conoce lo increíble y buena persona que eres... pero si lo haces... —no pudo evitar hacer otra pausa, sus ojos picaron, porque estaba siendo completamente sincero ahora mismo, estaba mostrando su parte débil y cobarde, esa parte que temía porque Jimin se fuera de su lado. Permaneció fijamente mirando su rostro, viendo cómo la calma ajena iba de a poco traspasándolo a él, aunque no lo suficiente para dejar ir lo aterrado que estaba al aceptar que realmente Jimin le gustaba y demasiado, al aceptar que Jimin lo tenía en la palma de su mano. Respiró audiblemente y esta vez, se agachó para hablarle al oído—, si realmente me esperas, entonces, Jimin, serás todo mi mundo, así que por favor, quédate aquí conmigo...






*






Taehyung observaba el suelo, casi esperando que se abriera un portal que tragara todas las desgracias de sus vidas.

Estaba alterado a pesar de que no lo estaba demostrando porque Namjoon, sentado a su lado, le parecía recordar constantemente que habían unas cuantas personas sospechosas al final del pasillo observándoles. Cuando les miró dedujo que eran paparazzis o reporteros intentando descifrar el por qué de su visita en el hospital, específicamente en el área de emergencia.

Jungkook se mantenía serio, pero su mirada se frunció más cuando se percató de la gente que observaba. Sin pensárselo se puso pie de su lugar al lado de Taehyung y se ubicó frente a él, tapando un poco la visión de su jefe de estas personas.

Y Taehyung estaba tan ensimismado en su tristeza que ni siquiera se percató el esfuerzo que hacía Jungkook por cuidar su integridad. 

—No tenias que dejar que él fuera primero, tenías que haber dicho que entráramos nosotros...

Namjoon se mantenía igual que él, observando a la nada pero aun así consciente de sus palabras. —Ponte en sus zapatos, Tae, si algo así sucediese con Jungkook desatarías la tercera guerra mundial por ser el primero en entrar a verlo, y yo haría lo mismo si fuera Jin...

Taehyung suspiró, tan dolido que ni siquiera podía hacer un berrinche. —Pero yo no le deseé nada malo a Kukku, prácticamente Yoongi es el malo de la película aquí y está adentro, con Jimin... y... acabas de confesarme que te gusta Jin...

—Créeme que Yoongi lo que menos haría sería herir a Jimin, aunque ya lo ha hecho sin embargo, pero sabes a lo que me refiero... —Namjoon se igualó a los suspiros del menor y se encogió de hombros—. Y sip, acabo de decirte que estoy jodidamente loco por Jin.

—Lo que menos quiere Yoongi, según tú, es herirlo, pero eso es lo que ha hecho desde que lo conoció, por eso es un bastardo hijo de p-

—Taehyung te están vigilando, es fácil leer de tus labios las maldiciones...

El nombrado cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, descansándola entre el respaldo de las silla plástica y la pared. —Estoy tan enojado, tan decepcionado de todos que ya ni fuerzas me dan para contradecirte, hyung.

Namjoon simplemente se dedicó a mirarle, Taehyung mantenía los ojos cerrados aun, y si alguien lo mirara de lejos pensaría que simplemente estaba ahí esperando, sin embargo, Namjoon sabía que por dentro estaba sufriendo, como él y como todos. Quería abrazarle, y acariciar su cabello como siempre lo hacía cuando el menor le decía que estaba triste o mostraba señales de ello, sin embargo, estaba seguro que si lo hacía sería como iniciar quizás una nueva ola de emociones de llanto y enojo, y por las personas que no paraban de pasearse cerca de ellos, estaba seguro que sería un espectáculo digno de mostrar hacia los medios, iniciando los rumores y un sin fin de reportes de los diferentes portales.

Así que en vez de decirle algo a él, observó a Jungkook, como siempre lo hacía cada que necesitaba una ayuda para mantener a Taehyung estable.

—Kookie, necesito pedirte un favor —dijo, haciendo que Taehyung abriera los ojos por fin y Jungkook tomara atención de él—, ¿puedes cuidar de Taehyung? Es decir, sé que lo haces a menudo y lo haces muy bien pero por favor solo... no dejes que se vuelva loco.

Taehyung de inmediato se sentó correctamente y tomó su brazo intentando capturar su atención, el joven actor estaba realmente confundido. —¿Qué harás?

—Necesito hacer una denuncia, contra Kris... —Taehyung no entendió, por lo que él sabia no habían pruebas que mostraran a Kris como el asesino, a pesar que lo era, así que simplemente negó con la cabeza, indicándole que estaba perdido en alguna parte de la historia. Namjoon sonrió nostálgico—. Él fue quien mató a la esposa de Yoongi... el mismo día que mató al amigo de Jin...

Taehyung abrió la boca, pero nada salió de sus labios porque le costaba procesar lo que había dicho. —Espera... ¿entonces Kris sabe? Cuando secuestró a Jimin esa vez... ¿él sabia lo del corazón?

—Espero que no, pero por lo mismo necesito ir lo antes posible. Ahora que tenemos una prueba contundente podemos detenerlo, y sé que con Yoongi y tú aquí, Jimin estará bien, así que ¿me puedes avisar cuando despierte?

Sin pensarlo dos veces Taehyung asintió. —Obvio que lo cuidaré, te avisaré cualquier cosa, es más, nos sacaremos una selfie y te la enviaremos, pero por favor ¿puedes volver rápido? Me preocupa todo esto de Kris, no me da buena espina.

Namjoon buscó a tientas su mano y cuando la encontró entrelazó los dedos con los ajenos y apretó suavemente, sonriéndole. —Volveré, lo prometo.

El abogado se fue dejándole un sabor amargo, no pudo evitar suspirar nuevamente y sentarse de mejor manera. Cuando vio a Jungkook este seguía observando a las personas que se mantenían echando furtivos vistazos hacia ellos. No pudo evitar sonreír, haciendo que el sentimiento de amor hacia su guardaespaldas le hiciera olvidar por un segundo de todo.

—Disculpe, ¿usted es visita del paciente Park Jimin? —una enfermera se acercó a ellos. Jungkook de inmediato se ubicó frente a ella, bloqueando por completo la mirada de Taehyung, provocando que la pequeña chica de cabello castaño se intimidara y retrocediera un poco, evitando su mirada. —V-vine p-para saber s-si quiere que interrumpamos la visita de ahora para que usted pueda ver al p-paciente...

—Jungkook. —Con tan solo decir su nombre, su guardaespaldas entendió, dejó de intimidar a la joven enfermera, inclinándose frente a a ella y tomando asiento al lado de él.

Taehyung simplemente sintió pena por ella, así que le sonrió y negó con la cabeza pensando en lo que había hablado con Namjoon.

—No, déjelo así, estoy seguro que lo necesitan.






*






"Serás todo mi mundo."

Jimin frunce el ceño sintiéndose un poco pesado, como si una enorme pared de concreto estuviera encima suyo. Cuando por fin abre los ojos se da cuenta que no hay nada más que las sabanas tapando parte de su cuerpo y el ruido constante del monitor cardíaco que reconoció de inmediato.

El techo, las paredes de color crema, y ese aroma a canela parecido al de la oficina del doctor Han.

Estaba en un hospital.

Tan pronto reconoció el lugar los recuerdos poco a poco comenzaron a llegar a él. Se había mareado al salir de la ducha, había pensado que fue producto del vapor y la falta de oxígeno del baño. No le había dado tanta importancia, es más, ni siquiera imaginaba terminar aquí, había pensado que si salía y se acostaba con Yoongi a descansar un rato, entonces pasaría.

Yoongi.

Tan pronto el nombre llega a su cabeza se reincorpora de golpe y se da cuenta que algo impide que las sábanas se deslicen con él.

Cuando lo nota, puede ver a Yoongi sentado con parte de su torso apoyado en la cama.

—¿Hyung?

No pensó que Yoongi estaría despierto así que lo hizo más que nada para asegurarse que estaba ahí, pero apenas lo nombró, Yoongi levantó la cabeza, se puso de pie y le miró sorprendido.

De inmediato sintió sus mejillas encenderse, sin embargo, ninguno de los dos dijo algo por un buen momento, se mantuvieron contemplándose en silencio.

Fue Jimin quien desvió la mirada y carraspeó un tanto incomodo. —Y-yo... uhm... ¿qué ocurrió?

—El doctor dijo que habías hecho un sobre-esfuerzo y que por eso te descompensaste.

—Oh... —Su mirada seguía escondida, y a pesar de que no era ni entretenido observar el color de sus sábanas, eso era lo único que podía mirar ahora.

Escuchó el sonido de él moviéndose, hasta que sintió su cuerpo hundir parte de la cama.

—Jimin... —le llamó Yoongi, posando delicadamente una mano en su mejilla y haciendo que levantara el rostro. Y la aflicción que surcaba cada línea del mayor era tan notoria que Jimin por un momento se sorprendió, tensando sus labios y deseando poder borrar cada una de esas marcas que parecían doler. Yoongi siguió escudriñando todo su rostro y con mucho miedo preguntó—: ¿estas bien? ¿realmente estas bien?

Jimin guardó silencio y relamió sus labios para hablar. —Hyung... —susurró, posando su palma en la mano que Yoongi mantenía en su mejilla. Instintivamente ladeó su rostro en dirección a la caricia y le sonrió tiernamente y con los ojos brillantes—, estoy perfectamente bien, sobre-exigí mi cuerpo, nada mas, en serio, creo que soy uno de los mejores trasplantados de mi doctor, así que esta bien... esto no es nada...

—Lo siento mucho.

—¿Por qué?

Yoongi se encogió de hombros y agachó la mirada. —Solo lo siento...

—Está bien... —le respondió, apretando la mano que posaba su mejilla y acariciándole con su pulgar—. ¿Los demás? ¿saben que estoy aquí?

Yoongi volvió a levantar la cabeza y bajó su mano, aunque esta la terminó por entrelazar con la de Jimin. —Sí, Taehyung está afuera y Namjoon me envió un mensaje, diciendo que ocupó la carta para denunciar a Kris. 

Jimin asintió. —Si necesitas que testifique sobre algo, entonces lo haré hyung.

—No, Jimin... —Yoongi negó y su mirada pareció enfriarse, con mucha seriedad—, ya no quiero que te involucres en esto, es peligroso. Tengo una grabación más, me encontré a Kris en el cementerio visitando a Haeyeon hace tiempo, reconoció haberla matado, haré la denuncia con eso también. Así que ya no te necesito dentro de esto, es muy peligroso.

Jimin asintió más porque creía que eso dejaría tranquilo a Yoongi, porque honestamente lucía muy inestable, y por la forma en cómo apretaba el agarre de sus manos, no se equivocaba. —Está bien...

—Oye y yo... —El mayor guardó silencio, parecía meditar sus palabras y al fina negó—¸nada, yo... iré a decirle a Taehyung que despertaste, su nivel de odio aumentó hoy, de hecho, no me sorprendería si lo encuentro haciendo un live  por alguna red social diciéndole a sus fans que me odien o algo así.

Jimin rió y esa risa que brotó desde su pecho dejó encantado a Yoongi. —Venga, Tae no haría eso...

—No sé... él es extraño, más que Jin... —Yoongi deshizo el agarre y se fue alejando de a poco, por algún motivo, ahora que sabia que Jimin estaba bien sentía que necesitaba alejarse, como si las palabras del doctor Han y las de Taehyung estuvieran constantemente en su cabeza, recordándole que no merecía ni siquiera respirar el mismo aire de la habitación del menor—, nos vemos luego... y me alegra que estés bien, en serio, yo... creo que no me lo hubiera perdonado...

Jimin frunció el ceño. —No seas idiota... y cuídate —Yoongi asintió y sólo cuando se volteó, fue que Jimin tuvo el valor de volver hablar—, y Yoongi... —el nombrado se volvió a girar, levantando las cejas esperando que siguiera—, escuché todo lo que me dijiste en denante ... así que... si no vas ahora a intentar arreglar el mundo, entonces no te esperaré, hyung.

Honestamente, Jimin lo había escuchado desde que entró a la habitación, y cuando Yoongi le dijo todo eso, tuvo que fruncir el ceño para no largarse a llorar de la emoción. Las mariposas habían jugado en su estómago y tenía tantas ganas de abrir los ojos y decirle que él también sentía lo mismo, que se aguantó sólo porque Yoongi tenía mucho que hablar y porque sabía que el mayor quizás no se lo diría directamente hasta que resuelvan todo lo relacionado con Kris.

Jimin quería decirle que todo estaba bien, como siempre, porque su voz había salido dolida, con ese sentimiento que no hacía más que acrecentar la necesidad de cuidarlo así como el mayor solía cuidarlo a él. 

Así que Jimin sonrió y con eso Yoongi también, y solo bastó esa sinceridad salir del cuerpo del menor para que él se calmara.

Yoongi no esperó más tiempo, sin pensárselo dos veces, volvió a caminar directo hacia el menor y bajó sus labios hasta tocar los contrarios, besándolo con mucho amor, para que sintiera todo lo que se estaba guardando por él, para que sintiera todo lo que se había reprimido por pensar que ellos no merecían estar juntos. 

Sus labios se contornearon a los de Jimin perfectamente, casi como un molde hecho para el otro. Y cuando por fin lo soltó, sintió las manos de Jimin a cada lado de su rostro, sosteniéndolo, él por otro lado se quedó acariciando el cabello de su nuca y uniendo sus frentes, como si ambos necesitaran tocar al otro para sentirse tranquilo.

Yoongi le dio un último profundo beso y suspiró ahí en sus labios. —Prometo arreglar el mundo y dejarlo listo para ti, bebé.






*





Jin se encontraba sentado en su cama, con las rodillas contra su pecho, muy escondido en el rincón mientras los otros dos con los que vivía en esa pequeña habitación, se encontraban sentados frente al televisor viendo un drama, uno de sus favoritos para ser exacto, se hubiera sentado con ellos a mirar, pero los otros dos estaban ahí por robos menores, él estaba ahí por asesinato, así que le tenían miedo.

Había intentado socializar, porque no es como si su rostro desprendiera maldad o algo, pero admitía tener una personalidad fuerte que no se dejaba pisotear, sin embargo, aquí todos se alejaban de él como si tuviera una enfermedad contagiosa.

Incluso en las horas de comida y cuando los llevaban a ducharse, todos le miraban con miedo, como si en realidad ellos estuvieran ahí experimentando lo que era estar en la cárcel y él siendo el único real reo.

Estaba seguro que Kai, el trabajador de su padre, tuvo algo que ver en todo esto, porque los guardias permanecían bien cerca de él, como si estuvieran cuidándolo de que no sacara un cuchillo por arte de magia y comenzara a matarlos a todos.

No es como si él mandara en la zona y tuviera alguna especie de mafia por la cual era respetado, aunque estaba seguro que si mandaba a decirle a sus trabajadores que le buscaran una salida de aquí, sin duda lo harían, porque ellos eran un poco... demasiado eficientes, casi al nivel de Jungkook.

Y de nuevo, estaba divagando, definitivamente estar tantas horas sin hacer nada al día parecía quemar sus neuronas con ideas tontas, incluso llegaba a pensar en qué pasaría si los extraterrestres invaden la tierra en ese preciso minuto, se preguntaba si los guardias se quedarían a procurar que no salieran o si todos se mandarían a cambiar.

De pronto alguien irrumpió en la habitación, lo notaron al instante porque era bien pequeño el espacio donde dormía. Tres camas, una tele antigua al medio y una bolsa de ropa sucia y una donde guardaba sus pertenencias.

—Kim SeokJin. —Jin levantó las cejas al escuchar su nombre, rápidamente se escabulló de su cama y se puso de pie, un poco con miedo porque los guardias sí parecían como salidos de la mafia China, y lo que más le preocupaba era que por favor no golpearan su rostro y le arruinen su piel, porque si eso pasaba entonces él comenzaría a volverse inestable, cosa que sería como prenderle fuego a un barril lleno de pólvora, en conclusión, algo que nadie querría ver. Y suficiente tenia con permanecer ahí, aunque solo haya pasado un día y medio desde que lo tomaron preso, pero de igual formas se sentía como haber permanecido una semana ya. Aunque con suerte sabía que sus compañeros se llamaban Xan y Baek,  así como ChanBaek la OTP de su drama favorito ¿no era gracioso?

Casi se le escapa una risa al pensar en la relación de sus nombres, ¿Cuánta coincidencia debía haber en la vida para que justo los otros dos reos sean conocidos como Xan y Baek? Era algo digno para reírse, estaba seguro que si seguía pensando en ello mientras esposan sus muñecas su rostro se reventaría de tanto que aguantaba la risa.

Salieron de su habitación caminando por el largo pasillo hasta dar con la entrada, pasaron cerca de la cafetería y lo dejaron frente a una puerta.

—Entre, por favor.

Jin observó al guardia que lo acompañaba por harto tiempo, como queriendo decirle que no, gracias, prefería no entrar, porque honestamente no sabía qué era lo que se encontraría.

¿Y qué si Kris tenía gente también adentro y lo que había tras esa puerta era algo así como el verdugo que lo mataría?

Trago duró, pasando su vista desde la puerta de metal al guardia tras él, varias veces, el hombre tenia un rostro de pocos amigos, como si con la mirada le quisiera decir "no estoy para discusiones maricas" así que simplemente se dedicó a tragar saliva y empujar suavemente la puerta.

Y su sorpresa fue tanta que incluso se le olvidó como respirar, y él era Jin, a él no se le olvidaban ese tipo de cosas básicas, pero realmente, en ese minuto, no estaba actuando como casi el 80% de las veces, esta vez fue verdaderamente real que se le olvidó algo tan jodidamente básico como seguir manteniendo con oxígeno sus pulmones.

Largó un grito ahogado y sus ojos se le llenaron de lágrimas que por ninguna parte eran de tristeza. Sino que estupendamente eran de calma.

Namjoon le sonrió, e inclinó un poco la cabeza, viéndole con un amor tan profundo que algo en el cuerpo de Jin hizo así como "boom boom" al estilo Super Bass de Nicki Minaj.

—Hola, Jin.

—¿N-namjoonnie? —No esperó a que el contrario dijera así como "sí, soy yo" porque era una pregunta retórica, así que sin más, comenzó a caminar a largas zancadas para acabar con toda esa distancia que los separaba, aunque en medio del camino pareció volver a la realidad porque de inmediato se paró en seco y le miró un poco con miedo—. Espera, ¿Y-yo puedo abrazarte? Es decir, ¿podemos abrazarnos? —preguntó, observando en las esquinas por cámaras o algo que pudiera perjudicarlos.

Inesperadamente Namjoon rió y estiró sus brazos. —Si no vienes tú, iré yo, decide.

Y obviamente fue él, porque Jin lo necesitaba y muchísimo, así que levantó sus brazos esposados y los pasó por arriba de la cabeza contraria para abrazarle. De inmediato hundió el rostro en su cuello y aspiró profundamente su dulce aroma, lo calmaba tanto que Jin juraba poder estar toda una vida reemplazando el aire por el olor que emanaba la piel suave del alto.

Unos brazos rodearon su cintura, apretándolo tan fuerte que eso significo más que mil palabras, eso significó que ambos sentían lo mismo, ambos, a pesar que había pasado como un día y unas cuantas horas, se habían extrañado hasta ese nivel.

—Lo siento mucho, Jin, siento tanto que estés aquí a pesar de que no hayas hecho nada, soy un muy mal abogado, perdóname... por favor...

Jin se alejó, pero ninguno se separó lo suficiente como para estar lejos del otro. —Está bien, no es tan malo, la mitad de los de aquí me tienen miedo y estoy seguro que Kai hizo algo para que los guardias estén de mi lado.

—Prometo que no estarás aquí tanto tiempo.

—Esta bien Nam...

—Jin —Namjoon esta vez le llamó serio, como pidiéndole silenciosamente que escuche sus palabras—, denuncié a Kris... él mató a Haeyeon la esposa de Yoongi. Es algo largo, pero en resumidas, cuando Jimin fue a cenar donde los padres de Haeyeon estos le dieron una carta que ella escribió para su donante, Jimin se la mostró a Yoongi y salía todo sobre Kris, están las direcciones de los lugares donde guarda armas ilegales y drogas, incluso ella afirma haber muerto por su culpa y habla de la muerte de Ken, tu amigo...

—Nam..

—Así que tranquilo, porque todos podrán vengar lo mal que Kris hizo. Estoy segurísimo, la policía ahora lo esta buscando para detenerlo por el asesinato de Haeyeon, Yoongi tiene una grabación donde él asume haber matado a Ken, así que eso bastaría para que en el siguiente juicio quedes libre...

Era difícil procesar todo lo que le estaba contando, era como justo lo que necesitaban, justo lo que necesitaban para ganar el caso. Jin incluso pudo sentir como si toda una carga se fuera de sus hombros, llegando la tranquilidad a él. —Yo... no sé que decir Nam esto es demasiado yo... —las lágrimas cayeron por los costados, y cuando Namjoon las notó, levantó sus manos y las barrió con mucha delicadeza, casi intentando no tocarle, y eso sólo hizo que aumentara su llanto—, yo creí que nunca podría vengar la muerte de Ken, yo... gracias por todo, en serio, gracias por esto...

—Sé que te prometí antes mucha seguridad, que no tendrías que pasar por esto y que ganaríamos el juicio y sé que fallé como empleado y trabajador pero-

—Jonnie...

—Pero quiero que sepas que esta vez es real, Jin, esta vez sí puedo asegurarte un futuro conmigo, yo te protegeré, hyung, ¿de acuerdo?

Jin no dijo mucho, las palabras no salían porque su garganta dolía de lo dulce que podía ser el menor con él.

Namjoon cerró los ojos y bajó los labios hasta unirlos a los suyos en un profundo beso, uno con tanto anhelo y deseos porque se habían aguantado todo este tiempo las ganas de besarse así.

Y si antes había sentido lo suave que fueron cuando apenas le dio un corto y casto beso, ahora esa suavidad se multiplicaba por mil, incitándole a morderle su labio inferior, tirando tiernamente de este para volver a besarle, Jin incluso se paró en puntillas haciendo que Namjoon retrocediera hasta chocar con la pared del fondo.

Pequeños ruidos salían de sus chasquidos y cuando se separaron, Jin no pudo estar más feliz por ser un reo que tenía que volver a su celda.

Por ultima vez miró a Namjoon, y entre las lágrimas que seguían bajando, se dio el lujo de sonreírle abiertamente, mostrando su perfecta dentadura en el proceso. —De acuerdo, Nam, de acuerdo.






*






Kris estaba en su oficina leyendo unos papeles cuando alguien irrumpió en la puerta.

El chico que apareció tras el marco lucía asustado.

—La policía está aquí, señor.

Sonrió. Suspirando y colocándose perezosamente de pie. —Ya era hora.

No pasaron más de 30 segundos cuando detrás del muchacho asustado aparecieron dos oficiales, uno de ellos mostró su placa mientras que el otro sacaba unas esposas.

—Tenemos ordenes de arresto por sospechas de doble asesinato, tendrá que acompañarnos a la comisaria, señor Wu.

Kris rodeó su escritorio y estiró sus brazos. —Está bien.

Apenas salió esposado, todos su trabajadores le quedaron mirando, murmuraban cosas entre ellos y cuando bajaron al primer piso, un tercer y cuarto policía se les unió. Bajaron al estacionamiento y lo subieron a la patrulla.

Dos policías iban sentado a cada lado de él en la cabina de atrás mientras que otro, uno de mayor rango, manejaba y mientras que otro, igual que los de atrás, se sentaba de copiloto.

Todo iba en silencio, de vez en cuando se escuchaba la radio sonar, indicando las calles donde se estaría cometiendo algún delito o para compartir algún dato de las rutas.

Fue entonces cuando la patrulla dobló hacia otro lado, hacia un lugar distinto al de la comisaria a la cual era llevado.

Y a Kris nunca se le borró la sonrisa.

Ni siquiera cuando llegaron a una pampa casi desierta y el policía de copiloto le preguntó al chófer si algo andaba mal.

El hombre detuvo el carro y sacó una pistola, apuntando hacia compañero de al lado. —Tienes diez segundos para salir de aquí y perderte.

El muchacho no entendía nada, miró hacia atrás buscando la mirada de los policías que iban a cada extremo de Kris, pero ninguno le daba la respuesta a lo que estaba pasando. Por ultimo su mirada se cruzó con la de Kris, y este, recién en ese momento notó lo extremadamente joven que era, sus pupilas invadidas de miedo le recordaron a uno de los niños del orfanato donde Haeyeon trabajaba como psicóloga, y por un momento tuvo compasión, pero luego sonrió a lo grande, incitando al policía a salir asustado del carro y echarse a correr.

El muchacho no alcanzó ni a correr tres metros cuando el chófer salió de su lugar, sacó una pistola y le apuntó, jalando del gatillo y disparando primero en la pierna y luego en su cabeza.

El policía estaba muerto.

Kris suspiró y rápidamente se cambió al asiento de copiloto.

—¿Nos encargamos del muerto señor? —Ambos chicos vestidos de policía salieron del auto cuando él les dio una señal para que se deshagan del cuerpo.

El motor se echó andar y Kris observó con nostalgia a través del vidrio.

—Lo siento, pero aún me queda algo por hacer antes de irme preso.






*



¡HOLA! Siento tanto la demora niñxs, voy a llorar T_T, en fin, perdonad mis errores y gracias por ser tan pacientes ♥♥ 

Solo dos capítulos y ADIÓSSSSSSSSSS ¡AU REVOIR!

en serio, siento mucho las faltas, por favor si ven alguna avisadme que cuando yo releo siento askha de mi dislexia :V 




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