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10 - II






Todo estaba siendo demasiado extraño para Yoongi. La música se mantenía fuerte, pero aun así podía escuchar las risas de todos, lo suficientemente tomados como para encontrar graciosa cualquier situación.

A excepción de él, que apenas llevaba una sola copa y su humor parecía decaer. Es decir, siempre traía consigo ese humor como el de un viejo que vivía sólo dedicándose a espantar a los niños que pasaban cerca de su casa. Pero esta vez se sentía como si quisiera echar a todo el grupo esparcido en el improvisado círculo ahí en la alfombra. Por lo mismo, bebió todo el contenido de su vaso, gruñendo de lo frustrado que era no saber qué estaba sintiendo en realidad.

Lo único claro, era que toda la culpa caía en Jimin.

—¡Ya basta! ¡No, hyung! Ahí no~ —el rubio reía fuerte mientras intentaba patalearle a un Hoseok que le hacía cosquillas. Lo peor fue cuando Taehyung agarró sus manos, apresándolas mientras se ubicaba detrás de él, de tal forma, que su pecho le sirva de respaldo.

—¡En sus costillas, Hoseok-hyung! ¡en sus costillas

Hoseok rio divertido, y con unos cuantos tragos demás en el cuerpo, se las ingenió para hincarse de rodillas y tomar las piernas de Jimin para abrirlas, dejándolas a cada lado de su cadera y así él poder acercarse mucho más. Movió sus manos desde el estómago hasta la parte de sus costados, obteniendo como resultado al menor retorciéndose bajo su toque.

—Si Jimin no se estuviera riendo, pensaría que quieren violarlo —Jin echó un trozo de pastel a su boca. Pastel que los demás le habían preparado cuando llegó hace unas horas atrás. Con una mano seguía comiendo y con la otra mantenía el celular alzado, grabando la escena llena de risa que vivían los tres frente a él. Luego, llevó el aparato hacia el otro lado, donde una persona emanaba un aire demasiado oscuro como para pensar que estaban celebrando algo—. Y Yoongi tiene un rostro de tres metros, porque quiere ocupar el lugar de Hoseok. Miren... un poco más y las cejas se le juntan, está tan rojo, es la primera vez que veo tanto color en su rostro... y Jungkook —se volteó hacia donde el menor permanecía alejado de todos, observando a la nada, como si para él fuera una especie de prohibición ser partícipe de una escena que compartía demasiada familiaridad—, Jungkook sólo vive. —Entonces la cámara volvió a él, para enfocar a Namjoon. —Mi Nam está demasiado contento viendo a sus cachorritos jugar —sonrió cuando vio la gran sonrisa del alto, para nada preocupado de que quizás a Jimin se le puedan reventar las tripas luego de tanto reírse. Cuando estuvo más que conforme de haberlo grabado, vuelve la cámara hacia él y hace el signo de la paz cerca de su ojo—. Y todo esto en mi cumpleaños, fin.

Cortó el vídeo y dejó su celular en el suelo, bien cerca de él, porque todo lucía como si en cualquier momento algo iba a ocurrir, algo que necesite ser grabado y a él, como que le emocionaba reportar las cosas y todo ese trabajo típico de los periodistas en la escena.

—¡Más arriba Hoseok-hyung! ¡más arriba!

—N-no, Ya, ya, Tae suéltame, mi estómago BASTAAA~

Yoongi gruñó. Intentando no verse tan afectado con la escena. —Hoseok, para tu mierda quieres.

Pero Hoseok no le escuchó, porque estaba encantado con la risa del menor, quien por inercia apretaba las piernas en sus caderas, intentando de alguna forma desenredarse de la llave que ambos chicos, conspirados en su contra, habían hecho.

Y por esa razón, Yoongi nuevamente llenó su vaso de bebida, bebiendo el contenido casi por completo. Tragándose el enojo y la mierda que sea que quería desatarse en él.

—¡Yoongi está celoso! —gritó Jin, aplaudiendo y riéndose escandalosamente mientras intentaba mover sus brazos al ritmo de la música.

Namjoon frunció el ceño. —¿De qué?

—De ellos dos —respondió, apuntando a Hoseok y Taehyung—, a Yoongi le gusta Jimin por si no lo notaste...

Yoongi simplemente miró con odio al par que hablaba de él. No iba a refutar en esa estúpida información porque no era de los que mantenía conversaciones al estilo "no es cierto" y esas mierdas adolescentes. Que piensen lo que quieran y que se jodan todos, él sabía que no era cierto. A él sólo le molestaban que los tres hicieran tanto ruido porque Jimin se reía como si fuera alcanzar la 5ta octava y el registro de silbido.

Namjoon chasqueó su lengua y negó con la cabeza. —Mala suerte, entonces hyung, porque a Jimin le gusta un compañero de su universidad.

Yoongi estuvo a punto de protestar contra eso, pero justo Taehyung gritó como si hubiera encontrado un gran tesoro en Jimin.

—¡Hoseok-hyung levántale la camiseta!

Jimin se tensó, o eso intentó hacer, se estaba desesperando al pensar que su fea cicatriz saldría al descubierto, pero lo único que lograba al abrir la boca era soltar más risas, ocultándose su estado preocupado.

—¡No, en serio que! No, no ya~ —dijo entre risas, intentando rodar para un lado y zafarse. Su mirada pasó a cruzarse con la de Yoongi, duró apenas unos segundos, pero lo suficiente para dejarlo helado, porque el mayor parecía querer insultar a todo el mundo con ese rostro de completo enojo.

Yoongi sabía que por más que quisiera intervenir no le harían caso, y el no iba a rogar. Necesitaba otros lados para llamar su atención, así que no se le ocurrió otra cosa más que voltearse hacia la única persona que se encontraba sentada en el sillón.

—Hey, Jungkook, ven aquí, a mi lado. —Pidió, llamando la atención del menor y también la de Taehyung—. Siéntate con tu hyung, pequeño.

¿Pequeño había dicho? Eso fue la gota decisiva para que Taehyung soltara las manos de Jimin y girara su cabeza al estilo exorcista, porque le molestó en sobremanera el apodo, apodo que él debería estar diciéndole y no Yoongi.

Frunció el ceño, sabiendo que el mayor jugaba sucio, y como no, si él también. Había comenzado hacerle cosquillas a Jimin, sólo para demostrarle al pelinegro que su mejor amigo se la pasaba mejor con él y que no necesitaban a un viejo de 24 años en su vida.

Pero todo pareció perder sentido cuando Yoongi decidió atacarlo yendo por Jungkook.

Así que soltó a Jimin de inmediato y se re acomodó en su sitio. —Kookie, ven aquí, con tu hyung.

Sin rechistar, Jungkook volvió a colocarse de pie y caminó hasta sentarse a su lado.

Yoongi frunció el ceño y simplemente palmeó ahora el lado vacío de la alfombra. —Jimin, ven aquí.

No supo en qué momento, pero tanto Hoseok como Namjoon y Jin se habían perdido por la cocina, seguramente a buscar más bebida. El ambiente ahora que venía de ellos cuatro parecía ser un aura negra que los envolvía, manchándolos para intentar mostrar lo peor de ellos.

—¿Qué? —Jimin se removió nervioso, apretando un poco sus labios y sintiendo sus mejillas rojas al notar ese aire de posesión que parecía emanar de Yoongi. De todas formas, negó un tanto alterado—. ¡No! ¿Por qué?

—Solo ven.

—Ya, ya —Jin volvió de nuevo junto con Namjoon y Hoseok trayendo más bebidas y cortitos, intentando no perder el equilibrio cuando dejaron todo el alcohol dentro del círculo. Miró la batalla que desenvolvían Taehyung y Yoongi y aplaudió entre ellos para llamar su atención— ¡Ya déjenlo! ¡es mi cumpleaños! 

—Es Yoongi el que parece tener un humor de mierda, Jin-hyung a mí no me culpes.

Yoongi levantó el índice. —A ver mocoso, no me desafíes.

Pero Taehyung eso buscaba, desafiarle, como si el premio gordo fuera Jimin, quien simplemente parecía no aguantar nada de la mierda que ellos dos parecían tener.

—Jimin... —Llamó el castaño, entrecerrado los ojos sin quitar la vista de Yoongi—, ¿Cuántos shots puedo beber sin emborracharme?

El nombrado sólo cerró los ojos y masajeó su sien. —No empieces con eso Tae-

—¿Cuántos Jimin?

—Sí, Jimin —dijo con ironía Yoongi—, di cuántos puede beber este mal nacido.

Taehyung balbuceó una maldición por lo bajo, haciendo que solamente Jungkook y Jimin lo escucharan.

Jin cambió la música a una canción más dulce, típica de las idolos con concepto tierno y comenzó a bailarle a Namjoon mientras Hoseok parecía doblarse de la risa por lo mal que lo hacía.

Claramente, el ambiente brillante, que parecía ya casi emanar flores, no era ni por lejos parecido al que compartían en el otro extremo.

Yoongi sabia que estaba siendo infantil, peleándose con un niñato de 20 años, comportándose competitivo sin ninguna razón aparente, como si el que bebiera más shots de tequilas fuera el ganador de una gran medalla de oro.

Taehyung volvió a insistir y Jimin a regañadientes contestó: —C-cinco creo...

El pelinegro sonrió de lado, completamente socarrón ante la respuesta. Echó sal entre la piel de su índice y pulgar y agarró uno de los shots que trajo Hoseok ya preparados desde la cocina. —Yo con 6. —Y con eso, bebió el contenido de una, sintiendo el ardor escocer en su garganta hasta quemar la boca de su estómago. No le importó ni tampoco lo aparento, pero el alcohol ya parecía causarle efecto por las infantiles decisiones que estaba tomando.

Taehyung frunció el ceño en sobremanera y maldijo por lo bajo, agarrando un shots de los mismos. —¡Entonces yo con 7!

Yoongi tomó otro pequeño vaso y gruñó. —¡Entonces yo con 8, cabrón!

Taehyung arrugó el rostro y dejó el vaso vacío para agarrar uno lleno. —¡Entonces yo 9!

Jin detuvo el juego de actuar lindo para Namjoon justo cuando la canción iba en "Just like TT" y observó la batalla que llevaban Taehyung y Yoongi. —¿Van a estar así toda la noche?

—¡Yo con 10!

—¿Si? Pues mámate esta, yo con 11!

Jimin se movió, sin siquiera ser tomado en cuenta, hasta llegar al lado de Jin. Suspiró cansado. —Ya no me importa... que se maten si quieren, eso es muy infantil.

—Te digo algo... —Hoseok parecía dudoso, pero de todas formas volvió hablar—, creo que le gustas a Yoongi.

—¿Qué? —Namjoon saltó en su sitio y comenzó a negar—. No, no, no, no, con Jimin no, ¿eh? A Jimin no me lo toca nadie.

Pero Jimin no les puso atención a los dichos de padre de Namjoon, porque apenas la confesión pasó a sus oídos, miles de sensaciones comenzaron a llenarlo. No sabía si enojarse, si reír como tonto o llorar, algo le apretaba el pecho y esas mariposas muertas en su estómago comenzaron aletear al pensar que podría gustarle a Yoongi. De inmediato comenzó avergonzarse y a colocarse rojo de la nada, pensando en que no debería tomarle demasiada importancia al dicho de Hoseok, pues el castaño también estaba bien tomado como el resto. De todas formas, igual quiso indagar demás—¿P-porqué dices eso?

Hoseok se encogió de hombros. —Porque nunca lo había visto siendo tan competitivo con alguien por otra persona, es la primera vez, de hecho. Como si su nivel de competitivaghj... agh —el castaño rio avergonzado—, no puedo decir la palabra, pero es como si "eso", estuviera en el peaks hoy en día.

Esta vez guardó silencio, simplemente se quedó viendo al par terminarse todos los chupitos que había en la bandeja, agradeciendo no haber tomado nada debido a sus medicamentos, porque por lo menos así había alguien, además de Jungkook, consciente entre el grupo. Taehyung movía su cuerpo para los lados, con los ojos vidriosos hasta terminar apoyado de lleno en el cuerpo de Jungkook, quien no dudó en pasar un brazo rodeando sutilmente su cintura para procurar que no se lastimara.

Yoongi, seguía apuntando con su dedo índice y balanceando el vaso en su mano. —¡Já! ¿ya te moriste? —preguntó, arrastrando las palabras y sonriendo—. Pues yo con 13. Gané bastardo mal naci-

—¿Su nivel de groserías también están en un peaks cuando se emborracha?

Hoseok volvió a reír. —Ya, eso sonó gracioso.

—Disculpen... —Jungkook levantó la vista, buscando la de Jimin (el único sobrio aparte de él), luego de haber escaneado con sutileza el rostro de Taehyung dormido—. No creo poder llevarlo así, no me gusta como se ve. ¿puede dormir aquí?

De inmediato asintió. Moviéndose cerca de ambos para intentar poner de pie a Taehyung. —Llévalo a mi habitación, no hay problema.

Jungkook asintió, pasando un brazo de Taehyung por sus hombros cuando se puso de pie e intentando llevarlo. Fracasó cuando al mayor se le ocurrió, justo en ese momento, ser una pesada roca que no hacía más que arrastrar los pies. No le quedó otra que pasar un brazo por detrás de sus rodillas y otro por la espalda, levantándolo al simple estilo nupcial.

Taehyung acunó su rostro dormido en el pecho de su guardaespaldas, soltando algunas incoherencias y diciendo su nombre como si fuera su palabra de seguridad.

Jimin abrió la puerta de su habitación, encendió la luz y le avisó a Jungkook que se sintiera cómodo. Iba ayudar a desvestir a Taehyung, pero estaba preocupado de un Yoongi que tambaleándose llegó hasta el baño principal, encerrándose ahí mismo. Además, los llantos provenientes de la sala llamaron demasiado su atención, lo suficiente como para pedirle a Jungkook que cuidara de Tae mientras él caminaba de vuelta a donde estaba Hoseok, Namjoon y Jin.

Era Jin el que lloraba.

—Ya hyung, ¿puedes calmarte?

—¡E-es que... e-ellos d-dos... s-se emborracharon y n-no me esperaron! —hipeó, cerrando los ojos y dejando caer nuevas lagrimas que hacían brillar sus mejillas.

A Namjoon se le partió el corazón, no hizo más que mirarle con dulzura y barrerle las nuevas lágrimas que caían, porque Jin estaba ebrio, así que realmente no sabía qué hacer para calmarlo.

—Ellos dos son tontos, si te sirve de algo, te emborrachaste antes que Jimin, Jungkook y yo.

—P-pero... a-arruinaron t-todo...

Hoseok se acercó, con un trozo de pañuelo arrugado, tendiéndoselo. —J-jin-hyung, mañana podemos retarlos si quieres.

Jin le observó sorbiendo por la nariz, Hoseok le sonrió, intentando empatizar con el mayor, sin embargo, lo único que consiguió fue que llorara más fuerte.

Namjoon y Jimin se miraron con rostros complicados e incómodos, era la primera vez para ambos viendo a Jin en ese estado, así que no sabían qué hacer para calmarlo, demasiado temerosos deseando que por favor no se le ocurriera alguna estupidez como cortar el suministro de luz o llamar a los diferentes trabajadores a su cargo para quizás qué cosa hacer.

Pero Hoseok, demasiado preocupado de haberla cagado, volvió hablar:

—Ya, Jin-hyung, tranquilo ¿sí? —siguió llorando—, oye, ¿no te interesa que te enseñe bien el paso que estabas practicando? —ahora sí, el mayor dejó de sollozar y simplemente guardó silencio de golpe, hipando y sorbiendo por la nariz. Hoseok le sonrió con nostalgia—. Ya sabes —dijo, moviendo sus manos hasta la altura de sus ojos y haciendo el gesto con estas como si estuviera llorando—, eso de "im like TT... Just like TT" puedo enseñarte toda la canción si quieres, me gusta bailar.

—T-tu ¿h-arias eso por mí?

—¡Claro que si hyung!, ¡en serio!

A Jin le brillaron los ojos, dejando de llorar de inmediato, como si las lágrimas que estuvo a punto de botar, hubieran retrocedido para volver a guardarse dentro de sus ojos. Entonces sonrió.

—Ya, ¡vamos a mi habitación!

Namjoon cambió el peso de un pie a otro. —Es mi habitación, Jin...

—Vamos a la habitación de Namjoon, entonces.

Tanto Hoseok como Jin asintieron, tomando unas cuantas botellas de alcohol que aún tenían contenido y cortando otro trozo de pastel por si les daba hambre. Al parecer, la celebración continuaría en la habitación de Namjoon.

—¿Vienes Jimin?

Jimin negó ante la pregunta de Namjoon, preocupándose por la persona que aun permanecía encerrada en el baño. —Vayan ustedes, me preocupa Yoongi-hyung.

Entonces Namjoon rebuscó en su bolsillo y le mostró su mano empuñada. —Pásame tu palma.

Un tanto reacio, por conocer la estupidez de su hyung, dudó, pero al cabo de segundos dejó su mano abierta, debajo del puño.

Namjoon lo abrió dejando caer un pequeño paquete.

—¿Qué es- ¡POR QUÉ ME ENTREGAS UN CONDON!

—Sé que tienes 20 años, Jimin, y sé que tienes otras necesidades, necesidades de adultos, lo único que te pido, es que, si no te has asegurado de ser exclusivo con tu pareja, uses condón.

Y Namjoon era tan serio, que Jimin simplemente jadeó, volviéndose rojo de la nada, y agradeciendo silenciosamente a que simplemente sean ellos dos los que permanecían en la sala, con la música de Twice de fondo.

—No recibiré eso porque no lo ocupare, hyung, ya basta.

Namjoon pataleó. Tomando su muñeca y dejando el paquetito en su mano. —¡Me siento más tranquilo que lo recibas! No me hagas tener que hacerte un collar con un condón colgando de él, Park Jimin.

—Porque cojones harías es- —Guardó silencio intentando calmarse, contando hasta diez y pensando lo ridículo que era Namjoon al comportarse como toda una mamá gallina y luego darle las herramientas para hacer exactamente lo que no quería que haga. Definitivamente su hyung se contradecía mucho. Suspiró, pensando en la situación como absurda y tomó el paquete con sus dedos—. Bien, lo guardaré, ¿feliz?

—¡Demasiado! ¡kya! —El mayor chilló, avanzando por el pasillo casi a brincos y encerrándose en su habitación.

Lo primero que hizo Jimin fue tirar el paquete como si fuera un germen, porque en serio, varios de ellos tenían un mal concepto de su relación con Yoongi, definitivamente ellos no ocuparían un condón, no hoy ni mañana ni en una semana más.

—No, no y no. —Susurró, de pie ahí , siendo él el único en la sala.

El lugar no se veía tan desastroso como se lo imaginó. Todo había empezado cuando llegó Jin. Ellos habían apagado la luz y encendido las velas mientras le cantaban cumpleaños feliz.

Luego de haber tenido una pequeña once, el mayor de la nada gritó que eran pasada las 10 y por ende, la hora de beber alcohol. Todos habían aceptado y quedado bien con eso a excepción de él y Jungkook. Jimin porque se medicaba y Jungkook porque estaba trabajando.

Nadie protestó, respetando sus decisiones y al final, el tiempo transcurrió hasta que todos terminaron ebrios. Y ahora él, a las 4 de la mañana se mantenía de pie, en la sala sin nada más que basura y unos cuantos vasos esparcidos rodeándolo. Sin contar el ruido de la música proveniente de la habitación de Namjoon, claro.

Otro ruido que llamó su atención fue del baño, donde un Yoongi con demasiada dificultad iba saliendo.

Jimin comenzó a caminar a pasos lentos por el pasillo. Como si estuviera vigilando el andar de un animal peligroso, con el cual debía ser demasiado precavido si no quería perder su vida.

Yoongi gruñó observando la manilla. —Joder, ¿por qué es tan difícil abrir una puerta de baño? estas mierdas deberían traer tutoriales.

Jimin llegó a su lado, cruzándose de brazos y volviendo a jadear al notar sus ojos vidriosos y sus labios un tanto mojados. Carraspeó intentando concentrarse en un punto menos atractivo. —Bueno, no lo traen porque es obvio saber cómo se abren.

Yoongi levantó la mirada, sorprendiéndose un poco al tenerlo tan cerca. Pero la sorpresa la cambió por enojo porque ahora mismo tenía cosas más importantes que resolver.

—Oye mocoso contigo quería hablar.

—Bien, pero hay que acostarte, no estás bien, hyung, vamos. —Jimin llegó hasta su lado, ignorando el rostro enojado, levantándole un brazo y pasándolo por sus hombros.

Cuando quiso comenzar a caminar. Yoongi gruñó, demasiado ebrio como para estar en sus cinco sentidos, y lo acorraló contra la pared, dejando su rostro atrapado entre las palmas apoyadas a cada lado de él.

Jimin lanzó un gritito, sintiendo como se le iba el aire al notar la penetrante mirada con la que Yoongi parecía querer ver más allá de sus ojos.

—¿H-hyung?

—¿Por qué dejaste que te hicieran eso? —Yoongi frunció el ceño, recordando el momento en que Hoseok y Taehyung tocaron a Jimin por todas partes. Estaba tan molesto.

—E-estábamos j-jugando, nada más.

—Si... —el pelinegro susurró, acercando su rostro peligrosamente. Jimin tuvo la necesidad de tragar y ladear su cabeza, sintiendo como la nariz del mayor parecía acariciar su mejilla de manera que pasara casi desapercibido—. ¿te gustaría que jugásemos?

—¿Qué?

—¿Adivina qué Yoongi soy ahora? —susurró, ignorando su pregunta. Jimin cerró sus ojos y Yoongi tomó su mentón para girar su cabeza, de tal forma, que lo vea de frente. Entonces, comenzó a moverse por su rostro, rozando sus labios entre abiertos, secos y listos para ser besados.

Jimin intentó no desesperarse, realmente no quería hacerlo, pero su mente parecía no pensar en nada al tener a Yoongi tan cerca para él.

—¿C-cuál? —preguntó, en el mismo tono del mayor.

Yoongi soltó una ligera risa que le hizo cosquillas en sus labios. —Adivina... —No podía adivinar, ni siquiera podía pensar con claridad. Jimin estaba teniendo miles de colapsos en sus neuronas porque la cercanía era demasiada para él. Sobre todo cuando Yoongi de la nada besó su piel, repartiendo besos por su mandíbula. Nunca lo había hecho antes, y si sentir sus labios en los suyos esa vez que fingieron ser novios le hizo casi olvidar su nombre, ahora sentirlos sobre otras partes se sentía jodidamente bien, tan bien que ni siquiera podía pensar en detenerlo o empujarlo para que se detenga.

Cerró sus ojos, apretando sus labios por el simple miedo de lanzar algún ruido extraño que lo hagan parecer más extraño de lo que ya era. La suave boca del mayor ahora se movió hasta su cuello, trazando una línea de besos y mordiscos por toda la blanca piel. Estaba seguro que le dejaría pequeñas marcas rojas por su piel delicada.

Pero lo que realmente le hizo jadear, respirar profundo y empuñar sus manos a los costados, fue sentir la lengua del mayor deslizándose por su manzana, haciendo que el contraste de temperaturas le erice toda su piel.

Era tan delirante, que la sensación parecía compararse con los mismos hormigueos de su estómago, pero multiplicado por mil.

—H-hyung tu estas bor-

—¿Por qué me provocas tanto? —preguntó, interrumpiendo sus palabras. Alejó su rostro de él y le miró con el ceño fruncido un par de segundos antes de volver a besar su cuello.

Jimin respiró produnfo, levantando su cabeza automáticamente para darle más acceso.

—Hyung... —llamó, un poco más duro y haciendo que Yoongi obedeciera automáticamente, posando su frente en la de él y llevando las manos a su cintura.

—Tu voz, tu piel, tu rostro, todo... joder, todo me provoca ¿qué tienes Jimin? ¿Qué mierda tienes?

—Y-yo no lo sé...

—Idiota —Yoongi se separó y golpeó su nariz—, era una pregunta retórica.

Jimin se quedó pasmado, observando su sonrisa ladeada como un bobo que parecía caer por las cosas lindas, estaba demasiado atraído.

"No está sano."

De inmediato su consciencia comenzó a golpearlo.

—Estás ebrio.

—Si, y consciente... acasó no lo sientes —susurró, esta vez deslizando no solo su rostro, sino que todo su cuerpo hasta aplastar el de Jimin, quien sintió una ligera descarga por toda su columna al notar cómo sus cuerpos se tocaban en varios lugares interesantes—. ¿Lo sientes Jimin?

—N-no sé de que hablas...

—Qué ingenuo... —Los ojos de Yoongi brillaron con fuerza. Moviendo sus manos por debajo de toda la ropa que cubría el cuerpo de Jimin, adentrándose bajo la tela hasta llegar a tocar su suave piel. La respuesta del menor fue inmediata, arqueando su espalda al sentir el contacto frío y cerrando los ojos mientras fruncía el ceño. Era casi hipnotizador para Yoongi ver todas esas reacciones, estaba seguro que pdría quedarse estudiándolas todo el dia si fuera necesario. Con ese pensamiento, sus dedos recorrieron con bastante lentitud la piel de su cadera hasta clavarse en la curva de su cintura. —¿De verdad no sabes de qué hablo?

Jimin negó con el rostro y con dificultad soltó un suspiro. —N-no... yo... no sé...

—De esto.

No hubo que esperar más. Yoongi se abalanzó hacia adelante estampando sus labios contra los del menor, los que se mantuvieron cerrados por un tiempo debido a la sorpresa.

Jimin gimió bajo, comenzando a corresponder el beso de a poco hasta acoplarse completamente a la suave boca que se movía con total profesionalismo encima suyo.

Era diferente, el sabor y todas las sensaciones se sentían diferente a lo que sintió en aquella fiesta pasada donde fingieron ser novios. Esto se sentía más real, aunque Yoongi tenía más alcohol que sangre corriendo por sus venas, se sentía real.

Su pecho revoloteó cuando Yoongi mordió su labio, estirando el inferior y haciéndolo acercar su rostro, como si estuviera pidiendo más. Al notarlo, el mayor sonrió, soltando su boca y volviendo atacarla al instante, con la misma fuerza y la misma intensidad. Como si hubiera estado desesperado por saborear los labios de Jimin otra vez. El licor se pintaba en su lengua y aquel contraste de sabor parecía embriagarlo a él también.

Y era tan bueno que Jimin no pudo evitar ponerse de puntillas y envolver los brazos alrededor del cuello de Yoongi mientras este movía sus manos por toda su espalda, como si no quisiera dejar ningun lugar por recorrer.

"Está borracho"

Volvió atacar su consciencia, pero Jimin no podía detenerse. No cuando Yoongi ahora colocó una de sus rodillas entre las suyas, haciendo presión en la zona, y haciendo que de alguna forma perdiera la cordura por las sensaciones que tanto parecían explotarse ahí en la zona baja de su estómago.

—Y-yoongi... —gimió, descaradamente y al segundo se avergonzó, porque su voz sonó tan necesitada de el mayor que era inevitable no volverse rojo. Nunca antes había hablado con esa voz, escucharla, con todos sus sentidos correctos, no era muy agradable.

Yoongi tomó ahora sus muñecas, colocándolas bruscamente por encima de su cabeza y comenzó nuevamente a trazar una ruta de besos por su cuello, lamiendo con urgencia la piel suave, como si ese trabajo fuera el único que sabia hacer bien.

En lo único que podía pensar el mayor era en Jimin, como si imaginarse al menor fuera entrar en un estado de completa ceguera. Sus sentidos parecían bloqueados cuando solo tenía la imagen del menor por toda su mente. Y con tan solo proyectar eso, varias partes de su cuerpo se encendieron. Varias partes de su cuerpo, que incluso él dejó apagadas por meses, se encendieron con total naturalidad. Incluso su corazón.

"No está en sus cinco sentidos. ¡Lo sé! ¡maldición! ¡lo sé! ¡joder!"

La consciencia de Jimin le volvió advertir, pero lo único que sabía hacer ahora, era apoyar su cabeza en la pared y refregarse descaradamente sobre el cuerpo de Yoongi, apretando los labios para no gritar alto.

—H-hyung... por favor...

De pronto una puerta fue abierta y Jimin recién ahí comenzó a volver a la realidad. Empujó de inmediato el pecho de Yoongi haciendo que este gruñera y golpeara su espalda en la pared de al frente.

—Oye Jimin me preguntaba donde dormirías... —La voz de Namjoon se fue apagando al notar los labios de Jimin brillante, su cuello brillante y su cabello desordenado, entonces vio a Yoongi quien se recostó contra la pared y cerró los ojos mientras respiraba agitado—. ¿Qué estaban haciendo?

—¡N-nada! Estaba ayudando a hyung a llevarlo a la habitación. ¿cierto hyung? Si, cierto, vamos. —Jimin no le dio a nadie el tiempo de responder, más que rápido tiró de Yoongi, casi empujándolo sin preocuparse de si el mayor caía o no y lo llevó dentro del dormitorio.

Namjoon quedó solo y confuso a mitad del pasillo.

Al otro lado, el dormitorio de Yoongi estaba oscuro, con Jimin apegado a la pared y él comiéndole la boca como si fuera lo más exquisito que podría probar en su vida.

—Jimin... —susurró despacio, no podían verse el rostro pero Yoongi podía escucharlo jadear sobre su boca—. Duerme conmigo.

—¿¡Q-qué!?

—Solo dormir, no te hagas ideas, tontito. —Yoongi lanzó una risa que brotó desde su pecho. Y fue tan tierna que Jimin volvió a sentirse mareado y encantado con el sonido, casi como si fuera la melodía de alguna musa.

—No me hago ideas. —Balbuceó, agradeciendo a la oscuridad por no delatar sus mejillas sonrojadas.

—Entonces duerme conmigo.

Se lo pensó dos veces, incluso tres y cuatro mientras sentía la respiración de Yoongi besar sus labios y sus manos moviéndose con total agilidad por su cintura.

Al cabo de unos minutos en silencio, donde solo se esperaba su respuesta, Jimin asintió. Ayudando al mayor a desvetirse hasta quedar solo con su ropa interior. Lo contrario de él, quien se negaba a quitarse su camiseta. Era demasiado vergonzoso que le vieran su cuerpo, no le gustaba.

Y Yoongi no insistió, solo deseaba querer dormir con él porque algo se apretó en su pecho de repente, haciendo que la nostalgia le ataque de pronto y los deseos de llorar le llenen todos sus sentidos.

Y por lo mismo, casi con una desesperación que no sabia que tenía, se tiró en la cama y tiró a Jimin ha su pecho desnudo, casi ahogándolo cuando el menor se quejó de que le apretaba muy fuerte. Yoongi rio y posó el mentón en la coronilla del cabello que olía demasiado bien, como un somnífero que lo hicieron dormir tranquilo esa noche.





—Ugh... ¡mierda! —El dolor en su cabeza era descomunal. Parecía más el dolor de su cráneo siendo cortado con una motosierra a que el dolor de una fiesta con alcohol—. Maldito Taehyung, todo es culpa de ese mocoso.

Comenzó a incorporarse pensando en las mil formas en las cuales se vengaría del menor, pero justo cuando se estaba sentando Jimin apareció por la puerta del baño. Ambos se quedaron mirando, y el menor se tensó. Yoongi simplemente le miró con curiosidad. De pies a cabeza.

—¿Jimin? ¿Qué haces aquí?

No supo por qué sintió que la cagó al preguntar eso, pero cree que la respuesta está en el rostro que colocó Jimin cuando le escuchó.

El menor se sentó a los pies de la cama y le escudriñó la mirada un tanto avergonzado. —¿N-no recuerdas nada?

Negó. —Solo al bastardo de Taehyung desafiándome, gané ¿cierto?

Jimin apretó su mandibula y asintió serio, mirando a la nada. —Sí, ganaste...

¿Por qué no se sentía feliz?

Comenzó a ponerse de pie, necesitaba una ducha y una buena pastilla para el dolor. Buscando sus ropa, se dirigió al baño y antes de entrar se giró hacia Jimin quien permanecia en el mismo sitio. —¿Por cierto qué haces aquí? —pregunto, y justo cuando Jimin iba abrir la boca, Yoongi rió y añadió—. ¿No me digas que te emborrachaste y empezaste a coquetearme? ¿y por eso estas aquí? ¿te quisiste propasar?

Y antes de que realmente se le formara una risa, su boca decayó, porque Jimin le miró con tanto enojo que sintió que tenia que pedirle perdón por algo.

—¡ERES UN IMBECIL! —El grito de Jimin golpeó por toda la habitación y quizás departamento. El menor apretó las manos en puño, pensando que ya había tenido suficiente de Yoongi para seguir aguantando sus bromas. Se sentía pisoteado y la persona mas tonta del planeta. Es que ¿cómo se atrevía?, de tanta rabia le lanzó el primer cojin que tocaron sus manos. A grandes zancadas que parecían querer moler el piso con sus pies, caminó hasta la puerta girándose frente a esta para verle una última vez y gruñirle. —¡No me vuelvas hablar nunca mas! ¡PERO NUNCA MAS! ¡Yoongi IDIOTA!

El portazo fue tan fuerte que Yoongi cerró los ojos y llevó las manos a cada lado de su cabeza para intentar calmar las punzadas dolorosas de estas.

Para su martirio la puerta se volvió abrir, esta vez con un Namjoon recostándose en la madera y bebiendo una botella con agua.

— Bro... debe ser muy malo lo que le hiciste a Jimin para que se enoje y grite así. Esta es la segunda vez que lo veo gritando, la primera fue cuando me comí las galletas que había escondido detrás del mueble para navidad.

Yoongi rodó los ojos. — Y debe ser muy extraño que me llames bro y no estés algo como "si le hiciste algo a Jimin, te juro que te la cortaré en dos y freiré tus partes para dárselas de comer a las aves"

—¡Ese no es mi tono de voz! —Yoongi cerró sus ojos nuevamente, pidiendo silenciosamente a Namjoon que no se sulfure y hable más arriba del tono al que estaba acostumbrado. El alto pareció notar aquello así que simplemente resopló en su sitio listo para irse—. Como sea, tu parecías un saco de papas esta mañana cuando te vine a ver, además apretabas a Jimin mientras dormías, ¡como si fuera tu maldito peluche! Y lo único que decías era "eeeeh" en un tono de zombi con distemper, así que era obvio que no le harías nada. Jimin sólo se quedó a cuidarte, además Jin quiso entrar hartas veces sólo con la intención de llevarte al hospital porque decía que dormías como un muerto. En serio, y si no fuera porque Jin estaba bien ebrio, quizás hasta hubiera solicitado un helicóptero para llevarte a quizás qué base de medicina, así que no alegues. Adiós.

Namjoon dio otro portazo igual de fuerte que el de Jimin y Yoongi gruñó. —Joder, fue solo una fiesta, por qué todos andan tan estresados, maldición. 

Se fue dando ligeras quejas hasta entrar al baño y darse la ducha más larga de su vida. Preguntándose qué mierda le pasó Jimin para que lo tratara de esa manera.






*




Desde ya siento las faltas 🙈💛 estoy actualizando desde mi celular. Eww no estoy acostumbrada 😩

Prepárense para cualquier cosa.

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