Capítulo 18.
Jimin se encontraba ya listo para salir en su habitación, intentando arreglar su cabello, no quería verse muy formal, solo natural pero su cabello no estaba cooperando en ese momento.
De pronto la puerta se abrió, dejando ver a Yeji con Ningning en brazos.
―¿Podemos pasar?
Jimin rió asintiendo.
―¿Estás listo? Ya nos estamos subiendo al auto ―Yeji sonrió viendo al omega.
―No, mi cabello... ―se lo revolvió frustrado―, no ayuda, está en desastre ―suspiró rendido sentándose en la cama.
Ningning hizo unas señas con sus manos pero Jimin no entendió.
―Dice que estás hermoso ―rió Yeji.
―Gracias cachorra, ustedes también se ven hermosas ―sonrió picando la nariz de la menor.
―Déjame ayudarte.
Yeji colocó a Ningning en el suelo la cual inmediatamente subió a la cama y se sentó en el regazo de Jimin y este la abrazó.
―Confío en ti ―sonrió Jimin.
―Vuelvo enseguida.
Rápidamente Yeji fue y regresó de su cuarto con un spray especial y un poco de maquillaje.
―Solo haré unos pequeños retoques, prometo que te verás natural y aún más hermoso ―rió la alfa y Ningning aplaudió.
Jimin suspiró ―Adelante ―dijo nervioso.
Entonces Yeji solo roció un poco de spray en el cabello del omega, lo peinó y alborotó un rato más para luego poner algo de rubor en las mejillas de Jimin, gloss en sus labios y un poco de brillo en la punta de la nariz. Un rato más y sonrió satisfecha, el conjunto que llevaba Jimin le hacía perfecto a la ocasión, algo casual pero atractivo y el maquillaje solo afinaba sus rasgos.
―¿Qué opinas Nini? ―Yeji miró a su hermanita la cual volvió a aplaudir e hizo una seña―. Dice que estás muy lindo ―Yeji suspiró satisfecha con el resultado.
El omega se miró en el espejo ―Me encanta, no podrías hacerlo mejor ―dijo encantado.
―Soy muy buena lo sé ―se encogió de hombros.
Jimin rió y miró a la alfa ―Cachorra, ¿podría hablar contigo después? Regresando del zoológico.
―¿Mmh? ¿Hablar sobre qué?
Jimin solo sonrió y besó su frente ―Gracias por la ayuda, volveré a buscarte cuando se trate de algo así. Hablemos regresando, por ahora es mejor bajar o se nos hará tarde ―cargó a Ningning y salió de la habitación dejando curiosa a Yeji.
✧✦✧
Jimin salió de la casa encontrándose con Jungkook recargado en el auto mientras miraba su celular.
―¡Woah...! ―Jeongin y Sunoo sonrieron mientras se asomaban por la ventana del auto.
Jungkook apartó la vista de su celular y levantó la mirada, sus ojos diciendo lo que su voz no podía en ese momento.
―Yeji hizo un buen trabajo ―halagó Chan―. No me mal entiendas Jim, no quiero decir que-
―Lo sé. Gracias, también opino que hizo un gran trabajo ―Jimin rió acercándose.
―¿Qué opinas papá? ―Hyunjin se asomó mirando con diversión la reacción de Jungkook.
Los cachorros presentes podían jurar que nunca antes habían visto a su padre tan perdido por algunos instantes, al menos no con una muy sutil sonrisa y ojos brillantes.
Jimin se puso un poco nervioso y desvió su mirada ―Será mejor irnos, ¿no, señor Jeon?
Jungkook asintió y carraspeó parpadeando un par de veces ―Sí, lo siento ―rápidamente se giró y abrió la puerta del copiloto para que entrara Jimin junto a Ningning.
Jungkook miraba por cortos instantes a Jimin, quería disimular un poco al darle vistazos rápidos y casuales pero dos personas presentes en el auto notaron la actitud de su padre y se miraron cómplices. Con algo de charla en el auto emprendieron camino al zoológico.
―¿No crees que Jimin se vea lindo hoy papá? ―preguntó Yeji.
El auto quedó en silencio unos instantes, todos mirando expectantes a Jungkook. Jimin incluso lo miró por un momento para después girar su rostro a la ventana.
―¿Por qué preguntas? ―sonrió con algo de nerviosismo.
―Porque no mencionaste nada cuando lo viste ―respondió Hyunjin.
―¡Pero Jimin se ve muy bonito! ―exclamó Sunoo.
―Muy bonito, sí ―sonrió Jeongin.
Jimin se giró y le sonrió a los cachorros ―Gracias pero dejen en paz a su padre, no todos podemos compartir una misma idea ―dijo queriendo molestar un poco al alfa.
Lo cual logró porque Jungkook le miró rápidamente con algo de sorpresa.
―No es que no lo piense, también creo que te ves muy hermoso pero no es algo que me salga decir con facilidad ―se apresuró a aclarar.
Entonces los cachorros sonrieron, Hyunjin, Yeji y Chan mirándose entre si con algo de burla por su padre mientras que los más pequeños taparon sus bocas ocultando sonrisas. Por su parte Jimin se ruborizó un poco y desvió la mirada de Jungkook.
El omega suspiró soltando una sonrisa corta, diciendo: ―Gracias señor Jeon, hay una gran diferencia entre lo lindo y lo hermoso.
Los pequeños soltaron quejidos de emoción y risas. Jungkook se ruborizó hasta las orejas y no dijo nada más.
Él sabía lo que Jimin intentaba pero no pudo evitarlo, tenía razón pero tampoco se retractaba de decirlo y mucho menos aceptarlo. El omega se veía hermoso, sus labios, sus mejillas... Su olor era más libre ahora y admitía que le encantaba, se sentía tranquilo. Jungkook miró de nuevo de reojo a Jimin.
Inconscientemente sonrió al verlo somnoliento con Ningning en sus brazos la cual ya estaba dormida. El corazón del alfa casi da un vuelco.
✧✦✧
Después de un largo rato llegaron al zoológico, todos bajaron emocionados y más despiertos. Jimin y Jungkook tomando la mano de los cachorros más pequeños.
―Chan ―Yeji habló a su hermano un poco lejos de los adultos que iban al frente.
―¿Mmh?
―Tú... ¿Qué opinas de Jimin?
―¿Por qué lo preguntas? ―le miró.
―No respondas mi pregunta con otra pregunta ―rodó los ojos.
Chan rió ―¿Qué quieres que diga? Me agrada ahora. Cuida muy bien de ustedes, ha demostrado mucho por nosotros, incluso a mi luego de como lo había hecho sentir.
Yeji suspiró ―Sobre él y papá. Ya sabes, papá ha estado raro cuando se trata de Jimin.
―Lo sé ―asintió―, sé que también te diste cuenta, sino es que todos nos hemos dado cuenta ya ―rió.
―¿Y qué opinas?
Chan se encogió de hombros con una sonrisa ―Yeji, papá es lo suficientemente grande para decidir cuando hacer su vida nuevamente.
―¿Crees que Jimin sea esa persona? ―preguntó algo esperanzada.
―No lo sé, no puedo asegurar nada pero... ―sonrió―, no me desagrada la idea que pueda ser él.
La alfa suspiró aliviada ―Eso es muy bueno.
―¿Por qué?
―Creí que me estaba apresurando a pensar algo así. Ha pasado un año y medio de la muerte de mamá, pero honestamente desde ese año y medio papá no salía de su trabajo ni volvía a poner la cara que puso cuando lo vio hoy ―bufó con una sonrisa.
―También me he dado cuenta de ciertas cosas que hace cuando se trata de Jimin y que no solía hacer antes. Es bueno, creo que poco a poco va ha volver a ser el mismo, o incluso mejor que como lo fue con mamá.
Yeji se sobresaltó con algo de sorpresa mirando a su hermano ―¿Lo crees? Él la amaba demasiado, lo sabes.
―Pero también sé que no eran destinados ―habló con seguridad.
La sorpresa en la alfa no se hizo esperar.
―Me enteré unos días antes que mamá falleciera.
―Pero nos dijeron que-
―Claro que iban a decirnos que eran destinados, mamá siempre se aseguró que creyéramos en el amor que se tenía con papá. No dudo que no se hayan querido pero entiendo que papá no llevara el luto por más tiempo como se espera que lo haga alguien con el que tienes un lazo más fuerte.
Yeji entonces recordó como una vez su madre le contó que Jungkook fue el único hombre que conoció y con el que se casó, pero jamás había dicho que había sido por amor. Ahora no sabe si solo fue un dato que su madre olvidó mencionar o era intencional no decir.
―Sea como sea, soy consciente que debe de encontrar a su persona destinada. Estoy seguro en que lo veríamos de una forma que nunca antes.
―Chan...
El alfa miró a su hermana.
―¿Es normal sentirme rara? Quiero decir, si mamá estuviese aquí-
―Yeji, lo entiendo y nadie nos va a quitar todo el amor que nos dio mamá. Pero tampoco está mal entender que la persona para nuestro padre no era ella, se demostraron mucho a pesar de no ser el uno para el otro y eso también es hermoso. Aún así él merece volver a sentir.
La chica suspiró intentando no pensarlo ―Tienes razón. Desearía que Jimin fuese esa persona. De verdad lo deseo ―miró como a lo lejos todos los estaban esperando en la entrada. Jimin haciendo reír a Jungkook.
―Créeme que empiezo a desear lo mismo ―sonrió mirando lo mismo que Yeji.
Ambos sabían que su padre no había sonreído tanto, más bien, hace tanto que la casa Jeon no se sentía como un verdadero hogar.
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