Universo Alternativo.// Modern AU.// Normal AU.

•=•=•=•=•=•=•=•=•=•

Mentiras... Hace tiempo que se había acostumbrado a ellas, que se había resignado a que formaran parte de su vida, que se habían vuelto tan normales como el atardecer...

— Asmita.

— ¿Qué pasa, Kardia?- Preguntó cuando su amigo y compañero de trabajo le llamó.

— Dejaron esto para tí.- Respondió el peli-violeta, sosteniendo un enorme ramo de rosas amarillas.

Asmita no mostró ni el más mínimo vestigio de una sonrisa, simplemente suspiró y se acercó para recibir las flores.

— Gracias, Kardia.- Dijo a su colega.- Disculpa las molestias.

Kardia le entregó las rosas, y lo vió alejarse hasta llegar a la cocina del restaurante, perdiéndose de su vista.

Para Kardia, fue imposible no sentir su corazón oprimirse. ¿Por qué Asmita permitía eso?

Se conocieron hace casi un año, cuando Asmita entró a trabajar como camarero, y él fue el encargado de capacitarlo, ya que sería su compañero de turno. Rápidamente se hicieron amigos, y poco a poco, Asmita le contó varias cosas.

Sabía que tenía pareja desde ese entonces, y solo por eso nunca intentó rebasar los límites de una amistad, sabía que no tenía caso de todos modos. Pero cuando conoció a ese hombre... Carajo, el tipo era un completo patán.

¿Qué demonios le había visto Asmita? Sí, no iba a negar que el hombre tenía cierto atractivo, pero ni de chiste compensaba sus actitudes nefastas y todas sus acciones más que reprochables.

Realmente sospechaba que Asmita se quedaba a su lado solo por practicidad. Quizás eran sus celos buscando alguna excusa, o quizás solo veía lo obvio: Asmita había dejado de amarlo, y su novio solo veía una cara y un cuerpo lindos en él.

En ese tiempo, había notado que al menos una vez por mes, llegaba un ramo de flores amarillas al restaurante para Asmita. La primera vez, antes de conocer al sujeto, pensó que era un gran partido para tener todos esos detalles. Pero la expresión casi triste de Asmita al ver el ramo, tiró por la borda todas esas ideas.

El mismo escenario se repitió unas cinco veces más, hasta que, en un mes, llegaron tres ramos, no pudo más con la curiosidad y le preguntó a Asmita el porqué de su reacción.

— ¿Sabes qué significado tienen las rosas amarillas en el lenguaje de las flores?

No tenía ni idea. Asmita le dijo que lo investigara, y así sabría el porqué de su reacción, y porqué siempre eran rosas de ese color.

"Cuando regalas unas rosas amarillas a tu pareja puede significar celos, infidelidad y traición."

Tras descubrir ese significado, comprendió lo que sucedía. Y al preguntar a Asmita porqué lo permitía, su respuesta lo sorprendieron aún más.

— Pasó años engañándome, y lo negó hasta las últimas consecuencias, incluso cuando lo confronté con ayuda de su hermano, a pesar de que teníamos ya demasiadas pruebas.- Le contó aquella vez.- Al final, confesó todo y terminamos por un tiempo.

Cuando le cuestionó porqué lo había aceptado de vuelta, Asmita solo respondió:

— Yo dije que fueron sus mentiras las que me molestaron.- Explicó.- Así que prometió ser sincero... Y vaya que lo ha cumplido.

Simplemente no podía entender la lógica de Asmita.

Quizás no había mentiras, pero sí traiciones y mucho dolor de por medio. ¿Por qué mantener una relación así?, ¿solo por la honestidad?

Había tratado de comprender esa perspectiva, pero simplemente no lo lograba. Incluso al preguntar a otras personas, procurando no dar demasiados detalles que delataran al rubio, no lograba entenderlo.

"Quizás tiene miedo de iniciar otra relación, y que la historia se repita. En esa al menos tiene una sensación de "control", al ser consciente de las infidelidades y "consentirlas". Pero si la dejara para iniciar otra, perdería ese control."

Simplemente no lograba comprender a Asmita. Pero siempre estaría para él, no importaba si era solo como un amigo.