10. Bancarrota
Universo Alternativo.// Normal AU.// Modern AU.
Advertencia: Mención de adicción de sustancias, enfermedades mentales y relaciones nocivas. Leer bajo su propia responsabilidad.
•=•=•=•=•=•=•=•=•=•
Era el fin... No tenía escape, estaba acabado, había tocado fondo y aún así podría hundirse aún más.
Había perdido todo, su carrera, su contrato, todo su dinero y sus bienes... Absolutamente todo, y todo por culpa de ese reportaje que sacó a la luz todos los sucios secretos del grupo. Desde lo abusivo que era Aspros, no solo con él sino con todos los demás integrantes y el personal, hasta sus problemas de adicción y depresión, y que toda la supuesta rehabilitación fue un engaño.
Su empresa intentó todo, desde decir que eran clips manipulados, hasta hacerlos desmentir todo en ruedas de prensa y en varios potcasts. Pero la renuncia de Kardia y sus posteriores testimonios de que todo era cierto, los terminó de hundir.
No tuvieron más opción que deshacer el grupo y poner en marcha cada uno sus planes.
Shion se fue a otra empresa y se unió a otro grupo, todo bajo la mesa. Su empresa prácticamente lo había vendido a otra como si de un mueble se tratara, y su hermano menor no tuvo más opción que aceptar.
Regulus fue el mismo caso, pero a otro grupo.
Aspros... Como el desgraciado egoísta que siempre fue, salió a confesar la verdad y disculparse con sus fanáticos, prometiendo que iría a rehabilitación. Y todos le creyeron. Después de eso, declaró finalizada su carrera como cantante para dedicarse completamente a la actuación.
Definitivamente, Aspros podía ser un adicto y un abusivo, pero no estúpido. Aprovechó todas sus oportunidades mientras tuvo fama, por eso contaba con una base demasiado sólida y leal de fanáticos que no lo dejaría de respaldar así salieran mil calumnias en su contra. Además de experiencia como solista, actor, y demás áreas. Fue quién más fácil escapó de ese escándalo.
Pero él... Simplemente no soportaba más la presión. Cientos de personas juzgándolo, algunos incluso acusándolo de incriminar a Aspros, otros deseándole incluso la muerte... Simplemente no podía continuar, y sin otra alternativa, firmó su renuncia.
Había vuelto a casa de sus padres, quiénes no dudaron en acogerlo de vuelta y tratar de ayudarlo. Pero la deuda que aún debía cubrir seguía ahí, y eran sus padres y sus hermanos quienes estaban ayudando a cubrirla porque él no podía hacer nada... Todo era un desastre.
— Asmita...
Al escuchar esa voz, solo pudo esconderse más entre las mantas. No quería verlo, no después de todo lo que causó... No en el deplorable estado en el que se encontraba.
— Asmita, entiendo que estés enojado, pero-
— ¡¿Pero qué, Kardia?!- Reprochó, con los ojos mojados.- ¡¿No podías irte tú sólo y tenías que arrastrarnos a la mierda contigo?!
El peli-violeta suspiró, cerrando los ojos y agachando la cabeza. Sabía que Asmita estaría molesto con él, pero aún así, dolían sus palabras.
— Entiendo que estés enfadado, Asmita. Pero no podía quedarme de brazos cruzados, esperando a que Aspros o esa vida te mataran.- Suspiró el peli-violeta.- Pero estoy aquí porque quiero ayudarte.
— ¿Y cómo crees que podrías?- Replicó el blondo.- Estás igual o tal vez peor que yo.
— En eso te equivocas.
Las palabras de Kardia lo sorprendieron, él también había renunciado, así que debía cumplir con los acuerdos del contrato. ¿Qué quería decir?
— Un año después de entrar al grupo, comencé a depositar todo el dinero de mi cuenta a la de mi hermanastro, y a dejar todo a su nombre.- Aclaró Kardia.- Lo único que yo poseía al momento de mi renuncia eran 50,000 dólares en mi cuenta. Así que solo tuve que darles la mitad de eso para poder irme, y con el dinero que Degel tenía resguardado, pagué la deuda hace días.- Añadió.- También usé una parte de ese dinero para invertir en algunos negocios que Degel y Seraphina dirigieron todos estos años por mí, así que tenía un seguro de vida desde hace años.
— ¿Y qué quieres a cambio?
Asmita sabía que nada venía gratis. No podía confiar en nadie, y menos sabiendo que seguiría atado de manos, solo cambiaría por quién.
— No soy Aspros, Asmita.- Respondió Kardia.- Lo único que te pido como pago, es que vayas a rehabilitación. Necesitas dejar esa mierda. Entonces, ¿tenemos un trato?- Preguntó Kardia, estirando su mano hacia él.
¿De verdad podía confiar en él?, ¿era seguro aceptar la ayuda de Kardia?, ¿y si era una trampa?... Tenía demasiado miedo y aún más dudas, pero tampoco tenía otra opción. Si aceptaba, corría riesgo de volver a quedar como esclavo de alguien más, pero si no aceptaba, estaría acabado y arrastraría a toda su familia con él por sus deudas y sus adicciones.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro