Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

16

Si alguna vez creí que no podria sentirme miserable estando al lado de mi hermano y mi mejor amiga, es porque el momento de la despedida amorosa de uno de ellos no había llegado, por esa misma razón los días soleados se notaban tan tristes, las palabras de Dolores, su voz resonando con eco en mi cabeza, pronunciando palabra por palabra todo lo que mi hermano había dicho, recostado sobre su cama, mirándolo dormir tan tranquilo, como si nada estuviera pasando. ¿Como es que podía dormir? Si yo estuviera en su lugar la tormenta que me golpearía no me dejaría si quiera pensar en poder cerrar los ojos.

Pero el tiempo sigue, los movimientos que tenia con respecto a ___ eran sutiles, demasiado, no la besa, al contrario, procuraba no hacerlo, el remordimiento de ver a Carlos actuar como si nada cuando estaba claro que si tenia algo no me dejaba estar tranquilo, y podía sentir también un poco la incomodad de ella, una incomodidad que a los dos nos estaba destrozando.

Hablar, muchas veces no era la solución, por mas que intentábamos estar como antes, simplemente no podíamos, los sentimientos que habíamos expuesto no nos permitían ser lo que alguna vez fuimos, cuanta verdad tenían las palabras de ella, como es que, con un beso, con una caricia, lo especial que teníamos se había destrozado, actuar, eso es lo que se necesitaba.

Actuar, eso es lo que necesita, ella estaba sufriendo, ella había callado en silencio todo lo que sentía, ella siempre fue así, siempre intentado sacar en nosotros una sonrisa, siempre intento ser ella el pilar, quien nos miraba pelear pada después buscarla forma de que los tres estuviéramos juntos.

—¿Es una promesa de explorador?—. Recuerdo escucharla decir extendiendo su dedo indice, esperando a que lo sujetara, con un pequeño hilo  rojo en la otra, las mejillas rojas y una sonrisa  tierna.

Carlos en ese momento no estaba, sus jornadas con el padre de ___ se volvían mas extensas con forme cumplía años, el rio podía escucharse tranquilo, no había persona  o sonido ajeno a la naturaleza que nos pudiera interrumpir, solo eramos dos par de niños en los primeras horas del día, donde el olor a café y chocolate  poco a poco comenzaba a surgir de entre las casas.

La ropa mojada producto de una travesura, tiritando de frio,ella con mi ruana puesta para evitar que enfermara, pero esos ojos, tan bonitos, desde que puedo distinguir emociones, esos ojos me provocaban la muerte, aun si no quisiera aceptarlo, esos grandes ojos de color café oscuro, que, en ese momento me miraba con seriedad, esperando una respuesta, eran, los creadores de mis sonrisas, los creadores de mis pensamientos inseguros.

—¿Promesa de explorador?—. Pregunte mirándola confundido, observando como es que ella solo movía los dedos en un tamborileo desesperado.

—Si—. Respondió ella —Una promesa de explorador es una promesa increblantable —. Risa, una pequeña risa salio de mi a escuchar como no podía pronunciar la palabra inquebrantable —¡No te rías y escúchame! Es una promesa que por nada del mundo puedes romper, porque si la rompes nos dejaremos de querer.

—¿Y que vamos a prometer?

—Prométeme que nada va a dejar que nos separe, que seremos mejores amigos hoy mañana y siempre de los siempre, prométeme que jamas me vas a dejar y yo prometo que jamas te dejare, pase lo que pase tenemos que estar para los tres, y que, si vez a Carlos llorar lo harás feliz por siempre sin importar que, así como prometo siempre hacerte feliz sin importar que pase, siempre unidos ¿Promesa de explorador?

—Promesa de explorador—. Respondí tomando su dedo que fue atado con un pedazo de ese hilo que tenia en la mano, uniendo nuestra promesa para que jamas pudiera ser roto.

Y ahora que crecía, podía darme cuenta que no siempre las promesas podrían ser cumplidas, que siempre una de las personas no podria cumplir con lo que prometía, y, para su muy lamentar, mirando mi dedo, recordando como si pudiera mirar ese hilo, pude sentir realmente lo mal que estaba haciendo, y la claridad de lo que tenia que hacer de ahora en adelante.

Bajando de la cama con cuidado de no despertar a Carlos, escabulléndome en el pasillo hasta dar a la habitación de Mirabel, buscando entre sus cosas, transformado en Antonio, un hilo, un estambre, lo que fuera, pero que me sirviera para mi objetivo.

Escuchando por un segundo el ronquido de la dueña de la habitación, lo que me provoco una pequeña risa nasal, y salir así de la habitación, solo para encontrarme con Carlos, frente a mi con los brazos cruzados, señalándome a la puerta de su habitación, ocultando bajo la ruana el pedazo de estambre que había podido sacar con éxito.

 —¿Que hacías en la habitación de mirabel bola de pelos—. Dijo al cerrar la puerta tras de si.

—No fue por nada, eres demasiado entrometido, ¿Acaso los chismes de lavandero de las viejas señoras que compran pan no te bastan?.

Sus mejillas, tomaron un color rosado, apenado, no, a el no le gustaban los chismes, a el no le gustaba entrometerse en una vida que no fuera la mía, pero tampoco quería ser grosero con quienes solían ir a comprar pan, así que solo las dejaba hablar hasta que se cansaba, enterándose tanto o incluso mas de las vidas personales que Dolores.

—¿Que haces rata rostizada? ¿Que no se te hace tarde para ir con el señor Juan?.

—No, el señor Juan me dio unos días de descanso

—Oh... ¿Vamos con ___?

Su mano, se detuvo justo antes de poder siquiera tomar el picaporte, con camino fijo en la cocina, seguramente para ir a tomar su ya acostumbrado café, negando con cuidado, tan despacio y tan desanimado.

—Vamos, sera divertido, ven, por favor, no quiero que ella me odie, no quiero que tu me odies, no quiero que se odien, si te hace sentir mejor, yo también renuncie a ella, no la quiero, y no la necesito si eso solo significa que tu y yo estaremos mal.

Silencio, molestia, su cuerpo temblando mientras me daba la espalda, no necesitaba mirarlo para saber que su ceja estaba temblando, que su lengua jugaba dentro de su mejilla, que mordía su mejilla internamente solo para poder calmarse, el jamas fue del tipo violento, jamas fue de aquellos que perdía los estribos, en realidad, solo una vez lo vi demasiado enojado como para y eso fue cuando un niño del pueblo había tirado del cabello de ___ para llamar su atención, y solo en esa vez, pude ver como su cuerpo temblaba y hacia esos gestos que estaba seguro que en este momento el estaba haciendo.

—Es la verdad, no la necesito, no quiero amarla, no me importa lo que digas, no la quiero, y no pienso estar con ella, ella no me importa porque quien me importa eres tu y so....

El ardor, el asombro, la impresión de ver lo rápido que giro a mi, dejando sobre mi mejilla su mano marcada, dolía, solo un poco, no era la gran cosa.

—¿Quieres dejar de decir tontearías Camilo Madrigal? Estoy cansado de que actúes como un mocoso, ya tienes edad de saber que carajos estas hacendó.

—Pero es que t...

—No, cállate, TU... Me hiciste sufrir.. TU la hiciste sufrir, fue por ti que yo renuncie al único amor que eh tenido, fue por ti que yo renuncie a la única persona que podía llenarme, por ti, renuncie a la única persona que podía hacerme ralamente feliz, a la única persona que sabia lo que pensaba y sentía, fue por ella que la deje a un lado, porque te ama, no necesito que ella me lo diga, lo veo en sus ojos, lo se, simplemente lo se, y, ahora, de la nada te paras y dices que no piensas amarla mas, eres demasiado tonto.

—Es porque no la necesito, jamas la necesite... Solo quería 

—Solo querías ¿Que? ¿Jugar al casanova?

El no lo soporto, simplemente no dijo una sola palabra mas y se abalanzo directo a mi, golpeándome hasta que se canso, sacudiéndose en el frenesí de sus emociones, seguramente después de eso, me odiaría, pero necesitaba hacerlo.

No fue hasta el momento en que la puerta se abrió de golpe, dejando ver a mi Papá y mi tío Agustín junto al tío Bruno que el no se detuvo, no fue hasta el momento en que mi papá lo sometió, entre tirones y gritos llenos de odio, insultándome sin descasar, gritando a los cuatro vientos lo cruel que era.

—¡¿YO SOY EL HERMANO SIN CORAZÓN?¡, ¡SOLO MIRATE, ERES UNA BASURA, ALEJATE, ALEJATE DE ELLA, ALEJATE DE MI, SI ELLA SE ENTERA, TEN POR SEGURO QUE NI LA MAGIA PODRA SALVARTE!

Los truenos, los gritos, quizá eso solo alimentaria mas el odio, o quizá nos sanaría, cual fuera de las dos, estaba claro que ya estaba comenzado y no había marcha atrás, con la nariz rota y el labio partido me llevaron hasta la cocía, o por lo menos lo intentaron.

Mi padre quien mantenía en el suelo a Carlos, sujeto con todas sus fuerzas un brazo mientras el Tío bruno hacia exactamente lo mismo con el otro, parecía u demonio, un animal salvaje que estaba a punto de comerme vivo.

Sacando aquel hijo que había hurtado de la habitación de mirabel, cortando un poco y uniendo nuestros dedos como alguna vez lo hice con ella.

—¿Promesa de explorador? Prométeme que nada va a dejar que nos separe, que seremos mejores amigos y hermanos hoy mañana y siempre de los siempre, prométeme que jamas me vas a dejar y yo prometo que jamas te dejare, pase lo que pase tenemos que estar para los tres, y que, si vez a ______ llorar la harás feliz por siempre sin importar que, así como prometo siempre hacerte feliz sin importar que pase, siempre unidos ¿Promesa de explorador?.

Repetí aquellas palabras que alguna vez había dicho ella, logrando hacer que esa expresión revisa se convirtiera en un llanto infantil, un llanto descontrolado, como el de un niño al que le decías que su pollito había muerto.

Miedo, eso tenia, me acercaba a el con miedo, recibiendo las miradas de los demás, igual de asustados que yo, jamas lo habíamos visto así, jamas lo habíamos visto tan frágil, secando sus lagrimas in importarme el sangrado.

El grito de mi mamá pidiendo ayuda a mi tía, preguntado que es lo que nos pasaba, una pregunta en coro mal sincronizada que ninguno de los dos respondía, abrazándolo con cuidado, de algún movimiento en falso hasta sentir sus brazos rodearme a mi, pidiéndome perdón arrepentido por golpearme.

Los golpes y la sangre eran lo de menos, eso no importaba, lo que e verdad importaba en ese momento era poder decir algo, poder explicar la situación a una ___ que llegaba corriendo, agitada, sin aliento, mirando preocupada la escena, y tras ella Dolores, no había necesidad de una pregunta, ella estaba ahí por Dolores, lo sabíamos todos.

—¿Que ocurrió? ¿Camilo estas bien? ¿Que paso?—. Preguntaba intentando volver a sus pulmones el aire que se le había escapado, mostrando su dedo unido al mio e un lazo.

—Una promesa de explorador... La estoy cumpliendo, justo como te prometí, no dejaré que nada nos separe, y no dejaré que Carlos este triste.

Los ojos incrédulos de todos, mirándome confundidos y sorprendidos.

—Te dije que la cumpliría.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro