22
La llamada de la madre de Esmeralda llegó por fin.
-¡Hola mamá!
-¡Hola hijita! Te veo de mejor semblante Esmi ¿Te has aplicado alguna crema en el cutis?
-No mami ¿Por qué lo mencionas?
-Por qué hoy tienes un brillo que no noté ayer ¡Estás radiante!
Esmeralda sonrió abochornada y no pudo evitar que el rubor sonrosara su cara.
-Debe ser porque hoy he recibido visitas que me han llenado de energías positivas.
-¿Visitas? ¿Tus colegas de la escuela?
-Ellas todavía no han podido venir, están apoyando a Sor Mary en el proyecto para que la Diócesis reconstruya la escuela.
-¡Ay por el amor del Sagrado! Supongo que no estarás pensando ir a trabajar allí porque es seguro que deben haberse quedado las almitas de los finaditos ¡Mínimo las de los tipos malos!
-No madre, la idea es que nos reubiquen en un local escolar del Consorcio Católico que está a unas calles del Complejo parroquial.
-Eso está mejor. Entonces ¿Si no fueron las profes quién fue a visitarte?
-Hoseokie estuvo por aquí más temprano.
-¿Hoseokie?
-El oficial Jung mamá.
-¡Ah! el compañero de Diego.
-Sí.
La conversación de las damas fue interrumpida por una alborotada damita de linda piel color canela como la de su papá y dueña de unos ojazos pardos herencia de su madre.
-¡Mami!
-¡Hola mi amor! ¿Dónde estabas? Siempre acompañas a la mamita Lupe cuando conversamos por videollamada.
-Estaba haciendo la carta que me dijiste para mandarle a la señora Davis ¡Quiero verla y a mis amigos!
-Apuesto a que Dianne y tus amiguitos te extrañan tanto como yo.
-Mami quiero estar allá contigo, quiero ir a visitar a Sukie ¿Sabes si ya se sanó?
-Aquí está su papá, él te lo puede contar.
-¡Hola Larissa!
-¡Hola Teniente Kim! ¿Cómo está Misuk?
-¡Ejem! Disculpa un momento hijita necesito hablar con la grosera de tu madre que no ha tenido la delicadeza de presentarme al caballero.
-¡Oh mamá cuánto lo siento! Mami te presento al Teniente SeokJin Kim, padre de una de mis alumnas y el oficial que tuvo a cargo el rescate del incendio de la escuela.
El puberto Kim que habitaba en Jin sintió claramente "la mirada," esa que dedican los padres de la chica que te gusta y con la que te escanean hasta el alma, así que uso su arsenal de encantamiento de suegras (Por lo menos sabía que sirvió con la señora Lee así que tocaba testearlo con la señora Bernal que tenía cara de ser de las doñas exigentes).
-Buenas tardes señora Bernal un gusto conocerla.
-El gusto es mío Teniente. Ya que tengo la oportunidad quiero agradecerle a nombre de mi familia el haber librado de la muerte a Esmeralda, es algo que siempre tendremos presente.
SeokJin respondió haciendo una ligera reverencia como estilaban sus antepasados.
-Teniente Kim ¿A qué debemos el honor de la visita? ¿Viene como padre de familia preocupado por la maestra de su hijo?
-Hija.
-Disculpe... Hija ¿O como oficial del cuerpo de bomberos?
-¡Madre!
Definitivamente doña Lupita sería de las duras...
-Ambas pero sobre todo como un buen amigo.
-Mmmm... Amigo.
-¡Mamita deja que el Teniente Kim me diga como está Sukie!
SeokJin agradeció que el angelito de Dios lo salvara del acoso del prospecto de suegra.
-Ella está mucho mejor todavía tose un poco pero solo necesita tomar medicinas en casa.
-¿Está tomando jarabe?
-Sí.
-Pobrecita, la medicina es asquerosa. Teniente Kim ¿Puedo ir a verla?
-Cuando quieras Lari.
-¿Me llevas mamita? ¡Aquí me aburro!
-Eso está un poco complicado mi niña sabes que debo cuidar a la abuelita Felicia.
-¿Y si el papito Antonio me lleva?
-Larissa tu abuelo está muy ocupado con las cosechas.
-¿Y como las uvas lo dejaron ir a recogerme?
-Larissa...
A Esmeralda se le partía el alma al ver la angustia de su pequeña.
-¡Quiero ir a casa y estar contigo mami, con mis amiguitos y con MiSuk!
-Pronto hijita ya falta poco para que salga del hospital.
-Esmeralda hablando del tema...
-Madre no es el momento de conversar sobre eso.
-Al contrario, creo que tu amigo mejor que nadie me dará la razón en que tu estado todavía es delicado y necesitarás de cuidados. Estás convaleciente Esmeralda ¿Crees que así podrás hacerte cargo de tu hija?
-En eso le doy la razón señora Bernal, Esmi necesitará de cuidados hasta que se recupere completamente.
-¿Lo ves Esmi? ¡Dios ha querido que gracias a la prueba que te envío puedas volver con los tuyos!
-Mamá yo...
-Disculpen que las interrumpa pero dentro de unos minutos el doctor Kim vendrá a hacer su ronda.
-¿El doctor Kim?
-Mi hermano.
-¿Su hermano trabaja allí?
-Si y acaba de enviarme un mensaje para que deje descansar a Esmi.
-¡Ah caray! Gracias Teniente. Mañana continuaremos con la conversación. Descansa hijita.
-Hasta mañana mamá.
-¡Adiós mami! ¡Adiós teniente Kim! ¿Le dice a Sukie que la quiero?
-Se lo diré pequeña.
Esmeralda cortó la llamada y suspirando reclinó la cabeza en la almohada.
-Gracias por ayudarme inventando lo de NamJoon y disculpa el nivel de intensidad de mi mamá.
-De nada pero no fue un pretexto, realmente vendrá a verte en unos minutos.
-¿Sabe que estás aquí?
-¡Aja! Luego arreglaré cuentas con ese irrespetuoso.
-¿Irrespetuoso? ¿Qué te dijo?
-"Jin hyung tiene diez minutos para sacar tu trasero de la habitación de Esmi noona, me toca visitar a la señora Lazaro"
Esmi cubrió su boca con la mano tratando de aguantar la risa.
-¿No se supone que los coreanos tienen muy presente el respeto a sus mayores?
-Ese majadero está demasiado americanizado.
SeokJin ayudó a Esmeralda a acostarse y antes de irse acarició con ternura su cabeza.
-¡Oye cambia esa carita!
-No puedo Jin ¡No conoces a mi madre! No se detendrá hasta que logre lo que quiere y no tengo fuerzas suficientes para oponerme a sus deseos.
Una lágrima asomó contra la voluntad de la profesora.
-Esta vez tiene razón en algo: no estoy en condiciones de cuidar de mí misma y menos de Larissa y lamentablemente estamos solas aquí en Chicago.
-Eso no es cierto Esmi, aquí hay mucha gente que las quiere.
-Lo sé pero no al extremo de querer endilgarse la responsabilidad de cuidarnos a mi y a Larissa.
SeokJin no pudo responder porque como anunció su hermano había llegado el momento de la evaluación médica.
-¡Oh! Hola Jin hyung.
-Hola Joonie. Los dejó.
Antes de irse acarició el rostro de Esmeralda y se fue dejando una promesa en el aire.
-Esmi resolveremos esto juntos.Descansa, mañana nos vemos.
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