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Capítulo 20


TIERRA 1

Harry sale del cuarto de baño de la casa de Louis con una toalla alrededor de su cintura. Las gotas de agua cayendo de su cabello mojado y su cuerpo completamente limpio de tatuajes.

Louis lo ve salir y enseguida puede localizar la herida que aquel lobo causó en su bonito chico, ya que esta hacía contraste contra la suave piel del rizado. Suelta un pequeño bufido al verla, porque aquella marca era un recordatorio constante de que no había llegado a tiempo aquel día.

Y no puede evitar sentirse culpable.

Aún así, Louis lo mira fascinado, como si no hubiera visto antes semejante obra de arte, como si fuera la persona más afortunada del universo al poder tener a Harry.

Porque ciertamente lo era.

Aquel día habían comido en un restaurante del pequeño pueblo, y durante la comida habían hablado de los elementos que quedaban, tierra y fuego. Louis le había explicado de lo que trataban, y las mejillas del ojiverde se habían vuelto de un tono carmesí haciendo reír al alfa por su repentino nerviosismo.

Decir que Harry estaba nervioso, era poco. Porque ya no solo quería que todo estuviera perfecto, no solo quería planear un futuro con Louis y no solo quería hacerlo sentir bien, también quería y debía contarle aquello que le quitaba el sueño por las noches. Aquello que le había hecho huir sin mirar atrás, porque todo lo que le quedaba le había sido arrebatado.

En su cabeza, durante todo el día, la palabra "confianza" retumbaba sin cesar. Y sabía que debía hablar con Louis, pero estaba tan asustado de perderlo que simplemente prefirió callar, al menos de momento.

—¿La habitación está lo suficientemente caliente? -El alfa pregunta, tomando al rizado por la cintura donde la toalla no se encontraba, sonriendo divertido ante la forma en la que la piel del chico se eriza debido a su toque.-

—Lo está, gracias. -Musita en respuesta, con las mejillas rojizas.-

Louis le da un pequeño beso antes de señalar una muda de ropa sobre la cama. Era ropa del castaño, y eso hace que los verdes ojos de Harry se iluminen.

—Vístete mientras yo voy a preparar un poco de té. -Le dice con una sonrisa, dejando un casto beso en su mejilla antes de salir de la habitación.-

Suelta un suspiro cansado cuando se encuentra solo. Lentamente comenzando a vestirse con sus pensamientos atacándolo sin cesar, su consciencia no estaba tranquila, y él tampoco. Porque quería contárselo todo a Louis, pero el no saber si aquello los uniría o alejaría le atemorizaba.

Tener lo que tenían ahora le había costado tanto, que no se atrevía a decir aquello que podría hacer que todo se desmorone.

Sin embargo intenta ignorarlo, y cuando está listo y calentito con la ropa del castaño que huele a cigarrillo y lavanda, se dirige a la cocina en la que Louis se encontraba preparado té en dos tazas de gatitos.

—Tus tazas son realmente bonitas. -Dice, sonriendo con cariño mientras lo mira.-

Louis se gira para mirarlo, satisfecho de verlo con su ropa.

—Hey, voy a empezar a acostumbrarme a tenerte en mí ropa -El rizado sonríe ante aquellas palabras.-

—Me gusta más que la mía, huele a ti.

Louis le sonríe orgulloso para seguidamente dedicarle un guiño mientras le entrega una de las calientes tazas, dejando un beso en su frente.

—El elemento de tierra trata sobre el respecto, sobre la vida, la confianza y la estabilidad. En esta parte del cortejo, se habla del futuro. -Anuncia una vez están sentados en el cálido nido-

Harry no puede evitar escuchar a Louis con una leve sonrisa, mientras tomaba un pequeño sorbo a su taza de té aún caliente, quemándose levemente la lengua en el proceso.

Su parte favorita del cortejo tal vez era aquella, sentarse con el castaño y escucharlo hablar. Le encantaba oír su voz, no importaba de lo que hablase, simplemente amaba su voz y su acento.

—Bien, hablemos del futuro entonces.

—Compraremos una casa más grande, una en la que podamos vivir los dos y en las que podamos criar a nuestros hijos, si es que decidimos tener alguno. -Louis dice con un brillo en sus ojos, como si pudiera ver con claridad aquel futuro.-

Los ojos del rizado brillaron con fuerza también, la idea de adoptar y criar a un bebé con Louis solo le hace querer llorar de felicidad. Era todo lo que siempre había querido, a alguien que le quisiera de verdad, a alguien que quisiera formar una familia junto a él.

Y solo la idea de pasar su vida con Louis, le hacía sentir mil emociones a la vez. Electricidad recorriendo su cuerpo y fuegos artificiales explotando en su pecho.

—Me gustaría eso, lobito. -Susurra, sintiendo como un agradable calor se instalaba en su pecho.-

—¿Sí? -Louis pregunta antes de dar un sorbo al té, sin apartar la mirada de los ojos verdes del rizado-

Harry asiente con fuerza, dejando su taza sobre la mesita de café para seguidamente gatear hasta el regazo del alfa, sentándose sobre este y envolviendo sus brazos alrededor de su cuello.

—¿Como te gustaría que fuera nuestro hogar, ratón? -Louis le pregunta entonces, dando un beso en su mejilla-

—Me gustaría que tuviera chimenea, porque suelo tener frío con facilidad, que tuviera una sala grande donde poder hacer reuniones con los chicos, un porche para sentarme a tomar té en verano y... -Gurda silencio por varios segundos, pensando en algo más- Que tenga bañera.

Louis sonríe ampliamente ante eso, dejando su taza a un lado para poder envolver con sus brazos el cuerpo del rizado.

—Mhmm -Murmura, mirando a Harry a los ojos.- Suena genial ¿Te bañarías conmigo por las noches, ratón? ¿Me dejarías bañarte y cuidarte en una bonita bañera después de haberte follado?

El calor sube rápidamente a las mejillas del rizado ante aquellas palabras, algo se remueve en su interior y la imagen de Louis acariciando su piel bajo el agua mientras él se encuentra somnoliento tras un orgasmo le nublan la mente.

—Me encantaría, lobito. -Dice con la voz débil, rozando su nariz con cariño contra la del alfa-

—Sí, la bañera es definitivamente una buena idea. -Sonríe antes de darle un pequeño beso, apenas un choque de labios pero que causa de nuevo aquella electricidad en todo el cuerpo del rizado-

Pero entonces, se aleja de él para tomar las caderas de Harry y bajarlo de encima de su regazo, depositando al chico sobre el nido para seguidamente levantarse.

—¿Nos vamos? -Pregunta bajo la mirada confundida del rizado.-

—¿A dónde?

No recibe ninguna respuesta por parte del castaño, tan solo una sonrisa divertida mientras toma las llaves de su coche.

***

Los pies de Harry tocan la nieve y el frío lo golpea con fuerza cuando finalmente baja del Jeep de Louis, el olor a tierra mojada y a bosque lo invaden, haciéndole respirar con fuerza, llenando sus pulmones con aquel maravilloso olor.

Justo en frente de ellos, se encontraba una gran casa de madera y piedra, con ventanales grandes y moderna. Era preciosa, y Harry desea tener un hogar parecido.

—Es la casa de Liam y Maya -Louis dice colocándose detrás de él, con sus manos colocándose con delicadeza en la cintura del rizado.-

—Es preciosa -Le responde con una sonrisa- ¿Que hacemos aquí?

Louis deja un beso en su mejilla antes de separarse y tomar su mano para comenzar a caminar hasta la parte trasera de la bonita casa.

Allí se encontraba un grande y bonito invernadero, las paredes eran de cristal y desde fuera podían verse luces amarillentas que alumbraban las plantas a su alrededor. Todo allí parecía mágico, la luna ya se encontraba en el cielo, a pesar de que este no estuviera oscuro por completo, la nieve lo envolvía todo y un pequeño camino de tierra los guiaba hasta la puerta del invernadero.

—Esto es precioso -Susurra asombrado, con los ojos brillantes y una sonrisa que podía iluminar la noche más oscura.-

—A Maya le gusta mucho plantar flores y Liam disfruta de verdura y fruta fresca. -Louis le explica, mirándolo con adoración.- Le pedí permiso para tomar algunas cosas para nuestra cena de hoy.

Harry sonríe con deleite, como si fuera un niño en la mañana de navidad. Sus ojos verdes repletos de aquel brillo que a Louis tanto le gustaba, mientras su corazón late con fuerza en su pecho.

Su vida era tan maravillosa, no podía creerlo. Tenía a un alfa maravilloso a su lado, a alguien que lo quería para el resto de su vida, alguien que quería una familia junto a él. Alguien que lo cuidaba todos los días, que le recordaba lo importante que era con cada pequeño detalle, alguien que le hacía sentir que todo finalmente había valido la pena.

Y Harry había estado tan convenciendo de que aquello llegaría. Porque le hicieron creer que nunca sería querido por nadie más.

—¿Ratón? ¿Estas bien? -Louis pregunta alarmado al ver los ojos verdes del rizado llenos de lágrimas.-

Harry le dedica una mirada profunda, una mirada que expresaba demasiadas emociones juntas. Y es que cuando sientes demasiado, todo termina desbordándose.

—Louis ¿Me quieres? -Pregunta en un hilo de voz, jugando con las mangas de su chaqueta marrón.-

Aquello toma completamente desprevenido al castaño, quien relaja su expresión enseguida mientras una sonrisa tranquila se dibuja en sus labios.

Louis piensa que Harry está completamente loco si cree que no lo quiere con todo lo que es.

—Cariño, voy a cocinar para ti esta noche, y pretendo cocinar para ti por el resto de mi vida si me lo permites, a pesar de no saber como diablos hacerlo. -Toma el rostro del rizado para obligarle a mirarlo.- Te estoy cortejando, te he contado quien soy, mis miedos, mi pasado, cosas que no le había dicho a nadie más antes. ¿Tu que crees?

Una pequeña sonrisa triste se dibuja en los labios de Harry, quien aunque siente alivio ante aquellas palabras, sigue sintiendo un leve dolor en su pecho.

—Creo que nunca antes había estado tan feliz y eso me asusta, porque cada vez que las cosas parecen ir bien, todo acaba en desastre.

A Louis le duele ver a Harry de aquella manera, con los ojos rojos al igual que su nariz y mejillas mojadas. Louis quiere cuidarlo eternamente, quiere protegerlo de todo aquello que pudiera hacerle daño.

—Mi precioso chico. -Louis susurra mientras lo abraza con fuerza, dejando su mentón sobre su cabeza- Nos merecemos ser felices, ratón. Nadie va a arruinar eso ¿Vale?

—Vale -Asiente, aún con las mejillas mojadas por las lágrimas-

—Te quiero, Harry. -Le asegura en un susurro, tan solo por si no había quedado claro.-

Oír aquellas palabras salir por primera vez de la boca del alfa hacen que Harry quiera llorar de la felicidad.
Su corazón late con tanta fuerza que posiblemente el mundo entero podía oírlo. Entonces, Harry se aparta del pecho de Louis para mirándolo a los ojos.

—También te quiero, Louis.

El alfa entonces lo besa, tomando con delicadeza el rostro del rizado entre sus manos. Los labios de ambos bailan desesperadamente y los fuegos artificiales explotan dentro de ambos.

Era mágico, todo lo era.

Era mágico la forma en la que se sentían cuando estaban juntos, era mágico como cada beso entre ellos se sentía especial, único, como parecían flotar a otra realidad en la que todo lo demás desaparecía y solo eran ellos dos. Pero sobre todo, era mágico la forma en la que sentían aquella conexión, como si estuvieran hechos el uno para el otro.

Y Louis está completamente seguro de que jamás encontrará aquel sentimiento con nadie más.

—¿Mejor? -Louis susurra cuando se separan, con sus frentes juntas mientras aparta las lágrimas que quedaban en sus mejillas con dulces caricias. Recibiendo un asentimiento por parte del rizado- Pues vamos, tenemos una cena pendiente, amor.

***

En la cocina de Louis, ambos ríen mientras terminan de preparar la cena. Habían tomado varías piezas de fruta y verdura del invernadero de Liam y Maya, entre risas y conversaciones varias, se habían manchado de tierra y se habían besado hasta que dejaron de sentir sus labios.

Y puede que Louis tomara alguna flor y se la entregara al rizado dramáticamente, fingiendo estar en una ridículamente película romántica. Aunque eso Maya no tenía porque saberlo.

Louis le había explicado que durante tierra, debían comer cosas provenientes de esta. Así que habían salteado varías verduras en una sartén, con Harry molestando a Louis sobre su falta de experiencia en la cocina.

—Estoy muy orgulloso de ti, no has quemado nada. -Dice divertido una vez la comida se encontraban en sus platos y ellos sentados sobre el sofá.-

Louis rueda los ojos ante eso.

—Que gracioso.

—Es una de mis muchas cualidades, soy gracioso, guapo, increíblemente bueno cocinando... -Harry sonríe divertido.- Hay tantas cosas que se me dan bien, te sorprenderías, lobito.

Louis sonrió divertido por la actitud del rizado, pensado que tal vez dos podían jugar al mismo juego.

—Me pregunto si serás tan atrevido y hablador cuando te tenga suplicando debajo de mi.

Harry se atraganta con la comida en su boca, tosiendo varias veces con fuerza y mirando a Louis con mejillas rojizas, sorprendido ante las repentinas palabras del alfa.

—Eso pensaba. -Louis vuelve a hablar, satisfecho con la reacción del rizado.-

Harry aprieta los labios y seguidamente vuelve a tomar el tenedor entre sus manos para seguir comiendo, intentando ignorar el calor que había golpeado de repente su cuerpo.

—Eres un bruto -Susurra-

—Ni te lo imaginas. -Murmura con una sonrisa de lado, mirando a su plato y jugando con el tenedor-

—¡Louis!

—¿Qué? -Pregunta divertido.- ¿Te he puesto nervioso?

Harry rueda los ojos, negando suavemente a pesar de que si lo había hecho.

—Déjame comer tranquilo.

Louis se ríe echando la cabeza hacia atrás mientras lo hace, y cree que poner a Harry nervioso es su nuevo pasatiempo favorito.

—Tu has empezado. -Dice encogiéndose de hombros-

El rizado rueda los ojos y se mantiene en silencio mientras sigue comiendo, sus mejillas aún ardiendo con fuerza.
Pronto ambos terminan de comer, con el sonido del televisor de fondo, donde una película a la que no le prestan mucha atención se reproduce.

Harry entonces se levanta para tomar los platos y llevarlos a la cocina, dejándolos en el fregadero mientras comienza a lavarlos con cuidado.

—Hey ¿Estas molesto conmigo, ratón? -El alfa pregunta, entrando en la cocina mientras se acerca al rizado para rodear su cintura con sus manos.-

—No -Responde seriamente, a pesar de que una pequeña sonrisa amenaza con salir-

Louis deja varios besos en su cuello, apretando más el agarre en la cintura del chico y pegándolo más a él.

—Mi amor, si he hecho algo mal puedes decírmelo.

Harry sonríe entonces, los hoyuelos aparecen en sus mejillas mientras que las palabras del alfa derriten su corazón. Quiere reír, reírse porque realmente Louis cree que ha hecho algo mal.

—Bien, si insistes... -Intenta poner su voz más dramática, dándose la vuelta para afrontarlo.- Debo confesar que esa cena a sido un poco desastre.

—¡Harry! -Exclama con molestia el castaño, haciéndole reír.-

El rizado sonríe ampliamente, colocando sus manos en el bonito rostro del castaño.

—¿Realmente piensas que puedes hacer algo mal? -Pregunta en voz baja mientras comienza a dejar caricias sobre sus mejillas.- Eres maravilloso, lobito.

—Tan malditamente cursi. -Louis suelta en un suspiro, como si aquello le molestara, pero la sonrisa sincera en su rostro indicaba todo lo contrario.-

—Te quiero. -Harry dice acercándose más a sus labios, las respiraciones de ambos encontrándose mientras sus narices se rozan suavemente.-

—Te quiero.

Y entonces, una vez más, ya nada importaba. Solo eran ellos dos y el futuro brillante que les esperaba.

El resto de la noche lo pasan entre bromas, caricias y un maratón de la saga favorita de ambos, Harry Potter.

Y aunque se quedan dormidos en mitad de la tercera película, con la luz del televisor y las llamas de la chimenea desprendiendo calor, aquella noche solo estuvo llena de sueños dulces, de un futuro brillante.

Y tal vez, hacía mucho tiempo que ningún de los dos dormían con tanta paz y tranquilidad.

Pero tal vez, eso solo significaba que las pesadillas habían salido de sus mentes para aparecer en la realidad.

***

TIERRA 2

La luz de las velas y las llamas de la chimenea iluminaban la sala en la que Harry y Louis se encontraban, tumbados sobre el nido, completamente desnudos. Las piernas de ambos se encontraban entrelazadas y la cabeza de Harry descansaba tranquílame sobre el pecho del alfa, mientras este acariciaba con cariño su cintura.

Habían pasado el día en casa, hablando de como les gustaría vivir en un futuro, los sueños que tenían, las metas que aspiraban a conseguir, la cantidad de hijos que les gustaría tener o si estarían bien viviendo sin.

Pasando el día respetándose el uno al otro, mostrándose tal y como eran. Y aunque al principio Harry se encontraba tímido y nervioso ante el hecho de tener que estar completamente expuesto, ahora disfrutaba de cada caricia en cualquier parte de su cuerpo, de las mantas sobre él, de los cumplidos susurrados del alfa.

Sintiéndose seguro, cómodo junto a él.

—Ratón -Louis lo llama, su voz rasposa y un tanto nerviosa-

Aquello que había sucedido días atrás torturaba su mente con constancia, le hacía sentir horrible guardarse aquello y no decir nada al respecto.
Cada vez que miraba a los bonitos ojos verdes de su chico, su corazón se apretaba con fuerza.

No quería tener secretos en mitad del cortejo, debía ser sincero aunque aquello le aterrase.

Pero lo haría, porque quería a Harry y confiaba en él.

—¿Si?

Louis aprieta los labios, comenzando a acariciar su espalda con dulzura mientras los nervios recorren su cuerpo.

—Ethan ha vuelto.

Harry apoya su mano en el pecho del alfa y se aparta levemente para mirarlo a los ojos, su cabello rizado un tanto despeinado por haber pasado el día tumbado.

—¿Ethan?

—El chico de ojos grises y cabello castaño que te encontraste hace varios días, era mi ex novio. -Aclara nervioso, mordiendo su labio inferior.-

A Harry aquello le golpea como un balde de agua fría, dejándolo sin palabras ni respiración. El miedo de que Louis fuera a dejarlo lo invade por completo, pero entonces entra en razón, todas las cosas que llevaban semanas compartiendo no hubieran sucedido si Louis lo fuera a dejar.

Louis le quería, lo demás no importaba.

—Vino a hablar conmigo, pero no quise escucharlo. -Dice en voz baja.-

Y aunque sabe que quizás debería mencionar que su ex novio sabía de la existencia de Harry, pero no se atreve.

Las palabras de aquel día se habían repetido varías veces en su cabeza, pero Louis no quería darle vueltas a nada que hubiera salido de los labios de Ethan.

—Lo siento mucho, Lou ¿Estás bien? -Pregunta con cariño mientras acariciaba la mejilla del alfa.-

Louis asiente.

—Lo estoy, tan solo no lo entiendo, no entiendo que hace aquí de nuevo.

—No lo sé, tal vez solo quiere disculparse contigo, arreglar las cosas. -Harry sugiere, subiendo su mano hasta el cabello castaño y lacio para acariciadolo.-

—No me interesa, no quiero sus disculpas.

Harry aprieta los labios y asiente, el frío que ahora se reflejaba en los ojos del castaño le atemorizaba. No quería volver a ver aquellos ojos fríos de nuevo.

—Está bien, no le des más vueltas, no vale la pena. -Le dice en voz baja- Gracias por contármelo, lobito.

Entonces Louis lo mira con cierto cariño escondido en su mirada, sonriendo levemente.

—La confianza es muy importante Harry, y confío en ti con todo lo que soy.

Harry esconde el mal estar que aquellas palabras le causan con una pequeña sonrisa.

—Yo también confío en ti. -Susurra, su voz saliendo temblorosa-

—Eso es todo lo que quiero, bonito.

Y Harry traga con fuerza, su manzana de Adán moviéndose de arriba abajo mientras intentaba deshacer el nudo en su garganta. Confiaba en Louis, pero había cosas que simplemente no podía decir, cosas que simplemente no podían decirse en voz alta.

Porque al hacerlo, podía perderlo, y esa era la peor pesadilla a la que podría enfrentarse.

Así que calla una vez más. Y si el nudo en su garganta comenzaba a pesar cada vez más, era algo que solo él sabía.

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