—Os dije que no debíamos separarnos. -Liam dice alterado mientras entran en la casa de Niall y Zayn.-

Zayn lleva a Niall en sus brazos mientras este suelta pequeños quejidos, sujentadose el brazo con fuerza.

—No ayudas Liam -Niall se queja débilmente.-

El plan de encontrar a aquel lobo había sido un completo desastre, y había terminado atacando a Niall cuando esté estaba solo. Al omega no le había dado tiempo a trasformarse y antes de que pudiera darse cuenta, el animal ya estaba sobre él.

—Tenemos suerte de que solo haya sido un pequeño mordisco. -Maya habla detrás de ellos-

—No es precisamente pequeño -Louis opina con expresión seria mientras todos entran en la gran sala-

—Tenéis suerte de que yo apareciera rápidamente. -Liam dice, poniéndose a un lado del enorme ventanal por el que se podía ver el bosque cubierto de nieve y las casas del pueblo a lo lejos-

—¿Quieres un premio o algo así? -Zayn pregunta molesto, mientras deja con cuidado al omega sobre el sofá-

—Un gracias estaría bien.

Niall rueda los ojos y coloca la mano sobre el brazo que había sido mordido, duele a pesar de que la herida parezca más grave de lo que realmente es, y agradece que su metabolismo, al ser un lobo, cure las heridas de manera más rápida.

—¿Que vamos a hacer? -Pregunta Louis que se encuentra apoyado sobre una de las paredes de la sala-

—Por ahora esperar a que Niall se recupere.

Zayn se sienta al lado de su omega, y este esconde su rostro en el cuello del alfa, su olor a tierra y madera lo relaja y lo hace sonreír. Quizás eso es todo lo que necesita para encontrarse mejor.

—Voy a matarlo por haberte tocado, omega. -Le susurra-

—Estoy bien, no te preocupes.

Zayn va a abrir la boca para responder, pero es interrumpido por el sonido del timbre resonando por la casa.

Louis pone los ojos en blanco antes de dirigirse hasta la puerta principal, pensando que cualquiera que haya decidido aparecer, era muy inoportuno.

Y cuando abre la puerta, se sorprende al ver a cierto rizado allí de pie.

Sus mejillas eran de un bonito carmesí al igual que la punta de su nariz, vestía una bufanda blanca enrollada por completo a su cuello casi tapando su boca y su típica chaqueta marrón que le quedaba un poco grande mientras sus manos se encontraban sumergida en los bolsillos de esta.

Louis quería reír, era casi ridícula la forma en la que se veía tan tierno con tanta ropa puesta. ¿Quien se ve tierno vistiendo como un maldito esquimal? Harry debía ser la primera persona en la tierra.

—Oh, hola Louis -Sonríe un tanto nervioso, sorprendido al ver al castaño- ¿Está Niall?

—No puede hablar ahora. -Responde, cruzándose de brazos en el proceso.-

—¿Por qué? -Harry frunce el ceño, y Louis se encoge de hombros-

—Simplemente no puede.

—¡Louis! ¿Quien es? -La voz de Niall suena desde el interior de la casa, haciendo que Harry lo mire victorioso-

Louis pone los ojos en blanco, apretando los labios ante lo inoportuno que Niall había sido.

—Genial, justo lo que necesitábamos ahora -Murmura-

Harry le sonríe antes de pasar por su lado para finalmente entrar en la casa. Su sonrisa enseguida borrándose cuando entra en la sala y se encuentra a un Liam con expresión preocupada y a un Niall siendo mimado por un Zayn que parece querer matar a alguien.

La imagen le impacta, y no sabe muy bien por donde empezar a preguntar.

—¿Que ha pasado? -Empieza, con el aire retenido en sus pulmones.-

—Hey, Harry -Niall le saluda débilmente, con una pequeña sonrisa. Y eso solo hace que el corazón del rizado duela-

—No te preocupes, está bien. -Dice Maya que aparece en la sala con un botiquín de primeros auxilios y una sonrisa más bien forzada-

Harry mira el brazo de Niall, el cual cuenta con una gran y horrible mordedura causada por algún animal, la forma de los dientes se encuentra clavada en su piel y la sangre fresca que se encuentra a su alrededor hace que todo se vea mucho peor.

Y tiene pinta de doler bastante.

—¿Que le ha pasado? -Pregunta de nuevo, preocupado.-

Niall era su mejor amigo, la primera persona que le había hecho sentir cómodo y bienvenido en un lugar que desconocía. Y verlo de aquella forma, causaba un nudo en su estómago.

—Tenemos que llevarlo al hospital. -Vuelve a decir cuando nadie dice nada.-

Niall sonríe con cariño y niega levemente.

—Harry, estoy bien, de verdad.

Pero Harry no se lo cree, de hecho Harry parece el único en aquella sala perdiendo la cabeza por lo que acababa de ver ¿Acaso los demás no veían lo que él estaba viendo?

—¿Puede alguien explicarme que ha sucedido? -Para ese momento el rizado empieza a perder la paciencia, y ver la tranquilidad de los demás hace que quiera explotar-

Nadie dice nada, las miradas bajas y los rostros serios lo dicen todo. Y Harry se queda sin aire.

—¿Ha sido un lobo? ¿El mismo que me atacó a mi? -Niega mientras frunce el ceño y miles de dudas y preguntas cruzan su mente- Pensaba que los lobos aquí eran inofensivos.

—Harry, será mejor que te lleve a casa. -Louis dice detrás de él. Su rostro no expresa ninguna emoción y eso hace que el rizado recuerde la primera vez que lo vio-

El vacío en la mirada de Louis, puede ser la gota que colma el vaso.

—¡No! -Exclama, alto y claro.- ¡No me iré a ninguna parte hasta que me expliquéis que está ocurriendo!

Maya aprieta los labios pero no dice nada, tan solo sigue curando la herida en el brazo de Niall. Zayn se limita a dar un beso en la cabeza de su novio y Liam mira por la venta con expresión triste.

Y Harry definitivamente va a perder la cabeza. Niall debería ser llevando al hospital, debería ser visto y curado por un profesional. Pero en vez de eso, Maya se encontraba jugando a las enfermeras.

—Harry, ve a casa. -Niall pide con una sonrisa, en un intento de calmarlo- Te llamaré en cuanto descanse un poco ¿Vale?

—No puedo irme a casa sabiendo que estás herido, quiero ayudar. -Murmura-

El rubio sonríe, una sonrisa sincera. Y Harry lo admira, porque al parecer, incluso en momentos como aquellos, Niall siempre tenía una sonrisa.

—Solo necesito descansar, me pondré bien.

—Es solo un pequeño rasguño -Zayn le asegura-

—¿Un pequeño rasguño? -Se ríe irónicamente, sin poder creerse que estuvieran hablando enserio- Deberíais llevarlo al hospital y no tratar semejante herida como si fuera un rasguño de un niño pequeño, un jodido lobo le ha mordido.

—¡Harry! -Louis eleva la voz, no demasiado, tan solo lo suficiente como para llamar la atención del rizado. Quien se gira para mirarlo confuso- Tienes dos opciones. O me dejas llevarte a casa, o te vas por tu propio pie y te arriesgas a que ese animal te vuelva a atacar otra vez. Tú decides.

***

El trayecto de vuelta a casa con Louis es silencioso e incómodo.

Dentro del coche se está lo suficientemente caliente como para poder deshacerse de su abrigo marrón y de su bufanda blanca, el asiento es cómodo y todo a su alrededor huele a Louis. Pero sin embargo, Harry nunca antes se había sentido tan mal como en aquel momento.

Se sentía tan confundido y excluido, no entiende porque no pueden simplemente decirle lo ocurrido. Estaba preocupado, por Niall y porque un lobo suelto que podría matarlo en cualquier momento estaba suelto.

Y es que si hay algo que a Harry le moleste, es no saber lo que sucede a su alrededor.

Así que mirando por la ventanilla del coche de Louis, intenta retener las lágrimas que amenazan con salir.

—Harry -La voz de Louis suena tan fría y distante como siempre, y eso solo le hace querer llorar más- ¿Por qué estás llorando, ratón?

—No estoy llorando. -Dice, a pesar de que su voz es débil y las lágrimas estaban retenidas en sus ojos.-

Aparta la mirada de la ventana para encontrarse con el bonito perfil de Louis. Y no puede evitar querer querer retener cada momento, cada imagen, cada pequeña cosa que tuviera que ver con el castaño. Porque nunca sabia cuando sería la ultima.

Recordaba aquella conversación en la cocina de la cafetería, y sabía que sería capaz de alejarse de Louis con tal de no hacerle infeliz. Porque por alguna razón, haría cualquier cosa que hiciera sentir bien a Louis, y si una de ellas era alejarse de él, lo haría por mucho que no quisiera.

—Tengo un pequeño super poder para estas cosas, así que no puedes engañarme. -Dice sin apartar la mirada de la carretera-

—Simplemente no lo entiendo. -Susurra.-

Louis le lanza una rápida mirada con el ceño fruncido.

—¿Qué no entiendes?

—¿Por qué no me contáis nada de lo que está pasando?

—No hay nada que contar, Harry -El rizado frunce el ceño y niega levemente-

—¿No? Pues perdóname que no te crea Louis, porque la excusa de que el lobo salió corriendo cuando te acercaste no suena muy creíble. -Louis aprieta con fuerza el volante- ¿Y por qué Niall no está siendo llevado a un hospital? ¿Un pequeño rasguño? No me jodas. Y no hablemos de que hay un lobo rondando por ahí con tus mismos ojos.

Normalmente Harry solía hablar con su voz profunda y lenta, así que a Louis le sorprende escucharle hablar de forma tan rápida y en un tono mucho más alto de lo habitual.

Le sorprende verlo así, molesto, casi enfadado.

—Es tu problema si me crees o no, no el mío. -El castaño sin embargo mantiene su tono neutro y frío, sin apartar la mirada de la carretera. Limitándose solamente a conducir, y eso solo molesta más al rizado.-

—Lo descubriré por mi propia cuenta ¿Sabes?

Porque Harry se negaba a vivir con miedo, no otra vez. No después de todo lo que ha tenido que vivir para llegar hasta aquí.

—Genial Sherlock, pásatelo bien jugando a los detectives.

Y Harry se reiría, si no estuviera tan malditamente enfadado, si no estuviera tan molesto o si no tuviera tantas ganas de llorar.

Pero finalmente terminan llegando a la casa de Harry, siendo iluminados por la luz de la luna. Y entonces, se quedan en silencio durante unos segundos, el Jeep parado delante de la casa de Harry y el suave sonido de la calefacción envolviéndolos, haciéndolo todo un tanto incómodo.

—¿Por qué actúas como si no te importara? -Finalmente Harry susurra, rompiendo el silencio.-

Louis lo mira por unos segundos antes de responder. Y antes de hacerlo, aparta la mirada.

—Porque no me importas, Harry.

Al principio, Harry quiere llorar ante esas palabras. Quiere correr a su habitación, gritar en su almohada y llorar hasta que la luz del sol salga porque las palabras de Louis son como dagas atravesando su frágil corazón.

Pero después, la imagen de Louis entrando en el hospital con mantas por si tenía frío aparece en su mente, la imagen de dos tazas de purpurina y unicornios y las palabras "Te salvaría las veces que fueran necesarias." bailando en lo más profundo de su mente.

Era tan fácil saber cuando alguien mentía, tan fácil ignorar las palabras y apreciar los actos.

—¿Sabes? -Sonríe levemente- Yo también tengo un pequeño super poder, y sé que estás mintiendo.

Finalmente Louis gira su rostro para hacer contacto visual con el rizado, verde y azul brillando bajo la tenue luz de la luna.

—Pues te equivocas. -Susurra, pero en sus ojos hay algo, algo que no es vacío.-

Un brillo, un destello de algo más.

—Sabes que no, y eso es lo que te da miedo.

Por primera vez, Louis no sabe que decir. Así que aprieta los labios y niega levemente.

—Buenas noches, Harry.

Se miran a los ojos por varios segundos, verde y azul brillando en la oscuridad de la noche. Y sin más, Harry se baja del coche y entre pasos rápidos entra en su cálida y reconfortante casa.

Mientras, Louis suspira con cansancio y frustración, porque en el fondo sabía que Harry tenía razón. Y una pequeña parte de él, deseaba que el rizado se enterara de lo que realmente era, para que pudiera huir antes de que las capas de hielo que rodeaban su corazón se terminaran de derretir.