una taza de té
El suelo de la habitación de Dahyun estaba lleno de carpetas, cada una de ellas tenía diferente información pero todo se relacionaba a la preparación de aquella presentación.
Estiró su cuerpo al sentir un ligero dolor en la espalda, ¿cuánto tiempo había pasado desde que no trabajaba de esa manera?
A pesar de que Jihyo y todo el staff confiaba en ella y sus decisiones, no se sentía segura del todo; había un pequeño sentimiento, como del tamaño de una oruga, que le gritaba que se estaba equivocando en todo.
"Las compras", recordó de golpe. Había estado tan preocupada los últimos días que no pudo recordar cosas tan simples como esas.
— Soy una estúpida — murmuró para si misma.
Salió de su habitación casi arrastrando los pies, cuando el olor a café inundó sus cosas nasales y decidió seguirlo hasta llegar a la cocina.
— Estaba a punto de ir a buscarte — la voz animada de Momo causó que volteara a verla— Hice pancakes para cenar, también hay café por si quieres un poco
— Oh... Gracias, lamento mucho darte molestias, mañana iré a hacer mis compras — mencionó avergonzada.
— No te preocupes por eso, me gusta cocinar y... Es mi forma de darte las gracias — Dahyun alzó una ceja al escuchar eso mientras tomaba uno de los platos de comida.
— ¿Por qué debes agradecerme?
— Se que me elegiste para el papel principal en la obra — Dahyun mordió el interior de su mejilla, sirvió un poco de miel sobre los pancakes y la miro a ella.
— No tienes porque agradecerme, no se nada más además de tu nombre así que no fue un favor. Eres buena en lo que haces, solo debes mejorar en algunos aspectos.
— Aún así, gracias Dahyun
— Ya que vamos a vivir juntas por un buen rato... Deberías hablarme un poco sobre ti Momo, ya sabes, para llevarnos bien — El rostro de Momo formó una linda sonrisa al escuchar eso.
— Pues tengo 25 años, antes vivía en Ilsan pero decidí mudarme porque la Academia de baile a la que iba cerro. Trabajo medio tiempo en una cafetería, y en un futuro me gustaría tener un perro —hizo una pequeña pausa antes de volver a hablar— Tu turno
— Mmm... Pues, como ya te habras dado cuenta, soy instructora de ballet, era desempleada hasta hace unos días y... — ¿sería bueno mencionarle el divorcio? — Y tengo 29 años
— ¿Crees que pueda quedar en las nacionales? — Dahyun comió un trozo de pancake pensando en cómo formular su respuesta.
— Aún no estoy segura de ello, mi método de evaluación no es igual que el del equipo nacional — Mintió. Sabía muy bien como se evaluaba, después de todo, ella había sido la encargada de ese grupo antes de casarse.— Todo se trata de trabajar y mejorar
Momo no dijo nada más, dejando que el único ruido en la cocina fuera el de los cubiertos.
— Tu nombre es japonés, ¿cómo llegaste acá? — Los ojos de Momo chocó con los de Dahyun; la coreana se sintió un poco incomoda por lo fuertes que eran aquellos ojos.
— Entre al equipo de Ilsan, así que me mude pero luego de un tiempo se disolvió... No quise volver a Japón así que me quede acá
Al escuchar aquello, Dahyun asumió que la japonesa había estado bailando desde muy pequeña. Eso explicaba el buen cuerpo.
¿En qué momento el suyo se había vuelto en pago que ni siquiera lograba reconocer? No era ni la sombra de lo que fue a inicios de sus veinte, ni a dieciséis.
— No llegues tarde mañana. Gracias por la comida — Dahyun se levantó de la mesa, llevando los platos consigo para lavarlos.
Miro a Momo un par de segundos, sintió como si ella le quisiera decir algo pero sólo se observaron mutuamente, por lo que Dahyun siguió a lo que iba.
— No tienes ningún derecho a hacerme esto — reclamó en voz baja Dahyun.
Había llegado a su trabajo a tiempo y con buenas energías para empezar, pero debido a una llamada de su ex marido su humor había empezado a arruinarse.
Se apoyó en uno de los pilares mientras escuchaba las patéticas excusas que salían de la boca de su ex marido, tratando de justificar lo que quería hacer.
— Pues vete a la mierda, ya no me llames, sabrás de mis abogados pronto — Y con eso finalizó la llamada.
Cerró sus ojos un momento, intentando que el nudo en su garganta desapareciera antes de entrar nuevamente al salón de baile. ¿Por qué se tuvo que enamorar de alguien tan idiota?
Entró de nuevo al salón y se dejó casi caer en la silla que estaba delante del espejo, antes de empezar a entrenar en grupo quería hacer una evaluación personal de cada uno y ver en qué tenían que mejorar.
Pero parecían ser patéticos.
— Hazlo de nuevo — Dahyun desordeno un poco su propio cabello, llenándose cada vez de más decepción mientras veía a aquel bailarín— Detente. ¿Por qué eres tan malo? ¿Cuánto tiempo llevas bailando?
— Diez años... — respondió de manera avergonzada aquel joven.
— Pues no lo parece, necesitas practicar más si quieres seguir aquí. Ve a sentarte — hizo una seña con el lapicero que tenía en su mano.
La siguiente bailarina se acercó al centro para bailar, Dahyun observaba de manera atenta aquello pero no pudo evitar notar como la puerta del estudio era abierta lentamente, Momo quien intentaba entrar lo más desaparecida posible, se detuvo en seco al percatarse que la música había parado.
— Hirai, multa de doscientos — Los ojos de Momo se agrandaron de inmediato mientras buscaba las palabras para excusarse— Ni lo intentes, te advertí que llegaras a tiempo. Eres la protagonista, ¿acaso no sientes pena por tus compañeros? ¿O eres lo suficientemente buena para no venir a tiempo?
— No se volverá a repetir, lo lamento mucho — Momo hizo una reverencia, con las mejillas totalmente rojas de la vergüenza.
— No habrá una próxima vez porque si vuelves a llegar tarde te sacaré del grupo — amenazó.
Pudo sentir una fuerte mirada de odio hacía ella pero siguió con las evaluaciones individuales. Hasta que llegó el turno de Momo.
Dahyun no pudo quitarle la mirada de encima, como aquel leotardo negro moldeaba la figura de la japonesa, revelando su pequeña cintura. Unos mechones se le pegaban al rostro y al cuello delatando el hecho de que su moño no estaba bien hecho; sus mejillas estaban de un color rosado y su pecho subía y bajaba lentamente.
Dahyun mordió el interior de su mejilla sintiendo como su corazón parecía palpitar con demasiada fuerza y su mano izquierda empezaba a temblar un poco.
— Tienes que peinarte bien — mencionó cuando la música finalizo— Mejora la pose final, lo demás lo veremos en el proceso...
No supo en que momento todo término, solo pudo sentir el dolor en su espalda debido a su mala postura durante las últimas horas.
— ¡Gracias a todos por venir hoy, han hecho un buen trabajo! Asegúrense de venir mañana a tiempo jóvenes — Dahyun no pudo disimular una pequeña expresión de desagradó al momento de escuchar la animada voz de Jihyo— Y gracias a ti también Dahyunnie~ — el sonido del beso sonó en la sala de prácticas, ganando algunas miradas de los bailarines.
— ¿No estás cansada? — Dahyun cerró la libreta de apuntes. — ¿Quieres ir a cenar?
— Amaría que me lleves a comer pero tengo una cita — una gran sonrisa se formó en el rostro de Jihyo, y una chispa de envidia se formó en el interior de Dahyun.
— ¿Cuántos años cumplen?
— Es nuestro cuarto aniversario de casados
— Felicidades Jihyo, me avisas cuando estés libre para ir a comer — Dahyun puso su Tote Bag en su hombro izquierdo y se despidió con la mano antes de salir.
¿Por qué ella no había sido capaz de mantener su matrimonio? ¿En verdad era tan insoportable?
El sonido de la lluvia no tardó mucho para llegar a sus oídos, se detuvo en la puerta principal de estudio pensando en como debería irse. Saco su celular para pedir un taxi y esperar a que la lluvia bajara un poco.
— ¿Quieres que caminemos juntas a casa? — Dahyun noto como Momo se encontraba frente a ella, con un paraguas rojo.
— He pedido un taxi, sería bueno que vinieras conmigo — Sugirió, intentando sonar amable. Pero tuvo la misma sensación que la noche anterior, como si la mirada de Momo quisiera decirle algo
— ¿Hay algo que quieras decirme?
— Ayúdame a entrar al equipo nacional —Dahyun alzó una ceja al escuchar aquello.
— ¿Por qué me lo dices a mi y no a Park Jihyo?
— Eres la mejor, todos conocen tu nombre. Si quiero ser la mejor, decirte a ti es la decisión correcta
— ¿Qué ganó yo a cambio? — El silencio duro solo un par de segundos pero parecía ser eterno— Ahí está tu respuesta
— Lo que quieras
— No tienes nada que yo deseé — La mirada de Momo bajo al suelo, y Dahyun se sintió mal— Si entras al equipo nacional, tienes que decir que yo te entrene ¿de acuerdo?
— ¿Es un si? — una enorme sonrisa se formó en el rostro de Momo.
Dahyun no pudo evitar girar los ojos, a lo lejos vio como el taxi que había pedido se acercaba. ¿Por qué había aceptado? No estaba entendiendo sus propias decisiones.
— Sube al auto antes de que te deje ir caminando a casa
Ya vieron que se llama, "Heal me, Love me" ¿Verdad?
Ahora les dejo la pregunta, ¿a quien cree que pertenece cada título?
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