Tensiones y relaciones
Cada paso, cada giro estaba calculado para buscar la perfección y la sincronía en el grupo de bailarines. Dahyun observaba el ensayo desde la esquina, su mirada parecía buscar cada posible error que podían estar realizando.
Momo estaba en el centro de la coreografía, tratando de seguir la intensidad del ensayo, pero algo en sus movimientos parecía carecer de la precisión habitual. Como si algo estuviera atado a su cuerpo y le impidiera progresar, le faltaba alma al baile que estaba realizando.
— ¡Momo! — La voz de Dahyun sonó como un golpe seco en la habitación— ¿Por qué sigues bailando de esa manera? No es lo que yo quiero de ti. Hazlo de nuevo.
Los demás bailarines dejaron de bailar dejando el espacio necesario para que Momo pudiera bailar; Momo respiró profundo y repitió el paso, esforzándose en ocultar la frustración que sentía. A su lado, Mina la observaba con una pequeña sonrisa apenas disimulada.
— Tal vez solo necesita un descanso — Hablo Mina mientras caminaba en dirección a Dahyun, pero antes deteniéndose al lado de Momo— O mejor aún, alguien que pueda desempeñar mejor el papel — dijo solo para que Momo pudiera escucharla y luego se alejo de ella.
Momo apretó los dientes, intentando ignorar el comentario. Myoui Mina se había convertido en su dolor de cabeza personal desde que había empezado a ensayar con ellos sin embargo todos la alababan por ser una bailarina de alto nivel.
— Creo que tienes razón, es mejor que todos se tomen un descanso. Regresemos en 10 minutos jóvenes
Después de cada ensayo, Momo sentía su cuerpo más pesado, incluso quitarse las zapatillas se convertía en una tarea bastante difícil. Su mente parecía un DVD rayado reproduciendo una y otra vez cada error que había cometido ese día.
El sonido de la puerta de los camerinos la sacó de su trance. Momo sintió como una carga más pesada se ponía sobre sus hombros al ver a Hajun entrar, con ese rostro relajado pero con aquellos ojos filosos que parecían juzgar cada uno de sus movimientos.
— Te vi allá afuera — dijo mientras se acercaba— No estás en tu mejor forma
— Gracias por notarlo — respondió con sarcasmo, intentando no poner una mala expresión.
Hajun se sentó a su lado, dejando escapar un suspiro. La fuerte fragancia del hombre parecía drogarla, su perfume fue la primera razón por la que habían comenzado a hablar.
— Sabes que no lo decía de mala manera. Me preocupa que estés tan... distraída. — Momo soltó una pequeña risa, aunque no había rastro de felicidad en ella.
— ¿Distraída? ¿Eso crees? — Hajun tomo la barbilla de Momo con delicadeza, obligándola a verlo.
— Te conozco lo suficiente para saberlo. ¿Qué es lo que te esta pasando? Porque no creo que solo se trate de los ensayos, siempre has podido con la presión.
Momo se tensó. Sabía el rumbo al que se estaba dirigiendo la conversación pero no quería hablarlo, no estaba preparada para eso.
— Estoy bien. Solo estoy un poco cansada, los ensayos son muy exigentes.
— ¿Es por esa mujer? — El tono de Hajun era suave pero bastante intenso.
Momo lo miró, sorprendida por la repentina pregunta. — ¿Qué mujer?
Hajun levantó la ceja como si la respuesta fuera obvia.
— La profesora, Dayun. — Momo rodó los ojos al escuchar la mala pronunciación del nombre— Hay algo en como la miras, como reaccionas cuando estas cerca de ella.
Momo desvió la mirada, sintiendo como el calor incómodo se creaba en su cuerpo. — No se de que hablas.
Hajun suspiró y se levanto, poniéndose frente a ella.
— No te hagas la imbécil. La miras de la misma manera que cuando iniciamos todo esto. ¿Ella es la razón?
— Tú fuiste quien dijo que no querías nada serio — dijo, su voz salió más fuerte de lo que esperaba. Momo agradeció internamente que no hubiera nada en el vestidor.
— No, eso cambió hace mucho tiempo. ¡Te di la opción de que nos casaramos!
— Estás loco si piensas que abandonaré mi carrera por casarme contigo
— ¿De qué carrera hablas? — Momo lo miró sorprendida, como si estuviera plantando un cuchillo en su espalda— Bailar apenas y te da dinero, tienes un trabajo que te paga un miseria. ¿Cuánto tiempo crees que aguantaras si sigues viviendo de esa forma?
Cada una de las palabras se estaban quedando grabadas en su mente como una fea y dolorosa cicatriz.
— No lo entiendes y nunca lo harás Hajun. — Momo se levantó molesta pero él la tomo del brazo.
— Esa profesora no será tu salvación
— Tú no sabes nada
— Cree lo que quieras, pero conozco a las personas como ella — Momo se soltó el agarre del chico— Solo destruyen las cosas a su alrededor, las consumen por completo hasta que no queda más.
Momo no respondió, y Hajun salió del vestidor sin decir una palabra más.
Aquel encuentro con Hajun la había desaquilibrado mentalmente; el lugar ya estaba casi vacío pero le llamo la atención que aún había luz y música en la sala de prácticas. Su curiosidad fue mayor que su auto-control y poco a poco fue acercándose al lugar, tal vez se trataba de Dahyun.
Se llevó una amarga decepción al ver a Mina, pero aún así se quedo observándola desde un rincón, sintiendo una mezcla de admiración y envidia. Sus movimientos eran fluidos, casi hipnóticos, no había duda del porque ella era famosa.
— ¿Te diviertes mirándome? — Preguntó Mina mientras pausaba la música, su tono llevaba un sarcasmo que se podía notar a distancia.
Momo se cruzo de brazos mientras se acercaba un poco más.
— Estoy intentando comprender como es que lo haces, parece que solamente fluyes.
Mina sonrió con satisfacción al escuchar eso, se giró hacía ella sin borrar su sonrisa.
— Es simple. No pierdo el tiempo, alejo las distracciones de mi. Deberías intentarlo.
Por alguna razón el comentario se había sentido demasiado personal como si hubiera sido testigo de la conversación que había tenido con Hajun, ¿acaso había escuchado algo? No, no podía ser posible.
— Quizás deberías preocuparte menos por mí — Mina daba pasos cortos pero seguros hacía ella— No estoy segura de la razón por la que te eligieron, hace unas semanas parecías algo digno pero ahora... pareces perdida
Momo quiso responder, pero las palabras de Mina la dejaron sin aliento. No le daría el gusto de darle la razón.
Mina sonrió de lado, como si supiera que le había dado en la llaga. Había ganado esa pequeña batalla.
— En este mundo, los que se no se pueden mantener enfocados terminan cayendo. Y no puedo esperar a ver como es la tuya Hirai.
Y fue así como Mina la dejo sola en la sala de prácticas. Momo respiró hondo, intentando controlar su torbellino de emociones, quería gritar, podía sentir el enojo crecer por todo su cuerpo. Pero en el fondo, sabía que Mina tenía razón, si no empezaba a enfocarse no podría llegar lejos.
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