— Te dije que no podías correrte dentro — Momo resopló mientras terminaba de limpiar la última mancha húmeda dentro de su muslo interno. Hajun soltó una risa mientras terminaba de vestirse. 

— ¿Sigues tomándote la pastilla? — el humo a cigarrillo llegó hasta Momo quien solo pudo gruñir por lo bajo mientras tomaba su ropa— No quiero que suceda algo que no queremos

— Entonces empieza a ponerte un puto condón — suspiró y volteó a verlo por un momento— Es una cosa de respeto, si te pido algo deberías hacerme caso... Y tampoco es como que quiera salir embarazada

— No te pongas así Momo... — Aquel tono despreocupado empezaba a cansar a la japonesa, es como si estuviera escuchando una grabación— ¿Qué tal va la preparación de Alicia? 

— ¿Cómo...? — El rostro de ella demostró por unos segundos como se había quedado pasmada al escuchar al hombre— Deja de meterte tanto en mi vida

— ¿Sigo siendo una aventura para ti? — preguntó mientras se acercaba a ella, Momo se quedó estática sin saber con certeza que debía de responder— Deberíamos casarnos así ya no tendrías que preocuparte por buscar una carrera

— No creo que el matrimonio funcione de esa manera

Los brazos del hombre rodearon con facilidad la cintura de Momo, atrayéndola a él para dejar un suave beso en sus labios.

— Debo irme — Momo puso sus manos en el pecho de su... de Hajun; poco a poco se fue alejando de él mientras arreglaba su ropa— Salgamos a comer la próxima vez

— Te llamaré Momo 

Estar con Hajun hacía que se sintiera confundida, necesitaba tener mucha paciencia cada vez que estaba con él pero también estaba segura que debajo de toda esa fachada de seguridad y brusquedad, solo era una persona incomprendida. 

— Sabes que te amo ¿verdad? — Momo acarició con suavidad el cabello castaño sintiéndose divida en sus pensamientos, entre la necesidad de ser escuchada y la sensación de protección que Hajun le brindaba.

— Lo sé... — murmuró en voz baja Momo, como si la sinceridad le temblara en un hilo de voz, sus ojos recorrieron una vez más el rostro del hombre mientras su mano acariciaba su mejilla derecha.

Yo soy de él, y él es mío

— Asegúrate de subir un poco más la pierna — Dahyun tomo con delicadeza la pierna de Momo para estirarla un poco más haciendo que un pequeño gemido de dolor saliera de sus labios.

Un escalofrío recorrió su espalda cuando sintió a Dahyun alejarse, había pasado al rededor de una hora desde que el ensayo había comenzado pero desde que llegó a la sala de prácticas pudo sentir la mirada pesada de Dahyun sobre ella. ¿Acaso quería quitarla de la obra? Sacudió su cabeza para alejar los pensamientos negativos de su cabeza. 

El ensayo estaba durando más de lo normal, o al menos así lo sentía ella, tenía sobre ella la mirada de algunos de os patrocinadores e instructores de la academia y una mala sensación estaba invadiendo su pecho, estrujándolo con fuerza como si fuera una esponja, pero debía de resistir un poco más. 

Podía sentir y los murmullos de los demás sobre su hombro, como miraban constantemente hacía la puerta; la puerta rechino avisando la entrada de alguien nuevo.

— ¡Myoui! Es un honor que hayas aceptado participar — En medio del giro que estaba realizando Momo no pudo evitar distraerse por aquella frase dicha por Jihyo, por una fracción de segundos Momo dirigió su mirada hacía aquella aparente rubia.

Y un golpe seco sonó por toda la habitación.

— ¿Acaso no estas concentrada? — Momo escuchó la voz de Dahyun, pero no tuvo fuerzas para levantar su rostro— Tomemos un descanso jóvenes 

Sentía como si las piernas le pasaran, como si su mente diera mil vueltas por segundo. ¿Por qué Mina estaba aquí? Se suponía que estaba en Inglaterra. Pudo sentir como alguien la levantaba, y cerró los ojos por un momento, encontrando la fuerza suficiente para caminar por si sola.

— Si te sentías mal debiste haberme avisado, te habría dejado quedarte en casa — Pudo sentir como el aire fresco golpeó su rostro, como su pecho empezaba a calmarse poco a poco.

— Estoy bien... solo estoy un poco sorprendida — Levanto su rostro para poder observar a Dahyun, por un momento, por más breve que fuera, pudo notar un poco de preocupación en la coreana.

— ¿Sorprendida?

— ¿Por qué Myoui esta aquí? — Dahyun soltó una pequeña risa y Momo la siguió con la mirada, notando como sacaba de su bolsillo una pequeña cajetilla decorada de fresas— ¿Fumas el sabor de fresa?

— Me gusta — Dahyun sonrió de lado antes de prender el cigarrillo— Mina interpretará el papel de la reina blanca, a petición de la academia. ¿La conoces?

Una ola de recuerdos golpeo con fuerza la mente de la japonesa, de manera casi inconsciente busco la tablilla de chicles que solía llevar con ella a todas partes.

— Es una seraphine, todas las bailarinas la conocen 

— ¿Eso es lo que tu quieres llegar a ser? 

— Si, el futuro de ellas esta asegurado aunque se lesionen

— No es así, ser una de ellas es estar en una lucha constante hasta que llegue alguien mejor que tú — Sus ojos parecían apagados, como si no hubiera un alma detrás de ellos y Momo no pudo evitar cuestionarse el porque Dahyun se veía de esa manera— ¿Vendrás a casa esta noche?

— He estado llegando todas las noches

— El paquete de galletas que compre para ambas sigue intacto, siempre comes algo cuando llegas tarde... — Momo bajo la mirada, ¿en qué momento Dahyun se había fijado en aquello? — Ve a casa por hoy

— Estoy bien, puedo seguir en el ensayo

—  No lo estás, así que ve a cambiarte y ve a descansar —  Dahyun tiro el cigarro al suelo y lo piso con cuidado para apagarlo—  Mañana ven a dar el cien por ciento o te pondré una multa 

— Gracias 

Momo esbozo una pequeña sonrisa hacía Dahyun; hablar con ella había resultado tranquilizador pero había confirmado algo. Debía alejarse de Hajun un tiempo.

Donita Bimbo reportandose, me desaparecí un tiempo debido a la universidad, pero ya volvimos a las actualizaciones. 

Me emociona ya estar entrando en la historia de Momo porque es un pasito más a que nuestras protagonistas estén juntas, ¿verdad?