Antes de la tormenta
El teatro estaba silencioso después de un ensayo extenuante, desde que habían comenzado a ensayar en el teatro las cosas se sentían más real. Momo había decidido quedarse un poco más de tiempo, sabía que no podría competir contra Mina si no ponía el doble de esfuerzo. Podía sentir la presión, como si se tratará de una cuerda alrededor de su cuello.
Dejo que la música resonará en su mente, sus pasos parecían titubiantes, pero poco a poco se convirtieron en pasos seguros, más intensos. Cada paso era un intento de liberar la frustración que se fue acomulando a lo largo de la semana. Quería demostrar que era lo suficientemente buena.
No se dio cuenta en que momento Dahyun había comenzado a observarla desde una de las butacas.
— No estas usando bien tu peso — comentó Dahyun de repente, haciendo que Momo dejará de bailar de manera abrupta.
— ¿Qué haces aquí?
Dahyun comenzó a caminar de manera lenta hacía el escenario, cada uno de sus pasos parecía calculado y eso le daba un escalofrío en la espalda.
— Podría preguntarte lo mismo
La intensidad de la mirada de Dahyun era algo con lo que no podía lidiar en ese momento.
— Estoy practicando un poco más. No puedo quedarme atrás.
Dahyun subió al escenario, en ese momento Momo entendió el porque Dahyun había sido tan famosa, su presencia llenaba todo el escenario como una sombra imponente.
— ¿Quedarte atrás? — repitió— No estás aquí para competir, estas aquí para destacar
Momo apretó los labios, sintiendo que las palabras de Dahyun, más que una crítica era un desafío.
— Eso es lo que intento.
Dahyun la observó en silencio durante unos segundos antes de hablar de nuevo. — Muéstramelo entonces
Momo volvió a su posición inicial y comenzó de nuevo. Esta vez, parecía ser una con la música, sus movimientos eran fluidos y precisos, pero...
— Detente — ordenó Dahyun, acercándose a ella. Momo se quedó congelada, respraba con bastante dificultad. — Te estas conteniendo
Antes de que Momo pudiera responder, Dahyun tomo su mano y la guió hacía una posición diferente.
— Déjate llevar — susurro en su oído.
Momo obedeció, su cuerpo se sentía ligero cuando bailaba con Dahyun; sus cuerpos se sincronizaban de una manera extraña, como si compartieran un idioma secreto del que ambas desconocía.
El corazón de Momo latía con fuerza, no solo por el esfuerzo físico, sino también por la cercanía de Dahyun. La voz de la coreana parecía que acariciaba su cuerpo con cada una de las instrucciones, podía sentir el olor a melocotón de su crema corporal. Hacía que todo a su alrededor desapareciera por completa.
— Esto es lo que quiero ver — dijo Dahyun después de detenerse, soltó la mano de Momo con cuidado y empezó a alejarse.
Momo no pudo responder, su mente estaba demasiado ocupada procesando lo que acababa de suceder.
Un día después
— Estaba pensando... — Dahyun observó a Jihyo, su concentración parecía estar absorta en su teléfono— Deberíamos cambiar el protagónico
— ¿De qué hablas? — Respondió, en un tono casi de burla.
— Deberíamos cambiar a la protagonista
Jihyo levanto su mirada, chocando con la de Dahyun; el silencio se instalo de inmediato en la pequeña oficina. Dahyun buscó cualquier signo, por más pequeño que fuera, que le demostrará que solo se trataba de un mal chiste.
— Desde el inició te dije que quería a Hirai en el protagónico o no iba a trabajar aquí — Dijo, terminando la delgada capa de tensión que se había creado entre ambas.
Jihyo se levanto del sofá, se acercó a la cafetera que tenía instalada en la oficina y se servía un poco de café como si estuviera seleccionando cuidadosamente las palabras que iba a decir.
— Lo sé. Estuve viendo el último ensayo pero no me gusto — Jihyo se dió la vuelta, evitando darle la espalda a Dahyun— A Momo le hace falta algo, ¿Pasión, chispa, alma? No estoy segura, pero su baile se siente vacío sin contar los errores que comete.
— Solo necesita un poco más de práctica, se que tiene potencial.
— Deberíamos darle el protagónico a Mina, ya sabes ante de empezar con la publicidad — Dahyun frunció su ceño sin entender la repentina decisión de su amiga— ¿Aún no lo sabes?
— Estudie artes no marketing, la publicidad no me interesa en lo absoluto
— Mina fue escogida para que forme parte del equipo nacional a partir del próximo semestre del año
Dahyun se quedo inmóvil. Su mente aun no procesaba la información que acababa de recibir; todos sabían que esa noticia iba a llegar pero no esperaba que fuera tan pronto.
Después de tono, Mina era una prodigio.
— No cambiaré a mi protagonista solo porque otra persona entro al equipo nacional
— Momo se verá bien como la Reina Roja — la sonrisa de Jihyo logro hacerla sentir desubicada.
— Dale una oportunidad a Hirai, se esta esforzando— pudo escuchar suspirar a Jihyo, pero no quiso mirarla.
— Ya le diste una. Iré a ver el ensayo de nuevo dentro de dos semanas pero si no me gusta lo que veo, dile que ya no será la protagonista. — Dahyun no supo que responder al escuchar eso— Una bailarina no debe dar lo mínimo, tu lo sabes, y sabes que tu nombre esta en juego.
Las palabras de Jihyo se quedaron grabadas en su cabeza durante el ensayo de esa tarde; empezó a notar cada uno de los errores mínimos que cometían, que cosas podían mejorar. No estaba teniendo amabilidad para señalar los errores de los bailarines, por más mínimo que fueran.
— No apuntes los pies Momo —corrigió sin detener la música.
El calor y la tensión empezaban a encerrarse en la sala, la mirada calculadora de Dahyun era una que los bailarines no habían visto en todo lo que llevaban ensayando la obra y eso les daba temor.
— ¡Alto! — gritó, su voz resonó por toda la habitación y la música se detuvo— Momo, eso fue horrible. Tuplié no es lo suficientemente profundo, y tu línea en el arabesque... ¿sabes si quiera lo que es una línea?
Momo apretó los puños. Sabía que no debía responder, pero las palabras de Dahyun empezaban a perforarla como agujas. — Lo estoy intentando — dijo Momo, con la voz temblorosa.
— ¿Crees que intentar es suficiente? Esto no es un maldito juego. ¿Crees que yo tuve una carrera exitosa porque intentaba? No. Me partí el alma, y tú deberías hacer lo mismo si realmente quieres llegar al equipo nacional, deberías saber que intentar no es suficiente para este mundo.
Debía hacerlo.
— Lo sé — la mirada de Momo se había cristalizado y cada segundo que pasaba se volvía más difícil mantenerle la mirada a su mentora.
Debía destruir a Momo
— ¿Entonces? ¿Por qué sigues dando el mínimo? — un empujón leve fue a dar en la cabeza de Momo, desordenando un poco su cabello — ¿Necesitas que empiece a tratarte de esta manera para que bailes bien? — otro empujón en su cabeza.
Debía hacer eso si quería lograr que Hirai alcanzará sus metas, debía mostrarle lo cruel que podía llegar a ser esa industria. No podía tener compasión, por más confundida que estuviera con sus sentimientos.
— Lo siento — habló Momo con la voz entrecortada después de un tercer empujón— Lo haré mejor, lo prometo...
— No prometas algo si no vas a cumplirlo.
Dahyun se alejo de nuevo para sentarte en su silla antes de poner la música de nuevo. No iba a permitir que Hirai no tuviera el protagónico, iba a moldear a Momo y convertirla en una miembro del equipo nacional, no importaba lo que implicará.
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