Dahyun sintió que su mundo se destruía.

No era la primera vez que se encontraba en aquella oficina, durante los últimos meses aquella locación se había convertido en una visita concurrente; se había acostumbrado a que la recibieran con una taza de café y al sonido de los lapiceros anotando cosas.

Pero no estaba lista para ese momento. El divorcio era una tormenta emocional que la había golpeado sin parar durante días, que poco a poco la estaba dejando agotada y sin aliento. La vida de matrimonio que alguna vez soño, se había derrumbado y ahora solamente existían promesas vacías y sueños rotos.

Mientras firmaba los últimos papeles, una mezcla de emociones la invadió, tristeza, rabia, frustración. ¿Acaso había sido tan mala esposa? ¿Cómo había dejado que su vida llegará a ese punto? Cada rincón de lo que había sido su hogar, cada foto y cada rincón era un recordatorio amargo de lo que había perdido.

La soledad se había vuelto su compañera fiel, aquella que la consumía desde adentro. El lado vacío de la cama se sentía como una presión constante en su pecho, era como si le hubieran arrancado una parte esencial de ella.
Todo lo que había planeado para su futuro ahora se veía borroso.

Estiró su brazo con desgano para luego marcar el número que había estado evitando tanto tiempo, aquel número que le daba un poco de terror marcar en esos momentos.

— ¿Has estado bien? — su mirada vagaba por el techo y la voz de su hermana se escuchaba muy lejana— Quería preguntar si... Podría vivir contigo un tiempo. Estoy bien, solo he tenido algunos problemas...

Rodó un poco sobre su cama, aun no le decía a su familia sobre su divorcio. No estaba preparada para escuchar un sermón de su madre.

— Será poco tiempo mientras... Él se encuentra de viaje — mintió— Sabes que no me gusta estar sola, y son cosas de su trabajo así que si lo acompañara solo sería un estorbo

"Estorbo", aquella palabra seguía resonando en el fondo de su mente, como un eco martirizante.

— Gracias... Prometo que no haré ningún desastre.

Solo quería re-organizar sus ideas y encontrar un poco de paz antes de darle el anuncio a su familia.